▦ Capítulo 6
¿En verdad Tony había hecho un buen trabajo al enviar a Loki a la escuela con él? Todavía no terminaba el horario de clases pero era un hecho que Peter no soportaría cualquier travesura que estuviera por venir en el resto del día.
Caminando por el comedor y con sus bandejas de comida en mano, Ned decidió retomar el tema que se había quedado pendiente esa misma mañana.
— Hay muchos delincuentes en la calle, ¿por qué debería enfocarme sólo en uno? A veces ni siquiera tengo la suerte de topármelos —comentó Peter, caminando al lado de su amigo.
— No es un delincuente común, Peter —le dio importancia Ned—. Se cree que es el mismo que robó un banco la semana pasada ¡sin ayuda alguna! Ayer ocasionó un accidente de tráfico al robarle su auto a un hombre. Hay un video en YouTube, y créeme, no pienso que una persona normal pueda desviar un auto apenas tocándolo.
— Puede ser una farsa del internet.
— ¡Lo grabaron cámaras de seguridad! No creo que sea una farsa.
Peter miró a los lados, consciente de que el tema de conversación podía llegar a oídos ajenos, ciertamente porque Ned no hacía un buen trabajo al mantener su emoción en discreción.
— Bien, tendrás que enseñarme ese video. Después veré si puedo hacer algo al respecto —habló un poco más bajo e inclinado hacia el moreno para que pudiese escucharlo, aunque también para hacerle entender que para hablar de esos asuntos debían ser más cautelosos.
Al llegar a la mesa vacía, el castaño llevó la mirada hacia atrás. Loki había estado detrás de ellos en la fila del almuerzo y se suponía que debía de estar allí siguiéndolos, pero no lo estaba.
— No puede ser —murmuró Peter, buscando con la mirada alrededor de todo el comedor.
— ¿Buscas a Loki? —inquirió su amigo.
Lo único que Ned no había entendido de todos los hechos era la necesidad que tenía Peter de tenerlo cerca o vigilarlo en todo momento.
— No puede estar muy lejos. Iba con nosotros —dijo Peter, aparentando estar tranquilo, notando pronto la mirada inquisitiva de Ned—. Es que él nunca ha asistido a una escuela. El señor Stark me pidió que lo mantuviera cerca los primeros días —explicó con un ligero encogimiento de hombros.
Entonces Loki apareció, acercándose en su dirección en compañía de Michelle. Resultaba raro pensar que aquello era una casualidad, no obstante, así lo era; ambos con su respectiva comida en bandeja y ésta última con su típico libro bajo el brazo.
Peter no sabía si sentirse aliviado de verlo o extrañado de que Michelle estuviera hablando con él. Al final no expresó nada, tomando asiento con su amigo.
— ... entonces deberías prestarme ese libro, MJ —habló Loki cuando se encontraron llegando a la mesa.
Antes de que pudieran sentarse, Peter interrumpió.
— ¿MJ? —preguntó desorientado a la chica—. Sólo tus amigos te llaman así.
— Ah, es que ahora es mi amigo —habló con suma serenidad—. Espero no les moleste que se una al grupo. Se llama Loki—se sentó finalmente.
— De hecho, Loki venía con nosotros. Que bueno que lo encontraste, es amigo de Peter —comentó Ned con ligereza.
— ¿Amigo tuyo? —Michelle enarcó una ceja, dirigiéndose al castaño—. Que chico tan interesante encontraste. Bien hecho, Peter.
— Yo digo lo mismo. Casi pensaba que no tenías amigos interesantes —agregó Loki.
— Oye —se quejó Ned. ¿Acaso él no era interesante? Aunque no le importaba demasiado, Loki era tan raro como Michelle.
Peter miró con seriedad a Loki. No quería que se inmiscuyera en su vida, definitivamente no.
— No dijiste nada acerca de no tener amigos —remarcó Loki a Peter, con aquel diablo que reflejaba su amplia sonrisa. Estiró su brazo alcanzando el pudín de la bandeja de Ned, tomándolo como suyo.
— Oye —volvió a quejarse Ned viendo con tristeza como su postre se iba.
Michelle no pudo evitar reírse un poquito, ya que le era cómica la situación.
Antes de que la hora del club empezará, Michelle se había robado a Loki para enseñarle al camino a la biblioteca. Peter no se opuso, porque en primer lugar, Loki no lo escucharía y la hubiera seguido de todas formas. Además, tenía un asunto pendiente con su amigo.
En la sala de computación, Ned se encontraba buscando el video del cual le había hablado antes, tarareando y cantando un sencillo de su autoría que muy bien Peter podía adivinar que se llamaba "el amigo de la silla", porque era la oración que más se repetía en el coro.
— Por cierto, esto también se hizo viral ayer —Ned emitió una breve risa, volviendo a ver el gif de un hombre cayendo del cielo por una especie de portal. El video se repetía y se repetía y Ned volvía a reír cada vez más. Y ni se preocupaba de ello, ya que muy bien sabía que ese tipo de cosas siempre eran ediciones y las ediciones siempre le daban gracia, aunque más ésta al ser sin sentido para él.
Peter miró la pantalla con cierto alivio de que Ned no tomara ese video en serio.
— Ah, lo encontré —Ned se recargó en el respaldo para darle la oportunidad a Peter de acercarse al monitor.
Dentro del video, en una de las calles de la ciudad, Peter vio claramente como un hombre misterioso, con una especie de capucha que le ensombrecía el rostro, detenía un auto en medio de un semáforo verde. Había obligado a un pobre hombre a salir amenazándolo con un arma de fuego. En el carril de al lado, un auto se había detenido para intervenir, no obstante, el auto se desplazó con brutalidad. El vehículo se estrelló con otro de los carros que transitaban en la dirección opuesta. El asaltante muy bien subió al auto y salió de la escena tan rápido como apareció. El video era increíble, dado que ninguna persona podría lanzar un carro con tal magnitud con la fuerza de un sólo puño.
— Fuerza sobrehumana —susurró Peter, creyendo totalmente ahora en las palabras de su amigo.
— Te lo dije.
Fuese quien fuese aquel delincuente, Peter esperaba encontrarlo pronto y zanjar el asunto. Era peligroso como para que estuviese rondando con toda libertad.
▦
Quién diría que la escuela sería divertida si se lo proponía. Tal vez con un poco de literatura midgardiana podría ocuparse, ya que veía tantas cosas nuevas en los estantes de libros que llegaban a despertar su curiosidad.
Aunque, luego lo pensó. No estaba allí para ponerse a leer todas las tardes. Tenía que ocupar ese tiempo libre en descubrir cómo volver, pero, ¿realmente quería volver? Había olvidado su objetivo con tan sólo un día en otro mundo. Así que un poco frustrado, empezó a devolver un par de libros de donde los había tomado, captando una mirada sobre él por el rabillo del ojo.
Ahí estaba Michelle, al otro lado del alargado librero, observándolo con los ojos entornados, casi como si quisiera escudriñar en los pensamientos de Loki.
El azabache se quedó quieto, pensando que con lo lista que era aquella chica era seguro de que ya habría notado algo en él. Pero para su suerte, la joven pronto relajó su expresión y sonrió.
— Lo siento, trataba de calcular cuánto tiempo pasa antes de que una persona se da cuenta de que está siendo observada —aclaró la rareza de sus acciones—. Es para una investigación personal.
Loki asintió levemente, apegando los dos libros al pecho mientras dirigía sus pasos hacia ella.
— Veo que encontraste libros interesantes. ¿Vas a unirte a algún grupo? Yo te recomendaría unirte al decatlón académico —dijo mientras acompañaba a Loki al despacho de la bibliotecaria a pedir esos libros—. Digo, como la actual capitana te sugeriría que te unieras.
— ¿Peter pertenece allí? —volteó a ver a la chica.
— Así es.
— En ese caso buscaré otra opción.
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