Lucy despertó en un lugar húmedo y oscuro, parecía ser una celda, le acompañaba Donovan en ese cuarto de reclusión. Recordaba perfectamente lo que había pasado, sentía que su esposo tenía la culpa, hubiera mejor comunicado su plan de escape y ella hubiera ayudad, igual eso ya no importaba, lo que tenían que hacer ahora era reunirse, entonces usó la comunicación mental pero no pudo sentir a Ray. 

—Maldita sea, algo me bloquea —dijo la mujer con cierto enfado.

Durante su pequeña rabieta, una persona llamó a la puerta de barrotes.

—Forasteros, el jefe de la tribu los llama —dijo un hombre de piel oscura cubierto en pieles de tigre, aunque este no tenía la imagen de ser un soldado o u  guardia. 

Resultó ser que Lucy y Donovan iban a ser juzgados por presuntamente invadir las tierras de aquél pueblo, y el que los llamaba era su interprete y abogado, además que había una barrera mágica presente en el tribunal y la cárcel que limitaba sus poderes.

—En vista de que ustedes han pisado nuestras tierras sin permiso, deben elegir entre dos retribuciones, la muerte o la caza del Dwaalende Dier, criatura a la que no hemos dado muerte —precisó el jefe de la tribu.

Los agentes de la Alianza no dudaron, cazarían a ese ser y se largarían del lugar antes de que la situación empeorara más.

Por otra parte, Liu apareció en medio de una calle empedrada con varios curiosos observándolo, al parecer aquella calle era un mercadillo, se escuchó el trotar de unos caballos y en ellos venían hombres que vestían túnicas y cargaban cetros, de los cuales emergía un extraño humo azul. 

 —Usted hombre, nos acompañará, queda bajo nuestro cargo debido al uso de magia en territorios del Regente Hechicero Arturo IV —enunciaron aquellos hombres mientras cargaban con indignación contra el Maestro Lumen. 

—Bien, no me da otra opción que enfrentarles, es hora de que vean el poder de un maestro en el Lumen —dijo con gallardía el hombre. 

Un poderosos Rayo Mental salió disparado, el ataque impactó contra uno de sus rivales, y los demás tomaron posición de pelea, por lo qeu Liu usó un Destello Aumentado para hacer que los caballos tiraran a sus jinetes, y así lo hicieron, los ecuestres quedaron aturdidos y los viejos habían caído, ahí todos levantaron sus cetro y convocaron a su regente para que él mismo viera la batalla.

Mientras tanto, Jean y Tomoko cargaban a un inconsciente Ray en busca de ayuda, hasta que se encontraron con una figura muy parecida a la humana, pero este individuo poseía orejas puntiagudas, para Tomoko no había duda, se trataba de un elfo.

—¿Les conozco? —dijo la persona.

—No señor, pero nosotros servimos a la Alianza Universal, si no, mire la placa  —decía Jean mientras sacaba de su cartera su identificación con su placa, aquello era algo fuera de serie...