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Buenos Aires, Argentina

La semana siguiente fue ajetreada por ambas partes porque Bruno y la madre de Amarilis la ayudaron a comprar lo que le faltaba y a guardar todo lo necesario en su valija porque el viaje era un hecho puesto que Demetrio aceleró los papeles junto con su representante para que la joven pudiera viajar y entrar a Europa, y porque el actor en sus últimos días de vacaciones los dedicó a recorrer la ciudad y a sacar fotos.

Solo faltaba la despedida en la que le realizaron una cena en su propia casa junto con Bruno y Fausto.

La chica no pudo evitar llorar cuando brindaron y se abrazaron.

—No llores —le dijo su padre acariciándole las mejillas—, esto es una gran oportunidad para vos, Lis. Pronto nos veremos, sabés que sí —habló y ella asintió con la cabeza.

—Lo sé pero tengo miedo —se secó las lágrimas con las manos—. Es todo nuevo, otro ambiente, otro idioma, todo será diferente.

—El ser humano está para afrontar esa clase de cosas. Y vos vas a tener que aprender a vivir de manera independiente —la abrazó por los hombros—, siempre intentaste arreglártelas sola.

—Pero ahora va a ser distinto, antes por lo menos los tenía a ustedes cerca —emitió con congoja.

—Una videollamada y estaremos cerca igual —sonrió y le besó la sien.

—Qué fácil lo decís, papá —su voz sonó muy trémula.

—Y lo es. Tu mamá y yo estamos bien, no nos hace falta nada, solo queremos verte feliz y que tu vida siga en donde la oportunidad te lleve.

—¿Te dijo que yo pagaré las cuotas del préstamo?

—Sí... Decime la verdad, ¿aceptaste el trabajo por eso?

Su padre la miró y ella se quedó en silencio.

—Qué niña... —Suspiró resignado.

—Una de las razones principales fue por eso y otra porque... no sé, la verdad que no sé porqué lo acepté —admitió dudosa mientras fruncía el ceño.

—Haya sido por lo que haya sido me alegro de verdad que lo aceptaras, si te soy sincero, no me gusta que viajes tan lejos pero entiendo que es tu futuro. Siempre te veré como una niña pequeña aunque tengas veintitrés —le expresó con nostalgia y dulzura.

—Te voy a extrañar mucho, papá —lo abrazó por la cintura.

—Y yo también —correspondió el abrazo.

—¡Saquémonos una foto grupal! —gritó Bruno y todos se sentaron en el sillón.

Al dispersarse de nuevo, el chico la abrazó por los hombros y se sacaron otra foto.

—Creo que te daré la presentación en mi perfil —rio cuando terminaron de tomarse la foto.

—Ni se te ocurra —lo miró asombrada.

—No ahora, pero sí después —rio mirándola—, me olvidaba —cambió de tema—, el señor Cabassi —volvió a reírse porque así era como lo llamaba su amiga—, quiere tu número de celular y me pidió que te dijera que te espera mañana por la tarde-noche en el bar de la terraza del hotel.

—¿Le diste mi número? —cuestionó perpleja.

—Estuve tentado pero sabía que me ibas a decir algo, así que te lo estoy diciendo ahora para que le des una contestación.

—Qué considerado de tu parte porque a veces te saltas eso de avisarme —respondió con sarcasmo—. De acuerdo, al fin y al cabo voy a tener que tener todo. Lo único que sé por vos es que los papeles y trámites ya están listos pero no sé más nada.

—Mañana te enterarás mejor por él, ¿no?

—Supongo que sí.

—Entra a mi perfil y dale tu número —le cedió el teléfono.

Bruno se levantó del sillón dejando sola a su amiga mientras ella entraba al perfil de él y buscaba en la lista de mensajes, el chat de Demetrio. No tenía mucha idea de cómo funcionaba la aplicación pero por lo menos sabía lo básico gracias a su amigo.

Sintió un nudito en la boca de su estómago cuando se dio cuenta que estaba por enviarle un mensaje y con un suspiro comenzó a escribir.


Hola, soy Amarilis, buenas noches,

señor Cabassi, me dijo Bruno que

necesitaba mi número personal, se

lo dejo aquí: +54 9 11 7427 3637.

Muchas gracias.


La argentina dejó el celular sobre la mesa ratona y un mensaje le llegó en la pantalla. Abrió más los ojos cuando leyó el nombre, lo tomó en sus manos y lo leyó.


demetrio.cabassi

Hola, Amarilis, ¿cómo estás?

Gracias por dármelo. ¿Te espero

mañana?

Hola de nuevo, muy bien. Sí,

buenas noches.

demetrio.cabassi

Buenas noches. 😉


Amarilis se sintió como una maleducada por no preguntarle cómo se encontraba y abrió otra vez el chat y se lo preguntó.


¿Usted cómo está?

demetrio.cabassi

Muy bien, gracias.

Mejor así, buenas noches.

demetrio.cabassi

Hasta mañana. 😉


Dejó el celular en la mesa y se levantó del sillón para estar con los demás.


🎬🎬🎬


Alvear Palace Hotel

Alvear Roof Bar

Amarilis llegó a la terraza del hotel gracias al mensaje de texto que horas atrás le llegó de Demetrio. El hombre se levantó de la silla cuando la vio acercarse a él y la saludó con un beso en la mano como las veces anteriores en las que se vieron.

La chica se sentó frente a él y se acomodó mejor para saber lo que tenía para decirle.

—¿Cómo estás?

—Bien aunque nerviosa —frunció el ceño—, ¿y usted?

—Yo muy bien. Tengo listo todos los trámites, mañana me acompañarás a firmarlos pero ahora te entregaré lo que necesitas tener contigo.

—De acuerdo —le dijo y miró hacia el horizonte donde se estaba ocultando el sol.

Estaban en otoño y con el correr de los días de a poco iba oscureciendo más temprano.

—El sábado tengo la première y debo viajar el jueves, tú viajarás conmigo.

—Pensé que viajaría un día antes del evento —contestó abriendo más los ojos al mirarlo.

—No, mi representante ya arregló todo para nuestra llegada y lo que te dije que ibas a tener, departamento y coche.

—Está bien —asintió con la cabeza.

—¿No estás contenta? —La miró preocupado.

—Sí —acotó—, es solo que todo me parece precipitado e irreal. Tengo que pensar que no lo es —rio por lo bajo.

Demetrio quedó perplejo al verla sonreír.

—¿Qué te preocupa?

—Lo desconocido, lo que no sé porque nunca creí posible algo como esto.

—Me pasó lo mismo cuando de a poco comencé a ser conocido, a veces hay momentos en los que parece que todo es irreal, como bien dijiste pero hay que hacerle frente a la situación. Luego te terminas acostumbrando —reflexionó el hombre.

—No habla como los arrogantes que a veces veo en la tele —emitió observándolo con atención.

—Me considero bastante normal a pesar de las películas y series que hago, y de la fama que tengo —admitió.

—Parece que la fama no se le subió a la cabeza.

—No. Si se te sube, pierdes.

—Entiendo.

—Traje la agenda electrónica para ponernos al día con la mayoría de las cosas.

—Está bien.

Demetrio sacó el aparato y un mozo los atendió para preguntarles por las bebidas.

—Un Aperol Spritz —dijo él—. ¿Y tú?

—Una Coca-Cola zero.

Una vez que el chico los dejó a solas, reanudaron el tema de la agenda. A medida que él le iba hablando de las fechas y asuntos, ella iba anotando con la lapicera de la tableta todo lo que le decía por fechas y horarios, y el resto con los dedos.

—Eres rapidísima escribiendo —unió las cejas y mirando cómo de ligeras iban las manos de la chica.

—Gracias, el teclado de la computadora me hizo agilizar demasiado los dedos, a tal punto de ver solo la pantalla.

—Increíble.

—¿Cómo la está pasando en Buenos Aires?

—Muy bien, me encanta la ciudad, es realmente muy europea.

—Me alegro que le guste —lo miró dándole una sonrisa.

—¿Has visto alguna película o serie mía?

—No, la verdad es que no —rio con sinceridad—. Debería, ¿no? Por lo menos para practicar el italiano.

—Eso mismo.

—Lo tendré en cuenta.

El mozo llegó con sus bebidas y les dijo que ante cualquier cosa, estaba para lo que necesitaran. El cuchicheo se escuchaba alrededor de ellos sabiendo bien que de a poco lo estaban reconociendo.

—Creo que algunas personas se están dando cuenta de quien soy.

—¿Por qué lo dice?

—Porque el jueves pasado se estrenó la anterior película que filmé, que fue hace como tres meses atrás. Salgo en el póster promocional de la película.

Amarilis abrió más los ojos y de inmediato buscó en su celular la cartelera de los cines.

—La puta madre —susurró al verlo en el póster con traje, pelo hacia atrás atado con una cola baja y un arma de fuego.

El Peón I, así se titulaba la película.

—¿De qué trata la película?

—De un agente internacional al que le tienden una trampa y tiene que averiguar quién lo hizo.

—¿Y cuántas partes son en total?

—Cinco partes. El mes que viene se comenzará a rodar la segunda parte.

—¿Adónde?

—Italia y Francia, son las locaciones en donde se desarrollan todas las partes de la película.

—Bien.

El mozo se acercó a ellos para preguntarles si querían comer algo y él miró a la chica para saber si quería algo.

—De acuerdo, cenemos.

Demetrio miró el menú y le dijo si quería hamburguesa, a lo que la joven le respondió que sí después de que le dijera todo lo que tenía.

—Dos hamburguesas "Rooftop" y dos coca-cola zero.

—Perfecto —respondió con una sonrisa y tomó en sus manos la carta del menú.

Muchos minutos más tarde, cuando estaban en la mitad de la cena y después de que le pidieran al hombre sacarse algunas fotos, a Amarilis se le transformó la cara cuando vio a su exjefe caminar hacia una de las mesas vacías y sentarse.

Con disimulo la chica intentó mantener la cabeza agachada para comer o revisar la agenda electrónica pero el sujeto la reconoció de inmediato.

—Quién me iba a decir que la decente de la señorita Barrera me la encontraría en este prestigioso hotel.

Amarilis ni le hizo caso pero los ojos de Demetrio fueron hacia el hombre que tenían en la mesa de al lado.

—A usted le estoy hablando —su vista se clavó en ella.

—Con un pelotudo como usted no voy a hablar, lo menos que se merece es llamarse hombre y déjeme tranquila porque si sigue lo voy a dejar mal parado —escupió con mordacidad y enojo contenido.

Demetrio habló con seriedad absoluta.

—Nos vamos —se levantó de la silla y ella hizo lo mismo.

Ni siquiera le objetó algo. Tomó la cartera y la agenda, y caminó a su lado, poniéndose él entre medio del hombre y de ella.

El actor pagó lo que habían consumido y bajaron con el ascensor hacia el estacionamiento del hotel para caminar hacia el coche y llevarla a la casa.

—Bruno me contó lo que te pasó con él —la cara de la chica se desencajó de nuevo y miró su perfil—, yo le pedí que me lo contara después de que me dijeras que buscara a otra persona por si tú no podías viajar. Ahora entiendo el porqué.

—Me siento un poco incómoda con lo que pasó, sobre todo por usted porque no tenía porqué presenciar algo así.

—Tú tampoco tenías porqué revivir lo que intentó hacerte.

—No pero bueno, a veces pasan estas cosas. Aunque debió buscar alguien que no tuviera un problema como este.

—No dejaré escapar esta oportunidad —la miró con fijeza y a Amarilis se le tiñeron las mejillas a pesar de la oscuridad dentro del coche—. Fue una casualidad encontrarte o habrá sido el destino, no lo sé pero me alegro de haberte conocido —su voz sonó sincera y alegre.

—Se lo agradezco.


🎬🎬🎬


Ramos Mejía

Casa de los Barrera

Apenas la dejó frente a su casa, él volvió a hablarle;

—Mañana cuando volvamos de firmar los trámites, nos pondremos en marcha para crear tu perfil.

—Puedo hacerlo cuando esté en mi cuarto.

—Me parece bien. Buenas noches.

—Buenas noches y gracias —comentó ella y se bajó del auto.

Demetrio regresó al hotel cuando la vio entrar a la casa.

Una vez dentro del dormitorio, Amarilis se desmaquilló, se descalzó y se puso el camisón cuando se quitó el vestido y el sostén. Se metió en la cama y le envió un mensaje a Bruno.


¿Despierto?

Bruni

Sí, ¿cómo te fue?

Bien

Bruni

Ay, Amarilis, pareces una vieja chota

respondiendo así 🤣

Todo pum para arriba, ¿así querés? 🎉

Bruni

Por lo menos y sí. ¿Y el señor? 😏

Muy caballero, como las veces que lo vi

Bruni

🔥🔥🔥

Ay, Brunoooo 🤣🤣🤣🤣

Qué tarupido sos 🤣🤣🤣

Bruni

Es la verdad, Amarilis.

No entiendo cómo es que no

te hizo cositas el estómago

cuando miraste la foto, a

mí me hace cositas mi Faustito,

pero Demetrio está

buenísimo 🔥🔥😏🤣🤣

Ya te entendí 🤣🤣🤣.

Mañana tengo que volver a verlo

Bruni

😏😏😏 ¿Para qué?

Tengo que firmar los papeles que tuvo

que tramitar

Bruni

Entiendo

Ya me dio su agenda y estuvimos

conversando un poco mientras

organizaba la tableta y cenábamos

hasta que mi exjefe apareció

y arruinó todo

Bruni

😬😐

Pero cuando la situación se estaba

poniendo rara, fue él quien

decidió que nos fuéramos

Bruni

Ayyyy qué lindo es 🥰🥰

Cambiando de tema, tengo que

crearme una cuenta en Instagram,

le dije que la iba a hacer ahora

Bruni

¿Sabes cómo? ¿Te acordás?

Sí, te registras y listo, ¿no?

Bruni

Sí, pone algo sensato como

nombre de usuario porque

así te van a conocer

Pondré mi nombre y apellido,

nada raro

Bruni

Está bien, ¿y en la bio qué te

vas a poner? Por favor,

decime que te vas a poner que sos

la asistente personal de tal actor,

pleeeeeeease 🥺😎

🤣🤣🤣🤣

Capaz que sí 😉, aunque se

lo voy a preguntar, esperame


Pocos minutos después retomó el chat con su amigo.


Me dijo que pusiera

que era su asistente personal

Bruni

Obvio, mami. ¿Sino,

cómo te van a contactar?

Sí, papi, ya te entendí 😂😂,

esperame unos minutos que

me creo la cuenta y te sigo

Bruni

Dale que te espero


Varios minutos más tarde la chica tenía perfil estrenado en la red social.


¿Te llegó la notificación?

Bruni

Sí, me encanta esa foto

que pusiste de perfil 😍

Gracias, ¿y ahora qué tendría

que poner o hacer? 🙄🤷‍♀️

Bruni

Subir fotos, seguir a alguien más

que te interese, dar likes,

dejar comentarios, ahora sí voy a

subir esa foto que nos sacamos

la noche de la cena 🤭

Qué insopo te ponés querido 😂😂

Bruni

😘😘😘😘


Amarilis publicó una primera foto de ella a cara lavada y en el pie de foto la frase: Mi verdadera yo El abrigo es de piel sintética

Los dos primeros likes fueron de Bruno y Demetrio, y este último le dio un repost de su nuevo perfil hacia sus historias para avisar a sus contactos de la nueva asistente personal que tenía junto con una frase: "Lei sarà la mia assistente personale" (Ella será mi asistente personal).

Su amigo la etiquetó en la foto que le había dicho y leyó lo que escribió debajo: Mi hermosa mujercita dentro de poco tiempo tendrá la oportunidad de trabajar al lado de un hombre muy amable y caballero. Te lo mereces, hermana. Sos una persona extraordinaria como pocas.

P.D.: Deja de llamarlo señor, please. 🤪🤣🤣🤣

Su amiga lloró y rio al mismo tiempo, y le dejó un corazón como comentario en la foto.

Ya de nuevo en el chat con su amigo, le dijo que iba a dormir y este le deseó las buenas noches.

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