Capítulo 3.- Conoce a Nathan Leavenworth

Graciela lo podía ver en aquellos ojos que resplandecían, Cindy no se esforzaría en cocinar algo decente, se quedaría sin trabajo, y Graciela tendría que aguantar las consecuencias. No, ya pasó más de la mitad del año pasado manteniendo a su amiga, así que no dejaría que se quedara sin trabajo, sin contar ese otro motivo que la tenía allí con afiches de Mr. Bean, alentando a Cindy.

—Creo que ya gané —susurró Roger al oído de Graciela, haciendo que pegara un brinco del susto.

—¿Qué haces aquí? —gruñó Graciela alejándose de él.

—¿Qué crees que hago? Vine a cuidar mis intereses. Te dije que ganaría. Nada más mira los ojos de siervo alumbrado que tiene Cindy, ya cayó por ese tal Florecita.

—Florente, es Florente. Y no dejaré que ganes, claro que no.

Graciela comenzó a caminar hacia las estaciones de servicio, notando en el camino que más de una de las mujeres presentes estaban haciéndole ojitos a Roger, y él estaba más que encantado con ser el centro de atención.

"¡Agh! Y siempre tiene que estar con esas musculeras que le tapan nada".

No podía creer que las mujeres cayeran tan rendidas por ese descerebrado tras ella, pero al fin y al cabo, ella también había caído. Sacudió la cabeza para dejar de pensar en tonterías e ir tras su objetivo inmediato.

***

Nathan tomó las últimas fotografías, y Sebastián ya tenía la campana de bomberos en sus manos, listas para anunciar el inicio de la competencia, de verdad estaba emocionado por lo primero que le habían dejado hacer como socio de la compañía.

La cuenta regresiva había comenzado, y en solo dos segundos la campana sonaría. Tres de los chef estaban listos con sus cuchillos, mientras que una de ellos, se encontraba con la cabeza totalmente volteada hacia el chef a su lado.

—¡Tiempo, tiempo! —gritó Graciela llegando dónde Cindy y jalándola bruscamente—. Es algo urgente, prometo no demorar mucho, lo prometo.

Sebastián le sonrió a la chica linda frente a él. Era rubia y muy hermosa, así que no le importó ser interrumpido, lo que no ocurrió con Charles.

—Me parece una falta total de respeto, descalificada de inmediato —sentenció.

—¡No! —gritó Nathan llamando la atención de todos—. Es que... nada mejor que ver el desenvolvimiento de todos en la cocina, de todas formas no será mucho tiempo.

—Sí, además la chica es linda —comentó Sebastián sonriendo.

—¡¿Quién?! —preguntó Charles escandalizado, no podía estar refiriéndose a la acosadora de feos.

—La rubia, ¿quién más sino ella?

Todos asintieron.

***

—¿Acaso no es feo ese chef? —preguntó Cindy con emoción.

—Sí, mucho, pero...

—¡Lo amo! Ya desde hace tiempo saqué a los chef de mi lista de estándares, pero él es tan... tan... Lo quiero Graciela, él puede ser para mí.

—Tienes que concentrarte en ganar, Cindy si no lo haces tú...

—¡¿Ganar?! Jamás, ya te dije que quiero algo con él, no podría ganarle.

—Los hombres ahora quieren a las mujeres guerreras, esas que se le hacen difícil de superar. Él, el gran chef Florente no querrá salir con una perdedora que no sabe cocinar. ¿Recuerdas la vida de Alberth Einstein? ¿De quién se enamoró?

—De la chica inteligente.

—Exacto. Un chef se enamorará de una excelente cocinera que le tenga una deliciosa comida caliente en la casa. ¿Entonces qué vas a hacer?

—Perder, y darle mi número. Le ofreceré sexo fácil y no podrá decir que no.

—¡No! —Graciela ya tenía la vena de su frente tan hinchada que pronto palpitaría por su cuenta. —Por eso es que ninguna relación perdura, no puedes ser tan fácil, lo que fácil llega, fácil se va. Tú mostrarás cuan astuta eres, ganarás y entonces él se enamorará de ti. Te lo digo yo que sé de hombres.

—Pero estás sola y babeando por Roger.

—Cindy mejor no hables, solo obedece. Si ganas tendrás trabajo, dinero, una posible entrada a la premier de la última película de Mr. Bean y de paso novio.

—No le hagas caso Cindy —intervino Roger llegando a su lado—. Yo soy hombre, y los hombres odiamos a las mujeres que se la dan de autosuficientes, no hay nada que amemos más que ser los héroes, todo poderoso. Gana y habrás perdido a el mejor pretendiente que tendrás jamás.

—¡Roger, cállate! Cindy eso no es cierto, él solo quiere confundirte, ¿quién es tu mejor amigo, él o yo?

Pregunta difícil. Cindy comenzó a titubear y Graciela rodó los ojos.

—Es hora del plan b. Vine preparada querido Roger.

. Graciela sacó su celular y le dio play a un video que mostraba un fragmento de la comiquita de Mr. Bean, justo en el baile final. Los ojos de Cindy se humedecieron y Roger supo que había perdido.

—¡Quiero conocerlo! —gritó llorando.

El grito llegó hasta oídos de los ejecutivos que voltearon a ver abismados la escena.

—Shu, no grites. Yo sé que quieres conocerlo, y solo podrás si tienes trabajo.

—Pero sí lo veo a mi lado no podré ganarle, sé que no podré —concluyó Cindy triste. Su obsesión por conseguir el amor verdadero, era más grande que la de conocer a su ídolo.

—Y aquí entra mi plan C. Vine preparada para todo.

Graciela sacó unos lentes de caballo y los ajustó en los ojos de Cindy.

—Con esto no podrás ver a los lados.

Roger de verdad usó toda su fuerza de voluntad para no morir de la risa. Graciela estaba satisfecha, y una Cindy más segura volvió a su estación de trabajo.

—¿Qué es eso? —escupió Charles atorándose con su bebida.

—No lo sé —comentó Nathan, también sorprendido.

—Bueno... creo que... —Sebastián tartamudeaba, tampoco encontrándole una explicación a las cosas que llevaba la sous chef en el rostro. —Ya debemos empezar, a la cuenta de tres deberán preparar una entrada, un platillo principal y un postre, tienen una hora.

La campana sonó, y los chef se dirigieron a la zona de ingredientes para preparar sus especialidades.

Cindy en su poca visión, logró ver unas grandes anclas de ranas, y unos hermosos sesos, más allá estaba un bagre, un pescado con bigotes y dientes, que estéticamente era muy feo, pero que era de los favoritos de Cindy. Ya estaba emocionada colocándolos en su cesta, pero Graciela se apareció frente a ella.

—¡Cindy! Recuerda que debe ser lindo, trabajo es trabajo, el trabajo es sufrir y hacer lo que a uno no le gusta. Suelta esas anclas, devuelve esos sesos, y ya vi tus intenciones, ni se te ocurra pensar en ese pescado feo.

Cindy dio una patada al suelo, pero obedeció. De mala gana tomó un pollo grande, algo de tocineta, unos champiñones, crema de leche, huevos, y diversas frutas.

***

La hora se fue volando y Cindy estaba al borde de las lágrimas, tenía la piel erizada de ver la hermosura que estaba creando.

Sabores que se complementaban, colores que resaltaban, cada ingrediente perfectamente empleado, sí, todo era una pesadilla para ella. Podía comparar el sentimiento a cuando Graciela la obligó a ver a Channing Tatum bailando en Magic Mike.

Graciela estaba que lloraba de la emoción, en cambio Roger ya se había tomado decenas de selfies y anotado el número de otra docena de chicas. Revisó su cuenta en Instagram y ya contaba con cien seguidores más, no podía ser una mañana más productiva para el rey de las redes sociales.

Los chef principales presentaron sus platillos, y todos estaban embelesados con los deliciosos aromas que emanaban de los platillos. Un perfecto souflé de chocolate blanco hizo que Graciela literalmente babeara. Roger no se aguantó y se posicionó detrás de los jueces para comer todo lo que ellos dejaban, aunque estos jueces no eran como los de la televisión, que probaban poco y continuaban, estos casi que con el dedo limpiaban el plato, a excepción de Charles, quien comía con extrema finura, así que Roger supo que ese era su tipo, y todo lo que Charles dejaba, Roger disimuladamente se lo quitaba y comía.

Llegó el momento de Cindy. Los meseros llevaron sus platos y ella con grandes lágrimas se posicionó frente a la mesa, se quitó los lentes y de verdad los platos frente a ella eran tan hermosos que no soportaba verlos.

—¿Qué le ocurrió? ¿Algún error? —preguntó uno de los ejecutivos, un señor de muchas canas y mirada fuerte.

—No, o todo. ¿Acaso no lo ve? ¡Es tan hermoso! Y sabe bien. —El llanto se hizo más fuerte. Algo que caracterizaba a Cindy es que su llanto no podía ser más escandaloso, era algo que tenía desde que era un bebé.

—¿Entonces llora de felicidad? —preguntó Charles.

—¡Felicidad! ¿Puedo estar feliz de esto? Es tan lindo, que es ¡Agh! Es... es...

Graciela llegó y cubrió la boca de Cindy con su mano.

—Ustedes solo disfruten la comida —dijo, llevándose a Cindy a un lado.

Charles miró los platillos frente a él y se veían provocativos, pero reviraba a mirar el ataque de pánico y asco que tenía Cindy Love, y todas sus ganas de comer se le iban.

Nathan fue el valiente en llevarse a la boca el primer canapé de champiñón al ajillo. Cindy hizo hasta las pequeñas piezas de pan de orégano, las untó con una mantequilla de mostaza blanca, y cubrió con hermosos champiñones salteados en ajo y perejil, lo extra era una espuma de huevo y pimienta. El sabor era glorioso, y tanta era la cara de satisfacción de Nathan que todos se animaron a comer.

El plato principal era un pollo en crema ahumada de vino y champiñones, relleno con verduras. Una delicia de la que Charles comió poco, solo para no reconocer que la loca sabía cocinar. El postre era una ligera Pavlova, se derretía en la boca, y los sabores cítricos la refrescaban.

***

—El chef Florentino es el mejor —comentó uno de los ejecutivos.

—De acuerdo, él será el nuevo chef principal —concordó Charles—. En cuanto al sous chef.

—La mejor fue la señorita Cindy Love —agregó otro.

—Pero... es mentalmente inestable —debatió Charles. Sería un error tener a esa loca en la cocina.

—Pero como organizador del evento, debo decir que las reglas estaban claras, el mejor chef ganaría, y ella fue mejor, aunque ahora esté tan abatida.

Fue una discusión ardua, pero lograron llegar a un conceso que no fue para nada del agrado de Charles.

—Luego de probar sus platillos hemos decidido que el chef principal será Florentino Di Silvestre, felicitaciones.

Florentino agradeció con una leve reverencia, pero en cambio el antiguo chef maldijo y en su ira lanzó un cuchillo que se clavó prolijamente en la grama a los pies de Charles. Todos se quedaron sin habla viendo como el chef dejaba el recinto. Cindy fue la única que sonrió ante tal acto.

—Continuando —carraspeó Charles—. El sous chef será Cindy Love.

Florente solo bajó la mirada y comenzó a recoger sus cuchillos. Graciela gritó de la emoción y Roger no dejaba de prestar atención al plato de plavlova que Charles aún conservaba en sus manos, y que nada que soltaba, era el único platillo que Roger aún no había podido probar, y él amaba los postres.

Cindy que antes estuvo sonriendo, ahora era un mar de lágrimas. Graciela le repetía al oído que había ganado, y eso era tan inadmisible para ella. Lo mismo le pasó cuando se graduó de la preparatoria y ni se hable del ataque que le dio cuando recibió su título en la escuela de cocina. Era un día negro para Cindy Love.

Alejando a Graciela y limpiando sus lágrimas decidió acercarse a Florente antes de que se fuera.

Charles justo se había acercado a Florente para darle las gracias por haber ido, y Roger estaba como sombra de Charles sin quitar la vista de encima del plato con postre.

—Hola —dijo Cindy tímida—. Soy Cindy Love.

Florente alzó la mirada, pero con poco interés en la conversación volvió a concentrarse en guardar sus implementos de cocina.

—Yo quería saber si te interesaría salir conmigo, en una cita —agregó.

—¿Contigo? ¡Jamás!

Terminó de guardar todo en un bolso, con el ceño totalmente fruncido. Cindy no supo que decir, se dio la vuelta para irse a llorar sus penas, pero hay otra cosa particular en Cindy Love, cuando alguien que se sale de sus estándares la rechaza, ella actúa de forma un tanto... abrasiva.

Florente creyó que se iría del hotel, derrotado por una mujer rara con lentes de caballo, y rechazando de forma grotesca a la misma mujer, pero en cambio un fuerte empujón lo hizo caer en la piscina tras él.

—¡Imbécil! —gritó Cindy contenta de ver su obra de arte.

—¡Cindy! ¿Qué hiciste? —gritó Graciela.

Charles estaba al lado de Florente, así que el primero en caer a la piscina fue él. Roger solo pudo ver el delicioso postre sumergirse en las azules aguas y no escatimó en lanzarse tras él.

Lo peligroso no era que los implicados supieran nadar o no, sino que una gran pieza de plástico cubría la superficie de la piscina, debido a que no pensaban usarla.

Roger veía el plato de postre y estaba esmerándose arduamente en quitar ese plástico y liberarlo, pero cuando lo tuvo en sus manos, supo que ya no había nada que pudiera comer, triste lanzó al plato de nuevo al agua, pero notó que muchas personas se aglomeraban a la orilla de la piscina y no dejaban de gritar, entonces notó a un hombre muy cerca de él que luchaba por salir de la gruesa pieza de plástico, ahora dándose cuenta de la urgencia de la situación, hizo todo lo posible por romper el plástico y sacar al hombre de traje.

Fueron minutos angustiosos y vitales, aunque Cindy no lo notó así, ella no entendía a qué se debía tanto alboroto. Florente por haber caído de segundo, salió más rápido, pero Charles realmente estaba envuelto en esa capa que no lo dejaba respirar.

Charles vio la vida pasar frente a él, pero alguien lo trajo de vuelta, jalándolo porel cuello de su camisa.

Roger no podía estar más contento de ser el héroe del cuento. Tenía al tipo de traje tosiendo y pataleando, a su lado, y no dudó en sacar su celular a prueba de agua y tomarse una foto con el hombre ahogado.

Charles de verdad estaba desorientado, todo lo que veía era azul y pequeñas pintas de colores, agitaba sus manos intentando tocar algo más que agua, y solo sentía que lo continuaba jalando del cuello hasta el punto de casi ahorcarlo. Logró enfocar la vista para ver a un hombre joven, sin camisa que le sonreía, al parecer era él quien lo sujetaba. No pasó ni un segundo cuando escuchó la voz de Nathan.

—¡Una foto! —gritó Nathan. Era excelente material para el periódico.

Roger jamás desperdiciaría una foto, así que para hacerla más dramática volvió a hundir a Charles en el agua, para volver a sacarlo fingiendo cara de preocupación.

Charles salió tosiendo efusivamente y dando golpes por doquier para liberarse de quien fuera que quería matarlo.

—No salió —gritó Nathan—. La cámara enfocó una gota.

. —Dime cuando y la repetimos —dijo Roger intentando esquivar los golpes de Charles.

—¡Ya!

—¡No!

El grito de Charles se vio callado dentro del agua. De nuevo estaba siendo ahogado, y sin esperárselo volvió a sentir el aire. Tosió y tosió, hasta que lo soltaron.

Nathan le indicó a Roger que la foto estaba lista, así que este soltó a su víctima.

—Te salve la vida hermano —expresó Roger sonriendo, cuando las mirada de Charles chocó con la suya.

—¡Salvarme! Imbécil, aléjate.

Charles empujó a Roger y salió como rayo de la piscina.

—No te pongas así, merezco un premio, yo...

—¿Trabajas aquí? —preguntó Charles molesto, enfrentando a Roger.

—No, soy amigo de la Cindy.

Señaló a la acosadora de feos y esa era la chispa que necesitaba para alejar a ese fenómeno de su vida.

—¡Despedida! —gritó con todo su ser. Hasta se sintió bien después de hacerlo.

Cindy se señaló así misma con el dedo, no creyendo lo que escuchó, y Charles burlón asintió.

—¡Ay, no! ¿Ahora sí va a despedirme? ¿Ahora? ¿Luego que perdí mi dignidad, mis valores y la oportunidad de tener algo de acción la noche de hoy? —Cindy tenía un cuchillo en sus manos, no es que pensara usarlo, solo lo estaba guardando cuando Charles le dijo que estaba despedida, y ahora se notaba aterradora con el. —No muñequito de torta, pequeño Ken californiano, tú no me vas a despedir ahora, porque lo único que me queda es ver a Mr. Bean, y no te interpondrás en ello. —Señalaba inconscientemente con la mano que tenía el cuchillo y la punta casi rozaba el rostro de Charles.

—Contratada —susurró Charles con la voz quebrada.

—Así está mejor.

Cindy tomó sus cosas y se fue. Graciela no podía estar más avergonzada y Roger solo estaba pendiente de subir su selfie en la piscina a Instagram con la descripción de: Salvando a un pobre hombre. Su número de seguidores crecería exponencialmente ese día.

—¿En qué me he metido? —exclamó Charles aterrado.

Nathan le palmeó la espalda en señal de apoyo. Aunque toda esa situación se le hizo de lo más divertida.

***

—Señor Nathan Leavenworth —llamó su no tan querido jefe, el licenciado Jasper Green—. ¿En dónde estuvo en todo el día?

Había vuelto al edificio sede de unos de los periódicos más grandes a nivel mundial. Él orgullosamente trabajaba allí, aunque no estaba en una buena racha.

—Licenciado, estuve en el hotel Kingdom House, van a remodelarlo, un nuevo lanzamiento, estuve cubriendo eso.

—Su padre arriesgaba su vida en cada artículo, siempre estuvo en el núcleo del caos, y usted atiende la remodelación de un hotel —comentó con sorna.

"Por eso está muerto". Pensó Nathan.

—Usted mismo me cambió de departamento, licenciado.

—Nathan desde que su padre murió ha perdido el rumbo, pintaba ser un periodista excepcional, en cambio redacta un artículo más soso que otro. No importa el departamento en el que se encuentre, el que es grandioso lo es hasta redactando los obituarios. Porque estimaba a su padre haré esto; tiene hasta mañana para traer a la reunión una historia interesante, ¿está claro?

Nathan asintió.

—Si no hay nada que llame nuestra atención, estará despedido.

Jasper Green salió de su oficina y Nathan pegó la frente en el escritorio. Sí desde que su padre murió en un bombardeo en el medio oriente, él se volvió temeroso, pero, ¿podían culparlo? Su madre no hacía más que rogarle que no siguiera los pasos de su padre, que no la dejara sola, estaba su hermano menor, y él debía ser fuerte por ambos, pero su padre fue su mejor amigo, su héroe, y desde que no estaba él ya no tenía ánimos de escribir sobre nada, su pasión se había perdido, pero no podía perder el empleo, era el sueño de su padre que siguiera sus pasos, que trabajara en lo que por muchos años fue su hogar.

Necesitaba una historia urgentemente, pero nada llegaba a su mente.

***

No podía ser que no tuviera una idea. Pasó toda la noche leyendo noticias, investigando en la web, pero lo más interesante que encontró fue que Harry Styles había lanzado una canción en solitario, ni siquiera sabía quién era, pero escuchó la canción, era lo suficientemente melancólica para despejar su mente, pero la única historia que le llegó fue una investigación de por qué la mayoría de los famosos terminan suicidándose, escribió suicidio en google, y salió una serie de una chica y sus razones de suicidio, y descartó la idea.

Ahora estaba allí, ocupando un pequeño lugar de la inmensa mesa, tantos periodistas importantes, todos con grandes ideas para el periódico, él con ninguna.

—Estamos todos —dijo Jasper—. Decidí asignarle a Nathan un artículo de investigación para su columna de entretenimiento, así que Nathan, todos queremos saber de qué tratará.

Las miradas se fijaron en él y palideció. Tomó un poco de agua, y luego un poco más.

—Bueno, estuve pensando... en... Harry Styles.

—¡Harry Styles! —exclamó Jasper sin entender.

—Es tendencia en estos momentos —comentó Helena, una de las columnistas de farándula— ¿Te refieres a un artículo de su vida amorosa? Porque sus fans venderían sus órganos por saber algo.

¿Por qué no se le había ocurrido eso?

—No. Recibiríamos demandas y todo por una tonta historia de enredos amorosos. ¿Dime que pensaste algo más? —advirtió Jasper. No eran las clases de ideas infantiles que esperaba de él.

Un mensaje le llegó al celular y Nathan tomando de nuevo agua, lo abrió. Era Charles furioso enviándole una captura de una foto de aquel hombre de la piscina y él casi ahogado saliendo del agua, supuso que era el selfie que el amigo de la acosadora de feos se sacó.

"¡La acosadora de feos!"

—¡La acosadora de feos! —gritó con una gran sonrisa en el rostro.

—Explícate —pidió Jasper perdiendo la paciencia.

—Hay una chica que es conocida como la acosadora de feos, ella realmente ama las cosas feas y odia las lindas, hasta el punto que lo lindo le da asco, le eriza la piel.

—¿Y?

—Tiene que haber una razón por la cual ella ve el mundo de forma diferente. Y si doy con esa forma tal vez todos nos demos cuenta que ella sabe algo que nosotros no. ¿Quién no querrá leer las aventuras de una chica que sale de lo convencional? Tal vez aspira a lo feo para no salir decepcionada. Pero en un mundo de mujeres con el corazón roto, tal vez esta chica, Cindy Love, pueda tener la cura. Véanlo de esta forma, el mundo del entretenimiento nos exige que lo que es correcto son personas perfectas, de dientes perfectos y cuerpos esculturales, pero la mayoría de la población no lo es, y ella lo reconoce, entonces, tal vez Cindy Love tenga la fórmula mágica de la completa felicidad, o tal vez no. El punto es que las personas pierden su tiempo viendo realitys de personas vacías, lo harían aún más si leen de alguien que nada completamente contra la corriente. Tendría que investigar bien para sacar la idea principal del artículo, pero apenas y me dijeron ayer que debía traer una propuesta.

—Cindy Love, la acosadora de feos. —Jasper saboreó el nombre. —Tienes dos días para traer el tema concreto de la investigación, y que esta mujer esté de acuerdo en exponer su vida, no quiero demandas.

—No las tendrá, ella no es famosa.

—Entonces continuemos...

Nathan suspiró, había salvado su trabajo momentáneamente, quién le diría que la acosadora de feos lo haría.

Un nuevo mensaje llegó a su celular.

Charles: La despediré, ya le di la orden a Sebastián, no sabe la pataleta que hizo, pero le dije que debía aprender o le diría a mi tío y lo devolvería a servir cafés.

Nathan: ¡No!!!!!!!!!!!! Te lo pido de rodillas, no la despidas.

Charles: ¿Qué te traes? No arriesgaré mi vida.

Nathan: No seas dramático, me lo debes, sabes que me debes muchos favores. Te contaré todo, pero estoy en una reunión. Solo no la despidas, de ello depende mi trabajo y vida.

Charles: Tu explicación deberá ser muy buena Nat.

"Oh, Cindy Love ojalá tu vida sea tan interesante como promete, y tengas algo de lógica. Por favor no vayas a ser simplemente una loca".

Hola!!!! Disculpen que en la semana no subí capítulo pero llegaba molida del trabajo. Sin embargo, les dije que subiría dos capítulos a la semana, así que mañana subo el capítulo siguiente!!!! 

Muchísimas gracias por sus lecturas y comentarios. 

La pregunta de hoy es:

¿Han sido fans de alguien así como Cindy lo es de Mr. Bean? XD o bueno no con tanta intensidad, pero ¿Han estado en algún fandom? 

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