Capítulo 3: Cita
La primera preocupación de Wukong ya había sido superada, logró conseguir hablar con Macaque y que este le dijera que si a la posibilidad de salir en una cita, lo cual de por si era un gran paso. Aun así, ahora estaba la segunda situación: No hacer el ridículo al momento de la cita.
No es que realmente estuviese tan emocionado u obsesionado, pero tan pronto como el teléfono sonó en sus manos, contestó casi de inmediato, porque si, estuvo esperando pacientemente, viendo la pantalla hasta conseguir leer un número nuevo, ese debía ser su tan deseado llamado a la cita.
—No me diga que estuvo esperando mi llamada, señor Monkey King.— La voz en tono burlón del macaco de seis orejas le hizo sentirse expuesto.
Wukong carraspea, acomodándose en el sofá de su hogar, mirando alrededor, como si estuviese asegurándose de que nadie acaba de ver lo malditamente necesitado que estaba de una cita como para esperar de esa manera tan obsesiva.
—¿Yo? No, solo fue que... De casualidad tenía el teléfono en la mano, es todo.—
—Oh, ya veo. Entonces... ¿Llego usted bien a casa? ¿MK está bien?—
—Si, ya estoy en casa. Y bueno, MK está en casa de sus tíos, le ha tocado irse allí hoy, suele quedarse allí, ellos... Bueno, me han ayudado mucho criándolo.—
—¿Así que no era un hijo que criaste por tu cuenta como dijiste antes? Que mentiroso eres.—
—¡No! O sea, si soy un padre soltero, con algo de ayuda...—
—¿Algo de ayuda?—
—...Mucha ayuda, lo admito. Me atrapaste.—
—Bien, ahora si empezamos bien. ¿Qué tal si entonces me dices cómo estarás este sábado? ¿Tienes planes?—
Era el momento.
—Bueno, soy algo ocupado, pero puedo hacer espacio por ti.—Qué estúpido.
—¿Es así? Odiaría molestar a alguien tan ocupado como el gran Monkey King, supongo que no será el sábado.—
—¡No, espera! Era broma, ¡Broma! Así que, uhm, si, ¿Este sábado?—
—A las 6 de la tarde, es una cita.—
Allí acabó la llamada y Wukong solo pudo mirar con una sonrisa al teléfono, encargándose de guardar el número de teléfono, se sentía realmente suertudo, solo faltaban dos días para el sábado, ya deseaba poder verlo sin usar a su hijo de excusa, ahora solo debía encargarse de no arruinarlo más.
El tiempo se sintió casi una eternidad, pero Wukong se sintió tan agradecido de que finalmente llegase el día de su tan esperada cita, y no es que esté muerto de emoción o nervios, simplemente era la primera vez que hacía algo así, ¿Una cita? Nunca se puso a pensar en tener algo así, si era sincero, su tipo ideal era un mono como el, así sentiría que no estaba solo en el mundo, y encontrar a Macaque fue casi una obra del destino, al menos así se sentía.
Suertudo.
Había llegado a una cafetería, ya iba por su segundo café, odiaba el sabor, pero se sentí demasiado ansioso como para no tomar algo así. Ya era la hora acordada en el lugar acordado y aún no veía a su tan esperado invitado.
—No sabía que te gustaba tanto el café.—Finalmente Macaque llegó, simplemente sonrió mientras tomaba asiento.
—¡Macaque! Si, bueno, no soy mucho de lo amargo, pero... Supongo que tenía ánimos para tomar café, ¿Entiendes?—Ríe algo nervioso, tratando de aligerar el ambiente.
—Claro, entiendo.—Macaque ríe devuelta.—Y bien... Es una sorpresa que no te moleste que te vean conmigo en un lugar... Ya sabes, público.—
—¿Por qué sería un problema? Eres grandioso, y creo que fui muy directo cuando dije que me interesas...—Wukong dice desviando la mirada, más avergonzado de lo que dice que de la situación en sí.
—Nada, es solo que... Supongo que a estas alturas sabrás más de lo que dicen de mi, y seguro odiarías ser relacionado con alguien así. ¿No se supone que eres una leyenda? Sería vergonzoso que yo dañase tu reputación.—
—Oh, vamos, no es posible que suceda algo así. ¡Y todos ellos son idiotas! Quiero conocerte, y si alguien dice algo... Bueno, siempre puedo pelear.— Responde orgulloso.
—¿Así que eres del tipo violento? No lo imaginaba viniendo de ti.—Ríe leve.
—¡No! Es decir, supongo que a veces... ¡Pero era en el pasado! Ahora mismo estoy rehabilitado, soy un feliz padre soltero.—
—Claro, suenas como uno.—
Ambos ríen, el ambiente finalmente parece tranquilo y agradable. Macaque pide su propia bebida, y mientras espera que se lo traigan su mirada vuelve al rey frente a el. Wukong no era malo, mucho menos irritante, era divertido, la mayoría de veces sentía ganas de simplemente jugarle una broma por lo nervioso que se ponía, era la mejor compañía que ha tenido en mucho tiempo.
Tal vez, solo tal vez, ahora pueda dejar todo el pasado atrás y enfocarse en ser feliz ahora mismo... Después de sufrir tanto tiempo luego de lo que sucedió, luego del accidente, luego de que toda su carrera profesional se fuera a la mierda... Tal vez, Wukong era esa oportunidad nueva que le daba la vida.
...
La cita transcurrió lo suficientemente bien para hacer sentir a Wukong feliz de no haberlo arruinado, de hecho, no vio a Macaque quejarse ni una sola vez, así que tal vez esa era señal suficiente para saber de que las cosas estaban yendo por un muy buen camino, ¿No?
—¿Sabes? La primera vez que te vi realmente pensé que eras un idiota.—Macaque ríe ante su propio comentario, ambos caminando por las calles tras salir de la cafetería.
—Bueno, no eres el único que suele pensarlo.—Agrega Wukong, riéndose junto con él.
—¿Enserio? Bueno, eres conocido como un rey, me parece raro oír eso sobre ti.—
—Es solo un titulo vacío, no tengo un reino como tal, solo es una montaña.—
—Creo que estamos iguales ahora.—Macaque responde con cierto tono nostálgico.—Ahora mismo, todo lo que conseguí es solo un titulo vacío que yo mismo destruí.—
—Hey, no digas eso, eres increíble.—Wukong le sonríe.—Tu habilidad es algo digno de alabar, además, eres el mejor profesor, ¿Sabes?—
—Solo lo dices para hacerme sentir mejor.—
—No creo, simplemente eres genial, es todo.—
—Bueno, gracias por la cita de hoy, debo decir que eres la mejor que he tenido en mucho tiempo.—
—Lo mismo digo.—
Ambos sonríen, hay felicidad en sus rostros, genuina calidez y cariño, no fue una mala primera cita, y entre la mirada que se regalaban, se dan cuenta que no sería la última.
—Nos vemos en el ensayo.—Dice Macaque.
—Nos vemos.—
Si, no sería la última vez.
Al menos así lo pensaba al inicio, no iba a ser la ultima vez, pero aún así Macaque estuvo muy ocupado las siguientes semanas, después de todo estaba entrenando a los chicos que querían comenzar a tener presentaciones, el lado bueno es que podían verse por unos minutos, y el otro punto positivo es que luego de la presentación volverían a poder seguir viéndose en otras citas.
Wukong esperó pacientemente a que el día de la presentación llegase, estuvo apoyando y acompañando a MK en todo ese tiempo, después de todo, era su culpa que estuviese allí en primer lugar, pero no parecía tan molesto si era sincero, de hecho, se le notaba la emoción, y por alguna razón se le notaba mucho más cuando Red Son estaba cerca. Claro, tenían una presentación y el chico de fuego era su pareja de baile, el profesor Macaque dijo que eran los más avanzados y por eso serían la pareja principal.
La emoción que Wukong tenía por ver a su hijo en su primera presentación era mucha, así que tan pronto como se vistió bien y salió de su montaña fue directo al lugar, aunque tuvo un pequeño contratiempo durante su trayecto, algo que lo hizo bajarse de su nube y tomarse un momento para creer lo que estaba viendo.
—¿Azure?... ¿Qué haces aquí?—Hace años no veía a aquel león, no desde que sucedieron muchas cosas, no terminaron en malos términos, peor nunca volvieron a contactarse.
—Wukong.—Azure se fijó en el rey.—Hey, yo... Digamos que tenía unos asuntos por aquí, ¿Qué hay de ti?—
—Bueno, en realidad llevo algo de prisa... ¡Mi hijo tiene una presentación de ballet! Y obviamente es el protagonista, igual que su padre.—
—¿Tuviste un hijo? Felicidades, supongo que lo tuviste difícil, nunca fuiste muy responsable que digamos.—
—Más específicamente una diosa me lo dio, pero no importa, sigue siendo mi hijo.—Wukong considera algo por un momento, antes de volver a hablar.—Mira, hay unas cosas que quería hablarte luego, pero tengo prisa, ya sabes, así que, uhm... La entrada es gratis, ¿Por qué no vienes conmigo y luego de la presentación de ballet charlamos?—
—Claro, no tengo problemas.—
Tal vez fue la emoción, pero Wukong no lo pensó demasiado.
¿Cómo sabría lo que pasaría?
La presentación de ballet fue bellísima, Wukong incluso al final se levanto para aplaudir con emoción, nunca pensó que ver el lago de los cisnes sería algo tan artístico, aun cuando ni siquiera conocía tanto al respecto, se sentía tan orgulloso de lo que logró bailar su hijo, casi parecía un profesional, ¿Pero cómo no ser casi un profesional cuando toda una leyenda del ballet le estaba dando clases? De verdad odiaba al montón de idiotas que hablaba mal de Macaque solo por algo tan personal.
—Gracias a todos por venir, espero la experiencia sea maravillosa, estos jóvenes han aprendido mucho en este tiempo, y tal vez en un tiempo se conviertan en el nuevo futuro del ballet.—
Las dulces palabras finales dadas por Macaque hicieron que el publico aplaudiera orgulloso ante de irse retirando algunos y otros yendo a buscar a sus hijos antes de irse, la presentación fue todo un éxito y Wukong solo podía pensar en lo feliz que estaba ahora mismo.
—¿Genial, no es así?—El rey dice, mirando con una sonrisa a su acompañante, para darse cuenta que Azure ya no estaba.
Por alguna razón, sentía que se estaba olvidando de algo.
Macaque estaba en su camerino, viendo unas fotos que ya le habían tomado a sus estudiantes y le mandaron a su número de teléfono, la calidez en su pecho le hacía sentir orgulloso y satisfecho, sus clases dieron excelentes frutos y eso que apenas estaban iniciando. Alguien tocó su puerta y solo pudo sonreír ante la idea de que seguro sería Wukong diciendo alguna estupidez para hacerlo reír.
—Adelante.—Dice Macaque, mirando a la puerta... Pero cuando se abre, no es el mono que estaba esperando.
—Hey.— Es un saludo pequeño, puede ver la tímida mano que se levanta a saludar, recuerda a aquella persona, recuerda su voz, su risa, ¿Cómo olvidarlo alguna vez? Estaba allí frente a el.
—Azure...—El mono siente el aire huir de su pecho, sus ojos le observan casi con temor, esto no debía estar pasando, él no debería estar allí. —¿Qué haces aquí?...—
—Supe que habría una presentación de ballet. No hay muchos profesores en este lugar y quise probar suerte.—Azure se encoge de hombros y sonríe.—Me alegra volver a verte, bella.—
Era un apodo que ya había olvidado hace tiempo, pero nuevamente el pasado tocó a su puerta, el león mostraba genuina felicidad en su rostro, había encontrado a la persona que estuvo buscando todo este tiempo.
La bella y la bestia se volvían a encontrar.
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