52-El comienzo del infierno
Hiromi:
Salimos del portal y caímos directamente en un mundo completamente diferente a todos los demás. Hacía extremadamente oscuro, aunque viendo mi reloj me daba cuenta que recién eran las 18:00 de la tarde. Tomando en cuenta el tiempo que hacía antes, parecíamos haber acelerado unas horas.
La luna estaba en el cielo, brillando un poco, pero iluminando mucho menos de lo que iluminaria de costumbre. Fruncí el entrecejo y miré alrededor, sin entender que pasaba exactamente. Una sola cosa estaba segura: el mundo de la muerte era más raro que cualquier mundo que haya visto antes.
—¿Entonces...? —empezó Seijun—¿Este es el mundo muerto?
—Eso parece—susurró Aries, con el ceño fruncido.
Volví a mirar alrededor. Mis ojos se habían acostumbrado un poco a la oscuridad, por lo que ahora veía que estábamos en un lugar algo parecido al mundo de la arena. Había arena por todas partes, pero mezclado con ella había rocas, piedras y tierra y lodo. Había también arboles por todos lados, o quizás no eran árboles.
Eran ramas secas, sin hojas ni nada que demostrara que seguía viva. El aire olía horriblemente mal, y empezaba a hacer poco a poco más calor. Miré a mis amigos, quienes miraban también alrededor, sin hacer ningún comentario.
—¿Por qué se llama el mundo muerto? —cuestionó Sagitario, acercándose a un árbol y tocándolo.
Al instante el árbol cayó a sus pies, desintegrándose y dejando solo cenizas en su lugar. Sagitario retrocedió un paso y escondió sus manos, como esperando a que así volviese a su estado normal.
—¡Esta bien, entiendo! —se apresuró a contestar—¿Así que todo aquí esta muerto?
—Quizás—asintió Géminis—Tendremos que seguir para averiguarlo, ¿no?
Suspiré, antes de asentir y empezar a avanzar. Nada mejoró al caminar: el calor crecía, los arboles aparecían mucho más y empezaba a ser más complicado el caminar. Durante todo este tiempo no dejaba de pensar en que nos esperaría en este lugar. Solo esperaba a que no fuese tan malo como Jack. ¿O quizás sería peor? No, era imposible. Si de algo estaba seguro, era que Jack era más fuerte que la persona que reinaba aquí, lo que me tranquilizaba un poco. Sería más fácil acabar con esto.
—¿Se imaginan a Jack, dentro de su prisión, pensando "Todo es parte de mi plan"? —se rió Libra, intentando aliviar el ambiente.
—Sería bueno y malo—argumentó Seijun, riéndose también.
—¿Bueno? ¿Qué tiene de bueno que Jack haya planeado esto? —cuestionó Virgo.
—Significaría que este malo aquí no sería tan fuerte como Jack—explicó Seijun—Lo que sería bueno. Acabaríamos con esto y volveríamos a casa a descansar.
—¡Miren ahí! —se sorprendió Escorpio—¿No es eso un palacio?
—¡Oh no, no de nuevo! —se lamentó Tauro—¡Ya tuve una mala experiencia con el palacio de Jack!
—Tendremos que entrar ahí para saber que pasa—susurró Piscis.
—¿Están listos? —cuestionó Capricornio.
—¿Para qué? ¿Para morir? —pregunté, con una enorme sonrisa—¡Porque yo sí!
—¡Tú te mueres y revives 3 veces en una sola pelea! —se quejó Leo, rodando los ojos.
—Tendrás que darnos clases sobre como revivir después de morir—sonrió Cáncer.
—Si salimos vivos de aquí lo haré—les aseguré, bromeando.
De repente me paré en seco al darme cuenta que había unas personas frente a nosotras, paradas mirándonos. Un chico de 19 años, una chica y un chico que parecían menores de 10 años estaban a varios metros de nosotros, mirándonos con la mirada perdida. No fue hasta acercarme a ellos que supe quiénes eran.
—¿¡Ice!? —grité, sorprendido—¡Y...!
—¡Lily y Freddy! —me recordó Seijun—¡Los hermanos vampiros!
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Sagitario con confusión.
—No los dejaremos pasar—contestó Ice, con voz soñadora.
—¿Disculpa? —pregunté con confusión.
—No los dejaremos pasar—repitieron los 3 al mismo tiempo, de la misma manera.
—¿No serán sonámbulos? —cuestionó Libra, apretando los labios—Parecen dormidos, o... muertos.
—Técnicamente pertenecen al infierno, y todos en el infierno están muertos—argumentó Escorpio.
—Pero pensaba que éramos amigos—susurré, herido.
Seijun levantó una mano, pidiéndonos callarnos. Avanzó hacia los 3 hermanos, los cuales siguieron parados, sin moverse. No sacaron sus espadas, ni tampoco la atacaron, lo que me sorprendió, pero al mismo tiempo me tranquilizó.
—¿Cómo se llaman? —cuestionó Seijun, entrecerrando los ojos y parándose justo frente a Ice.
—No los dejaremos pasar—repitió Lily, con la misma voz soñadora.
—Mi color favorito es el rojo—siguió Seijun.
—No los dejaremos pasar—repitió Freddy, de la misma manera.
—¿Quiénes son ustedes? —continuó Seijun.
—No los dejaremos pasar—repitió ahora Ice, con voz soñadora.
—Parecen un disco rayado—susurró Tauro, frunciendo el entrecejo.
—Ellos no son los chicos que conocemos—concluyó Seijun, dándose vuelta y mirándonos—Quizás sean realmente ellos en el cuerpo, pero la mente no. Alguien parece controlarlo.
—¿Qué? —preguntó Aries, confusa.
—Ice, Lily y Freddy están siendo controlados por alguien, para seguramente hacer que nos paren. Por eso parecen tener la misma frase en la boca.
—¿Entonces que hacemos? —terminé.
—Habrá que pasar—susurró Leo—Con suerte no se moverán.
Asentí, antes de caminar primero. Deseaba que, si algo pasara, fuese el herido y no los demás. Al llegar a su nivel Ice sacó de golpe una espada e intentó cortarme en dos. Me lancé hacia la derecha, pero terminé con una herida en la mejilla, la cual empezó al instante a sangrar.
—¡Hiromi! —gritó Acuario, sacando su espada y lanzándose a atacar al chico.
La agarré con rapidez y la desarmé, antes de retroceder hacia atrás. No podía hacerles daño a los chicos, no simplemente porque no quería, sino que también porque eran inocentes.
—¡No podemos herirlos! —les advertí—¡Ellos son inocentes, solo son controlados por alguien! —les recordé, limpiándome la sangre que salía de la herida—Sí realmente fueran ellos no nos atacarían.
—¿Entonces que hacemos? —preguntó Géminis, viendo como unas alas rojas sangre la crecían a los dos hermanos pequeños.
Tomé una larga respiración, antes de tomar la decisión más sensata en ese momento. Si no podíamos dejar que nos atacaran, ni atacarlos, solo quedaba...
—¡Corran! —grité, dando media vuelta y empezando a correr lejos de ellos.
Esperaba perder a los hermanos vampiros. Después de eso volvería atrás para dirigirme de nuevo al palacio y averiguar que pasaba exactamente aquí.
Hiroshi:
—¿Crees que estarían bien? —repitió Jade por décima vez.
—¿De qué te preocupas tanto? —pregunté, rodando los ojos.
—Esos chicos tienen más fuerza que inteligencia—explicó Jade—Si no piensan antes de actuar, lo que seguramente ya hicieron, terminaran en problemas.
Suspiré, antes de seguir asegurándome de que el portal siguiera en buen estado. Esperaba realmente a que los chicos volviesen vivos. Habían ido primero a una misión de reconocimiento. Resumiendo, volverían en cualquier momento para decirnos que se encontraba al otro lado para prepararnos para otra guerra, de nuevo.
—¿Y si les pasa algo? —repitió Jade de nuevo.
—Seijun está con ellos, entonces estarán bien—la tranquilicé.
—Me preocupa Hiromi—se lamentó Jade—Puede actuar de manera impulsiva si la vida de los chicos está en peligro.
—Pero Hiromi es demasiado fuerte, aun así—seguí—Sin olvidar su "poder oculto", el revivir cada vez que muere.
Jade empezó a dar vueltas alrededor mío, antes de agarrarse la cabeza con molestia. Era raro ver a Jade preocupada, pero lo más raro era el pensar que un caballo con cabeza de mujer estuviese preocupado. Me controle para no hacer ningún comentario, porque sabía que, de esa manera, ella se enojaría también.
—La próxima vez tendré que ir con ellos—se limitó a contestar, antes de pararse en mi camino y mirar la máquina que abrió el portal con interés—¿La máquina va a soportar más tiempo?
—No explotara, mientras me aseguro cada minuto que siguiera en perfecto estado—le expliqué—Ha sido bueno trabajar contigo, caballito inteligente.
—No me llames así, científico loco—se quejó la mujer centauro, aunque notaba en su tono de voz algo de diversión.
—Hay que admitir que a veces la inteligencia es mucho mejor que la fuerza, ¿no? —cuestioné, volviendo a dar una vuelta alrededor de la máquina.
—Leí en un libro que a veces, la fuerza debe arrodillarse frente a la sabiduría. No olvides que, sin inteligencia, la fuerza se ahoga por culpa de su peso.
Asentí, pensando en lo que había dicho. Desde que habíamos aprendido sobre la nueva profecía, los chicos habían intentado saber que significaba la profecía, mientras que Jade y yo intentábamos crear esta máquina para llegar al mundo de la muerte. No habíamos avanzado mucho, pero habíamos aprendido muchas cosas interesantes. Solo faltaba que los chicos llegaran para reunir toda la información que pudiéramos.
—¿Estas pensando en la profecía? —sonrió Jade—No te preocupes. Si pudimos contra Jack, podremos que esta nueva persona.
Jade se tensó de golpe al acabar su frase, antes de mirar con preocupación alrededor. La miré en silencio, esperando a que me explicara que pasaba exactamente. Segundos después me miró, sonriendo en modo de disculpa.
—Johann me está llamando—me explicó—Se encuentra en el infierno, y parece tener un enorme problema.
—No te preocupes—sonreí—Ve y asegúrate de que todo ahí este bien. Si pasa algo te lo diré por telepatía.
Jade asintió, antes de dar media vuelta y alejarse trotando. Suspiré, antes de volver a girar sobre la máquina. Era la primera vez que alguien iba al mundo de la muerte, y era por ello que necesitábamos una máquina para hacerlo. Después solo tendríamos que abrir un portal para llegar al otro lado, lo que sería infinitamente más fácil.
Mientras tanto esperaba a que la situación en el infierno estuviese mucho más pacifica que aquí. Sabía que mientras Jade estuviese en un lugar, todo saldría bien. Por eso me sentía más tranquilo que antes.
—Nada podría salir mal, ¿no?
Jade:
Después de varios minutos intentando bajar las escaleras, llegué al fin abajo. El infierno parecía tan caliente y oscuro como siempre, lo que no me preocupó ni un momento. Busqué con la mirada alguien del ejercito del infierno, en vano.
Empecé a desespérame cuando ya después de varios minutos, seguía sin encontrar a nadie. Por unos segundos una idea me vino a la cabeza, pero era imposible que fuese eso. Hacía varios años, todas las personas en el infierno se escondieron con la ayuda de Johann. Cuando llegue, un fuerte "¡Feliz cumpleaños!" me sorprendió. Había sido uno de los días más felices en mi vida, en el cual también me di cuenta que le importaba a más personas de las cuales pensaba.
De golpe una voz gritó mi nombre, haciendo que me girara de golpe y levantara mi arco en su dirección, pero al ver quien era lo bajé al instante. Era un chico de pelo negro y ojos azules. Venía corriendo en mi dirección, con la xara roja y la respiración entrecortada.
—¿David? —pregunté, señalando al brazo izquierdo de Johann.
—¿Dónde están los demás? —preguntó, haciendo que mi sangre se congelara.
—Pensaba que era la única que no los encontraba—susurré con la voz temblorosa—¿Deberíamos preocuparnos?
—No lo sé—susurró el chico—Primero habrá que buscar a Johann. Estaba en el mundo real cuando me llamó.
Asentí. Me había pasado lo mismo. Escuché de nuevo ruido atrás mío, por lo que me giré, yo con arco en la mano, y David con la espada en lo alto. Johann apareció frente a nosotros, con la mirada preocupada. Llegó a nuestro lado, se cayó y se puso de pie con rapidez, antes de mirarnos con sorpresa.
—¡Siguen vivos! —gritó con sorpresa, sonriendo con alivio.
—¿Johann, que pasa? —preguntó David con preocupación.
El demonio se agarró la barbilla de manera pensativa, antes de mirar a la nada, visiblemente pensando. Segundos después se giró en nuestra dirección, antes de mirarnos con los ojos abiertos.
—Estaban en el mundo real, ¿no? —preguntó.
Ambos asentimos, esperando a que siguiera. Pero Johann se quedó callado, y de golpe me di cuenta que había empezado a temblar. David pasó un brazo por su hombro, antes de sonreírle para tranquilizarlo.
—Pase lo que pase, tus brazos derecha e izquierda están aquí para ti—lo tranquilicé, y asentí para demostrarle que sí contaba conmigo.
—Chicos—Johann se giró hacia nosotros y nos miró con una mirada oscura—Nosotros 3 fuimos los únicos que estábamos en el mundo real, y somos los únicos que sobrevivimos.
Nos miramos con confusión.
—Alguien secuestró a todos en el infierno, y ahora están bajo sus órdenes.
Holaaaa
Que tal?
Que les pareció el primer capítulo de la seguramente ultima saga?
Que piensan que ocurre en el mundo de la muerte?
Que piensan del plan de Hiroshi de mandar a los chicos a ese mundo?
Y la noticia que les dio Johann? Quienes creen que controla todo esto?
Cual prefieren, el mundo de la arena o el mundo de la muerte?
Hasta luego 👋😁💖
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