🌊 ፧ 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 • ✦⁾
⚠️Contenido sexual
El padre de Sunoo se fue un día antes de año nuevo, las condiciones del tiempo eran mejores y los vuelos a Corea ya eran permitidos.
Su padre tenía trabajo y una fiesta muy importante a la cual asistir, por lo cual el omega lo comprendió.
Por su parte, Jay se encontraba emocionado buscando una casa en el pueblo donde Sunoo vivía, ya que tuvo la oportunidad de obtener un asombroso puesto en una empresa de la ciudad que estaba a 10 minutos de camino. Aun así el alfa se rehusaba a vivir en una ciudad donde estaría estresado todo el tiempo por el ruido y posiblemente sus fines de semana serían poco relajantes.
Además acepta que se enamoro del pequeño pueblo.
Sunoo se encontraba disfrutando de una copa de vino blanco mientras horneaba muffins de arándanos, Sunghoon se encontraba en la sala disfrutando de un libro y Gaeul jugaba en el patio de la casa.
Unos golpes en la puerta hicieron que Sunghoon se levantara malhumorado a abrirla, pero cambiando su semblante al encontrar a Jay.
Algo en Jay no le agradaba, o posiblemente solo era su lobo que estaba celoso y enojado porque Jay parecía poder robar la atención de Sunoo solamente estando presente.
─¡Sunghoon! Hola, vine a ver a Sunoo, le traje unas peras.
─¿Peras? ─Sunghoon pudo simplemente ir a comprarlas pero dudaba que el omega disfrutara de comer peras, lo ha visto cocinar miles de postres y nunca ha cocinado peras.
─La fruta favorita de Sunoo, ¿Duh? ─el tono de obviedad en la voz de Jay hizo gruñir un poco al alfa de Sunghoon quien simplemente se dedicó a sonreírle, aunque muy en el fondo de su ser sabe que soltó una mueca desagradable en lugar de una encantadora sonrisa.
Jay pasó al hogar y corrió a la cocina sorprendiendo a Sunoo cargándolo y sentándolo en la barra de la cocina.
Se posiciono entre sus piernas.
Estos acercamientos no le agradan nada a Sunghoon.
El omega rió y sus mejillas se pusieron rojas.
El alfa rubio mantenía una distancia respetable, pero Sunoo tomando las peras con adoración hicieron bufar a Sunghoon.
─Hoonnie, ¿Sabes lo difícil que es conseguir este estilo de peras en Italia? La última vez que las comí fue en Seúl años atrás.
El alfa se acercó a su omega empujando a Jay quien lo vio confundido.
Se puso entre las piernas de su omega y tomo la pera entre sus dedos.
─Nunca fui un gran fanático de las peras, pero si a ti te gustan, seguro son una delicia.
Sunoo se bajó de la barra de la cocina empezando a cortar la pera.
Sunoo era una especie de rey de cortar frutas, o preparar frutas en sí.
Podía convertir unas simples frambuesas en un pay delicioso.
O convertir unas manzanas en panecillos.
Sunoo puso un pedazo entre los labios de Sunghoon, esperanzado a que este disfrutara del sabor de su fruta favorita, pero este solo podía pensar en el desagradable sabor que estaba en su boca y la fea textura de la fruta.
Quería vomitar y rogarle que no vuelva a darle, pero en cambio solamente dijo: ─Es deliciosa, amor ─con una sonrisa incómoda en su rostro.
Sunoo chilló de alegría.
─Prepararé pay de pera.
─¡Sí! Adoro ese postre, Sunoo ─se alegró Jay empezando a ayudar a Sunoo en la cocina.
El alfa se alejó y los veía cocinar juntos.
Tenía celos, demasiados.
Nunca podía cocinar con Sunoo sin que chocaran de una forma u otra por el gran tamaño y torpeza del alfa, o que este arruinara las recetas. Una vez confundió la sal con el azúcar, los pescadores odiaron a Sunghoon ese día por arruinar sus galletas.
Sunghoon sonreía de vez en cuando a Jay quien hacía sonreír demasiado al omega, sus tontos chistes de "toc, toc" nunca superarían el carisma de Jay.
─Oh, Sunoo, adoro tus pequeñas manos.
─Sunoo, creo que tu forma de hablar es la más adorable.
─Sunoo, cuando el calor comience deberíamos ir a nadar.
─Sunghoon, Sunoo y yo llevamos siendo los mejores amigos desde hace años, es como si fuéramos almas gemelas.
Todos los comentarios de Jay hacía Sunoo eran reales, y Sunghoon intentaba mantenerse sereno a pesar de querer arrancarle las manos a Jay cada vez que rodeaba la cintura de Sunoo, pero él nunca sería ese tipo de alfa que no quiere que su omega tenga amigos, o arruine su tarde por celos estúpidos. Él nunca será el tipo de alfa que haga sentir a su omega que está haciendo algo mal, porque honestamente Sunoo es perfecto.
─¡Dios, ya es muy tarde! Tengo que irme, chicos ─Jay vio su reloj alarmado, Sunghoon sonrió al saber que el alfa ya se iría de su bella casa y la atención de su omega sería solamente para él.
Jay se despidió y Sunghoon alegremente cerró la puerta.
Sunoo desapareció por unos minutos regresando usando una bata de seda color verde oliva.
─Odiaste la pera.
Sunghoon vio asombrado a Sunoo─. N-no.
─Hoonnie, comes como caballo cuando algo te gusta, y solamente comiste un pedazo de la pera.
Sunghoon rió y Sunoo lo sentó en el sofa.
─Me conoces, omega.
─Claro que te conozco, eres mi alfa ─la calidez en el pecho de Sunghoon creció, se sentía orgulloso─. También apestas a celos.
La sonrisa de Sunghoon desapareció─. Perdón, omega.
─Hoonnie, tu sabes que para mi tu eres el único, siempre serás mi alfa, y siempre serás el único importante ante mis ojos.
Sunoo hizo un puchero, y Sunghoon deseó poder besarlo.
Sunoo acerco sus manos al nudo de la bata deshaciéndolo.
La abrió dejando ver encaje negro.
Sunghoon tragó saliva.
─W-wow
─¿Si sabes que tú eres el único ante mis ojos, verdad? ─Sunghoon asintió. Sunoo se subió en su regazo haciendo un puchero─. Dilo, alfa.
─S-sí.
Sunoo se levantó de su regazo y quitó la suave bata, revelando un lindo body de encaje negro, este abrazaba las curvas del omega.
─Soy tuyo, Hoonnie.
─Yo también soy tuyo, Sunoo.
Sunghoon jaló a Sunoo acercándolo y haciéndolo sentarse en su regazo.
Las manos de Sunoo descansaban en los hombros de Sunghoon, mientras que este empezó a repartir besos húmedos por los suaves hombros de Sunoo.
Sunoo rió en voz bajita y dejo caer su cabeza hacía atrás para darle más espacio a Sunghoon.
Los besos de Sunghoon pasaron a su cuello, empezando a hacer que el omega gimiera.
El miembro de Sunghoon estaba duro y esperando a poder tomar a su omega.
─C-cama, Sunghoon.
Sunghoon asintió y se levantó con un Sunoo entre sus brazos, este había rodeado su cintura con sus piernas aferrándose al alfa.
El dulce olor de lubricante de Sunoo estaba presente, y su dulce olor frutal hacía gruñir a Sunghoon.
El alfa se deshizo de su ropa, incluyendo los boxers.
Su miembro se encontraba duro, rojo y con presemen en la punta.
El omega se encontraba en la cama, observando con detenimiento el cuerpo de su alfa, sus fuertes hombros, su espalda ancha, su pecho duro, los tatuajes que adornaban su abdomen, queriendo poder lamer las laureles que dirigían a su pelvis.
Sunoo adoraba Sunghoon, cada cosa de él, desde su perfecto cuerpo, hasta la dulzura con la que lo trataba.
─¿Te gusta lo que ves?
Sunghoon se posiciono entre sus piernas, acercándose al omega y empezando a dejar besos por toda su cara, y deteniéndose para dar una lamida traviesa en sus labios.
─Si, alfa. ¿N-no piensas desnudarme?
Sunghoon negó.
La tenue luz de la luna resplandecía en la piel del omega que se veía hermoso.
─No, me encanta como te ves.
─¿Entonces c-cómo...
La tela de la parte de la entrada de Sunoo se desgarro, haciendo al omega chillar.
─Te comprare 100 más de estos.
Sunoo rió y el alfa se puso entre sus piernas, empezando a lamer el agujero del omega que gimió debajo de él.
La lengua de Sunghoon entraba dentro de Sunoo, empezando a hacerlo gemir fuertemente y sus dedos apretaban las sabanas debajo de él.
Sunghoon comió a Sunoo con determinación, disfrutando del sabor dulce de su lubricante y los eróticos gemidos que provenían del omega. Sunghoon siguió penetrando al omega con su lengua, y acariciando el miembro del omega con sus manos, le gustaba saber que el omega estaba cerca porque estaba gimiendo más alto y acariciando el cabello de Sunghoon, Sunghoon metió dos dedos dentro de Sunoo haciéndolo chillar y empezó a moverlos, estirando al omega quien empezó a arremeter contra sus dedos, extasiado y llegando a su limite se corrió gimiendo una y otra vez el nombre de Sunghoon.
Al ya sentir lo suficientemente dilatado al omega Sunghoon se separo, juntando sus labios con el omega que se encontraba acelerado y con pequeños espasmos por su orgasmo.
Después de unos minutos de mimos hacía el omega, Sunghoon besó sus labios directamente.
─¿Listo, amor?
El omega asintió y a continuación sintió el gran miembro de su alfa entrando en él.
Su lubricante llegaba y ayudaba al alfa a poder entrar más fácilmente en el omega.
─T-tan apretado. ─gimió Sunghoon disfrutando de la calidez y estrechez de su omega.
Sunoo gimió y se adaptaba al tamaño de su alfa, quien daba lentas embestidas.
Las embestidas eran lentas con el alfa dándose su tiempo de torturar al omega que buscaba más contacto acercando sus caderas al alfa.
─M-más rápido, alfa.
El alfa rió empezando a embestir más rápido.
Entraba fuertemente en el omega, y llegaba lo más profundo que podía, sus embestidas eran seguidas, fuertes y sin control, dejándose llevar por los gemidos altos de su omega que sentía como su punto dulce estaba siendo tocado.
El alfa sin salir del omega, giró al omega, y se sentó encima de sus tobillos, penetró a Sunoo profundo en su regazo, con la espalda del omega chocando contra su pecho.
Del otro lado del cuarto se encontraba un espejo, haciendo que el alfa girara la cabeza de su omega para que viera el espejo.
─¿Te gusta como te ves siendo follado por mi, amor?
El omega asintió gimiendo más alto.
El alfa movía sus caderas fuertemente y al mismo tiempo el omega saltaba en su regazo cada vez más rápido.
El omega se veía a si mismo en el espejo, mientras Sunghoon arremetía contra él.
La combinación de olores y los sonidos provenientes de los dos eran eróticos, haciendo al omega gemir más fuerte y disfrutar de la fuerte follada que estaba recibiendo.
Las embestidas rápidas y fuertes que tocaban su punto dulce hicieron que el omega se corriera, apretando al alfa que jadeó sintiendo como se corría, con su nudo en su omega.
Sunoo se encontraba fuera de sí, con sus ojos cerrados, su boquita abierta y sus mejillas rojas.
El alfa los acomodo de la forma más cómoda posible, dejando besos en la parte de atrás de la cabeza de su omega que temblaba un poquito por la intensidad del orgasmo.
─Bebé, vuelve conmigo ─la voz suave de Sunghoon y los besitos en la parte de atrás de sus orejas empezaron a despertar a Sunoo quien se acurrucó más cerca de su alfa que disfrutaba como el nudo desaparecía, pero se mantenía dentro de su omega como les gustaba.
Sunoo se acurrucó entre los brazos de Sunghoon quien dejó un beso en la cabeza de su omega y disfrutó de su aroma.
─Te amo, Hoonnie.
─Yo más, mi bello solecito.
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