60- ¿7 capitanes?

Jade:

— ¿Dónde deberían estar? —gritó Hiromi, corriendo al mismo tiempo que miraba alrededor.

— ¡Teníamos que habérselo preguntado a ese tal Mark! —se lamentó Hagane.

—Era Mike—corregí, rodando los ojos—Si se callan podremos saber dónde es.

— ¿Cómo? —cuestionó Percy.

— ¡Cállate! —susurró Sam, pegándole con el puño en el brazo.

Me dirigí hacia Phoenix, quien miraba a los demás como si fueran una película. Entendía lo entretenido que era verlos, ya que después de todo cada cosa que hacían, hacían reir. Phoenix me miró al fin, levantando una ceja.

—Transfórmate en un perro y ve si puedes percibir algo—le pedí, por lo que el chico asintió.

Al instante un humo negro lo invadió, antes de que segundos después un perro negro se parara frente a nosotros, levantando la cabeza al aire. Me quedé esperando, viendo como Phoenix, transformado en perro, olía el suelo, antes de ponerse a correr.

— ¿Debemos seguirlo? —preguntó Géminis.

— ¡Claro que sí! —asintió Aries, antes de seguir a Phoenix, quien había corrido tan rápido que solo se veía un puntito negro a lo lejos.

Al instante todos nos pusimos a correr, intentando encontrar una pista que nos demostraba donde se encontraban. Alargué mi brazo, casi tocando mi espalda desde arriba, antes de sentir como mi arco se formaba en mi mano.

Mi arco era un arma muy valiosa. No simplemente desaparecía cuando no lo necesitaba, sino que además de eso, sus flechas eran ilimitadas, por lo que podía enfrentarme a un ejército de malos sin ningún problema.

Vi como Phoenix se paraba de golpe, por lo que empecé a frenar, antes de ver como el perro volvía a transformarse, volviendo a su forma original de un chico de pelo marrón oscuro y ojos azules.

— ¡Están ahí! —susurró Phoenix, señalando a un grupo de personas frente a nosotros—Aunque...

— ¿Hemos hecho todo este camino para enfrentarnos a 10 personas? —se decepcionó Testu—¿Qué clase de broma es esta?

— ¡Odio correr! —se lamentó Leo—Cuando vuelva a ver a ese tal Mark le daré su merecido.

—Es Mike—corregí por segunda vez.

—Tengo hambre, acabemos rápidamente con esto y volvamos a casa—nos pidió Tauro.

Agarré una flecha, antes de atacar al primer chico directo al corazón. Como era de esperarse, explotó al instante, sin dejar rastro atrás suyo. Ataqué al segundo, terminando con el mismo resultado.

— ¿Chicos...?—susurró Gin, uno de los pocos que había atacado—Creo que tengo un problema.

Levanté al instante mi arco y mandé una flecha directo a su corazón, pero nada ocurrió. La chica, que era controlada por Hunter, no dio ninguna pista de estar muriéndose ni de estar herida. Al contrario, siguió parada, saltando encima de Gin.

— ¡Esto es raro! —gritó, esquivando su ataque—¿No que morían cuando los heríamos en el corazón?

Volví a intentar lo mismo, atacando a la chica e hiriéndola en el corazón. Viendo que nada funcionaba, mandé diez flechas de una vez sobre ella, antes de ver como explotaba, desapareciendo por completo.

—Algo malo está ocurriendo...—susurré, temerosa.

Ken:

—Gracias por haber venido todos—les agradecí, sentándome en mi trono.

Los 7 capitanes que estaban frente a mi bajaron la cabeza en señal de respeto, antes de pararse rectos, mirándome con seriedad.

—Seguramente algunos de ustedes ya estén sintiendo algo raro últimamente—empecé, mirándolos con seriedad—Una segunda guerra se está acercando.

Todos suspiraron con molestia o tristeza, menos Daikin, quien gritó con emoción, haciendo que la mitad de los capitanes se sobresaltaran. Shu, el medico de La Sociedad de Poder, lo miró con incredulidad.

—Daikin, una guerra significa destrucción, muertes y heridos—le explicó, como si fuera un niño pequeño— ¿Cómo puedes estar emocionado por una guerra?

—Es Daikin—suspiró Shinichi, rodando los ojos—Todos aquí saben que Daikin está obsesionado con cualquier cosa que tenga el tema de destrucción o muertes.

— ¡Eso es falso! —se ofendió Daikin, mirando a Shinichi con molestia—Adoro pelear, pero si es leer un libro sobre destrucción o muertes... ¡Qué asco!

— ¡Hey! —se ofendió Mei, cruzándose de brazos.

— ¡Chicos, paren, parecen niños de 5 años! —les pidió Katsumi, rodando los ojos.

— ¡Orden por favor! —grité, y al instante todos se callaron, mirándome con completo respeto—Primero nombraré a cada uno de ustedes y después les explicaré el problema.

Todos asintieron, sin añadir ni una palabra.

—Primero Katsumi, 2 capitana—dije en voz alta, mirándola con seriedad—Posees el poder de poder crear cualquier parte del cuerpo humano en cualquier lugar.

— ¡Exacto, capitán general! —asintió, al mismo tiempo que un brazo salía del suelo, apareciendo de la nada.

—Guárdame ese brazo—le pidió Mei, estremeciéndose—Me pone incomoda.

— ¡Oh, lo siento! —se disculpó Katsumi, al mismo tiempo que el brazo desaparecía.

—Gin, el 3 capitán, se encuentra ahora en el mundo real, junto al capitán 6, Hagane, el capitán 8, Testu, el capitán 10, Hiromi, y la capitana 13, Seijun—les informé.

—Esos chicos no dejan de ir al mundo real—observó Daikin, agarrándose la barbilla de manera pensativa—Me pregunto que encuentran de interesante ahí.

—Deberías ir algún día—le informó Shu— ¡El mundo real es increíble!

— ¿Puedo matar ge...?

— ¡Daikin, no! —lo cortó Akiko.

—El 4 capitán es Shu, quien puede curar cualquier persona de cualquier enfermedad, además de poder separar el cuerpo de los demás en muchas partes sin matarlos—añadí.

— ¡Sí, ese soy yo! —asintió Shu.

—La 5 capitana, Mei, puede parar el tiempo, acelerarlo o ralentizarlo—seguí, hablando con rapidez para que no volvieran a hacer ningún comentario—El 6 capitán Hagane está en el mundo real... La 7 capitana Akiko puede cegar a sus enemigos con una brillante luz, haciendo que no pudieran ni verla ni moverse.

Akiko y Mei asintieron a la vez.

—El 8 capitán Testu también está en el mundo real. El 9 capitán es Shinichi, quien puede leer lo más profundo del ser de una persona con solo tenerlo frente a él. —Seguí—El 10 capitán Hiromi está en el mundo real, el capitán 11, Daikin...

— ¡Amo pelear! —me cortó el chico.

—Adoras—lo corrigió Mei.

—En realidad está obsesionado—siguió Katsumi.

—Daikin es demasiado resistente. En todos sus años de luchar contra malos, nunca terminó herido gravemente, y mucho menos perdió una pelea—expliqué, al mismo tiempo que Daikin levantaba los brazos al aire, festejando.

— ¡Soy el mejor! —se alegró el chico.

—Finalmente tenemos a Ran, que hace un dúo perfecto con Mei—terminé—Ella puede adivinar como atacará su enemigo antes de que lo haga. Y Seijun, la 13 capitana, también está en el mundo real.

— ¿Ahora que acabamos con las presentaciones, podemos saber que ocurre? —se apresuró a preguntar Daikin.

— ¡Hombre, cálmate! —le pidió Katsumi, suspirando.

—Estamos en una guerra, porque existe una persona que desea destruir La Sociedad de Poder—empecé, mirándolos uno por uno con seriedad—Es un hombre llamado Jason Hunter.

— ¿Y porque ese Hunter quiere destruir La Sociedad de Poder? —preguntó Ran, mirándome con una mirada penetrante.

Me quedé callado varios segundos, por lo que todos se miraron entre sí con confusión, antes de volver a girarse en mi dirección.

— ¿Entonces? —preguntó Shu.

—Hace casi 16 años, lo asesiné—les expliqué—Me enojé contra él así que decidí acabar con su vida.

— ¡Wow! —se sorprendió Daikin—¡Eres mi ejemplo a seguir, anciano!

— ¡Es malo lo que hizo! —se ofendió Akiko, mirando a Daikin con incredulidad.

—Literalmente matas personas cada dos segundos—se defendió Daikin.

— ¡Es porque son personas malas, enemigos nuestros! —contraatacó Mei, defendiendo a la chica.

Suspiré con cansancio, y mi mirada se cruzó con la de Shinichi. Al instante, el capitán desvió la mirada, mirando a otro lado con la cara roja.

— ¿Entonces que harem...?—quiso preguntar Katsumi.

— ¡Capitán general! —gritó una mujer, entrando corriendo a la torre general—¡Alguien está atacando La Sociedad de Poder!

— ¿Qué? —pregunté, poniéndome de pie—¿Cuántos son?

—Estimamos que entre 500 a 600 personas—exclamó la mujer, respirando con dificultad.

— ¡Capitanes, encárguense! —les ordené, volviendo a sentarme.

— ¡Tu, mujer! —la llamó Daikin—¿Dónde hay más atacantes?

—En el oeste de La Sociedad de Poder, en un lugar cercano al lugar de entrenamiento—le explicó, mirándolo con temor.

— ¡Entiendo! —se alegró Daikin, antes de empezar a reírse a carcajadas.

— ¡Oh, no! —susurró Katsumi—¡Volverá a hacer algo peligroso!

Daikin salió corriendo, antes de acercarse a la ventana y saltar por ella, rompiendo los vidrios y empezando a caer hacia abajo, donde seguramente caería de pie, 40 pisos más abajo.

— ¡Nos vemos, perdedores!

— ¿Deberíamos preocuparnos? —preguntó Shu.

— ¡Nah, es Daikin! —lo tranquilizó Shinichi, dando media vuelta—Y como siempre dice Daikin, "Que empiece la masacre".

Hunter:

— ¿Cómo está yendo el ataque en el mundo real? —pregunté, mirando a la chica que se encontraba frente a mí.

—Parecen decepcionados, pero lograron vencer a los pocos humanos que mandó ahí—explicó la chica, mirándome con ojos inexpresivos.

—No pensaba que iban a caer—susurré con diversión— ¿Y en La Sociedad de Poder?

—Acaban justamente de ser atacados—siguió, aun con la mirada vacía—Aun no sabemos que harán exactamente.

—Seguramente vencerán, pero eso no importa—me alegré, sonriendo con crueldad—Esto es solo el principio.

— ¿Quiere que haga algo más por usted, Hunter? —preguntó la chica.

—Ve y reúne todos los que están en el mundo muerto—le pedí, mirándola con seriedad.

—Pero eso es imposible —me informó la chica—Somos casi 4 veces más que todas las personas que viven en el mundo real. No podríamos reunirlos todos en el mismo lugar.

— ¿Dices que es imposible? —pregunté con enojo—¡Nada es imposible aquí!

La chica se asustó y retrocedió un paso, pero sus ojos seguían con una mirada vacia. Saqué mi espada y la miré con crueldad.

—Si no puedes hacer algo tan simple, no mereces trabajar bajo mis órdenes, y mucho menos tener mi "trato especial".

— ¿Trato especial? —preguntó la chica.

— ¿No viste lo que pasó con esa persona que no moría en el mundo real? —le pregunté, mirándola con los ojos desorbitados—Esa persona tuvo un pequeño trato especial. Pero lamentablemente, tu no vivirás mucho para tenerlo.

Avancé con rapidez y planté mi espada en el pecho de la chica. Al instante esta explotó, desapareciendo por completo. Guardé mi espada y me limpié las manos, antes de escuchar como alguien avanzaba hacia mí.

—Ya hice lo que me pidió—me avisó una voz a mis espaldas—Le dije a esos chicos que el mundo era atacado por unos monstruos. ¿Necesita algo más, Hunter?

Me giré, encontrándome con un chico alto, de pelo marrón oscuro y ojos dorados, vacíos de vida y de esperanza. Sonreí, antes de avanzar hacia él.

— ¡Buen trabajo! —lo felicité—¿Y te creyeron? ¿No dudaron ni un segundo sobre que estas bajo mis órdenes y no que habías subido del infierno?

El chico negó, antes de volver a mirarme con una mirada vacía.

— ¿Podrías llamar a todos los que están en el mundo muerto, Mike? —le pedí.

—Sus deseos son órdenes, Hunter.





Holaaa

Que tal?

Que les pareció el nuevo capítulo?

Que piensan de la nueva habilidad de los que están bajo el poder de Hunter?

Y de los nuevos capitanes? Les caen bien?

Cual es vuestro capitán favorito, sin contar a los 5 principales?

Y se esperaban a que Mike (el que apareció al final de capítulo anterior) fuese malo?

Quien es vuestro personaje favorito?

Hasta luego👋😁💖

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