II
Nassau, Isla de Nueva Providencia,
Blancas arenas, aguas claras y limpias, cielo azul y palmeras verdes. Paraíso, en pocas palabras Nassau era un paraíso. Decenas de navíos fondean en su bahía, de todos los tamaños y todos los colores, pero hay solo una cosa que tienen todos los barcos en común, la bandera negra… Cada capitán tiene su propio diseño, no todos se ciernen a la Jolly Roger, el típico cráneo cruzado por dos huesos o dos alfanjes, la bandera de Henry Avery y Edward England, los piratas originales. Cada uno tiene su bandera, la cual se puede asociar con sus respectivos capitanes.
Un navío de velas grises y tres mástiles se acerca a la isla, El Ranger, una fragata de dos puentes capitaneada por Charles Vane, con un gran cargamento de azúcar, robado hace unos meses de una plantación cerca de Kingston. Dispuestos a vender los productos a Albert McGrawe, lo más parecido a un gobernante que tiene Nassau. Es a él a quien le son dados los productos, para ser relegitimitados por un agente anónimo, para ser posteriormente vendidos al mejor postor. Así funciona la economía en Nassau. La economía pirata. Los capitanes saquean y roban, y McGrawe los vende, claro que McGrawe se queda con un porcentaje de las ganancias, el resto para las tripulaciones, dos partes para el capitán, y una parte individualmente para cada uno de los tripulantes.
El Ranger, una fragata de dos puentes, del temido capitán Charles Vane, tres mástiles y vela cuadrada con vela latina en el palo de mesana, de color gris, tanto casco como velamen, decorado con huesos de ballena en los costados creando una temible armadura, su mascarón fué entonces la cabeza degollada de un cachalote, eso fue hace años, ahora solo queda el cráneo de dicho cetáceo, provocando una escena terrorífica que le hiela la sangre a cualquiera que ve a El Ranger acercándose a él…
El casco es negro como la noche, y el hedor que desprende a alquitrán es considerablemente nefasto para cualquiera que lo huele.
Cuentan los viejos capitanes que El Ranger fué en su día una fragata holandesa, que apresó Vane hará poco más de dos décadas. Torturó y mutiló a su tripulación colgando sus espinas de las botavaras de los mástiles.
Charles Vane una vez fue corsario para Inglaterra durante la Guerra de Sucesión Española tras la muerte de Carlos II. Era un hombre cruel para los que osaban no ondear la bandera negra, pero era justo con los hombres a su servicio, y los demás capitanes y sus tripulaciones.
Vane era rudo de unos cuarenta años, tenía el pelo largo y roñoso, del color del barro. Muchas cicatrices cubrían su cuerpo y su rostro, le faltaba media oreja derecha y tenía los ojos rojos como el vino.
-"Tres grados rumbo sud sudoeste pasando a una milla del fuerte, timonel. Izad el velamen, solo quiero la mayor, el trinquete mayor y la mensana. Intendente." Dictó las órdenes Vane.
-"Ruta ajustada capitán, tres grados rumbo sud sudoeste" repitió el timonel del Ranger.
-"¡Atentos a la maniobra!¡Izad velamen!¡Mantened trinquete mayor, mesana y mayor!"ordenó el intendente.
El intendente del Ranger, un larguirucho espabilado, absurdamente astuto e inteligente. Jack Rackham, un joven de unos treinta años, tenía el pelo negro, largo y repeinado con aceites y fragancias parisinas. Llevaba unos abrigos bien cuidados de caras sedas de color crema, un pequeño bigote se asomaba por encima de su labio y su rostro era pálido y largo. Solo respondía a Vane, y a su socia a bordo del Ranger.
Jack se marchó del castillo de proa y se fue directamente a la cabina del capitán Vane donde se encontraba a escondidas de vez en cuando con su socia la bella Anne Bonny.
Anne era bellísima, una irlandesa de largos cabellos pelirrojos, y ojos azules como el cielo en un día de sol, piel perlada y pecas, era una joven muy callada, pero a la vez bastante agresiva. Anne era una maestra espadachina que siempre llevaba consigo dos espadas roperas, escondidas debajo de su largo y fino abrigo gris, debajo de este llevaba un corsé de cuero raído, pero lo que más se caracterizaba con su indumentaria era su gran sombrero que siempre le cubría la cara.
Tras atracar el Ranger, Vane desembarcó junto a Anne y Jack en un esquife. La ciudad de Nassau no era demasiado grande, tenía sus calles, sus edificios, sus plazas y sus tabernas. La gente se divertía y se reía, habían borrachos cada media calle, y en el burdel los marineros alquilaban sus servicios tras los largos viajes. Claro está, que cuanto mayor sea el botín, mayores beneficios, al obtener mayores beneficios, mayor era la paga, y con mayor paga, esos servicios eran mejores, en pocas palabras, la oportunidad de joder les mantenía bien animados y motivados.
En una de las tabernas, la taberna McGrawe, les esperan los mayores capitanes de Las Indias Occidentales, Ben Hornigold, Edward Teach y Black Bart Roberts.
Estos tres tomaban ron y whisky en la taberna de McGrawe cardado de botines y demás.
Benjamin Hornigold, un hombre no demasiado alto de casi treinta y dos años, capitán de la corbeta de tres mástiles Royal Lion, con el pelo grisáceo oscuro con grandes patillas que le llegan a cubrir la mandíbula y ojos grises. Tenía cara cuadrada de un hombre rudo y los labios cortados por el salitre. Llevaba puesto su uniforme de corsario, salvo que llevaba ciertas modificaciones como que sus telas estaban teñidas de negro y portaba armadura de cuero sobre ella, más unas hombreras con flecos del color del oro y unas pistoleras que le cubrían la cadera.
Edward Thatch, era un hombre grande de la misma edad que Hornigold, capitán del navío de 3a clase, el Queen Anne's Revenge. Siempre llevaba puesta una levita negra con patrones florales y de cráneos que le llegaba por los tobillos, esta tenía incrustaciones de plata y oro, y unas hombreras de hierro. Llevaba puesto un tricornio negro de cuero. Llevaba consigo siempre ocho pistolas encima, seis en la pistolera del pecho y dos a los lados de las caderas. Thatch recientemente se dejó una enorme y poderosa larga barba negra, del mismo color que su cabello. Su rostro afectado por el salitre mostraba las cicatrices de cientos de batallas, se le ve en sus azules ojos, rojos por la sal del mar lo mostraban.
Black Bart Roberts, un bucanero alto y joven, capitán de la fragata Princesa. Tenía el pelo marrón y llevaba un bigote enorme que le llegaba a la barbilla por las puntas.
Lleva siempre consigo un medallón con la foto de una joven mujer, nadie sabe quién, pero tampoco nadie se atreve a preguntarle debido a su impredecible temperamento. Vestía con lujosos ropajes de color carmesí, botones de oro y patrones florales dorados, mas un gran sombrero del mismo color que sus ropas más dos grandes plumas, una roja y una verde enganchadas de la banda de el mismo.
Charles Vane entró en el establecimiento junto a Rackham y Bonny. La taberna estaba lleno de capitanes y de sus tripulaciones, había algún que otro granjero del interior de la isla vendiendo sus productos. Era una taberna grande, con paredes de color granate que tenían timones y mandíbulas de tiburones colgando de ellas. Redes y cabos colgaban de las vigas del tejado los aromas de las cocinas desprendían picantes pero sabrosos olores que se mezclaban con los diversos licores del bar, donde se situaban los piratas, a la derecha del establecimiento en un desnivel hacia arriba. A la esquina de la izquierda se situaba una pequeña escalera que llevaba a una gran puerta de roble, esta puerta conducía al despacho de Albert McGrawe donde los capitanes vendían el cargamento.
La taberna estaba a rebosar de gente, tripulantes del Royal Lion, el Queen Anne's Revenge y el Princesa. En el momento en el que Vane entró, muchos fueron a recibirle, muchos no lo hicieron. La gente temía a Vane, por sus… aficiones. Pero a la vez era muy respetado en la isla al ser de los mejores capitanes de ella.
Rackham fue al despacho de McGrawe para vender el azúcar mientras que Anne se quedaba en la enorme puerta de roble y Vane se unía a beber con sus hermanos de armas.
-"¡Mil rayos me partan, malnacido! Dichosos ojos te ven Vane, ven aquí y tómate algo con nosotros." Dijo Hornigold invitando a Vane a una pinta de ron. Mientras los demás le saludaban.
-"Caballeros, la plantación de Hathaway tardará meses, quizás un año o dos en recuperarse después de que pasara por ahí, la bodega llena de azúcar y cientos de esclavos liberados que ahora les rinden homenaje a los hermanos de la confederación de Nassau" comenzó Vane con orgullo de su proeza. Y empezando su pinta. A lo que la gente empezó a vitorear.
-”Bien hecho chico, a este paso superarás a Hornigold. Y a Inmortan si tienes mucha suerte.” le dijo Thatch bastante contento con él. Empezaron a reír, como buenos amigos.
-”No te hagas muchas ilusiones tampoco con lo que dice este necio, pero vas muy bien encaminado ahora que vives aquí en Nassau. McGrawe estará satisfecho.” replicó Hornigold a lo que dijo Thatch. Se le acababa la pinta así que decidió pedir una más.
-”Ni que McGrawe fuese un puto rey, pero igualmente Rackham ha ido a vender el azúcar, no me apetece ver a ese vejestorio. A todo esto.” Vane tomó un trago acabando la pinta. “¿Dónde diablos está Inmortan?” preguntó Vane con cierta curiosidad sobre el paradero de su amigo.
-”Armadur partió en el Descubridor hará poco más de una semana, rumbo a España, tenía como objetivo robar el banco de Cadiz. estamos muy necesitados de oro.” le comentó Hornigold a Vane.
Los ojos de Vane miraron a Hornigold con preocupación. A lo que preguntó:
-“¿No creeis que para robar dicho banco, hará falta algo más que un dichoso bergantín? Armadur es un buen marino, diría que mejor que cualquiera de nosotros, y demasiado inteligente como para hacer tal estupidez de atacar el banco más grande de España.”
-”Estamos en tiempos difíciles chico, y necesitamos las naves más potentes, y con más cañones aquí en Nassau protegiendo el puerto, hasta que no podamos comprar nuevos cañones para el fuerte. he ahí la necesidad de oro. Protección Vane, protección.” respondió Thatch.
-”No menosprecies el Descubridor, es una de las mejores naves de Nassau, pequeña sí, pero muy rápida, es toda una corredor de bloqueos, y no me digas Teach, que te he de recordar la escaramuza con los portugueses en Madagascar, viste de lo que ese bergantín es capaz. Los españoles saben hacer buenas naves.” reprochó Hornigold.
-”Cierto, es capaz pero necesitamos los mejores barcos aquí como ya he dicho.” dijo Thatch
Vane se volvió a Bart.
-”¿No piensas decir nada Roberts? A mi parecer sigues siendo el capitán menos productivo. ¿Es por eso por lo que no hablas? se burló Vane, a lo que Bart le respondió,
-”Nada de eso viejo bastardo, lo único que quiero es tomarme el ron en paz, así que vuélvete a ese cascarón de nuez tuyo y déjame tranquilo"
-"Oh, vamos novato. Vane no quería faltar. Solo quería decir que…" Hornigold fue inmediatamente interrumpido por Vane.
-"La cosa es que si que pretendía faltar. ¿Como se espera a que haga algo productivo si se queda sin hacer nada en absoluto sentado en la cabina de su carraca?"
En seguida Roberts se levantó y ambos se acercaron para pelearse, pero Thatch se entrometió entre ellos parando la pelea. La tripulación de ambos capitanes se levantaron para iniciar una pelea entre ambas. Thatch los separó y se giró para hablar con Vane agarrándole del brazo y haciendo que Hornigold calmase a Roberts.
McGrawe salió en seguida de su despacho hecho una furia. McGrawe era viejo y calvo, con una barba blanca cubriendo su enorme papada. Era un hombre gordo y peludo, pero bien cuidado. Llevaba unas vestimentas lujosas, con diamantes, oro, plata y perlas negras.
-"¿¡Que está ocurriendo aquí!?" gritó ojeando a las gentes de la taberna y en seguida posando sus ojos sobre Charles Vane.
-"¡Vane! Ven aquí muchacho. ¡Ahora!"
Thatch soltó el brazo de Vane y este furioso se metió en el despacho de McGrawe junto al propio McGrawe y cerrando de golpe la enorme puerta de roble.
Hornigold soltó a Roberts y le apuntó con el dedo diciendo bastante mosqueado.
-"Controla lo que dices novato, Vane tiene muy poco temperamento. No le toques mucho las pelotas, o te arrepentirás. Eres nuevo aquí así que ten cuidado."
-"Entendido" contestó Roberts arreglándose el abrigo.
Thatch se giró de nuevo para hablar con Hornigold.
-"¡Ben!, conmigo ahora."
-"En dos Horas en el Royal Lion Bart." Dijo Hornigold refiriéndose a Roberts.
Se marchó de la taberna junto a Thatch. Y dieron una vuelta por la ciudad de Nassau. Mientras en el otro lado del mundo Armadur Inmortan escaparía de España.
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