Con la libertad desbordándosele de las manos, la rutina de correr los fines de semana por la mañana se volvió su pasatiempo favorito. Se internaba en el bosque en busca de su nuevo amigo disfrutando de la compañía. Ahora ya no tropezaba tanto luego de un mes de entrar y salir, corría junto al lobo perdiendo siempre en las carreritas por lo que sus pies estaban acostumbrados al suelo desnivelado.

Taehyung era el único que no había desactivado el modo protector.

—Yoongi mira disimuladamente a tu izquierda —lo miro sin comprender antes de hacerlo. Estaba a punto de girar la cabeza como la niña del exorcista de no ser porque Taehyung le tendió un pequeño espejo de bolsillo —mira —hizo una seña como si le estuviera diciendo donde estaba manchado.

Yoongi confundido miro en el espejo en dirección a dos bancas a su izquierda. Vio a un grupo de cinco chicos uno de ellos llamo su atención, estaba todo cubierto como el día en que se escapó de casa y Beomgyu lo descubrió. El chico miro hacia ellos. Nervioso fingió limpiarse la cara, cerro el espejo y se lo entrego a su amigo.

—¿Qué pasa?

—Es extraño.

—Quizás está enfermo Tae, no eres de los que juzgan a la gente —para Yoongi el tema era irrelevante.

—Tal vez, pero ese no es el punto —Taehyung bajo la cabeza acercándose a su amigo —no deja de mirarte.

—¿He?

—Cada vez que te estoy vigilando a lo lejos él está cerca observándote.

—El acosador es otro —Yoongi rodeó los ojos divertido.

—Yo te cuido agradécemelo —se quejó con un lindo puchero haciendo reír a su amigo —pero enserio él te mira mucho, lo hace justo a hora.

Yoongi se tensó queriendo voltear mas no lo hizo.

—¿Y eso qué?

—Le gustas o eso creo.

—No importa. Y espero no se acerque a mí, ya sé lo que pasara —su tono de voz se apagó.

—Oh por dios, ahí viene —chillo emocionado.

Instintivamente Yoongi se acomodó el cabello poniéndose recto. Un chico de cabellos castaños vestido con una sudadera ligera y jeans se paró frente a su mesa.

—Hola me llamo Jackson, te vi y no pude evitar saludarte —el chico le hablaba a Taehyung —¿Qué dirías si te invitó un café? —preguntó con una sonrisa en los labios.

—Te diría que tengo novio...

—Y lo quieres —terminó la frase.

Taehyung asintió mostrando su rostro serio. De Taehyung paso la mirada a Yoongi.

—¿Y tú?

—No estoy interesado —se sintió ofendido por ser tomado como premio de consolación —vámonos —ordeno a Taehyung.

Se levantaron enseguida, el chico se alejó regresando a su grupito de amigos.

—¿Te hubiera gustado que fuera el chico que te veía? —la sonrisa traviesa de Taehyung se asomó, le divertía la situación —te pusiste rojito y hasta te peinaste.

—Cállate Taehyung —apresuro el paso dejando atrás a su amigo.

Tenían que pasar a un lado de los chicos desconocidos, la universidad era enorme así que no podía conocerlos en realidad nunca los había visto. Al pasar escucho como reían mientras hablaban sobre el tema de hacía unos momentos, "No te enojes bro dijo que no" escucho decir a ese tal Jackson.

A quien se refería ¿a él o a Taehyung?

No importa. Se dijo.

Sin querer miro al chico encapuchado, con dificultad pudo verle a los ojos, pero cuando el chico lo miro por unos segundos antes de desviar la mirada sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo.

—No te enojes —Taehyung se le colgó el brazo volviéndolo a la realidad.

—Solo camina.

Caminaba en el bosque junto al lobo a Yoongi se le vino una duda a la cabeza que nadie le podría quitar.

—Por cierto, lobito ¿Tienes nombre o puedo ponerte uno?

[Puedes decirme Monnie]

—Monnie, suena lindo —el rostro se le ilumino con una sonrisa.

[¿Puedo preguntar porque siempre vienes al bosque?] La pregunta incomodo a Yoongi.

—Deberías saberlo eres parte de mi mente, debes saber que pasa en ella por eso te invente —escucho al lobo carraspear, aun se sorprendía como el lobo hacia sonidos tan naturales y más aun sin mover el hocico, su imaginación era buena —Pero sería bueno desahogarme en voz alta.

El lobo se detuvo para tirarse en el suelo, Yoongi se acurruco cerca de él dejando caer la cabeza en el suave pelaje.

—Durante toda mi infancia y parte de mi adolescencia mis padres viajaban por todo el mundo debido al trabajo de mi padre, es arqueólogo. Cuando la abuela enfermo del corazón mi madre opto por establecernos en un lugar para que la abuela no se agitara tanto, yo tenía 15 años en ese entonces —soltó un suspiro —era muy popular sabes pero un día cuando entre a la universidad de la nada el chico que me gustaba dejo de hablarme, el junto a su grupo de amigos comenzaron a hacer que la gente dejara de hablarme y así paso muchas veces, tanto chicas o chicos que intentaban salir conmigo de la noche a la mañana me dejaban de hablar —Yoongi comenzó a acariciarlo, le relajaba mucho. El lobo poso la cabeza encima de la del omega para reconfortarlo —No entiendo que paso o que hice. Me cambié de universidad ya que era insoportable ser excluido de todo, además de que no me gustaba la carrera que elegí. Pero sabes, nada cambio, volvió a suceder lo mismo, nadie me invito al baile y la única persona que lo hizo me des invito y ahora desapareció. Fin —soltó una pequeña risa como para amortiguar el ambiente tenso que se formó.

[Quizás no necesitas a toda esa gente cerca de ti, si no saben apreciarte no son buenas personas]

—Tienes razón, pero al final tengo sentimientos y me lastima.

Quedaron en silencio, a Yoongi le bastaba la cercanía de su ahora amigo imaginario para olvidar la realidad que no soportaba. Moonie formaba parte de los seres que no lo rechazaban y le ayudaban superar la situación.

De regreso en la orilla del bosque pidió por primera vez ser el quien viera marchar al otro, una parte en su interior le decía que no se aferrara a la criatura, que un día iba a desaparecer de la misma forma en que llego y debía afrontar el momento cuando llegara.

Una lagrima le resbalo por la mejilla al ver la silueta volverse cada vez más pequeño hasta que el pequeño punto se desvaneció.