53) ~Fin~
Ciel POV
Me aferre con fuerza al cuello de mi mayordomo y hundi mi cabeza en su cuello, esperando el final, esperando a que esto se acabara. Pero de pronto una risa resono en el lugar, y no, no era la de Amy, pero si era muy similar. Me di vuelta y la vi, ella, ella segui con vida a pesar de esa herida. Se levanto y se quito el polvo, como si nunca le hubiera pasado algo. La mire en un estado de Shock. Amy comenzo a retroseder, parecia asustada -¡Caiste!- Grito Ashley haciendo una bella sonrisa que no pude entender -¿Creiste que una espada como esa podia matarme? Soy la futura Reina, cariño, no puedes matarme con esa cosa.- El rostro del angel reflejaba la desesperacion pura, en todos sus sentidos.
-T-Tu... P-Pero... ¡Yo te mate! ¡Te mate a ti y a los dos perros encadenados!- No entendia nada, estaba confundido, y enojado, ella... Ella habia dejado morir a Sebastian... ¡Lo habia dejado morir a pesar de todo!
-Si, los mataste a ellos, pero aun asi, yo voy a matarte- La pelinegra comenzo a caminar hacia la albina, la cual dio pasos rapidos hacia atras hasta que se tropezo y callo al suelo, estaba asustada, sin saber que hacer. La demonio la tomo del cuello rapidamente y la elevo -Sabes... Tu no eres nada... Te dejas mandar ante todos, te dejas pisotear sin piedad, nada te importa en realidad, solo obedeces como un cachorro sin resibir nada a cambio, ¿que clase de vida es esa?- El angel dejo caer la espada para llevar sus manos a las de la demonio y tratar de zafarce de su ahorcamiento. Ashley la lanzo lejos y tomo la espada entre sus manos. -Los angeles son debiles, atados a las creencias antiguas, si te hubieras dado cuenta de tu poder antes quizas me hubieras derrotado... Pero te dejaste caer en la trampa de que tu poder de ahora era suficiente para derrotarme... Idiota...- La espada demoniaca se elevo en sus manos -Sabes, los daños causados por esta espada en los demonios nunca sanan, para los angeles sigue siendo una espada normal... Pero bueno, aun asi puedo matarte con ella, que ironico.- De pronto, Amy comenzo a reir, mientras que de sus ojos brotaron las lagrimas.
-Sabes... Tienes razon...- Se levanto del suelo y miro fijamente a la otra chica -Mi existencia ya esta vacia- De pronto en el rostro de ambas se dibujo una sonrisa. -Es lo unico que merezco, ¿no es asi?- De pronto estiro los brazos -Adelante, dale fin a esta existencia vacia, por favor- Ashley hizo una reverencia y le sonrio aun mas
-Sera un honor, Reina, hermana, lo que decee- Y de pronto su espada se encontraba atravezando el brillante cuerpo de la chica, quien aun sonreia
-Gracias, Ashley-san- Incluso yo estaba de acuerdo con ella, ella merecia morir, lo merecia porque una existencia tan vacia deberia morir de inmediato, y era tan asi que ella pidio su propia muerte.
El cuerpo cayo al suelo. La demonio se hacerco a ella y acomo un poco su cabello, gesto que me parecio extraño -Asi es... Perfecto...- Dirigio su mirada a mi, y un esclafrio me recorrio, ¿que haria conmigo? Dejo morir incluso a su propio demonio, ¿¡que haria conmigo entonces?! Las lagrimas jamas dejaron de salir de mis ojos, pero ya no me importaba, habia perdido lo que mas queria en este mundo, lo unico que realmente queria, él, él ya no estaba. -Ciel... No tengas miedo...- Intento tocarme, pero de inmediato golpee su mano, no queria que una cosa como ella me tocara
-¡Eres una estupida! ¡Los dejaste morir a ambos a pesar de que tu podias continuar! ¡TU eres la rata asquerosa!- Mis impulsos me dominaron, no pude controlarme y le di una cachetada en el rostro. Ella se quedo anonadada, y apenas pude la golpee otra vez -¿¡No lo entiendes!? ¡Ahora vas a tener que matarme a mi!- Grite con desesperacion, puesto que... No queria vivir en un mundo sin Sebastian, preferia morir a su lado que vivir sin el. Las lagrimas se intensificaron aun mas, estaba llegando ami limite, sentia que en cualquier momento me desmayaria
-Ciel... ¿Me crees capaz de tal cosa? Jamas te mataria a ti, y mucho menos dejaria morir a Sebastian y a Christian en vano.- La mire anonadado, ¿a caso sus muertes no fueron en vano? ¡Claro que si! ¡Murieron por nada! Ella me hizo a un lado y camino hacia el cuerpo de Sebastian.
-¡Ey! ¡No lo toques!- Grite y corri hacia ella, pero de pronto mi cuerpo se detuvo, no podia moverme
-Quedate quieto.- Susurro. ¿Por que no podia moverme? ¿Acaso este era el poder que ella poseia? Seguro que si.... La vi estirar su mano y en direccion a mi mayordomo y comenzar a susurrar unas palabras que no pude comprender. De pronto montones y montones de plumas negras se arremolinaron alrededor de Sebastian. Miraba todo aquello con confucion, sin saber muy bien que pensar, ¿que demonios estaba pasando? De pronto las plumas se dispersaron, dejando ver su negra figura, mirandome con sus ojos brillantes y una sonrisa en su rostro.
-Te tardaste, Ashley- Susurro él, con su encantadora voz mientras miraba a la chica con el ceño fruncido. Dirigio su mirada a mi y pude sentir como mi cuerpo me resondia una vez mas, pero no me movi, me queda alli, sintiendo como todos los pedazos de mi ser volvian a armarse en mi interior. El se acerco a mi con una mirada preocupada y se agacho para quedar a mi altura, el estaba aqui, ¡estaba vivo! ¿Era verdad? ¿Como podia ser? Le vi retirar sus guantes y comenzar a limpiar mis mejillas con ellos. -¿Lo asuste?- Pregunto, y cuando senti el tacto de las llemas de sus dedos en mi piel reaccione y me lance sobre el, aferrandome a su cuello con todas mis fuerzas
-¡Eres un idiota! ¡Te odio maldita sea!- Grite sintiendo mas lagrimas rodar por mi mejilla. De el salio una leve risa.
-Por favor, sepa perdonarme.- Senti sus brazos a mi alrededor, apretandome con fuerza.
-Claro que si estupido, esas aqui, eso es lo que importa- Me separe apenas un poco de el para poder juntar nuestros labios, esos labios... Crei que jamas volveria a sentirlos, y por eso este beso fue de los mejores, quizas el mejor, porque fue reconfortante, porque fue lo que necesitaba para volver a acomodar todas mis partes en su lugar.
-Perdoneme, no se me deberia permitir ver su rostro en estas condiciones.- Fueron aquellas palabras que hicieron que le diera una bofetada, no tan fuerte como la que le habia dado a Ashley, pero estoy seguro de que la sintio. Ademas de que se quedo vastante impresionado
-No digas estupideces...- Me abrace a su cuello una vez mas. -¿Que es lo que hicieron? No entiendo nada...- De pronto Ashley y Christian aparecieron frente a nosotros, mientras que la niña tenia una camara en sus manos. "¿De donde salio?"
-Deja que te explique... Nuestro plan era que cuando el angel pelee en serio se dejaran matar, dejandote a ti con vida.... No creo ser capaz de traerte a ti a la vida de nuevo... Tu sangre es una mezcla... Bueno, volviendo a lo otro, si nos dejabamos matar la hariamos creer que su poder era suficiente, subestimandonos, ¿entiendes?- De pronto señalo a la espada que traia en manos -Esta espada fue hecha por mi familia, no puede matarme con ella, seria muy ironico~- Por un momento me senti mal por haberla golpeado, pero luego solo me dije "Se lo merecia de todos modos"
Sebastian se levanto y me cargo en sus brazos, de manera que seguia recargado en su cuello. -Ya deberiamos irnos...- Susurro el. Cerre mis ojos y me senti desfallecer, estaba cansado, adolorido, habia experimentado emociones demasiado fuertes hoy, asi que no tarde en caer dormido
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Abri con pesadez mis ojos, no sabia donde estaba, mire a mi alrededor, encontrandome acostado sobre el pecho de Sebastian. Este tenia los ojos cerrados, pero apenas me movi los abrio. -¿Sebastian?- Me le quite de encima apreciando el lugar donde estaba, todo lleno de arboles. -¿Que hacemos aqui?- Pregunte mirandolo con duda. El se sento y me sonrio
-Crei que dejarlo descansar en un lugar al aire libre seria mejor...- No dije mas, no sentia que hubiera necesidad. Me apoye contra el mientras sus brazos de abrazaban -Joven amo...- Me llamo el, para despues sentir su mirada clabada fijamente en mi.
-¿Que?- Pregunte realmente dudoso. Sus manos comenzaron a acariciar mi cabello y desataron mi parche, fue en ese momento en que me di cuenta que ya no traia su frac, mas bien, traia uno de mis conjuntos.
-Joven amo... No, Ciel Phantomhive...- Me quede anonadado, era una de las contadas veces en las que el me llamaba por mi nombre -Lo amo.- Creo que quede en un total shock, pero despues sonrei, sonrei ampliamente, y de verdad, con una sonrisa verdadera.
-Yo tambien te amo, Sebastian.
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