♥ Hoy dos capítulos ♥

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Anteriormente...

Mira todo su rostro, sus ojos que tenían una tenue sombra bajo de ellos, un poco de color en sus labios ligeramente abiertos, nariz algo pequeña, cabía perfectamente en su mano todo su rostro, acariciaba bajo su pómulo con ternura, sin resistirse ni evitarlo, roza ligeramente sus labios con los de ella, un roce tierno besa sus labios con ternura entre los de él, suspirando y respirando hondo sintiéndose bien y completo por un momento, al dejarse llevar sin bloquear nada, la quería, no lo podía negar, pero esto estaba mal, y sería la última vez. Por su bien.—

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Habían pasado dos días exactos de lo que paso en el banco abandonado, ocasionado por la Manada de Alfas, Cora aún estaba un tanto débil pero se estaba recuperando al haber durado más tiempo encerrada en ese sitio, Zayn al estar menos tiempo y ser un poco más fuerte, se había recuperado del todo y había vuelto al instituto al ser del último año; agradecía no haber perdido mucho, en los días de repaso había recuperado las materias que había reprobado ante su ausencia.—

La loba se había recuperado del todo, ya no tenía ninguna cicatriz o marca en su cuerpo, pero estaba débil aun así, no con la misma fuerza ni vitalidad de antes, iba al instituto como método de distracción y rutina contando con el apoyo de sus amigos, Lydia, Allison y Stiles.—

A pesar que ellos estaban ahí para ella, en estos momentos se sentía sola y desplazada, Derek estaba muy distante, cuando se encontraba con él, la miraba fríamente y apenas le dirigía la mirada en los entrenamientos, viendo su poca fuerza o su repentina debilidad, le decía en sutiles palabras que no estorbara.—

Peter a pesar que no vivía en el loft, ahora estaba más tiempo ahí que en su propio apartamento en el centro, ocupando su antigua habitación que antes ocupaba.—

El moreno había cambiado de nuevo todo, la cama la había colocado pegada a la pared junto al ventanal con una mesa de noche, tres sillones largos llenaban el centro del loft con la mesa de reuniones atrás de este, la televisión ocupaba una mesa con gavetas y cajones, una sencilla mesa central italiana en el centro de los sillones y uno que otro sillón tipo puff de lona en forma de sillones aunque se amoldarse como cayeras sentado o semi acostado porque eran grandes, que habían traído los adolescentes de la manada.—

Al tercer día, Aysel se encontraba en el loft, no había querido ir al instituto, ni nada por el estilo, Isaac leía un libro sentado en uno de los loft, mientras el ex-alfa descansaba en uno de los sillones, Cora aun no confiaba en Peter, había escuchado lo que había hecho en Beacon Hills, aún no había hablado que le paso después y durante el incendio.—

Era unida a la alfa, la recordaba muy bien, era de pequeña su mejor amiga y confidente, a pesar que en ese tiempo Cora era más joven que Aysel, la menor de los Hale.—

Está ahora mismo se encontraba entrenando un poco ya que no podía quedarse tranquila y más cuando se sentía sin las mismas fuerzas.—

Aysel: —Me reuniré con Deaton hoy, petete....—dice sonriendo divertida, al acercarse a Peter y llamarle de ese modo para hacerlo rabiar, el castaño odiaba ese apodo que usaba la loba en el y como sabía que Peter la recordaba usaba el apodo que le decía de pequeña al no saber pronunciar la r en ese entonces.—

Peter: —No me llames así pequeña, te lo aceptaba a los 5 años, ahora no....—dice sonriendo negando con un dedo, la chica ríe por lo bajo, viendo a Cora en la cocina junto a un Isaac que había dejado de leer cuando la joven lobo entro a la cocina, tenía agallas a pesar del hermano sobre protector que tenía y que era su alfa.—

—¿Qué te preocupa?...—dice en voz baja solo para que ella y Peter solamente escucharan.—

Aysel: —Si te soy sincera....El lazo...—dice sin más del mismo tono, viendo sus manos juntas entre ellas apoyando sus brazos a nivel del codo sobre sus rodillas, suspira pasando sus manos por su cuello cerrando sus ojos.—

—De algún modo, la indiferencia y el trato de Derek me está matando estos días, no sé qué le paso para su frialdad...pero esto me está destruyendo y el como si nada, sé que no sabe de ello pero ni siquiera se ha acercado a preguntar o inclusive a decirme, no te ilusiones, no te quiero eres muy joven para mí y yo muy mayor, puede que te hagan daño por mi culpa, lo mismo de siempre...—dice con una tristeza en su mirada, Peter acaricia su mejilla con ternura, al verle afligida.—

—No entiende que todo eso no me importa, estuve años controlando esto, para poder ser fuerte y protegerlo ahora a él, que no muriera nadie, soy fuerte para nada, por su mirada de frialdad, que te hace doblegarte como si fueras débil e insignificante, inferior a el a pesar que soy una alfa, una loba nacida, este no es el Derek que yo conocía..—susurra con la voz ronca y rota, cerrando sus ojos sintiendo a Peter, abrazarle por los hombros, dándole apoyo.—

La mira preocupado y con una ira contenida que trata de ocultar con una sonrisa de apoyo hacia Aysel que se la regresa aunque forzada.—

Peter: —Te acompañare, y si es necesario, Derek tendrá que saber, aunque sea del mal modo, te protegeré aunque sea de mi propio sobrino.—dice mirándola fijamente y con una expresión de frialdad pero seriedad, estaba jugando con la vida de una joven fuerte por lo que le paso en su pasado, tomando nuevamente malas decisiones.—

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En el instituto de Beacon Hills

Estaba amaneciendo y los primeros en llegar eran los profesores, para estar listos a la hora que los estudiantes llegaran, por ley del instituto estar horas.—

Debían prepararse para su clase en su salón correspondiente o en el salón de profesores, por eso Jennifer Blake era de las primeras en llegar, caminando a paso pesado y nervioso, volteando cada cierto tiempo atrás de ella al escuchar un ruido, estaba sola en el instituto así que por ende no debería haber nadie, salvo el conserje, pero estaba nerviosa y con miedo desde ayer que había visto a esos dos seres intentar matarla o más bien comerla viva..—

Aparte del momento que tuvo con ese hombre extraño que la salvo de morir, apresuro el paso al seguir escuchando pisadas y ruidos de las taquillas de los alumnos, corrió el último tramo agradeciendo tener tacones no tan altos y cerró la puerta dándole la espalda a los ventanales, recarga su frente de esta suspirando aliviada al estar encerrada a salvo, o esa pensaba hasta que se giró dando un grito ahogado, al ver el mismo hombre que la salvo frente a ella, viéndole como un cachorro curioso, una mirada cautelosa y sin expresión en su rostro.—

La joven maestra tomo a su izquierda un palo de madera, fino y delgado, que se usaba para dar clases o señalar algo a larga distancia, apretándola entre sus dos manos, a pesar que temblaban alejándose un poco de la puerta, recibiendo una pequeña sonrisa burlona y divertida ante ese gesto.—

Derek entrecerró su mirada al verla como un animalito asustada, nada más con su presencia ahí, sintiendo su mirada de ella en él, Jennifer anoche no pudo fijarse mucho en él, en sus rasgos, y ahora le parecía atractivo, sus músculos se marcaban a través de la camisa de algodón que tenía manga larga a pesar que las tenía remangada, de color gris con los hombros y las mangas de color negro, y tres botones a nivel de esternón desabotonados, un pantalón negro y unas típicas botas militares.—

Lo veía erguido, seguro y serio a pesar que no tenía ninguna otra expresión, con sus músculos de sus hombros tensos y sus manos cruzadas hacia atrás, le miraba impasible, esperando, ahora ella misma se sentía tonta al estar con ese palo de madera cuando este hombre atractivo que le atraía de algún modo, había peleado si se podía decir contra dos extrañas personas que lo dejaron en un mal aspecto ayer por lo que vio a medias o recordaba, ahora estaba frente a ella como si nada, que ahora se sentía inferior y nada bonita, un vestido rojo hasta por encima de la rodilla con unos botines marrones y un suéter de algodón color rojo claro casi rosado no era su mejor conjunto y menos al verse dejado lacio el cabello con ondas disparejas.—

J: —¿Qué quieres?....—musita acercándose lentamente con cautela, quedando a cinco pasos de Derek, aun apretando el bastón de madera entre sus manos, sonrojada y un tanto tímida, viendo al moreno que estaba impasible y neutro esperando.—

—¿Vas a amenazarme?...—musita un tanto cohibida y intimidada con esa mirada.—

—¿Decirme que nadie va a creerme?...—sonríe nerviosamente, un tanto ladina más para ella misma que para el..—

—¿Tratar de asustarme?..—dice en voz baja, ya desde ayer estaba nerviosa y a duras penas había podido conciliar el sueño, pensando en otra cosa, le mira con el miedo y pánico reflejado en su mirada.—

—¿Vas...a matarme?...—dice en voz pausada y con miedo levantando un poco el bastón en posición de ataque, por si acaso.—

El moreno le mira fijamente, y entrecierra un poco su mirada, sonriendo de lado, en una pequeña sonrisa divertida por su acción, mirando un tanto al suelo se acerca un paso con cautela para no asustarla.—

Derek: —Solo quería saber y ver por mí mismo si estabas bien.—dice sin más sin dejar de mirarla a los ojos inclinándose un poco hacia adelante, como si le hablara a una niña, aun con ese brillo divertido en sus ojos, ganándose una sonrisa tímida de Jennifer, que a pesar de todo le gusto al ojiverde, tenía algo que le atraía.—

J: —¿Físicamente o emocionalmente?...—dice llevando su mirada al techo, como pensativa y chasquea los labios, en una mueca de no saber cómo explicarle sin el toque humorístico que usaban los profesores.—

—Estaba bien emocionalmente antes de todo esto y según mi terapeuta yo...—sonríe conteniendo una risa, apretando sus labios en una fina línea, sonriendo más abiertamente y sinceramente.—

—He estado inestable por un tiempo...—dice aun mirando varias veces al suelo, sin poder mantener la vista en esos ojos verdes brillantes un verde tan claro y único, intimidan, carentes de emociones, un muro a pesar que decían que los ojos eran las ventanas al alma, este no era un muro imposible de derrumbar, ojos vacíos sin sentimiento alguno o que fuera muy fácil de hacerlo flaquear o derrumbarlo.—

Derek: —Creó que vas a estar bien.—Se acerca a ella, a dos pasos extiende su brazo y toma el bastón de madera con su mano derecha en un tacto suave, dejando que ella se lo entregue fácilmente y voluntariamente, aun con la sonrisa ladina, entre sus manos apretándolo un poco lo analiza, deslizando su dedo índice por su textura, sintiendo como sus latido frenéticos se calman un poco.—

J: —De algún modo no se que hacer, en una hora están por llegar un total de doscientos adolescentes esperando que les dé un tema entretenido o emocionante sin aburrirlos y no tengo idea de lo que diré.—se encoge de hombros, un tanto desesperada, apretando sus dedos de la mano derecha con la izquierda, aun nerviosa.—

Derek: —Bueno, ¿Por qué no empiezas por decirles que es una alegoría para el Macartismo?—dice sin más, aun pasando sus dedos por el bastón de madera, sorprendiendo un poco a la profesora, que abría y cerraba un poco su boca, sin saber que decir o no le salían las palabras.—

J:—¿Es una forma de decir para que no diga nada?, porque si es si te lo prometo no diré nada.—dice rápidamente y nerviosa moviendo su mano izquierda en un movimiento de negación pero sincera ante las palabras del ojiverde, para que confiara en ella y no mentía, fuera lo que fuera ese enigmático hombre frente a ella.—

El alfa sonríe un poco más, una pequeña sonrisa viéndose a duras penas, pero ahí estaba, acercándose lentamente fijando su mirada en el bastón toma la mano de Jennifer suavemente, sintiéndola estremecerse le entrega el objeto en sus manos, sin mostrar ninguna expresión..—

Jennifer se rueda un poco al lado derecho para darle paso, apretando el bastón contra su pecho junto a la mano que tomo el moreno, sintiendo cuando abre la puerta, nerviosa y sonrojada se voltea rápidamente.—

J: —¿Quién eres?...—dice interrogante y curiosa, viendo la espalda del hombre que la salvo marcarse entre los pliegues de la camiseta que se pegaba a su torso.—

Derek: —Soy Derek....—dice el alfa, volteando un poco su rostro mirándola por sobre su hombro, para seguir su avance, quería saber cómo estaba Aysel, se había comportado de una forma denigrante hacia a ella, solo por intentar ocultar ese calor en su pecho que nacía cuando estaba con ella, intentando controlar a duras penas a su lobo, que gruñía y se removía de ira, queriendo estar cerca de Aysel, sentirla y saber que estaba bien, era como pelear contra el mismo, que así era, mantendría la expresión pero trataría de ser como antes con ella, a pesar que le doliera, no significaría nada más.—

J: —Jennifer....—dice rápidamente la joven maestra, levantando su mano sin saber si Derek la había visto o no, ya que se había volteado y avanzado a la puerta, el alfa sonrió un poco más, entrecerrando su mirada, cierra la puerta tras su espalda lentamente y Jennifer sonríe un poco acariciando el bastón entre sus manos.—

A las horas, que empiezan las clases en el instituto, los chicos estaban corriendo una maratón que había preparado el entrenador Finstock, ya que a pocas semanas había una maratón fuera de Beacon Hills y estaba preparando a los mejores.—

Scott corría en un trote lento junto a Stiles, que respiraba agitado y cansado, Isaac se había adelantado, eso era mala señal para el latino, ya que veía como intentaba alcanzar a un par de gemelos, que sonreían divertido provocando de nuevo, llevaba tiempo que nos los veía y ahora aparecían como si nada, aumento el trote para alcanzar a Isaac y evitar una locura.—

Isaac: —¿Qué pretenden?...—dice el beta gruñendo en el suelo, aprisionado por la mano de Aiden, encima de él que le sonreía burlón, con sus ojos alfas activado, eran diferentes ya que todo el iris era rojo brillante y la pupila era negra, haciendo resaltar sus ojos alfas y su poder, apretaba con sus dos manos su muñeca con la mano que le sostenía, activando sus ojos ámbar gruñendo con furia e ira, queriendo vengar a Erica, le había prometido a Boyd que la cuidaría si a él le pasaba algo.—

Aiden: —Solo divertirnos con un débil beta de la Manada de Derek Hale, si se puede llamar manada.—dice sonriendo divertido y burlón, Ethan se acerca sacando sus garras lentamente ante la mirada atenta y nerviosa de Isaac, tal vez fue mal idea enfrentarse a dos alfas el solo.—

Ethan: —A Aiden le gusta ser un poco suave a veces, en mi caso no y ahora mismo no quiero serlo contigo, no estoy de humor.—dice en voz ronca y gruesa, gruñendo apretando sus caninos con fuerza..—

—Esto por poner a nuestra hermana en contra nuestra...—susurra Ethan apunto de rajar el cuello de Isaac, sintiendo una mano apretar su muñeca quebrando el hueso al instante, Scott le mira fijamente y muy serio, frunciendo el seño le golpea con fuerza en su rostro mandándolo unos centímetros lejos, había oído el hueso de la mandíbula quebrarse.—

Scott: —Es muy bajo que luchen dos contra uno, tengan un poco más de moral...—dice con burla, respirando un poco agitado por la carrera y el esfuerzo, mira a Ethan que se incorpora, mirándole con sed de sangre ajustándose con su mano izquierda y su mandíbula, apunto de atacarse entre ellos, oyendo un grito cerca, se detienen mirando en la misma dirección..—

Stiles pasa entre ellos corriendo al lugar, cerca de un roble torcido, había un cuerpo ahorcado, golpeado en la cabeza y amarrado al tronco, pálido.—

Stiles mira a su mejor amigo preocupado junto a Isaac que se fija como los gemelos cerca de ellos miran el cuerpo, asustados y sorprendidos se miran entre ellos en una comunicación silenciosa, el castaño les hace una seña para alejarse oyendo la sirena de su padre y una ambulancia a lo lejos.—

Stiles: —¿Saben lo que esto significa? Otro patrón, otro sacrificio.—dice señalando al chico del árbol.— 

—Y por lo que he visto los gemelos están muy asustados.—dice moviendo sus manos en un gesto muy claro de no hay discusión, el beta le mira frunciendo el seño.—

Isaac: —Por si no te acuerdas, ellos son parte de la Manada de Alfas, abandonaron a Aysel a su suerte y nos culpan porque ella no se les une, Deucalion la quiere, al igual que Derek y Scott.—dice cruzado de brazos mirando a Stiles y a Scott, entre los dos le miran, uno suspira agotado y el otro queriendo golpearle aun sabiendo que se recuperaría, oyen un grito de una chica.—

¡Kyle no!.—ahoga un sollozo, retenida por los oficiales, una chica rubia viendo el cuerpo identificado por cómo le llamo la chica, ahora recordaba quien era.—

Scott: —Se quién es, llevo a su perro a la veterinaria y desapareció dejando su carro y el perro ahí.—dice al fijarse que fue ahorcado por el collar de su perro, ganándose una mirada de reproche de Stiles apretando sus manos en su cintura.—

Stiles: —Scotty, que te he dicho de esconder información CRUCIAL.—dice lo último en voz alta, a pesar del súper oído de su mejor amigo, refunfuñando en voz baja camina de regreso al instituto seguido por los dos hombres-lobos, totalmente callados.—

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Deaton: —¿Desde cuándo sabes que eres su mate?..—dice mientras organiza unos frascos en un baúl de madera..—

Aysel suspira cruzada de brazos agarrando un poco de calor, tenía un vestido rojo vinotinto ceñido por un cinturón negro en su cintura, botas color crema junto a la chaqueta del mismo color, con correas en los laterales, un mechón de su pelo hacia una semi-clineja a un lateral derecho de su cabeza, y el resto suelto tapando un poco su lado izquierdo, una sombra en sus ojos negro resaltando, haciendo que brillaran más; acariciaba su dige atado en una choker de cuero fijo a su cuello.—

Aysel: —Desde que conviví con ellos unos cuantos años....—dice la loba lentamente para continuar..—

—De pequeña, cuando mi madre vivía fue amiga de Talia Hale, estaba empezando una relación con mi padre pocos años después que lo conoció siendo los tres jóvenes, que estaba visitando a la Manada Hale, para afianzar los lazos, se habían separado porque mi papa se mudó a Francia, y cuando regreso fue por mamá, al año quedo embarazada de mi...—dice recordando lo que le contaba su padre de su madre, ya que cuando creció apenas se acordaba de ella.—

—Mentí a la manada en algunas cosas, a los 5 años perdí a mi madre por unos cazadores, pensando que ella era una mujer-lobo al haberme dado luz, a una loba de nacimiento, el segundo caso de la unión de un hombre lobo y una mujer humana.—dice Aysel mirando a Peter, que le mira un tanto sorprendida.—El primer caso fue...

Peter: —Derek...Solo que fue al revés....—dice interrumpiéndola y completando la frase apoyado de la pared, a la par de ella, apretando sus brazos cruzados a su pecho provocando que se marquen en la camisa verde oliva que tenía; la loba sonriéndole tristemente asintió.—

Aysel: —Y fue aquí en Beacon Hills, no fue en Francia.—dice seriamente apoyándose de la mesa de metal que la separaba de Deaton.—

—Fueron los Argent siguiendo el código, aunque había una de ellas que lo hacía por su cuenta y la misma que asesino a la Familia Hale.—dice levantando su mirada lentamente reflejando todo el odio contenido mirando a Alan Deaton que le miraba impasible y tranquilo, cruzado de brazos.—

—Kate Argent....—dice con veneno en cada palabra que dijo, con mucho odio, negando apretando sus manos con fuerza sobre la mesa.—

—Así que mi padre se ocultó un tiempo sin su manada, en la Mansión de los Hale, ahí conviví con Cora, Laura y Derek, más bien con los dos últimos, ya que Laura estaba siendo preparada para ser alfa, no conocía Derek hasta que cumplí los 6 años, mi padre dice que estaba junto a Talia en ese momento y vio cuando mis ojos cambiaron al color de ojos de Derek, el mismo tono, yo estaba confundida pero lo admiraba, nos cuidábamos mutuamente yo tenía 6 años y él tenía más edad, Cora tenía mi misma edad, así que convivíamos bien a pesar que era muy inquieta y trataba de ser como Laura y Derek, dicen que cuando tus ojos cambian de color a otro, es al color de tu pareja destinada, a Derek le paso igual, desapareció a los meses cuando nos habíamos unido, el me regalo este dige como último obsequio de cortejo, un cortejo que desapareció por los años que tuve alejada...—dice en voz baja acariciando el dige..—

—Esto fue una muestra de promesa que nos encontraríamos a los años cuando volviera a Beacon Hills, nos tuvimos que ir por unas manadas de alfas que estaban de paso, una de ellas había cometido asesinatos y sus betas habían atacado a los Argent rompiendo el código, pensaban que era mi padre el que ocasionaba todo esto, y tuvo que tomar la decisión de irnos, Talia dijo que no estaban seguros aquí, ni él ni yo.—dice apretando sus ojos.—

—No pude despedirme de Derek, supe cuando llegamos a Francia que le habían borrado todo recuerdo de nosotros a los Hale, a cada uno para que no lo torturaran y dieran con nuestro paradero, hasta a los humanos de la manada, Derek no me recordaba y mi padre se encargó de hacer lo mismo conmigo, pero el dige nunca me lo quite y recordaba esa promesa, al otorgarme el título de alfa antes de morir, dejando que muriera por mis manos. Levanto su mano derecha apretándola, dejando brillar sus ojos alfa.—

— Recordé todo, teniendo nada más 12 años siendo una alfa inexperta, sin ninguna manada ningún padre, una alfa prácticamente siendo omega, los betas de mi padre habían otorgado su chispa y él me otorgo todo a mí, como lo que hizo Deucalion, Kali y Ennis, solo que los beta fue voluntario, vague sola por mucho tiempo, estudie y trabaje, a pesar de tener la herencia de mis dos padres, en un ataque Aiden y Ethan me encontraron, me adoptaron por así decirlo después que habían asesinado a toda su manada y nos cuidamos entre nosotros, huyendo de la Manada de Alfas, ellos eran Omegas y se habían unido a esa manada por tener donde quedarse, yo me sentí identificados con ellos a pesar que era una alfa, me sentía una Omega....—dice Aysel jugando con sus dedos...—

—En el tiempo que estuve en Francia y viajando, pensé en volver a Beacon; mi padre tenía un libro especial, como el bestiario de Gerard Argent, pero este era donde contaba cosas de su travesía, experiencias a través de los años, incluso de los mate, en esas notas me dijo que paso conmigo cuando era joven, recordé a Derek, lo que sentí, mi loba aulló de felicidad cuando recordé todo esa noche, parte de ella estaba dormida, queme ese libro para que no supieran quien era mi pareja destinada, de quien era mate, a pesar de no tener la unión, sentía que algo malo pasaba, todo estos años se fue intensificando...—dice sin más, cerrando sus ojos suspira y se sonroja, con sus ojos cristalizados, se baja la chaqueta dejando ver la marca.—

—Después ese día, Derek sigue sin saber que me marco...—dice acomodándose de nuevo la chaqueta.—

Peter: —Y mi querido sobrino, la rechaza sin darse cuenta que está ocasionando, tratándola con inferioridad.—dice uniéndose a la conversación, aun cruzado de brazos tenso, para no cometer una locura y destrozar algo de la veterinaria, por la ira que tenía, el enojo para golpear a su sobrino y lo terminaría haciendo con lo que había a su alrededor.—

—A pesar de mi mala reputación de tío asesino, psicótico, loco que asesino a gente por razones que Aysel ya sabe, aun así la aprecio y quiero.—Siendo sincero sin mentir, viendo fijamente a Alan que enarca ambas cejas por sus palabras.—

—Ablando mi corazón cuando estaba en la Mansión Hale.—Se encoge de hombros.—

—Una hija que no tuve nunca, está siendo lastimada.—La loba toma su brazo para que guarde silencio, mirándole fijamente, viendo cuando se echa para atrás, en una pose de respeto, bajando un poco la cabeza.—

—Le doy mi chispa, para que sea más ágil, más fuerte y cure más rápido, las heridas que le provocan no las siente, solo un cosquilleo, pero yo lo recibo como si me hubiese puesto al frente, mi loba y yo estamos desesperadas para que él nos acepte, pero la unión pende de un hilo y si yo muero...—dice mirando a Deaton fijamente preocupada, viendo cómo se descruza de brazos, esperando la respuesta interrogante ya que no había visualizado realmente una unión de parejas que uno de las contrapartes quisiera romper el lazo, con Talia y Damon, el papa de Derek, las dos partes se aceptaron entre ellas e hicieron la unión como se indicaba.—

Deaton: ¿Eres una chispa?...—susurra sorprendido, recibiendo una afirmación de parte de la loba que continua...—

Aysel:—Si, así es. Recibirá toda mi chispa y perderá por completo su parte humana, siendo un lobo con mucho poder fuera de control, sed de sangre y queriendo venganza a la pérdida de su mate, se convertirá en Peter doblemente peor y más poderoso, arrasaría con todo Beacon Hills.—dice Aysel, ganándose una mirada sorprendida de Deaton y asustada de Peter, ya que no recordaba esa parte.—Y morirá ante la perdida...Por eso, necesito que hables con él, como su emisario.—dice suplicante, recibiendo una mirada preocupada de Deaton, pensativo entrecierra sus ojos asintiendo.—

Deaton: —No dudes de ello y más si implica algo tan delicado.—dice sutilmente sin pizca de humor completamente serio, mirando a ambos lobos.—Pero será duro para lo que se avecina...

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Capitulo largo

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