Kyra Pov's

𝙃𝘼𝘽Í𝘼 𝙊𝙇𝙑𝙄𝘿𝘼𝘿𝙊 el porqué yo nunca me arriesgo. Me creí valiente por unos segundos y ahora estaba en la habitación que compartía con Fran, desde hace tres horas, escogiendo la ropa.

-¿Qué tal este? -me preguntó la morena sacando un chaleco de piel negro de mi armario.

-¿Tu eres loca? Se que de noche hace frío pero ese suéter es para que sienta calor en invierno -le respondí, ¿acaso ella quería que me azara?-. Sigo sin entender por qué no puedo usar el primer conjunto que te dije, es mi cita no la tuya.

Cuando Fran escuchó que aceptaba no mandar al caño al gorgojo, o por lo menos no hasta saber exactamente lo que quiero, dijo que debíamos escoger la ropa y otras cosas más que no le escuché.

Yo había optado por una camisa negra manga larga, un pantalón de cuero del mismo color y botas militares. Pero Kyra aseguró que eso lo uso siempre que no llevaba el uniforme y perdía el encanto.

¡Si lo uso siempre demuestra su utilidad y lo bien que me queda!

Pero ella no lo entendía. Tristemente.

Y yo, bueno, no sabía por qué la escuchaba. Tal vez algo dentro de mi si quería destacar.

Estúpida estapa adolescente y deseo de ser la protagonista de un libro de romance.

-Debes ser innovadora Kyra, estoy segura que tienes algo que te quedará exelente. Además debes hacer que Ajax piensa "Wow, que suertudo soy de que Kyra haya aceptado salir con una mierdita como yo", debes hacerlo sentir que no tenía oportunidad, debes llegar como una diosa empoderada. -explicó Fran mientras seguía rebuscando en la ropa de su amiga.

Okey, no se qué decir ante eso.

Soy una niña de papi, ¿de por si el creernos inalcanzables en relaciones no viene en paquete?

-Si, pero no dejó esforzarme para eso -le respondí, parándome de mi hermosa cama para dirigirme al armario-. A ver, me pondré...

¿Qué me pondría?

Tengo mucha ropa, toneladas. Pero ninguna para la ocasión.

Mis ojos rebuscaron entre las prendas de mi clóset, hasta que dí con algo que llamó mi atención.

Bingo.

Yo no soy muy complicada con la ropa, la idea es simple: si me imagino con ella, me la llevo puesta.

Dones de la visualización de las brujas. No podemos ver el futuro en sí como los de las visiones, solo podemos "sentir" si un escenario de nuestra mente puede pasar o no.

Útil, ¿no?

Volviendo a la prenda de ropa, saqué mi obra maestra del armario y se la mostré a Fran. -Me quedo con esto, tómalo o déjalo.

Le mostré un conjunto simple, medio "cita" pero que no hacia perder mi escencia. Después de todo, ¿de qué sirve salir con alguien que esta enamorado de una fantasía?

Me decidí por una falda negra larga, casi llegando a mis tobillos, un suéter de tortuga marrón oscuro, unos mocasines negros, medias blancas (estilo los 80's) y listo. ¿Eso sirve, no?

-Me gusta me gusta, nada mal. ¿Viste que si le sabes a esto? -dijo Fran con una sonrisa y poniendo una mano en mi hombro, supongo yo que en forma de apoyo.

Comienzo a creer que tiene una obsesión con hacer eso. Siempre que aconseja a alguien coloca su mano en el hombro de la pobre víctima.

¿Será hombrosexual?

Solo se, que hetero no es.

Hace frío.

Ese era mi único pensamiento esta noche, la falda era larga e incluso tenía un short debajo, usaba un suéter largo y todo. Pero el problema eran mis manos. ¡Estaban congeladas! Si de por si siempre las tengo frías, se imagina cómo deben de estar ahora.

Que las estrellas ciegan a la persona a la que se le ocurrió hacerme tan friolenta.

Mientras caminaba y trataba de no tropezar con las pequeñas rocas del camino, pude divisar a Ajax a lo lejos.

-¿No le rompas el corazón, si?

Raven, quien había insistado en acompañarme habló. Todos piensan que yo le romperé el corazón, ¿pero si el me lo rompe a mi?

-No prometo nada. -me límite a responderle. Mis inseguridades románticas no era tema de conversación.

-Uh, que cruel -me respondió el pájaro, imbécil-. Bueno, yo me iré a mi cita con Fransheska, deséame suerte.

-No es una cita, ella dijo eso para que no estuvieras de chismoso todo la noche. -le respondí, tratando de que no se haga ilusiones con mi amiga.

¿No les conté?

Raven lleva enamorado de Fran durante mucho tiempo, demasiado diría yo. ¿Enserio es posible amar durante tanto tiempo a alguien?

El punto es, que Fransheska era muy tonta para estas cosas y no se daba cuenta, o si lo hacía decidió hacerse la loca y no contarme.

-Deja tus celos, Kyra, deja tus celos -con su mano revolvió mi cabello, arruinado mi peinado-. Te dejo con tu princeso. Adiós.

Sin importarle lo más mínimo el daño que provocó en mi peiado se fué, pavoneandose por el camino y con una brillante sonrisa en su rostro.

¿Sería un mal momento para volver? Tal vez.

Esta situación me recordaba a un poema de mi libro que alguna vez leí. Cuando decía que ser protagonista debía sentirse maravilloso, no sabía que ya lo era. Pero de poemas de dolor y temor.

El relato de aquel poema surcaba mi mente con cada paso que daba, pensando que la autora debió haber leído y descifrado mis pensamiento mejor que yo.

"En la sombra de mis suspiros lóbregos,
el miedo al amor me devora sin cesar.
Siento que caigo en un sinfín de tormentos,
ansiando afecto que nunca llegará.

Temor me embriaga, se adueña de mí,
maldito temor que me hace huir.
Anhelo el afecto que nunca llega,
y en mi soledad, el alma se desgarra.

Sueños tejidos en hilos de incertidumbre,
imagino una vida junto a alguien ausente.
Un ser destinado a otra realidad,
y en mi esperanza, naufragio con dolor.

El amor, esa llama que quema en el pecho,
me ha dejado heridas en el alma,
pero en lo profundo, sigue latiendo,
desafiando al miedo que quiere apagarla.

Aunque me aterre el amor y sus señales,
no puedo evitar buscar su consuelo,
pues en cada cicatriz late un deseo,
de hallar el amor que está hecho para mí."

Pero como dice mi madre: los cobardes van a la horca. Así que me llené de valor y dí los pasos faltantes para aventurarme a una historia de la cuál no sabía su género; ¿sería acción, romance, tragediao drama? No lo sabía, solo podía dar un salto de fe.

Caminé, con la frente en alto y sin dejar que se viera lo asustada que estaba de abrir mi corazón en el interior. "

-Hola, Ajax. -fue lo único que mi boca pudo formular en el momento.

Ajax se volteó, pareció algo sorprendido al escuchar mi voz. ¿Tambien esperaba que no viniera?

Ajax Pov's

Dios, estaba hermosa.

No era muy diferente a lo que usualmente usa, pero la hacían ver hermosa. Siempre se ve hermosa pero parecía como si fuese la primera vez que lo notaba.

Tenía un maquillaje muy sutil, pero diferente. Había una pequeña diferencia en ella que la hacian destacar.

Se había esforzado para esta noche. Era un honor que no creía merecer.

-Ajax -sus palabras salieron de sus labios de forma hipnótica, mi nombre sonaba como un cantor de ángeles cuando ella lo decía-. Te estoy hablando, Ajax...

Mierda, me quedé callado otra vez.

-A-ah, si. Hola Kyra -cerré los ojos por un instante tratando de buscar la valentía que era excasa. Vamos tarado-. E-estas muy bella hoy.

Si no hubiese notado que tenía rubor cuando creyó, creía falsamente que se habría sonrojado. Aunque es lindo imaginar que si.

-De algo debió bastar las horas arreglandome -me contestó con su característica ironía. Aunque estoy seguro que aún recién levantada sería la envidia de Afrodita-. ¿Las flores son para mi o para adornar tu atuendo?

¿Flores? ¡Las flores! Cielos, ¿cómo pude olvidarlo?

Con Xavier nos escapamos del colegio para ir a la floristería y comprar una arreglo de flores negras y moradas. Se que son sus colores favoritos.

Tanto problemas para encontarlo y casi se me olvida dárselo.

-¡Ah si! Son para ti -le extendí el ramo, y note que sus ojos azules parecían reflejar una lluvia de estrellas. Parece que le gustaron y eso me hizo sonreír-. No sabía si te gustaban las flores, pero si sabía que te gustaban esos colores.

Ella tomó el ramo de flores, nuestros dedos chocaron y sentí que una electricidad recorrió mi cuerpo.

Pero ella parecía más concentrada en admirar el ramo de rosas.

¿Eso es bueno, no?

-¿A dónde vamos primero? -me preguntó, ahora su rostro estaba más iluminado que antes, no se veía nerviosa como al principio.

Nota mental: llevar flores siempre que vaya a verla.

-¿Te parece si vamos a los juegos? -no tenía muchas experiencia con citas (tenía nula), pero supogo que eso se hace en citas.

Ella asintió, y juntos fuimos a los juegos.

Fue una la segunda mejor noche de mi vida, porque la primera fue cuando la conocí.

Pasamos mucho rato en la feria, jugamos fuegos, comimos bastante, me humilló en muchos, y casi nos matamos en los carritos chocones.

-¡Casi me rompes el cuello! -le decía cuando salimos de ese juego mortal.

-No seas exagerado -me respondió ella, claro, como la asesina era ella-. Solo fue un choque pequeño.

-¡Casi salgo volando del carrito! -era una exageración, pero enserio me sentía así.

Noté que trataba de hablar, pero la risa obstruía sus palabras al igual que su mano. Hasta que por fin estalló en carcajadas.

Dios, ¿cómo puedo caer rendido ante una risa?

-Tu risa es hermosa -dije casi sin pensar, sonrojandome ante mis palabras.

No era mentira, pero, ¿decir algo así de la nada? Podía incomodarla.

Se quedó helada antes mis palabras, diablos Ajax, ¿no haces nada bien?

Traté de arreglar mi error, pero entonces ella sonrió levemente.

-Gracias -respondió, ¿no estaba enojada? -. Vamos a la Rueda de la Fortuna.

Me tomó del suéter y me arrastró hasta allá, sin darme tiempo de pensar o responder.

Esta chica me volvería loco.

Narrador Omnisciente

-¿Lográs ver algo? -preguntó un joven delgado de cabello rubios y largos, escondido tras un arbusto.

-Podría ver algo si te quitaras. -le respondió su compañera del cromien, una loba morena de cabello rizados.

Xavier y Fransheska, por mucho que se odiaban, estaban tirados en el suelo, tras un arbusto y con binoculares. Espiando a la pareja.

-¡Creo que van a la Rueda de la Fortuna! -dijo el tercer cómplice del crimen, Raven.

-¡Ay increíble! Eso es bastante romántico, debemos seguirlos de lejos como los hemos estado haciendo. -dijo la morena mientras seguía viendo a la pareja.

-¿No creen que esto es invasivo? -preguntó de pronto Xavier, quitándose los binoculares y mirando a los contrarios.

Antes de que alguien más pudiera hablar, un grito aterrorizado salió del bosque.

-¿Esa fue Merlina? -preguntó Fransheska con temor.

-Yo creo que si.

Una sola pregunta cruzó en las mentes de los presentes: ¿por qué Merlina gritó?

Hola! 💗

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Créditos del poema a: cherryglxss_ Gracias por el poema! 💗

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Los quiero!

Bay! 💗