🎬25📸
Roma
Casa de los Cabassi
Zinerva fue la primera en despertarse, preparó el desayuno para los cuatro y de paso llamó a la clínica para que le recomendaran un psicólogo. Apenas tuvo los datos, llamó y concertó una cita para esa misma semana por la tarde.
De a poco fue poniendo la mesa y su hija fue la segunda en levantarse. Esta quedó un poco incómoda por la situación vivida anoche y no sabía si hablarle o mantenerse callada por miedo a que le dijera algo más, porque lo último que recordaba habían sido los masajes que le dio su hermano en las piernas antes de quedarse dormida ya estando relajada.
Su madre se acercó a ella y la abrazó fuerte, lloró también por saber que su niña pronto se iría de la casa. Mellea quedó sorprendida ante el gesto y la abrazó también.
—Perdón por ser tan absorbente —le dijo tomando sus manos entre las suyas y mirándola a los ojos—. Soy muy difícil a veces y me la desquito con ustedes. Dile a Vincenzo que venga a almorzar hoy, acepto que te vayas de viaje con él.
—¿De verdad? —Se sorprendió, pero aún se mantenía nerviosa y pestañeaba con insistencia.
—De verdad —respondió asintiendo con la cabeza también.
—Gracias —sonrió y la abrazó de nuevo.
—Sé que eres una adulta y tomas las decisiones de manera propia, pero yo te veo como una niña todavía. Siempre serás mi niña —acarició sus mejillas—, así como Demetrio será siempre mi niño. Pero parte de eso es por tu condición también, sé que tienes las herramientas para defenderte, pero no es lo mismo estando sola.
—Nadie te va a aban-bandonar, mamá. Y mi co-co-condición siempre me acompañará, habrá gente que se burle y otras no, pe-pe-pero tengo que independi-independizarme.
—Lo sé, pero una madre siempre se preocupa por sus hijos.
—A veces siento que nos quieres contro-controlar.
—Sí, pero anoche tuve una charla con tu hermano y decidí pedir una sesión con una psicóloga, por el bien de la familia y, sobre todo, para mí. Sé que me hará bien.
—Me alegro.
—Buenos días —les dijo Demetrio desde el umbral del pasillo y mirando a ambas.
—Buen día, querido —respondió su madre.
—Hola, Demi —se acercó para darle un beso en la mejilla—, gracias por los masajes de anoche.
—De nada, Mell —le sonrió.
Entre los hermanos fueron terminando de poner la mesa para el desayuno y por último se despertó Enrico para darles los buenos días, y desayunar en familia.
Demetrio se había quedado un poco mal por la manera en cómo se había ido anoche su asistente y pensó en ella mientras desayunaba, y en lo sola que estaba en aquel momento con un golpe en el costado y que le costaba moverse como quería.
Decidió enviarle un mensaje.
Sr. Cabassi
Buen día, ¿cómo estás?
¿Cómo sigues del golpe?
Hola, buen día,
estoy mejor, gracias. ¿Y vos?
Sr. Cabassi
Muy bien, aquí
desayunando con la familia
Me alegro,
¿fue todo bien después
de que me fui?
Sr. Cabassi
Sí, ya se solucionó todo
Me alegro de saberlo. 😊
Bueno, te dejo. Terminaré de
desayunar y llamaré al
hotel para cancelar
Sr. Cabassi
De acuerdo, nos vemos,
trata de no moverte tanto,
Amarilis
Sí, no te preocupes.
Un beso para todos
Sr. Cabassi
Gracias, otro para ti
—Amarilis envía besos. Le pregunté cómo se sentía del costado.
—Gracias —contestó Enrico.
—¿Cómo sigue? Le debe de doler mucho, ¿no? —Quiso saber su hermana.
—Le duele bastante, Mellea.
—Pobre —emitió apenada y preocupada.
Su madre no acotó nada en ese momento, pero luego habló:
—Espero que se recupere pronto.
Tanto Demetrio como las otras dos personas la miraron con atención al escucharle decir aquello de su boca.
—Decidí pedir cita a la psicóloga, ya tengo la primera sesión en esta semana, creo que tengo que reconocer mis errores para avanzar, ¿no?
—Sí, lo debes hacer y sería bueno que le pidas disculpas a Amarilis, porque la chica no te hizo nada —manifestó su marido—. Es más, hasta creo que, sin pensarlo, unió más a nuestra familia porque de no ser porque anoche vino Demetrio, se iba por un tubo todo.
—Pienso lo mismo —admitió Mellea.
Desayunaron en familia y conversaron con tranquilidad, escuchando a cada uno y dando sus opiniones, y respetando las mismas como hacía mucho tiempo no lo hacían. La mayoría de las veces que se reunían terminaba todo en discusiones y gritos, y por tal motivo Demetrio se cabreaba con su madre y con la situación en la que dejaba todo.
🎬🎬🎬
Roma
Por otro lado, Amarilis se vistió y salió del departamento para comprar algunas cosas que necesitaba y comprarse ropa también, no sin antes intentar pasar por el banco donde tenía la cuenta que Demetrio le había abierto para su sueldo y poner a su madre también dentro de la cuenta para que pudiera sacar plata para pagar todas las cuotas del crédito y dejarles una cantidad a ellos también por si la necesitaban. Había sido asesorada por Daniela mucho antes e hizo lo que ella le había indicado hacer para poder poner en esa cuenta a su madre también, pero la chica que la había ayudado le dijo que por aquella vez se la dejaba pasar, ya luego debía tener otros papeles y constatar que no solo trabajaba allí, sino que también tenía que ser ciudadana italiana para que las cosas se le facilitaran más.
Se frustró un poco, pero entendía también que no todo se podía pedir como una quería.
Ya de regreso al departamento, pasó por un local de pizzas para comer mientras caminaba por el centro de Roma y después entró a una heladería para pedir un kilo y llevarlo al hogar.
Una vez dentro, guardó todo y se sentó en el escritorio para revisar desde la agenda electrónica todo lo que había para junio, confirmar todo y cancelar el cumpleaños. Respondió mensajes, correos electrónicos, y fue agregando más trabajos en el calendario de julio y agosto inclusive. El correo que le había enviado Gennaro era una lista larga de presentaciones, invitaciones, entrevistas, ofertas de guiones para series y películas, y un sinfín de más cosas. Ella le confirmó que lo había recibido y que estaba anotando todo para después dejárselo ver a Demetrio.
Se tomó la pastilla y se echó en la cama para poder descansar un rato. Solo esperaba que con los días que tenía de descanso, el moretón se le bajara un poco el color y no le doliera tanto cada vez que se le iba el efecto del calmante.
Se quedó dormida y se despertó a las dos horas por el sonido del celular que le indicaba un mensaje de texto. Lo buscó con la mano izquierda y leyó el mensaje.
Sr. Cabassi
Vuelvo a ser tu vecino 😉
La chica miró el nombre que le había puesto y decidió editarlo para ponerle su nombre de pila: Demetrio.
Hola de nuevo vecino 😂
Demetrio
Te agradezco por tomar
la decisión de regresar
ayer a la noche, mi
familia y yo lo
necesitábamos
de verdad
Me alegro mucho de verdad,
ojalá que a partir de ahora
las cosas estén mejor
entre ustedes
Demetrio
Te aseguro que lo están,
mi madre ya entendió y
dejó que Mellea se
vaya de viaje con Vincenzo
Eso es genial.
Lo principal es que se haya
solucionado todo y
que reconozca que su
hija tiene que vivir su propia vida
Demetrio
Amarilis, me siento
un poco mal por haberte
dejado sola anoche,
no era manera y
ese no era el plan de
un principio. Mi idea
era volver contigo
Ay, Demetrio, tranquilo.
No soy una nena.
Volví bien al departamento,
el taxista fue muy amable y
me entretuvo el viaje. Me contó
de su familia, a qué se dedicaban,
así que estuvo ameno el viaje
y me olvidé del dolor
por un rato también.
Ya cuando me tomé
la pastilla empecé a dormirme,
así que todo bien, no tenés que
darme ninguna explicación.
Tu familia es lo primero,
más en un momento
como el de anoche
Demetrio
Lo sé, pero no eres mi mula,
eres mi asistente.
Y no tienes porqué
trabajar fuera de horario
Pero la situación de
ayer lo requería, Demetrio.
Pensá que todo se
solucionó y fue
todo para bien
Demetrio
Sí, fue para bien,
pero no pensé que te
ibas a ir. Te pido disculpas
en nombre de mi madre
por haberte hablado como
lo hizo anoche, no tenía
derecho a decirte esas cosas
Ya pasó, tranquilo.
Disculpas aceptadas 😉
Después vas a tener
que decirme qué fechas
vas a tomar para las
vacaciones porque hoy
revisé el correo y Gennaro
me envió un e-mail con
una lista larga de cosas,
y algunas son en
pleno verano.
Si querés te reenvío
el correo suyo para
que veas la lista,
como quieras,
me decís y listo
Demetrio
Pásamelo y me fijo,
así después te digo
De acuerdo,
ahora te lo mando,
avisame cuando
te llegue
Demetrio
Listo, ya me llegó.
En un rato te digo
Okey 👍
Amarilis dejó el celular sobre la cama y cerró los ojos de nuevo, se había quedado dormida durante cinco minutos más, pero el sonido del celular la despertó otra vez. Agarró el aparato y abrió el mensaje.
Demetrio
Del 16 de julio al 2 de agosto,
lo quiero libre, por favor.
Y menos mal que solo hay
en esas fechas presentaciones
a discotecas, cosa que no
me gustan mucho, así que, las cancelas
Qué exquisito
que te estás poniendo 😂.
De acuerdo, cancelaré
esas también desde ahora,
así no me preocupo
Demetrio
Si alguna noche quieres
ir a bailar, solo me dices,
podríamos ir sin tener que
presentarme para que
me paguen 😉
El pensamiento de Amarilis fue automático en recordar lo que le había dicho Fausto, que le estaba tirando los perros.
Creo que paso,
no me gustan
mucho los boliches,
a menos que sea por trabajo,
me la banco, pero no me
gusta el tumulto de gente y
que te estén rozando o
apoyando sus partes
Demetrio
Entiendo y no es nada
lindo que vayas a un
lado con la intención
de pasarla bien,
y que a propósito te
rocen o te apoyen
Pero no estás obligado a
no ir por mí. Podés ir sin mí,
no sé si soles salir los fines de
semana, aunque bueno, estos
fines de semana que pasaron
los tuviste ocupados
Demetrio
No, no suelo ir a
los clubes nocturnos.
Antes lo hacía por gusto
y porque Gennaro arreglaba
para que esté presentando
algo ahí, porque me lo pedían,
pero ya no voy
De acuerdo,
descarto esas
presentaciones entonces
Demetrio
Perfecto.
Amarilis, descansa
en estos días, no
necesitas ver a cada
rato el calendario, tú ya
me lo diste, así que ya
sé qué tengo en esa semana
Está bien, gracias.
Nos veremos el martes,
descansa vos también
El lunes por la tarde Amarilis se levantó de la cama, habiendo permanecido el día anterior por decisión propia descansando dentro de la misma, necesitaba reponer fuerzas y quedarse quieta, tratando de hacer el menor movimiento posible si quería recuperarse del todo. De a poco salió del lecho y entró al baño para darse una ducha, y vestirse con ropa cómoda.
Apenas caminó hacia la cocina, le envió un mensaje a Demetrio diciéndole que había comprado helado y si quería compartir un poco con ella.
El timbre sonó pocos minutos después y la chica le abrió cuando preguntó quién era.
—Qué rápido, ¿todo bien?
—Sí, dijiste helado y estoy listo para comer —cerró la puerta.
—Compré un kilo y elegí cuatro sabores, chocolate, pistacho, almendrado, y crema con cerezas —comentó mientras sacaba compoteras con cucharitas y una cuchara.
—Para ti.
Demetrio le entregó una bolsa de una chocolatería muy fina y ella quedó asombrada.
—¿Por qué?
—Porque quise. Supongo que te gustan los chocolates.
—Me encantan, pero no tenías porqué regalarme algo. Bastante fue el regalo del prendedor y el vestido que me elegí para la première, que tengo intenciones de darte la plata ahora que me pagaste el sueldo.
—Disfrútalos y sobre el vestido, no voy a aceptar tu dinero. Llegamos casi en el mismo día y era factible que no ibas a tener dinero para pagarte un vestido sino otras cosas más importantes.
—Bueno, eso es cierto —le dijo y abrió la bolsa.
—Caja de bombones y doscientos gramos de los bombones que te hice probar aquel día, cien de los de pistacho y cien de los de tiramisú.
—No debiste... es demasiado. Son carísimos los bombones.
—Te los quise regalar, no veas lo caros que son.
—¿Lo hiciste porque volví sola al departamento o porque decidí pedir el auto al hotel para regresar a Roma así solucionabas lo de tu familia?
—Por ninguna de las dos cosas, te los regalé porque quise.
Amarilis se lo quedó mirando sorprendida y perpleja.
—¿Nadie te regaló bombones y chocolates?
—No.
—¿Ninguno de los cinco novios? —preguntó intrigado.
—No, ninguno de los cinco —dijo.
La chica se estaba molestando con los cinco novios imaginarios que se había inventado porque no creyó que su jefe cada vez que podía los sacaba a colación para preguntarle cosas como esas.
—Bueno, Demetrio te los regala —expresó con una sonrisa y ella levantó las cejas, sorprendida aún más.
—Gracias.
Ella dejó la bolsa arriba de la mesada cuando volvió a cerrar la caja y le sirvió un poco de cada sabor cuando este le dijo que quería de los cuatros gustos.
—¿Cómo te sientes? —Quiso saber.
—Mejor, me estoy tomando las pastillas y todo el día del sábado y de ayer me la pasé dentro de la cama para descansar y no moverme tanto. Me vino bien porque no me duele como antes.
—Me alegro, ¿pudiste reservar un hotel en Milán?
—Sí, desde el miércoles hasta el domingo.
—Bien. Supongo que te das cuenta, pero te aconsejo que cuando tengamos viajes fuera del país en donde tengo que presentarme a eventos de etiqueta como por ejemplo los festivales o las alfombras rojas, te fijes en alguien que te tenga siempre a mano un vestido y un par de personas que sean de algún salón de belleza, tú sabes, de ese tipo de cosas.
—Demetrio, soy tu asistente, no tu pareja.
—Quiero que te vean bonita también.
—Yo no soy quien deba lucirse.
—Lo sé, pero lo quiero.
Amarilis lo miró con atención y luego le habló:
—Bueno, le preguntaré a Daniela sobre eso, seguro que ella sabrá más que yo de esas cosas y me dirá a quien le puedo preguntar —le dijo sabiendo bien qué iría a hacer luego, cerrar la boca y no buscar a nadie, solo arreglarse ella misma sin necesidad de seguir gastando de su dinero—. Le tenés que avisar a tu familia lo del festival en Berlín.
—¿Crees que será bueno decirles?
—Yo creo que sí, si me dijiste que todo se solucionó, no veo lo malo en que les digas, al fin y al cabo, son tu familia, es la que te tocó.
—Entiendo, les diré entonces, solo espero que todo vaya bien, sobre todo contigo.
—Demetrio, escuchame... —respondió y él clavó los ojos en ella—, tu familia es la que tiene el derecho de participar en acompañarte, el trabajo de una asistente a veces no requiere de estar presente en dicho evento. No podés no decirles porque yo estaré también, ellos tienen más derechos que yo. Una asistente va y viene, pero la familia es siempre la misma. Nadie sabe si más adelante vaya a arruinar algo, no soy perfecta y puedo mandarme una cagada más no teniendo mucha idea de cómo se maneja todavía el mundo del espectáculo. Incluso hasta te podría cancelar algo pensando que no es bueno para tu carrera cuando quizás lo sea. Sé que te dejo ver todo, porque yo también me quiero quedar tranquila, pero a veces se me pueden pifiar las cosas.
—¿Qué me quieres decir con todo esto?
—Que no me tenés que preguntar si les decís o no, es tu familia, haces lo que vos querés. Imaginá que soy un poste, no me preguntes, hace lo que querés.
—No puedo imaginarte como un poste, pero entiendo tu punto —rio cuando se lo dijo.
—Bien —rio ella también.
Después de comer el helado y charlar de otras cosas, él regresó a su departamento y cada uno se preparó una ligera cena, mientras Demetrio cenaba, le llegó un mensaje a su WhatsApp.
Bruno Ruiz
Demi, ¿cómo estás?
Perdón por la hora
de allá, te tengo noticias
frescas de lo que me
pediste que averiguara 😏,
agarrate fuerte porque
me parece que nadie
lo sabe ahí, ni siquiera
creo que lo intuyen
Todo bien,
tranquilo, estoy cenando.
¿Tú cómo estás?
Bruno Ruiz
Bien, con un poco
de frío ya. ¿Mi hermana
cómo está?
Mucho mejor,
hace un rato volví de su
departamento y está mejor
desde el viernes que la vi. Parece
que se puede mover mejor
Bruno Ruiz
Qué bueno saber eso 🥰
Dime qué tienes para mí
Bruno Ruiz
¿Estás sentado?
Ahí va... Flaviana
tiene un hijo, el niño vive
con su abuela, es decir
con la madre de ella y
por lo que estuve
leyendo, ella siempre
negó tenerlos
Qué hija de su madre 😠,
te lo agradezco mucho.
Ya sé por dónde
joderla entonces
Bruno Ruiz
De nada.
Espero que
deje de molestar
Ya con esto,
estoy seguro de que
va a dejar de joder
Bruno Ruiz
¿Alguna novedad? 😁
¿Qué quieres saber, Bruno?
Está todo bien por aquí,
¿quieres que te cuente lo
que hay de aquí en adelante?
🤣🤣, tenemos varias cosas
en el exterior. Ya en julio,
le daré vacaciones para que
pueda visitar a sus padres, aunque
le dije que les puede decir para que
vengan acá y ustedes
dos también si quieren.
Yo me iré a Grecia o a alguna isla,
no sé todavía. Estaba pensando
en ese país, en Córcega o
Maldivas. Algo así
Bruno Ruiz
Maldivas debe ser un lugar
paradisíaco, ese lugar es
ideal para llevar a
cierta persona, ¿no? 😌
🤣🤣🤣🤣
Estás imaginando cosas,
Bruno. En fin, te dejo,
ya sabré qué hacer con este
chisme. Gracias,
buenas tardes ahí
Bruno Ruiz
De nada, cuando
quieras a la orden.
Buenas noches y besos 😘
Cuando cada uno se metió dentro de la cama, tanto Amarilis como Demetrio publicaron fotos.
Una foto de la campaña de relojes.
Si quisieras seguirme en alguna red social, acá te dejo dónde encontrarme:
Instagram: elyseefrancesca
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