58-La pantera y el tigre

Tess:

-¿Espera que?-preguntó Johann.

-Lea es la hermana de Ryan-le expliqué.

Este se quedó callado unos segundos y luego susurró:

-Debo empezar a darme cuenta de las relaciones familiares entre personas antes de que me lo digan y me sorprendan.

Sam sonrió con tristeza pero no dijo nada. Nos quedamos callados unos segundos, comiendo, hasta que al fin susurró:

-Me estaba diciendo que me sonabas a alguien-le dijo a Lea-te conocí de pequeña, pero no hablábamos mucho por eso no fui capaz de darme cuenta que eras tu cuando te vi hoy.

-No te preocupes-le dijo Lea y le dio una palmadita en la espalda-tambien me costó darme cuenta que eras tú, ya que creciste mucho.

Nadie dijo nada, dejamos que estas hablarán un poco mas. Dylan, sentado en mis rodillas, prestaba atención mientras jugaba inconcientemente con mi mano.

-Pfff, vamos-Sam sonrió con dificultad-hay que explicarles todo, quizás hasta...

-Si, también explicaremos eso-dijo Lea con una sonrisa triste al cabo de unos segundos.

-Bueno...-Sam se quedó mirando la mesa por unos instantes-de pequeña vivia en una pequeña ciudad. En esa cuidad conocí a algunas personas, de ellas Ryan.-Sam miró a Percy-en verdad también conocí a Percy ahí, pero no fue hasta mucho después, el día de...

Sam se calló de nuevo y Percy pasó un brazo por sus hombros. Esta respiró hondo y siguió.

-Llegamos yo y mi familia a esa cuidad y la familia de Ryan fueron unos de los pocos que nos aceptaron y nos trataron bien desde el principio.-Sam miró a Lea-Ryan, en ese momento, era igual de bueno que su padre. Su padre era uno de los mejores hombres que conocí. Me trataba como una hija. Siempre que necesitaba ayuda él estaba a mi lado y me apoyaba mas que mis propios padres.

Sam levantó la cabeza y se rasco el cuello, nerviosa.

-Mis padres, después de un poco de tiempo ahí, recibieron una llamada muy importante y se tuvieron que ir, dejándome ahí sola. Yo se los pedí, ellos querían que los acompañara pero preferí quedarme.

-En ese tiempo, yo vivía con mi mamá en otra cuidad, donde estudiaba y vivía mi vida normal.-siguió Lea-mis padres no estaban separados, pero mi papá prefería vivir ahí y mi mamá en la otra cuidad, por lo que veía a Ryan y a papá solo dos dias a la semana.

-Por esa misma razón no me acordaba mucho de Lea. Ryan había sido una ternura conmigo, y mas después de que mis padres se vayan.-Sam sonrió con nostalgia-Vivía sola, en ese momento debía tener 10 años, pero el papá de Lea pasaba cada 2 horas a mi casa durante el día para ver si estaba bien, para darme comida, para ayudarme con mis trabajos de casa o de la escuela. Durante la mañana venía a despertarme y me preparaba el desayuno antes de llevarme a la escuela.-Sam nos miró a todos-me había pedido ir a vivir con el, pero sabiendo que yo y Ryan estaríamos bajo el mismo techo... no pude.

-Mi papá en ese momento estaba teniendo problemas de salud, pero aún asi seguía cuidando de Ryan, de Sam y de mi cuando venía a nuestra casa.

-Con Ryan pase por momentos increíbles-siguio Sam haciendo una mueca de dolor-habia sido un gran apoyo para mi, me cuidaba, me protegía de todo, era demasiado protector y celoso con cualquiera que se le ocurriera hablarme. Pasaba días y días yendo a su casa y divirtiéndome con él, ya que era una gran compañía. Habían sido buenos tiempos que nunca logré olvidar, aunque lo intentará.-Sam miró a Lea-de repente, llegó el dia X.

Sam se tocó la cara cerrando los ojos y siguió hablando.

-El día había comenzado normal, sin problemas ni nada, menos mi preocupación que seguía aumentando por el papá de Lea, aunque él asegurará que estaba bien. Todo estuvo bien hasta la noche, donde tomada por un enorme aburrimiento decido ir a visitar a Ryan, para quedarme un poco con él. Pero supongo que fue muy mala idea.

Sam agarró el tenedor y siguió jugando con el durante muchos segundos, en los cuales nadie, ni siquiera Lea, dijo algo.

-Al salir de casa me encuentro con Percy, junto a algunos amigos. Eran las 21:00 de la noche asi que no era tan tarde para estar afuera. Este estaba jugando, asi que pase a su lado y lo saludé, pero seguí mi camino. Recién camine pocos metros que alguien aparece atrás mío. Era un enorme monstruo. Después de ese incidente descubrí que quien fuese mordido o herido por el terminaba consiguiendo una máscara.-Sam miró alrededor, hasta asegurarse de que nadie menos nosotros la la mirábamos. Se tapó parte de la cara con su capucha y se pasó la mano por ella. De repente una máscara blanca con líneas azules apareció en su cara. Esta, entre los orificios de los ojos, nos lanzó una mirada angustiada. Volvió a pasarse la mano en sentido contrario y la máscara desapareció.

-De esto se trata el entrenamiento del que les habló Jade. Tienen que aprender a controlar sus máscaras, como yo y Percy. Si no la controlan y reciben un gran choque de emociones, no se yo, enfado, enojo, tristeza, decepción... son capaces de transformarse en monstruos, no solo de cara sino que también... todo el cuerpo.

-¡Espera...!-exclamó acuario-ahora que me acuerdo, el día que descubrimos quien era el que había capturado a Sao y que intentamos pelear contra Jack, por poco nos transformabamos en monstruo...

-Si es que Seijun no hubiera roto nuestras mascaras a tiempo con su cristal-termino tauro-debemos aprender a controlarnos, lo mas pronto posible.

Sam asintió y suspiró:

-Como decía, el monstruo apareció delante mío. Estando paralizada del miedo no pude hacer nada, el monstruo me mordió y se lanzó encima de Percy y los demás. No se que pasó exactamente, pero creo que la mitad de ellos fueron heridos como yo. La otra mitad fue salvada por alguien. Ryan había aparecido para salvarnos.

Sam sonrió inconcientemente y se quedó callada durante casi un minutos, en el cual Lea se limitó a mirarla, pero no dijo nada.

-Ryan peleó solo contra el monstruo, sin siquiera terminar herido ni mordido. ¡Si que era fuerte! Ryan me llevó a casa de su padre, después de llamar a los padres de los demás chicos y aconsejarles que no los dejen solos, hasta que alguien encuentre una cura. Al llegar a casa su papá me cuidó como nunca, hasta el punto que se tomó un descanso de su trabajo y haciendo que me mudara con ellos.

-Venía de vez en cuando a casa y visitaba a Sam, aunque nunca me quedé mucho con ella ya que me daba algo de miedo que me pasará algo, lo siento-Sam sonrió en señal de que no había problema.

-Desde ese día no veía mucho a Ryan. Empezó a desaparecer durante muchos días y cuando aparecía muy pocas veces era amable conmigo, las otras veces era distante y me entrenaba empujandome al máximo de mi misma y logrando gracias a él que controlará mi máscara. Aún así intenté no preocuparme de su actitud pero era imposible, no quería que le pasará nada y quería que todo volviese a ser como antes.

-¿Chicos necesitan algo mas?-preguntó el camarero acercándose a nosotros. Todos negamos y se alejó con una sonrisa.

-Semanas después de lograr controlarme... ocurrió el segundo problema-Sam miró a Lea y noté como una lágrima caía por la cara de esta.

-Mi papá se enfermó mucho hasta el punto que... falleció-Lea se limpió la cara y Seijun la volvió a abrazar-fue un shock para toda la familia ya que aunque nos lo esperábamos nos dolió mucho.

-Terminé, a los 12 años, viviendo sola en mi casa mientras Ryan seguía solo, de vez en cuando yendo a visitar a su madre y a Lea. Empezó a ser aún más ausente de lo normal, lo veía una vez al mes y cuando nos veíamos era más dulce de lo normal. Sabía que algo ocurría pero nunca pensé que fuese a ser porque se veía en escondida con Jack.

Una lágrima cayó por su mejilla pero por una vez no la limpió, sino que siguió pensando.

-Y un día, Ryan desapareció por completo, después de hablar conmigo por última vez. Le pedí que se quedará conmigo pero dijo que tenía cosas importantes que hacer y que me haría feliz.-Sam suspiró, desesperada-Ryan desapareció y no lo volví a ver hasta que apareció con Jack el día que le quitó la pelotita a Sao del pecho.

-Después de que Ryan se vaya-hablo por fin Percy-Sam nos buscó y nos dijo que había logrado controlar su monstruo interior y nos pidió si quisiéramos hacer un grupo y aprender a controlarnos también. Obvio aceptamos y asi fue como me convertí en su mejor amigo. Somos en total 10 personas, contándonos a ambos, que estaban entrenando y entrenando para hacernos mas fuerte y lograr vengarnos de Jack.

Sam sonrió y suspiró:

-Se que me van a odiar por lo que digo, pero en el fondo de mi misma se que Ryan no es malo. No se que le pasa ni que tiene en su cabeza, pero esta actuando demasiado raro para ser malo y demasiado raro para ser bueno. No se si es porque... aun estoy enamorada de él que pienso eso o si realmente estan de acuerdo conmigo.

-No voy a decir que Ryan es bueno-comento Leo-pero se que tiene un plan en cabeza y que esta intentando confundir a alguien, o nosotros o a Jack. Esto es demasiado raro.

-Yo también pienso que mi hermano no es malo-lo apoyó Lea.

Miré alrededor y vi que todo asentian. Sam quizás tenía razón...

-Sigo sin poder creer todo esto—comento Dylan en mis brazos—pensaba que Ryan no tenía sentimientos.

-Si, eso parece—lo apoyó Sam—pero en el fondo si puede sufrir—esta miró a Lea—como ven, Lea es rubia con ojos azules, igual que su papá, y también como su hermano.

-Espera... ¿Ryan es rubio?—pregunté confusa.

-Sí, lo era antes de que su padre falleciera. Como los dos son hombres, todo el mundo empezó a bombardear a Ryan con frases como: "eres parecido a tu padre" o "eres su imagen viva". A Ryan no le gustó esas comparaciones ya que le recordaba a su padre y a lo tan parecido que eran. Un dia vino a verme y me dijo que se iba a pintar el pelo de color azul, el color favorito de su padre, y le dije que se le vería muy bien.

Dylan siguió jugando con mi mano, escuchando con interés. Otra lágrima cayó por la mejilla de Sam.

-Creo que es todo lo que deben saber—dijo esta levantándose—ya me voy, tengo algo que hacer.

Percy se levantó.

-¿Quieres que te acompañe?—le preguntó. Esta negó con la cabeza pero lo abrazó antes de salir del restaurante.

-Supongo que nosotros también debemos irnos, ya esta empezando a oscurecer—observó la profesora.

Todos nos levantamos y deje a Dylan en el suelo, por lo que me agarró de la mano.

-¿Oye Aries... quieres ir a dar una pequeña vuelta conmigo?—le preguntó libra—ya va tiempo que no tenemos privacidad.

Esta asintió y se despidió de un gesto de la mano.

-Listo, ya pagué, podemos irnos—dijo Hiromi.

-Oye Géminis...—la llamó Capricornio—necesito decirte algo, ¿Podemos irnos solos?

Géminis lo miró con el ceño fruncido pero asintió.

Sonreí y apreté mas la mano de Dylan. Debería yo también buscarme un novio...

Sam:

Avance unos pasos más. Estaba segura que nadie me iba a encontrar ahí, era un lugar deshabitado donde todo estaba en ruinas. Seguí caminando, esforzandome por lograr ver algo a través de las lagrimas, mientras saltaba unas enormes rocas.

No podía creer lo que acababa de decirles a todos. Me dolía volver a pensar en el pasado, pero ellos necesitaban saber toda la verdad, y era mejor decirla con Lea y Percy a mi lado.

No quería estar con ellos ahora, quería estar sola, pero al mismo tiempo necesitaba que alguien me consolara. No sabía que pensar de Ryan, era un chico misterioso, nunca supe entender que pasaba realmente por su cabeza, y ahora menos.

Me acerqué a una pared y me apoye sobre ella. Pasé mi mano sobre mi cara y mi máscara apareció, la toqué y de ella salió un hermoso animal.

Nunca le hablé a nadie de él, nadie sabía que era, ya que nunca se lo dije a alguien. Si cualquier persona que conociera a Ryan viera mi animal, sabría que seguía aferrada al pasado y que seguía enamorada de él.

Este me miró con sus hermosos ojos y se pegó a mí.

-No te preocupes, bebé—le dije a mi tigre—mamá está aquí, mamá esta bien.

No, no estaba bien. El tigre se enamoró de la pantera, y este no sabía que hacer. Sentí una opresión en el pecho y cerré los ojos, sintiendo mas lagrimas cayendo por mi mejilla.

Me sentí caer en el suelo. Me dolía el pecho, pero no podía quedarme ahí en el suelo. Percy y sus amigos estaban detrás de mi, y si no hacía algo el monstruo les hará daño.

Intenté levantarme pero sentí como todo mi cuerpo me quemaba, como estaba pegada al suelo, sin poder moverme. De repente sentí una presencia, y vi una figura familiar acercarse a nosotros corriendo. Esta sacó su espada y pasó a mi lado, y de repente sentí como recuperaba la movilidad, y como el dolor disminuía.

Me levanté y vi como Ryan empujaba a un chico y le plantaba su espada en el ojo al monstruo. Este rugio y Ryan volvió a atacar, esta vez dándole en el pecho y haciendo que se desintegrara.

Levanté la cabeza sin poder creerlo. Ryan nos acababa de salvar a todos. Intenté levantarme pero este vino corriendo a mi lado y volvió a empujarme al suelo.

-No te muevas, no hagas ningún esfuerzo—me dijo—iré a buscar ayuda, ya vuelvo.

-¡Ryan!—este me miró—¿Que me pasa? Siento que me estoy quemando por dentro. Me duele.

Ryan se bajó a mi nivel y me acarició la mejilla.

-No te preocupes, estoy aquí contigo. Siempre estaré aquí para ti.

Sentí de nuevo el misma dolor en mi pecho. Moví mi mano hacia arriba y mi máscara desapareció, pero mi tigre siguió frotándose con mi pierna, dándome calor.

-Tienes que dejar de pensar negativamente si quieres controlar tu máscara, o estaré obligado a llevarte al máximo haciéndote daño.

-Pero Ryan, ¿soy un monstruo, como quieres que piense positivamente estando asi?

-No eres un monstruo, eres una persona con un gran corazón. Eres amorosa, divertida y increíble, que te haya mordido esa cosa no hace que tu seas un monstruo. ¿Nunca escuchaste que el interior es mas importantes que el exterior? Lo "monstruo" en ti es tu máscara, no tu. Y te aseguro que yo estoy enamorado de Sam, de tu interior, no de esa máscara que tienes puesta.

Me dejé caer hasta estar sentada en el suelo. Necesitaba dejar de pensar. Necesitaba dejar de llorar. Mi tigre se acercó a mi y apoyo su cabeza en mi pecho, cerrando los ojos.

-¿Ryan adonde vas?—lo seguí corriendo ya que ya se estaba alejando.

-Tengo cosas que hacer, Sam. No te preocupes. Quédate aquí en casa y no hagas nada, ¿Ok?

-Pero dime, ¿Adonde vas?—le pregunte sintiendo como unas lágrimas caían por mi mejilla.

-Porfavor, Sam, no llores—este se acercó a mi y acarició mi mejilla—vamos a estar bien, Sam. Dejamelo a mí.

-Pero no quiero que me dejes sola, ¿Que haré sin ti?

-Sam, esto que debo hacer es algo demasiado importante, va a definir si seguiremos todos vivos o no.

Lo miré con los ojos abiertos, esto era raro.

-Confía en mi. Volveré y terminaré mi vida contigo—este sonrió—es una promesa.

Este se acercó a mi y me volvió a abrazar antes de darse vuelta y desaparecer.

Abrí los ojos y acaricie a mi tigre mientras que con la otra mano limpiaba mis cara.

-¿Porque siempre tienes que irte sin decirme nada, Ryan?

Holaaa

Que tal?

Que les pareció el nuevo capítulo?

Que piensan de Sam y Ryan?

Y de su pasado?

Hasta luego👋💖😁

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