▦ Capítulo 5
— Estudiante en la mañana y súper héroe por las tardes. Que vida tan interesante, Peter —dijo Loki una vez que se encontraron en el colegio, recargándose sobre un casillero mientras esperaba a que el castaño terminara de sacar sus pertenencias.
Al no recibir respuesta, ni siquiera una petición de que se mantuviera callado, Loki sospechó que Peter había empezado a ignorar sus burlescos comentarios.
— Bien, me puedo hacer invisible si así lo deseas —encogió ligeramente sus hombros mientras arrastraba su desinteresada mirada sobre los alumnos que iban y venían antes del primer toque de clases.
«Insignificantes vidas» pensó.
— No —pronunció rotundamente Peter, cerrando su casillero de golpe mientras advertía a Loki con la mirada—. Nada de magia, nada de trucos, ¿entiendes? Y quédate visible en todo momento.
El azabache sonrió de manera cruel.
— Será una tarea difícil mantenerme visible si estoy al lado de un don nadie —observó Loki.
De la entrada a los casilleros, Loki no había visto a Peter dirigirse a alguien. Seguro sus actividades heroicas lo mantenían al margen de algo tan primitivo como las relaciones sociales. Pobre chico.
— También cierra la boca —Peter lo tomó del brazo para llevarlo consigo a la clase, ya que al parecer compartirían las mismas. Mirando de soslayo al contrario, distinguió la mochila transversal que portaba. ¿En qué momento la había sacado? Bueno, daba igual, no le importaba siempre y cuando no hiciera algo maligno con su pequeña fuente de poder.
— Peter, te estuve llamando toda la tarde, ¿por qué no me contestaste? —se escuchó a Ned desde atrás, alcanzando a ambos jóvenes.
— Tuve un contratiempo —se excusó Peter, deteniendo su paso y girándose hacia su amigo.
— ¿Qué te dije de contestar las llamadas de tu amigo de la silla? No sabes cuándo puede ser de ayuda la información que te brinde. Veras, ayer encontré algo nuevo en internet...
— No tengo tiempo para esas cosas, Ned —interrumpió Peter, no queriendo darle menos importancia a los asuntos de su mejor amigo, pero por el momento Loki era el único pensamiento invasor en su cabeza.
— Pero es importante, Peter —insistió el moreno.
— ¿Por qué no lo escuchas? Parece que es de relevancia —intervino Loki, asomándose a un lado de Peter para inmiscuirse en la conversación.
— Y lo es —afirmó Ned hacia Loki, reaccionando poco después—. ¿Y quién es él?
Peter suspiró al quedarse sin muchas opciones.
— Es Loki —dijo finalmente.
— ¿Loki? ¿Igual que el tipo que trató de destruir Nueva York? —inquirió Ned con las cejas enarcadas, incrédulo ante la posibilidad de coincidencia, pues hallaba cierto parecido en aquel joven.
— ¿Qué? No. Digo sí, pero no —repuso Peter como si su amigo acabara de decir una barbaridad.
Conociendo a Ned y su gran apetito de saber más, se obligó a tomarlo del hombro, avanzando un par de pasos con él para mantener con algo de discreción la aclaración de los hechos que estaba a punto de darle.
— Es como un... compañero de trabajo.
— ¿El hombre araña haciendo un dúo? —la idea impresionó un poco a Ned.
— No —susurraba—. Bueno, por un tiempo. Lo qué pasa es que desde que mi tía descubrió que soy el hombre araña teme doblemente que algo pueda pasarme. Stark tiene ideas un poco descabelladas, pero es muy considerado, y ha decidido que debo tener un compañero, o algo por el estilo, por eso viene conmigo. Además, Loki sólo es un nombre clave, al señor Stark le gusta poner sobrenombres, por eso le ha dado ese para su nueva identidad.
— Ahh —exclamó Ned entendiendo la situación, pero interesándose irremediablemente—. ¿Y él tiene algún súper poder? ¿Cuál es?
— Ned —Peter lo miró con una chispa de severidad—. Mantenlo en secreto. Para ti sólo va a ser un chico más.
— Pero quiero saber con quién vas a trabajar. Como tú amigo de la silla debo aconsejarte —mencionó esperanzado de obtener más datos.
— No le vayas a hacer preguntas al respecto. Es un bicho raro...
Loki se aclaró la garganta detrás de ellos.
— ¿Ya se terminó la conferencia? Ni siquiera me has presentado a tu amigo.
Peter y Ned rompieron su aislamiento y encararon con el esbelto joven.
— El es Ned.
— Hola, Loki —saludó Ned con una sonrisa, haciendo un torpe ademán con su mano—. Soy Ned Leeds, el amigo de la silla de Peter.
Loki lo miró algo extrañado ante el término usado.
— Ya, vamos a clases —impuso Peter, palmeando la espalda de Ned y dando la plática por terminada.
Justamente la campana lo respaldó, obligándolos a apresurarse al aula.
▦
— ¿Y él es mejor que tú o él está aprendiendo de ti? —cuestionó en un susurro Ned en medio de una de las clases, justo cuando el profesor invitó a Loki a pasar a la pizarra para contestar un ejercicio, eso para ver que tan atrasado se encontraba en el curso.
— No, Ned, yo soy mejor que él —contestó con discreción, sin desviar su mirada del frente ya que se encontraba apuntando la ecuación en su libreta.
No había dejado de vigilar a Loki durante las horas pasadas, así que fue inevitable no verlo al momento de que éste se centrara al frente de la clase; el azabache se puso de puntitas para empezar a resolver el problema, y los ojos de Peter cayeron sin intención en el trasero que se ceñía en esos jeans ajustados. Había sido simple inercia. Con aquella figura tan grácil apostaba a que no podía ser el único en el salón en haberse fijado, pero ya había retirado la mirada, por lo que no podían llamarle un mirón y mucho menos podía sentirse culpable.
Peter volteó hacia Ned, encontrándolo viendo el punto en el que su mirada se había fijado unos segundos atrás. Tuvo que darle un golpe en el brazo para que dejara de observarlo, porque Ned sí parecía perdido en lo que veía.
— Parker —llamó la atención el profesor, para lo que Peter volvió a enfocarse en la ecuación, culpando internamente a Loki de lo sucedido.
— ¿Quién crees que sea más importante? Un compañero de trabajo o el amigo de la silla —inquirió Ned nuevamente, en esta ocasión en la clase de biología.
— Si lo dices por esto, es obvio que tú eres más importante —contestó el castaño, no despegando su atención del libro.
Ned sonrió aliviado y satisfecho por la respuesta.
Peter llevó su vista hacia el frente, recordando echar un vistazo al lugar de Loki; le habían asignado como compañero a Flash Thompson, pero aquel infeliz ni si quiera había venido —lo que fue un alivio para Peter—, pero no encontró al dios, mas que a la chica que se ofreció a ser su pareja de prácticas sólo por ese día.
Tuvo que llevar su mirada atrás, buscándolo en algún punto ciego del salón.
— Son unos perdedores —se escuchó algo como un golpe en la bandeja de disección sobre la mesa metálica y Peter volvió su vista al frente en seguida. El pobre Ned había tenido un sobresalto sobre su silla.
Peter chocó con la mordaz mirada de Loki, la cual le esperaba frente a su mesa. Notó pronto que el contrario había apuñalado a su rana con el bisturí, aunque, por una milésima de segundo, juró que el bisturí en realidad había atravesado el dorso de su mano. ¿Una ilusión?
Loki sólo iba de paso, y tras una sonrisa, tomó su bisturí de vuelta y rodeó la mesa para proseguir a los lavabos, llevando su material consigo: Loki ya había terminado su práctica.
— Tiene carácter —comentó Ned, llevando consigo la impresión todavía.
— No digas nada, Ned —el castaño frotó el puente de su nariz mientras suspiraba.
— ¿Tienes otra rana?
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