Capitulo 11: La Heroína de este Mundo

La caja de música dejo de sonar.

Después de todo este tiempo, era casi un milagro que siga funcionando, al menos, durante un rato mas...

Chara se coloco de pie, firme. ―Es hora de seguir. Ese monstruo debe de estar asechando.

Frisk y Izuku asintieron. Era hora de continuar...

Fuera de aquella pequeña cueva llovía. Ambos humanos se observaron, preguntándose el por que.

―Cae agua del techo por la humedad ―comentó Chara, observando aquella salida―. Las piedras que iluminan esta parte de la cueva concentran mucha humedad, y esa humedad cae en forma de agua.

Frisk se vio sorprendida por el dato. ―Entonces no es lluvia de verdad..., ¿A que sabrá?

Izuku miro atrás. ―Kid se esta tardando mucho..., iré a buscarlo.

―¿Por que lo necesitan? ―preguntó el castaño, algo molesto―. Solo nos atrasa. Ademas no puede verme.

―Ya te explicare ―Frisk observó al peliverde―. Estaremos esperando aquí, Izuku ―tras escuchar eso, el chico asintió y se dirigió hacia aquella gran piscina donde se encontraba Onionsan y, tal vez, Kid.

[...]

Onionsan observó sorprendido a Izuku. ―¡¿M'oyes?! ¡Has vuelto!

―¡Ey, colega! ―Kid se acerco a Izuku―. ¿Que sucede? ¿Viniste a buscarme?

El chico asintió. ―Si. Afuera esta lloviendo y... queríamos ayudarte con el paraguas ―comentó algo avergonzado, ya que, directa o indirectamente... se sentía incomodo al hablar de la falta de brazos del pequeño monstruo.

Onionsan ignoró por completo esto. ―Ahora que están ustedes dos... les contare un gran secreto ―comentó. Mantenía en su rostro unos grandes ojos, los cuales brillaban de ilusión. Parecía un personaje de anime―. Voy a formar una banda, ¿M'oyen?

Kid imito los ojos de aquel gran monstruo. ―¡¿Una banda?! ¡Eso es genial!

Onionsan asintió repetidas veces, notablemente emocionado. ―Se llama los Red Hot Chibi Peppers.

―¡Eso suena muy bien! ―Izuku sonrió―. ¿De que genero será?

―Solo he pensado en el nombre ―contestó aquel monstruo, manteniendo esa ilusión en su rostro.

―Oh... ―Kid y Izuku bajaron los ánimos de golpe. El pequeño monstruo continuó―. ¿Tu cantaras?

Onionsan se puso algo incomodo, escondiendo su rostro en el agua. ―No... no toco instrumentos... ni canto...

Izuku le observo un poco incredulo. «¿Se le acaba de ocurrir...?»

―¡Bueno! ¡¿Creen que seremos populares?!

―¡Oh...! ―aquella pregunta tomó por sorpresa al humano.

―¡Claro! ―respondió Kid de manera enérgica―. Aunque no sepas cantar, ni tocar, y prácticamente no hallas formado aun la banda..., ¡Se que podrán ser populares!

Esos ojos ilusionados regresaron. ―Si, yo también lo creo.

Izuku observó a Kid, notablemente sorprendido y algo confundido. Le acaba de dar ánimos pese a que, obviamente, se le acababa de ocurrir aquella idea. ¿Como le haría un monstruo con ese tamaño cantar o tocar un instrumento?

Oh...

De cierta manera... sintió que acababa de atacarse a si mismo.

―Oh... ya no se de que hablar... ―Onionsan se limito a observarlos.

Kid asintió. ―Si. Ya es hora de seguir. ¡Nos vemos! ―tras despedirse, se alejó de allí corriendo.

―¡E-Espera! ¡Podrías tropezar! ―Izuku le siguió―. ¡Adiós, Onionsan!

[...]

Ambos humanos terminaron por tomar un paraguas cada uno.

―¿Con quien quieres ir, Kid? ―preguntó la castaña, notablemente feliz.

El monstruo lo pensó. ―¿Tengo que elegir?

―Si quieres puedes ir con el ―Frisk sonrió nerviosa―. E-Estoy segura que te cubrirá mas que yo... ―ciertamente tenia razón. Ella era de la escasa población que no sabia cubrirse con un paraguas, terminando mojada en la espalda o en cualquier otro lugar.

―B-Bueno... ―Izuku tampoco era un profesional. Mas de una vez se le destrozó el paraguas debido al viento por no sostenerlo adecuadamente. Sin embargo, dudaba que ese riesgo exista en el Subsuelo―. E-Esta bien. No tengo problema.

Kid asintió sonriente, colocándose al lado del peliverde. ―¡Entonces vamos! ¡Ya quiero ver a Undyne golpear a los malos! ―mencionó emocionado.

El trió se observó mutuamente, notándose una sonrisa nerviosa en los rostros de los humanos quienes salieron de la cueva junto a Kid.

Un leve viento frió sopló. Estaba claro que aun estaban cerca de Snowdin.

Chara caminó al lado de Frisk, debajo del paraguas, aunque claramente no lo necesitaba. ―Me sorprende que hallas pensado en utilizar al chico como escudo huma... monstruoso ―dijo a Izuku―. Eso fue bastante perspicaz, Midoriya.

El chico solo asintió, visiblemente avergonzado. ¿Chara acababa de felicitarlo?

Bueno, tampoco se sentía orgulloso. Claramente se estaban aprovechando de monster Kid... y eso, aunque trataba de ignorarlo, lo hacia sentir mal. Frisk sentía casi lo mismo.

―Chicos, de verdad, ¡Undyne es taaaaan genial! ―ambos humanos observaron a Kid. El reflejo de los tres se proyectaba en los pequeños charcos de esta lluvia―. ¡Les da una paliza a los malos y nunca pierde!

Frisk pensó en eso ultimo. ―¿Paliza... a los malos?

Kid asintió. ―¡Si! Eso es lo que hace ella. Es una gran heroína ―mencionó, rebosante de admiración.

Izuku asintió repetidas veces. «Una heroína... ¿Tendrá el mismo significado aquí abajo?» Se preguntó, ya que aquel monstruo claramente les estaba cazando. ¿Por que cazaban a los humanos? ¿Justicia...?

¿O tal vez... sus almas...?

Al pensar en eso..., su alma arrancada de su cuerpo... de alguna manera le trajo ansiedad.

―¡Si fuera un humano, me aterraría el pensar que vendría a por mi! ―rió inocente.

Frisk y Izuku se observaron. Si, definitivamente se sienten así.

―Así que... ―Kid continuo―, una vez, tuvimos un proyecto escolar en donde tuvimos que cuidar de una flor. El rey -teníamos que llamarle "Señor Dreemurr"- se ofreció a donar sus propias flores. Acabó viniendo a la clase y nos enseñó sobre responsabilidad y demás.

―¿El Rey? ¿Asgore? ―se preguntó Chara, quien llamo la atención de Izuku.

Frisk sonrió. ―Eso suena genial, Kid.

El pequeño monstruo asintió. ―Eso me hizo pensar... ¡Ey! ¡A que seria genial que Undyne viniera al colegio! ―el trió alzó una ceja al escuchar aquello―. ¡Podría darle una paliza a los profesores!

―Oh... ―Frisk guardo silencio. Eso si que no sonaba genial...

Izuku pensó que allí estaba su respuesta. Claramente el significado de héroe no era el mismo. "Undyne" probablemente sea una cazadora o matona de algún tipo.

―Emm... ―Kid dudó sobre sus palabras―, a lo mejor no lo haría... ¡Ella es demasiado genial como para hacerle daño a una persona inocente!

En aquel momento, nuevamente avanzaron a otra cueva. Estaba completamente oscura. Parece que las piedras en el techo no iluminaban como las de afuera.

El sonido del correr del agua revotaba en las paredes...

El recorrido, por alguna razón, se dio en silencio. Aunque Kid mantenía a Undyne lejos..., también agregaba cierto toque al ambiente. Era un monstruo entre ellos, humanos. Era una sensación agradable.

Comenzaban a ver de lo que hablaba Chara. Los monstruos estaban hechos para amar, y los humanos para ser amados. ¿Podría ser posible la convivencia entre monstruos y humanos, mas aun con una sociedad sobrehumana allá arriba?

Tal vez..., después de todo, este mundo también tenía una heroína. Claro, la pregunta sobre el por que les cazaba volaba, pero era preferible detenerse en aquella idea. Ella no podía ser tan mala si un niño la admiraba, ¿No?. Un monstruo que protege al resto... como un héroe.

Salieron de aquel lugar, regresando a la lluvia.

―Oh... ―Kid se adelanto un poco―. Esta saliente es demasiado empinada como para treparla...

Haciendo caso al cartel, Izuku y Frisk dejaron sus paraguas atrás ante los ojos incrédulos de Chara. ¿Por que no llevarse el paraguas? Ya sabes, por si acaso.

Frisk se acercó. ―Demasiado empinada ―confirmo. Tal vez unos dos metros, casi llegando a los tres.

―¡Tengo una idea! ―Kid sonrió―. ¡Pueden avanzar subiendo a mis hombros!

―Si... ―Izuku lo dudó―. No creo que eso ayude mucho... ―Kid mediá bastante poco. Tener medio metro de ventaja no ayudaría para nada.

Izuku asintió ―¿Quieres ver a Undyne, no? Yo les ayudare a subir. Luego Frisk me dará la mano para subir también.

―¡Buena idea! ―celebró aquel monstruo, feliz de no dejar a nadie atrás.

Ambos humanos se acercaron a la saliente.

―¿Podrás hacerlo, Frisk? ―le preguntó. No conocía bien las actitudes físicas de su amiga. Tal vez no tenía la fuerza suficiente para trepar lo que faltaba. Sin embargo, la chica asintió segura.

Izuku se agachó, y Frisk colocó sus pies en los hombros del chico. Con algo de esfuerzo, el peliverde se levantó y la chica logró subir la saliente.

Kid rápidamente se acerco a Izuku, quien lo tomó y lo alzó lo mas que pudo. Frisk lo sujetó por su suéter y lo subió.

Ahora tocaba el. Frisk estiro la mano lo mas que pudo, y Izuku dio un salto..., logrando rozar sus manos...

―Era obvio ―mencionó Chara―. Te quedaste abajo, Midoriya.

Frisk negó. ―¡Claro que no! ¡De nuevo, Izuku!

Una segunda y una tercera. No llegaban a sujetarse.

―T-Tiene razón... ―Izuku observó a la chica―. Pense que podría saltar mas alto...

Kid se asomó. ―¿N-No puedes subir...? ―claramente se veía triste―. ¿Quieres que probemos mi idea?

Izuku negó. ―Pueden adelantarse, n-no se preocupen.

―¿Q-Que piensas hacer? ―le pregunto Frisk, preocupada―. Si no estamos con Kid...

―Encontrare la manera de alcanzarlos ―Izuku se vio serio―. Estaré bien, Frisk.

La chica y Chara lo dudaron.

Kid habló. ―En la cueva que cruzamos hay un camino, es mas largo que este. Dicen que tienes que buscar las setas azules... pero no se donde podrían estar...

Izuku asintió. ―Entonces hay una manera de avanzar. Frisk, ve con Kid, por favor.

La chica lo dudó. ¿Que podría pasar si se separan? Era la primera vez que lo hacían... y siempre necesitaron del otro para avanzar. ¿Realmente estaría bien...?

Confianza. Ella sabia que debía confiar en el y en ella misma. Nuevamente estiró su brazo. ―Promesa. Estaré esperándote en el camino a Hotland ―cerró su puño.

Izuku se acerco y, con un salto, logro chocar los puños. ―Entiendo, Frisk. Allá nos vemos.

La chica observó al castaño. ―Chara... ¿Podrías...?

―¿Acompañarlo? Si. Asriel y yo solíamos escondernos en las hierbas altas. Estaría bien darme una vuelta por allá ―aceptó con simpleza.

―Oh... conoces el camino... ―Izuku le sonrió, casi brillando―. Gracias, Chara.

El mencionado desvió la mirada. Esa amabilidad daba un increíble aire a Asriel. Hasta le avergonzaba un poco.

―¡Entonces no perdamos el tiempo! ―Kid se alejó corriendo―. ¡Ya quiero ver a Undyne!

―¡E-Espera! ―Frisk les observó―. Cuídense... chicos ―y con aquello, se fue, persiguiendo al pequeño monstruo.

[...]

Izuku y Chara se encontraban explorando aquella oscura cueva.

El peliverde suspiró, cansado. ―No veo ninguna de esas setas que mencionó Kid...

―Eso es obvio ―contestó el castaño―. Estas setas brillan cuando uno las toca. Algunas crecen siendo parte de una clase de... mecanismo mágico, y cuando la tocas, ilumina todo un camino.

―Entiendo... ―Izuku se detuvo, limitandose a intentar buscar con la vista, en aquella oscuridad―. Chara... ¿Puedo preguntar sobre algo?

―Hazlo. No lo pienses mucho.

―¿Puedes contarme sobre el Rey? Asgore ―Izuku noto a Chara sorprendido―. Cuando Kid lo mencionó... tu reacción fue algo extraña. ¿El no solía hacer cosas como visitar escuelas?

―Bueno... ―Chara desvió la mirada―. Asgore se la pasaba con su familia. Cada tanto recorría el subsuelo pero... mayormente estaba para nosotros y sus flores ―soltó un largo suspiro―. Debe de ser duro para el estar solo...

Izuku se arrodillo, comenzando a palpar el suelo. ―Si Asgore continua siendo el Rey... ¿Cual es su edad?

―Recuerdo que una vez lo dijo..., creo que tenía 3 cifras...

―¿M-Mas de 100 años? ¿Cuanto pueden vivir los monstruos?

Chara rodó los ojos. ―Los monstruos normales viven casi tanto como los humanos... pero los Dreemurr, quienes son una clase de monstruos especiales, pueden vivir eternamente ―Izuku quedo como piedra al oír aquello―. Pero... si tienen un hijo, le heredan esa característica a el, y los padres comienzan a envejecer.

Izuku asintió. ―Los monstruos si que son geniales... ―finalmente logró ver una figura. Se lanzo a ella y la tocó, haciendo que se ilumine.

Chara observó un pequeño camino iluminarse. ―Bien. Ya podemos seguir. Procura no salirte del camino o caerás al agua ―advirtió. Comenzó a caminar delante del peliverde, quien, algo temeroso, comenzó a seguirlo.

[...]

El dúo continuaba su camino. Luego de salir de aquella oscura cueva, nuevamente Izuku tuvo que utilizar el paraguas para cubrirse de la lluvia. Chara observaba los alrededores, los cuales estaban cubiertos por hierbas altas...

El viento aullaba. En cierta manera... Waterfall era algo inquietante en estas condiciones.

―¿Así que jugabas con Asriel por aquí?

Chara sonrió levemente. ―Era divertido esconderse y ver como algunos monstruos andaban buscándonos... ―respondió―. Aunque yo era el que arrastraba a Asriel a hacer ese tipo de cosas...

Izuku rió por lo bajo. ―Apuesto a que se lo pasaban bien.

―Si... ―Chara mantuvo un corto silencio―. Midoriya..., se que no eres estúpido. Sabes que nadie ademas de ustedes puede verme...

Izuku observó al frente, serio. ―S-Si, me di cuenta algo tarde pero... se que, ante los ojos de Undyne, estoy completamente solo...

El castaño le observó de reojo. ―¿Tienes pensado algo?

Izuku se sorprendió. ―¿P-Pensar algo? F-Fuiste tu quien dijo que los monstruos estaban hechos para amar. Además... Kid dijo que nunca le haría daño a un inocente, ¡Es una heroína!

Chara solo se le quedo mirando. ―Puede que tenga razón..., puede que solo sea un malentendido ―miro adelante―. Pero... un monstruo es libre de sentir lo que quiera. Si, son propensos a amar a los humanos..., pero... también pueden odiarlos...

El peliverde tragó saliva. Si ese era el caso..., ¿Que podría hacer contra ella? ¿Simplemente huir...?

Ella lo estaba cazando. No podría hacer las pases como ya había hecho con muchos monstruos...

―Si se da el caso donde ella de verdad nos odia... ―Izuku miró al suelo con inseguridad―, esta mas que claro que luchar no es una opción para mi... ni para Frisk...

Chara miró al suelo. ―Esto si que pinta mal...

Izuku choco contra una gran pared. Rápidamente se tomó la cabeza y miro delante. Aquella pared era mas alta que el... y llevaba una armadura puesta. Chara y el retrocedieron bastante al observar a Undyne mirar fijamente al peliverde.

―Coincidimos en algo..., humano ―la monstruo dio un paso adelante―. Ni tu... ni tu amiga humana... pueden luchar contra mi.

El viento soplo con fuerza, arrebatando el paraguas del débil agarre del humano.

―¡¿E-Estas de broma?! ―Chara se sujeto la cabeza―. ¡¿Como demonios voy a sacarte de esta?!

―Siete..., necesitamos 7 almas humanas para destruir la barrera que nos mantiene encerrados ―avanzó otro paso―. Cuando las consigamos, el Rey Asgore Dreemurr se convertirá en un dios. Destruirá la barrera y recuperará la superficie de la humanidad... devolviendoles todo el sufrimiento que tuvimos que soportar.

Chara entro en shock al escuchar aquella frase... con el nombre de su padre. Eso solo podía significar... otra guerra entre humanos y monstruos...

―¿Lo entiendes, humano? ―Undyne se detuvo―. Esta es tu única oportunidad de redención. Entrega tu alma... o la arrancaré de tu cuerpo.

Izuku retrocedió aun mas, asustado. ―¿P-Por que haces esto...? ―apretó sus puños, frustrado―. ¡Kid te considera su heroína! ¡¿Por que intentas matarnos?!

Undyne lanzo la lanza mágica a los pies del humano. ―¡Cállate, mocoso! ¡Es mejor para todos que tu estés muerto! ―el alma de Izuku se expuso. Habia entrado en una lucha―. ¡Prepárate!

Chara giró, observando al peliverde. ―¡Toma esa lanza, Izuku! ¡Te servirá para protegerte!

El chico rápidamente tomó la lanza mágica del suelo y, con torpeza, la blandió. Undyne levantó una ceja al observar su pose. Ni siquiera Papyrus tenia una tan mala.

Ella se saco el casco que llevaba puesto, y lo arrojó a un lado. ―Tu vida se interpone entre nosotros y nuestra libertad... ―Undyne creó otra lanza―. ¡En guardia!

El pulso del peliverde temblaba. Aunque estaba enfocado en su enemigo... quien intentaba quitarle la vida... no pudo evitar simpatizar con ella.

Por sus palabras... ella hacia esto por los monstruos. Los humanos habían comenzado una guerra y dañado a los monstruos, quitandoles su libertad. Ella... de alguna manera, intentaba hacer justicia y recuperar aquella libertad...

¿Acaso por eso los monstruos sonríen, pese a todo? ¿Por que saben que ella y su rey están luchando por ellos...?

Izuku exhaló, tratando de tranquilizarse. Aunque ella intentaba hacer justicia..., aquella justicia ponía a Frisk, a el y al resto de los humanos en peligro.

Era el momento de demostrar que el entrenamiento de All Might no fue en vano. El, de una u otra forma... saldría vivo del subsuelo.

«Fin del capitulo»

¡Es el turno de Izuku! ¡El choque de dos ideales... comienza!

Próxima semana:

Capitulo 12: Ideales Enfrentados.

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