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⚠️Contenido sexual
Sunghoon por mucho tiempo estuvo perdido, este sentimiento lo describía como tener frío.
Todo esto hasta que llegó su rayito de sol. Sunoo era ese rayito de sol, el que podía apreciar por horas y esperaba nunca dejar de tener a su lado.
Justo en este momento se encontraban caminando, tomados de la mano y viendo los diversos puestos en la plaza central del pueblo.
El invierno llegó con lluvia y un pronóstico de nieve dentro de unos días. Esto en el pueblo significaba que las ventas en la cafetería de Sunoo aumentaban, las clases se cancelaban y los pesqueros se preparaban.
El alimento estaba resguardado, los refugios tenían mantas ─unas cuantas donadas por Sunoo, que él mismo tejió─ y que cada 20 de diciembre el omega llevaba chocolate caliente y pastel de zanahoria.
─Está haciendo un frío del infierno, ¿qué hacemos comprando cosas al exterior? ─Sunghoon acercó la mano de Sunoo a su boca y la calentó con su aliento.
El omega rió.
Tenía suéter esponjoso puesto y arriba de este una chamarra, esto lo mantenía calientito, pero además, Sunghoon lo había forzado a ponerse un conjunto de guantes y gorro.
─Es tradición del pueblo, cada año al comienzo de invierno montan puestos de comida, ropa o cualquier cosa, créeme los mejores pasteles los encuentras en estas ferias.
─Mentira, tú haces los mejores pasteles.
Sunoo rió.
Siguieron caminando con un Sunghoon abrazando a Sunoo para mantenerlo cálido y un Sunoo queriendo que Sunghoon pruebe todos los pasteles que veían.
─¿Dónde quieres pasar el invierno, Hoonnie?
Sunghoon vio curioso a Sunoo, tenía un pastel de chocolate entero en su boca, la comisura de sus labios estaban llenas de betún de chocolate oscuro.
─¿P-puedo pasarlo contigo? ─Sunoo asintió y un sonrojo llegó a sus mejillas.
─Dentro de unas semanas será mi...─Sunoo respiro hondo─. Celo, y quisiera que estemos j-juntos, si es que tú quieres.
Sunghoon tragó el pastel de chocolate en su boca y asintió frenéticamente.
─S-si, estoy encantado con esto. Acepto, yo acepto a esto y...─Sunoo rió y tomó las mejillas de Sunghoon.
─Ya entendí, Hoonnie ─dejó un beso en su mejilla y con uno de sus dedos limpio el betún en el contorno de los labios de Sunghoon, después metió su dedito a su boca para probarlo.
─Delicioso.
Sunghoon sentía que iba a morir en ese momento.
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Sunghoon acomodaba sus cosas fuera de su maleta en los cajones de Sunoo.
La casa era cálida, con la chimenea de la sala encendida, un tocadiscos con música tranquila y Sunoo horneando galletas en la cocina.
Sunghoon repasó con la mirada la habitación, viendo la gran cantidad de libros en los estantes, otros en lugares aleatorios de la casa.
─¿Has leído todos los libros que tienes, cerecita? ─llegó Sunghoon a la cocina y robó un poco de mezcla del tazón, Sunoo le dio una palmadita para que no hiciera eso.
─No exactamente, unos cuantos los empezaba y nunca los terminaba, pero la mayoría los devoraba en días.
─Lees demasiado, cerecita.
Sunoo rió.
─Mi padre era un editor de libros, por lo cual cada cumpleaños me regalaba libros ─Sunoo suspiró con nostalgia.
─¿No te gustaría volver a ponerte en contacto con él?
─N-no lo sé ─Sunoo puso las galletas en el horno y limpió sus manos en su delantal─. Él quería algo muy diferente para mi cuando estaba creciendo, ¿qué tal si se decepciona de mí por el rumbo que elegí?
La sinceridad en la voz de Sunoo hacía que el corazón de Sunghoon se encogiera un poco.
─Tu padre de seguro te ama, Sunoo, nunca nadie se avergonzaría o decepcionaría de ti. Elegiste lo que amas e hiciste todo por salir adelante.
─T-tal vez es momento de ponerme en contacto con él.
Sunghoon abrazó al omega y dejó un besó en su frente.
La noche continuó con los dos conversando acerca de cosas triviales y otros asuntos más importantes como detalles personales.
Al final de la noche los dos se encuentran abrazados en la cama, con Sunghoon acariciando la barriguita de Sunoo, y este ronroneando feliz. El omega de Sunoo es feliz y el alfa de Sunghoon se siente en paz por poder complacer a su omega.
─Hoonnie.
─Si, cerecita.
El omega se volteó un momento para poder ver directamente a los ojos de Sunghoon.
─Quiero que hagamos el amor.
Sunghoon sintió una explosión dentro de él.
Sus manos se detuvieron por un segundo mientras su corazón no dejaba de latir con fuerza, podía tocar a su cerecita como él quisiera, obviamente con su consentimiento.
─¿Seguro, cerecita?
─Estoy muy seguro.
Las manos de Sunoo viajaron al cuello del alfa y acariciaron sus mechones, le encantaba la sensación de acariciar el cabello de Sunghoon.
Sunoo acercó sus labios a los del alfa que abrazaba la cintura del omega.
Su beso fue delicado, pero al mismo tiempo lleno de pasión.
Las manos traviesas del alfa movieron al omega para que estuviera encima de él.
El omega jadeó ante la repentina sensación del miembro semi erecto del alfa, sus manos se apoyaron en el pecho de Sunghoon y Sunghoon mantuvo las manos en la cadera del omega.
─Hoon, y-yo no sé como hacer esto.
El omega temblaba, esto por una mezcla de ansiedad, excitación y emoción, tenía miedo de no ser suficiente para Sunghoon.
─Mi dulce cerecita... ─Sunghoon depositó besos a lo largo del cuello de Sunoo, disfrutando del dulce olor frutal, en especial gozando de su olor a cereza.
Lentamente empezó a sentarse en la cama con el omega entre sus brazos, lo sujetaba de la forma en que sujetas algo que no quieres perder, él nunca quería perder a Sunoo, su dulce cerecita.
Lentamente puso a Sunoo debajo de él, apoyando su cuerpo contra el del omega, pero sin dejar todo su peso sobre de él, besaba el cuello y clavículas del omega, quien gemía y chillaba debajo de él.
Pasó sus manos debajo del gran suéter del omega, acariciando su barriga y costillas, esto hasta llegar a sus delicados pezones, que toco con suavidad.
─Cerecita, ¿puedo quitarte la ropa?
El omega asintió.
─Quiero palabras, mi dulce omega ─dejó otro beso en la fuente de olor de Sunoo.
─S-si, alfa.
Lentamente empezó a remover el suéter, apreciando la dulce piel acaramelada del omega, que poco a poco perdía su color por la falta del sol veraniego.
Delineó con sus manos la suave cintura del omega, tomando entres sus dedos el elástico de los pantalones deportivos que usaba él omega, pasándolos por las delicadas piernas de Sunoo, pasando fijamente su mirada a unas bellas bragas color azul celeste con un lindo lazo en forma de moñito en el frente. Sus manos acariciaron el miembro del omega atrapadas en las suaves bragas, después pasó a acariciar suavemente el encaje.
─¿Podrías enseñarme cómo se ven por atrás? ─su voz era gruesa y ronca, pero suave, llamando a su dulce cerecita con amor.
El omega gimió, se levantó y se puso nuevamente en la posición que le había pedido el alfa, su trasero estaba levemente levantado, Sunghoon disfrutaba la vista de la tersa espalda de Sunoo y su trasero siendo decorado y aprisionado por el encaje.
Se veía delicioso.
El olor a lubricante era hipnotizante para el alfa de Sunghoon, quien disfrutaba de cada leve acción que hacía él omega, desde gemir hasta ver cómo su suave cabello se movía de lugar.
Sunghoon tomó una almohada dejándola debajo de la cintura del omega, elevando su trasero.
─Voy a quitarlas, cerecita.
El omega nervioso asintió.
─Hoon... ─el omega gimió cuando las bragas fueron quitadas del camino y lubricante empezó a salir de su entrada, escurriendo por sus piernas.
─Hermoso, eres el ser más hermoso ─dejó besos en la parte de atrás de su cuello y continuó dando besos a lo largo de su espalda.
Sus manos acariciaban suavemente sus caderas.
Sunoo comprobaba lentamente que las manos de Sunghoon eran como las manos de un dios del sexo, que le brindaban amor y calidez a su paso.
Al llegar al trasero del omega, Sunghoon dio una pequeña mordida a una de sus mejillas, para después dar una lamida a la entrada de su omega.
─¡S-Sunghoon!
─¿Te gusta, omega? ¿Acaso ya te has tocado pensando en este momento? ─Sunghoon saboreaba el dulce lubricante, mientras introducía su lengua al pequeño agujero.
Sunoo asintió.
─¿Y cómo fue omega?
─Delicioso ─Sunoo jadeó y gimió fuertemente.
─Se más exacto, cereza. ¿Qué imaginaste?
Los gemidos del omega eran fuertes.
─A ti, ¡siempre te imagino a ti, alfa! ─el omega gimió más alto.
─¿Imaginas que te de mi nudo, mi bello omega?
Sunghoon se alejó un momento y volteó al omega.
La cara de Sunoo estaba sonrojada, con su cabello despeinado y sus ojos lagrimeando de placer.
Sunghoon dejó un casto besos en sus labios.
─Eres tan dulce, Sunoo. La fruta perfecta.
El olor a frutas era fuerte y el chocolate con menta relajaba al omega, pero al mismo tiempo lo excitaba.
Sunghoon introdujo un dedo en el omega, abriéndolo por completo, preparándolo para él.
Sunoo chilló y se empujó un poco para poder sentir más.
El alfa lentamente pasó la lengua por el pene del omega, chupando lentamente su glande.
El omega era un desastre de chillidos y gemidos que excitaban cada vez más al alfa, el omega gimiendo gracias a él es una de las cosas más excitantes que ha escuchado en su vida. Escuchar su dulce voz destrozada y aguda por la excitación lo invitaba a ser más rápido y hacer que su dulce omega continuara con los gemidos fuertes.
Sunghoon prosiguió a meter otro dedo en la entrada de Sunoo, hizo tijeras con sus dedos para poder abrirlo por completo, hasta que sintió ese dulce punto que hizo gemir más fuerte a Sunoo.
Metió otro dedo para poder tocarlo con más facilidad, acariciándolo y tocándolo hasta que el omega terminó corriéndose.
Tenía semen en su pancita y en la mano de Sunghoon, quien lo lamió gustoso, haciendo un camino de besos y lamidas hasta los labios de Sunoo.
Su pecho subía y bajaba con intensidad, sus mejillas estaban coloradas y sus ojitos con lágrimas que nublaban su vista.
─Hoonnie.
Sunoo acarició el pecho del alfa, quien besaba su rostro.
─¿Si? ─admiraba las facciones del omega.
Sunoo sonrió y tomó el miembro de Sunghoon, moviendo su mano lentamente, acariciandolo.
─Te amo, Hoonnie.
─Yo también te amo, Sunoo ─gimió.
Sunoo empujó lentamente al alfa, quien se dejó caer en el colchón.
Su omega dejó besos en el cuello del alfa, mientras acariciaba su suave cabello.
Sunoo alineó el pene de su alfa en su entrada, bajando poco a poco, mientras el alfa tomaba sus caderas.
El alfa gimió al sentir las estrechas paredes del omega, mientras que este gemía por el sentimiento de estar tan lleno.
Durante unos segundos se detuvieron, mientras que el omega se adaptaba al tamaño del alfa, Sunghoon acariciaba sus delicados hombros y veía a los suaves ojos del omega que de vez en cuando soltaban lagrimitas.
Al dejar de sentir ese dolor común de algo nuevo empezó a mover sus caderas.
Sunghoon se sentía extasiado por la manera en que el omega lo montaba de forma experimentada, mientras que este se sentó y prosiguió a besar y chupar los pezones de su omega.
─¡A-ah! ─el omega gimió al sentirse completamente extasiado y lleno.
Las manos del alfa acariciaron la cintura del omega y llegaron a su cadera, que acaricio y empezó a mover a su gusto.
Sunoo empezó a dar saltitos rápidos, que producían un chapoteo obseno de fluidos.
─¡S-Sunghoon, te necesito!
Su omega chillando por liberación despertó al alfa que plantó sus pies en la cama y empezó a dar fuertes embestidas, esto al ritmo de los saltos de Sunoo.
─¡H-Hoonnie!
─Por la luna, Sunoo, ¡eres un Dios! Te ves como un Dios ─gimió Sunghoon dejando besos a lo largo de la clavícula de su omega.
Las manos de Sunghoon empezaron a acariciar el pene del omega, sus movimientos eran rápidos.
Poco a poco, los fluidos del omega empezaron a salir, manchando ambos pechos.
Sunghoon podía sentir su nudo empezando a formarse.
Los saltos del omega continuaron, junto con las embestidas que estimulaban el sensible agujero del omega.
El alfa después de unos segundos su nudo se estaba formando, estirando las paredes de su omega que gimió.
─Ya casi, cerecita.
─E-estoy bien, Hoonnie.
El alfa dejaba besos por todo el rostro de su omega, quien los disfrutaba.
─Te amo, cerecita.
─Yo también, Hoonnie.
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