—Ha-Haru, ¿q-qué estás haciendo?

Preguntaba con una voz rota, estaba sorprendido y bastante excitado por la escena que estaba viendo, Haru cubría con su brazo ligeramente su pecho mientras estaba parada frente a Tsuna, no hacía nada más que esperar a que Tsuna pensara en hacer algo...eso podía ser tardado.

—T-Tsuna-san, n-no me gusta verte triste, e-es por eso...Pu-puedes usar mi cuerpo para consolarte.

Dijo apenada, su cuerpo temblaba levemente haciendo pensar a cualquiera que tenía algo de frío, pero Tsuna se había dado cuenta, ella estaba asustada, apenada y que tal vez ni siquiera quería hacer esto, verla así hacía sentir a Tsuna que era basura o incluso algo peor.

—Haru, por favor detente —se levanto y dijo molesto.

—¿Tsu-Tsuna-san, qué sucede? —pregunto con miedo.

—Haru, por favor deja de hacer esas cosas, deja de menospreciarte. Eres una fantástica chica y no aguanto escucharte decir cosas como que use tu cuerpo, que te tome como novia por pena hacia mi...e-esa no es la clase de relación que quiero contigo.

—E-entonces, estás diciendo que...

—Por favor valórate más —dijo con una amable sonrisa.

Tsuna puso su abrigo sobre los hombros de Haru, cubriendo su pequeño cuerpo con su blazer y así parando el nerviosismo de la chica, Haru no pudo evitar sonreír ante la amabilidad que se le era mostraba, ahora estaba decidida de algo, si hacía esto en este momento no sería para consolar a Tsuna, era para demostrarle cuánto lo amaba.

—Tsuna-san, en verdad te lo agradezco, pero ahora estoy decidida, quiero hacer esta clase de cosas con Tsuna-san no porque me menosprecie, no porque quiera consolarte, quiero hacerlo porque es mi forma de demostrarte mi amor...la pregunta ahora sería ¿me aceptas?

Estaba nerviosa, había sido clara y honesta y esperaba una respuesta similar, cubrió súbitamente su cuerpo con la chaqueta del chico hasta esperar su respuesta. Este estaba atónito, nunca pensó ver a Haru con un rostro tan serio, eso hacía denotar su lindura y ponía en problemas al chico, su respuesta no estaba clara. Respiro hondamente para intentar tranquilizarse y pensar más claramente, pero el aire estaba lleno de el aroma de Haru, un aroma dulce e hipnotizante, esto le hacía perder más el control en vez de tener un pensamiento más claro.

—Ha-Haru, y-yo, n-no se...

El estaba aún indeciso, su elección aún giraba en torno a Haru y Kyoko, se sentía mal por no escoger a alguna en este momento y no quería hacer nada serio sin tomar aquella importante decisión, claro que Haru notó esto y no tubo más opción que contarle un pequeño secreto a Tsuna.

—Tsuna-san, no tienes que preocuparte, incluso si escoges a Kyoko-Chan después de esto...aún así estaré para apoyarte, después de todo, eres mi primer amor.

Sonrío como un ángel lo haría, Tsuna miro su brillante sonrisa y toda duda desapareció de él, en este mismo momento no tenía que escoger entre Kyoko y Haru, en este momento su única opción era Haru y tal vez así sea incluso después de esto.

Se levanto de la cama y se puso al frente de ella, la sostuvo de sus hombros firmemente, temeroso de que ella fuera a escapar, acerco el cuerpo de la chica al suyo y con un rápido movimiento sus labios entrar en contacto.

—¿¡Mphh!?

Aquel repentino movimiento hizo que Haru se sorprendiera, su lengua estaba siendo masajeada constantemente dándole un extraño sentimiento, respiraba bruscamente mientras pensaba "esto es un beso entre amantes...creo que me gusta".

Aunque sus labios no querían separarse ni un minuto la falta de aire les fue un verdadero problema, se separaron para poder respirar bruscamente, necesitaban tomar el oxígeno que necesitaban rápidamente para poder continuar, ver aquellos labios violables de Haru, llenos de saliva que hacían brillarlos era una verdadera tortura para Tsuna, quería tenerlos, besarlos para siempre, lastima que era imposible.

Haru lo tomó de la camisa una vez que su stamina se había recuperado un poco, lo beso con la misma intensidad que antes mientras desabrochaba lentamente la misma camisa, acariciaba el pecho desnudo de Tsuna notando su fuerte abdomen, sus dedos se movían erráticamente sobre todo su cuerpo haciendo que él tuviera una extraña sensación. Sentía escalofríos al igual que un extraño placer, pero sentía que se estaba quedando atrás y que debía tomar la delantera como el chico.

—¡Naah!

Grito Haru una vez que sintió la mano de Tsuna sobre su pecho, sentía como la acariciaba suavemente y apretaba su zona sensible, gemía entre beso y beso haciendo que su respiración se agravará aún más, ella estaba cansada y no podía continuar, pero él no la dejaba alejarse, la besaba intensamente y eróticamente mientras presionaba cada vez más rápido su pecho, con tanta estimulación ella no pudo haber evitado tener un pequeño orgasmo.

—¡Mphaahh, aahn, Thuna-han!

Gritaba mientras aún continuaba con el beso. Sus pies perdían toda su fuerza haciéndole casi imposible sostener su cuerpo, cayó rendida haciendo que Tsuna la cargara, la sostuvo como una rosa delicada, una princesa que debía proteger. La ayudo a recostarse en la cama sin soltarla en momento alguno, se miraron con una profunda mirada, el rostro de ambos mostraba una fuerte sensación de excitación y un gran rubor, algo que les pareció un poco cómico a ambos, soltaron una pequeña carcajada que no iba a lugar.

—Jeje, esto en verdad me gusta, me alegra poder hacer esto contigo Tsuna.

—A mí también, sabes, eres una verdadera lindura que no puedo dejar de ver.

Esas palabras resonaron en la mente de la chica una y otra vez, estaba tan contenta que no se podía creer que esto realmente estuviera pasando, se sentía como un sueño, como una historia creada por una mujer enamorada.