Capítulo 10: Los descubrimientos.
Era de noche y estaba solo, refugiado en mi cuarto. La única luz que había era la proyectada por la luna hacia mi ventana y la de la pantalla del ordenador. Sentado en la silla frente a mi escritorio, echo la cabeza hacia atrás y me paso las manos por mi cabello, desordenándolo, cuando decido que es hora de investigar sobre la casa abandonada. Saco mi móvil y busco la foto de la casa. Agrando la imagen, buscando el número de la casa. Miro y miro hasta que lo distingo, es una suerte que todavía estuvieses puestos en la pared. Y ahí estaba, un 10750 que estaba seguro que iba a permitir que aclarara muchas cosas. Abro el navegador del ordenador hasta llegar a la página de la inmobiliaria de Yourhire, este proporciona datos sobre el perímetro de las casas, lugares turísticos y centros de alojamiento. Para verificar el funcionamiento de la página pongo en el buscador el número de mi casa y la dirección. Efectivamente todo funciona correctamente, me decía los límites de la propiedad, uso familiar, el nombre de mis padres como propietarios y otras informaciones básicas. Automáticamente borro los datos de mi casa y pongo: avenida 711, número 10750 y sorprendiéndome sale un cartel que dice: no hay registro de ninguna localidad, compruebe los datos introducidos. Compruebo los datos y vuelvo a buscar alguna coincidencia, obteniendo el mismo resultado. Quedaba comprobado que el destino jugaba en mi contra, cada vez que trataba de buscar respuestas el destino jugaba en mi contra.
Suena mi móvil, despego los ojos del ordenador, reviso el celular y veo un mensaje. Lo abro. Se me aprieta el corazón y una sensación fría que desestabiliza mis sentidos y recorre por mi espalda hace que me erice.
Número Desconocido:
Mientras más investigues será peor para ti y para los que te rodean. Puedo quitarte de mi camino si lo deseo. Es una advertencia.
¡Joder! De nada sirve negar el miedo que tengo ahora. Me están amenazando de muerte y lo peor aún detrás de toda esta historia hay algo más tal y como yo sospechaba.
Suena la puerta de mi cuarto y doy un salto del susto directo hacia mi cama.
- ¿Quién toca? – pregunto con voz temblorosa
- ¡Yo, cariño! –la voz la reconocí enseguida: mi madre
Me levanto de la cama y abro la puerta.
-Cariño, tienes visita abajo, es Katherine Walker, la de tu colegio – dice mi mamá
-Ok, ahora bajo – terminando esta frase se adelanta mi mamá mientras yo recobro el aliento unos segundos por todo lo que me había ocurrido.
Bajo las escaleras. Justo ahí en medio de la sala estaba Kath. Usaba una blusa corta que destapaba su ombligo y su piercing. ¡Que sexy! Además de unos vaqueros, sandalias y un apretado moño en lo alto de su cabeza que dejaba a la vista sus delicadas facciones. Era innegable lo guapísima que estaba. Voy directo hacia ella y plantándole un beso en la mejilla le suelto:
-¡Hola, Kath! No sabía que vendrías
-Lo siento Jason por venir sin avisar, es que necesitaba unos apuntes para mañana y rápido pensé en pedírtelos a ti – responde Kath con una carita angelical – espero no haberte molestado.
- Vamos a mi cuarto que allí está mi cuaderno- le digo con una sonrisa
Cuando llegamos a mi cuarto ella lo observa todo con disimulo, bueno es normal, solo había estado dos veces aquí y en ninguna de la dos veníamos a conversar o a ver detalles de mi habitación, siempre llegábamos con unas ganas enormes el uno del otro y en otras ocasiones ni siquiera subíamos la escalera y nos quedábamos en el sofá.
-Espero que haya superado la inspección militar - le digo en broma
- ¿Eh? - pregunta sin entender, hasta que de pronto cae en cuenta en la broma y bajando la cabeza dice. - Sí, sí, lo siento
-Vamos que era broma. Siéntate – le digo mientras señalo la cama
Tomo el cuaderno que necesita y veo que ya está sentada, luce preciosa aquí en mi cuarto.
-A ver, dime que específicamente que te hace falta.
-Nada, solo las notas de la última clase.
Mientras se las explico veo que su mirada y su atención no están puestas en las matemáticas , si no en mí, así que decido voltear la cara para mirarla fijamente a los ojos y ahí cometo mi primer error. Nuestras caras están a centímetros de distancia y siento su respiración haciéndome cosquilla en la cara y ella baja sus ojos hacia mis labios
-Me gusto muchísimo la otra noche que pasamos juntos – cuando estas palabras salen de mi boca veo como aprieta los labios y aparta de su mirada, pero justo antes de que vire la cara me da tiempo ver una expresión en sus ojos: dolor, pero lo que no sé es la razón de ese dolor.
-Jason, yo también lo disfruté muchísimo, pero – hace una pausa en la que cierra los ojos y me da la impresión que las lágrimas van a caer de sus ojos, pero cuando los vuelve a abrir veo que lo que hay en sus ojos es decisión – lo siento Jason, esto no es para mí, yo te amo como nunca he amado a nadie, eres mi primer amor, pero yo no me merezco esto, yo también quiero un chico que me tome de la mano mientras paseamos por la calles, que le grites al mundo que soy tu novia, que me regales flores, que me lleves a citas, que nos riamos por tonterías y que con solo una mirada descifre hasta lo más hondo de mi ser y quiero que seas tú, pero si no estás dispuesto a dármelos entonces no quiero nada. Conmigo es todo o nada en esta decisión.
Y este es mi momento de incertidumbre total por todo lo que hacer, a ver yo quiero a Kath, es una chica genial, que nos comprendemos y tenemos un sexo estupendo, cosa que también influye, pero no sé si la amo o si estoy dispuesto a olvidar mi plan de disfrutar de mi juventud y no tener novia
-Lo siento, no debí decírtelo, ni ponerte en un aprieto así que olvida mi estúpida confesión, pero ya lo que teníamos quedó en el pasado porque, Jason, escojo mi dignidad, aunque te amé – dice mi pelinegra con lágrimas en los ojos – me voy.
En ese instante se levanta, pero yo soy veloz y le agarro por el brazo posesivamente y le digo:
-Espera Kath! Te quiero, te quiero muchísimo – y para reafirmar mis palabras le doy un beso y de esta forma surgía un algo más entre la pelinegra más linda que había visto y bueno yo, un chico que iba a empezar experimentar los síntomas del amor.
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Nota del Autor: Si has llegado hasta este capítulo leyendo mi libro , solo me queda decirte gracias, muchas gracias por demostrarme tu apoyo , gracias por cumplir el sueño de un jóven apasionado por las letras , gracias por tomarte la atribución de un comentario, un voto o simplemente leerlo. Muchas gracias porque sin ustedes mis lectores esta ilusión que tengo entre ideas jamás se podría materializar.
Aquí les dejo mi WhatsApp que es donde más activo estoy para que me escriban de lo que quieran acerca del libro: +53 56216159
Los quiero mis campeooooones y campeooooonas vamos por más...💪🔥
José Manuel.
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