Un final con Haru.
-¡Ya estoy decidido, iré con Haru!
Grito Tsuna mientras corría en dirección a la casa de Haru. En su mente aparecían diversos pensamientos del porque Haru era la mejor opción. Ella siempre ha sido la chica que ha querido a Tsuna desde el momento de conocerlo, un posible amor a primera vista el cual nunca mostró miedo al secreto o al mundo oculto al que se le obligó entrar a Tsuna.
Decidido continuó corriendo hasta que una dulce voz cantando lo tomo por sorpresa.
-¿Haru?
-Oh, Tsuna-san, que sorpresa encontrarlo por estos lados.
Haru estaba cantando mientras estaba sentada sobre un pequeño muro, esperando a que llegara Tsuna. Claro él no tenía que enterarse de esto.
-Bu-bueno, pues iba en camino a tu... espera, me estabas esperando, ¿cierto?
-¡¿Eh, como lo supiste?!
-Un presentimiento.
Dijo de manera poco entusiasta. Pasado el momento incómodo ambos se dirigieron de camino a casa de la chica mientras platicaban sobre el asunto de hace unas cuantas noches.
-Bueno, entonces, sobre aquella noche... bu-bueno, ¿ya sucedió lo mismo con Kyoko?
Esa pregunta le dolía a Haru, incluso si ella era la que la estaba haciendo. Pero sabía que era necesaria, de esa forma la siguiente pregunta que estaba formulando en su cabeza podría salir a la luz.
-Bueno, si... y realmente lamento algo que hice.
-¿A-ah si? ¿Qu-qué cosa?
Cada segundo que pasaba Haru se ponía más nerviosa, ella pensaba que Tsuna se estaba arrepintiendo de aquella noche con ella.
-Pues... no podía hacer lo mismo que hice contigo con Kyoko sin sentirme un sin vergüenza. Por eso le pedí a Reborn que borraré mis recuerdos por poco tiempo, pero me arrepiento de haberlos olvidado... eso me causo mucho problema.
-¡¿Eh, borraste tus recuerdos?!
Haru grito sorprendida a la vez que se sentía aliviada.
-Si, pero eso ya no es importante.
-Y-ya veo... entonces, ¿ya tomaste una desición?
Al fin aquella pregunta salió a la luz después de tanta agonía que sufría la pobre chica. Sentía como los nervios se apoderaban de su cuerpo haciéndola actuar de manera un tanto extraña. Aunque claro, las acciones normales de un cuerpo nervioso estaba presente como el sudor en sus manos, pequeños temblores en sus hombros y un nudo en su garganta que le hacía que le costará trabajo hablar.
-Si, ya decidí..., pero antes, quiero que sepas algo, no importa la desición que yo haya tomado, quiero que tú y Kyoko sigan siendo amigas. Me sentiría mal conmigo mismo por romper su amistad de esta manera.
Esas palabras realmente no hicieron sentir más cómoda a Haru, parecía que Tsuna le estaba diciendo que había escogido a su rival sin realmente decirlo. Esto realmente lastimaba a Haru, pero debía responder a la condición de Tsuna.
-Haru promete seguir siendo amiga de Kyoko, no importa lo que Tsuna decida.
Practico varias veces en su mente para evitar errar y que no se notará preocupada.
-Bien, entonces... Haru, tú siempre has sido una chica dulce con la que puedo pasar el rato sin aburrirme. Si, has sido muy agresiva con respecto a salir conmigo, al principio me daba algo de miedo y pena..., pero después de ver que tu amor es sincero, no puedo evitar sentirme halagado. Es por eso, Haru, ¿serías mi novia?
Colocándose de rodillas como si de matrimonio se tratara, el chico finalmente saco esas palabras a flote que siempre le costaba mencionar. La reacción de la chica, bueno, fue un tanto normal ya que al poder lanzar la preocupación al aire ella decidió acompañar a esta y lanzarse encima de Tsuna para poder besarlo.
Las palabras no fueron necesarias para saber cuál sería la respuesta de la chica, ya que en algunas ocasiones, una acción puede hablar más que mil palabras.
El beso empezó y termino de la misma manera, ambos tumbados en el suelo compartiendo un momento de pareja después de tanto, pero al darse cuenta de la posición tan incómoda en la que se encontraban, además de penosa, ambos chicos decidieron alojarse en el único lugar en el que no serían molestados, la casa de Haru.
Ambos padres no se encontraban en este momento y la casa estaba completamente vacía, dando la oportunidad a ambos de desencadenar este amor a nuevos niveles.
Al llegar al cuarto de la chica las palabras no fueron necesarias para saber lo que ambos querían, la lujuria invadía a ambos como si se tratarán de un par de amantes que no se habían visto en mil años.
Los besos al principio fueron suaves, denotando un ligero toque de cariño para ambos. Pero la intensidad escaló velozmente hasta el punto en el que cuello de uno de ellos estubo lleno de marcas, y estás continuaban apareciendo a cada segundo que Tsuna besaba el cuello de Haru.
-Haa, Tsuna, ta-tantas marcas serán un problema.
Ella intentaba quejarse, pero no hacía nada para detener al chico, es por esa razón por la que el continuaba sin preocupación alguna. Que vean las marcas, pensaba, así sabrán que ella es mía, gritaba en sus pensamientos.
Una vez que el cuello de la chica parecía estar repleto de esas marcas fue cuando Tsuna decidió avanzar, bajando por aquellos hermosos pechos ocultos por una tela que tan solo estorbaba al amor de estos chicos. Con lentitud quito la primera pieza de tela, una camisa de botones que hacía sentir al chico frustrado ya que esa prenda ocultaba un tesoro que el ansiaba ver.
Cuando por fin logro quitarla otro obstáculo se le presento, el último y el más complicado para él. Con torpeza movió sus manos intentando desabrochar el sujetador que ocultaba lo que Tsuna más deseaba..., al final tuvo que usar la ayuda de Haru para poder removerlo. Pero una vez que esté enemigo calló también lo hizo el rostro de Tsuna, callendo directo en los pechos de la chica.
-M-me haces cosquillas, jajaja, para Tsuna.
Los movimientos extraños del chico solo hacían que la chica sintiera cosquillas, pero cuando su boca tocó la punta de su pezón la chica gimió repentinamente.
-N-no Tsuna, haa~, dios, esto es tan penoso.
La chica coloco sus manos sobre su cama para mantener su equilibrio, mientras que el chico lamía los pechos de la chica, uno por uno, para que está pudiera sentir todo el placer que este conllevaba.
-Jeje, pareces un bebé, haa~.
Dijo esta mientras acariciaba la cabeza de Tsuna, aquel alocado cabello se movía entre sus dedos con fluidez.
Sin poder soportarlo más, Haru comenzó a morder gentilmente su dedo mientras el clímax se acercaba para ella. Los dulces labios del chico que amaba estaban en sus pechos, y eso era suficiente para ella para sentir el éxtasis.
-Ha, m-me, me, ¡haa~!
Grito con fuerza a la vez que un fuerte chorro de aquello que se conoce como jugó de amor salía de su entrepierna, mojando parte del pecho y del pantalón del chico.
Empapado no tenía más opción que quitarse la ropa, claro que está no permanecería puesta por mucho más tiempo. Este momento la chica aprovecho para retirarse su falda y sus bragas empapadas, apenada las lanzo al cesto de ropa sucia, incluso si las iba a lavar al terminar con esto.
Pronto ambos se vieron completamente desnudos, estaban tan nerviosos como si fuera su primera vez, cubriendo sus partes con pena incluso si ya las habían visto antes. Era el romance lo que los hacía actuar de esta manera tan dulce y tan torpe, claro que una vez la pena acabó la lujuria ganó.
Gentilmente el chico recostó a la chica en la cama, con su mano tocó suavemente la entrepierna de la chica, frotando con su mano una y otra vez hasta que está estubiera lo suficientemente mojada para poder comenzar.
-Haa~, si, sigue Tsuna, así, se siente bien.
Claro ella disfrutaba ser tocada de esa manera, pero se sentía culpable de que solo ella se sintiera bien, justo por eso ella obligó al chico a colocarse en una rara posición, la chica estaba acostada siendo lamida en su entrepierna por Tsuna, mientras que el miembro de este estaba justo frente al rostro de Haru, la cual comenzó a lamerlo como si de una paleta se tratara.
Ambos actuaban de esta manera para hacer sentir mejor al otro, y claramente esto funcionaba, ya que no paso más de cinco minutos para que ambos llegará a un clímax compartido.
Se colocaron en la posición para comenzar con el verdadero acto principal, colocando sus sexos lo más cerca posible para el inevitable contacto de ambos.
-¿E-estas lista?
Dijo él temeroso, mientras la cabeza de su miembro se frotaba contra los labios de la chica, sus labios inferiores.
-S-si, hazlo.
Dijo dando inicio a la acción, el miembro del chico se comenzó a introducir lentamente en la chica, causando en ella un conjunto de dolor y excitación, después de todo era su segunda vez.
-¿Es-estas bien?
-S-si, descuida, no duele tanto como antes.
Suavemente la chica beso al chico a la vez que lo incitaba para mover sus caderas, dando inicio a ese maravilloso acto llamado amor.
Sus sexos estaban combinados, compartiendo así no solo cuerpo, si no placeres ya que el alma, el alma ya era algo que estos dos compartían desde hace mucho.
Los movimientos de ambos ya no eran tan torpes como en su primera vez, después de todo ambos tenían ya algo de experiencia, experiencia que usaron para hacer sentir bien a su compañero.
-Haa, haa, Tsuna, Tsuna, te amo Tsuna.
Decía Haru entre gemidos, pero el chico mantenía la boca cerrada, concentrado en lo que estaba haciendo para no lastimar a la mujer que amaba. Cómo si fuese un hechizo, la chica rompió con un beso la concentración del chico, terminando en él prestando atención en las bellas miradas y gestos que le regalaba el cuerpo de ella, sin poder soportarlo el chico termino, hinundandola completamente, algo que ella quería.
Pasado unas pocas horas, ambos chicos se encontraban acostados sobre la cama, mirando el techo pensando en la cosa tan asombrosa que acababan de hacer, ese recuerdo, esa memoria de su primera vez como amantes de quedará grabada en sus corazones para siempre.
Al día siguiente, la noticia se difundió por todo su grupo social, incluida la tercera pieza de este deshecho triángulo amoroso.
-Veo que te escogió a ti... me alegro por ti.
-Si, me esforcé mucho para que Tsuna notará lo que siento por él, me alegro de que haya funcionado.
Una lágrima de felicidad recorría el rostro de Haru, inmediatamente Kyoko limpio está lágrima.
-Incluso si yo perdí, quiero que sigamos siendo amigas.
Dijo Kyoko, cuyas lágrimas no podían contenerse por más tiempo, pero no eran lágrimas amargas, eran lágrimas de alguien que había aceptado su derrota y se sentía alegre por su amiga.
Ambas compartieron un abrazo, aceptando seguir siendo amigas, pero la persona que en verdad se sentía incómodo era Tsuna.
Tsuna decidió hablar a solas con Kyoko, sobre el asunto de hace algunas lunas, el tema debía cerrarse en la relación de ambos de una buena vez.
-Kyoko yo...
-No tienes que decir nada Tsu-kun, sé porque la escogiste. Mientras yo continuaba ignorando tus sentimientos Haru hizo los suyos públicos, mientras yo solo rezaba por ustedes Haru estuvo con ustedes, dándoles todo su apoyo. Sabes, sé que no soy perfecta y he cometido muchos errores, solo espero que esta experiencia me ayude a no ser tan inocente cuando de amor se trata... Bueno, espero que sean felices juntos, y tranquilo, podemos seguir siendo amigos.
Hablo sin dejar hablar al chico, la actitud de Kyoko era rara, pero debía comprenderse, su corazón le había sido roto, pero eso no le evitaría continuar con sus grandes amigos que tanto la quieren.
El fin.
Bueno, aquí el final de esta trilogía, vaya que me tarde en hacer este capítulo. En verdad lo siento, pero normalmente trabajo mucho en otros proyectos que algunas veces no les presto mucha atención a los pequeños como este, además de que la escuela consume mucho de mi tiempo, pero bueno, tenía planeado otros dos finales, uno con Kyoko y el otro el final Harem :v, pero creo que dejaré este como el final definitivo, bueno, espero que les haya gustado la historia, nos vemos.
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