Sebastian POV

El sol apenas salia y ya estaba abriendo mis ojos, no necesitaba en lo mas minimo dormir, asi que era imposible sentirme cansado. Mire al niño que se encontraba sobre mi, durmiendo comodamente. "Que suerte que pudo volver a dormir sin que el angel lo moleste..." Acaricie su hermoso cabello, el era adorable, sin duda alguna. Suspire, sabiendo que debia irme, no queria hacerlo realmente, pero era mi trabajo. De pronto, el joven amo comenzo a moverse un poco y abrio con pesadez los ojos. -¿Sebastian?- Pregunto realmente dormido, yo solo solte una risa.

-Joven amo, por favor duerma un poco mas.- Comence a tratar de salirme de abajo suyo, pero el tomo mi camisa con fuerza.

-Quedate aqui, es una orden.- Al principio debo decir que me impresiono, pero luego una sonrisa se dibujo en mis labios. 

-Que sentimental que esta siendo ultimamente, joven amo- Él escondio su bello rostro en mi camisa

-Callate- Se apego con mas fuerza a mi, yo solo recorri su espalda con mis manos descubiertas

-Por favor, sea sentimental- Trate de mover la cabeza de mi amo con mi nariz, logrando asi que girara la cabeza para verme, su rostro era tan inexpresivo como siempre lo ha sido, pero habia un leve (casi tan leve como para pasarlo por desapersivido) color rosado. Bese con cuidado su frente, cosa que parecio gustarle, porque se acurruco un poco mas en mi y cerro los ojos en una expresion serena. "Usted es increiblemente adorable, hare eso mas seguido" Volvi a cerrar mis ojos, una orden es una orden.

Ashley POV

Abri mis ojos con pesadez, todo estaba oscuro. Trate de mover mis brazos y pies, pero estaban atrapados por grilletes a la pared. "Este lugar..." Apenas darme cuenta donde estaba me invadieron grandes ganas de vomitar, este lugar era repugnante. De pronto la puerta se abrio, dando paso a una luz brillante, ella, como era de esperarce -¿Como te atreves a irrumpir en mi sueño, criatura repugnante?- Amy rio, llebava el vestido blanco de su madre y su latigo en sus manos.

-¿Estas en pocicion de llamarme asi?- En realidad, no lo estaba, para nada. -Ademas, ya termine con el pequeño~- Aquellas simples palabras hicieron que quisiera arrancarle la cabeza entera.

-¡ASQUEROSA PUTA DE CUARTA! ¿¡COMO TE ATREVES A TOCAR A CIEL!?- De pronto senti el dolor de mi piel razgandoce por culpa del latigo. Solte un quejido por el dolor.

-Callate, entiende que en esta forma solo puedes pedir plegarias- Y antes de que pudiera decir algo mas el dolor de los latigazos invadieron mi cuerpo, ardian demasiado. Gritaba, porque no tenia mas que hacer, pronto su energia se agotaria y todo aquello desapareceria. Mis ojos se cristalizaron hasta que los cerre y los volvi a abrir. Me encontraba en mi habitacion sentada en mi cama. Me aferre a mi misma, a pesar de que no sentia dolor en estos momentos necesitaba hacerlo, aquello habia dolido demasiado. Despues recorde que el angel habia mensionado a Ciel, por lo que me olvide totalmente de que maldita hora era y sali corriendo hasta la habitacion de el. El niño y el mayordomo estaban acostados juntos en la cama, con Ciel sobre Sebastian, se veian adorables, pero no habia tiempo para eso. Ellos al escuchar como golpeaba la puerta se dieron vuelta para mirarme. Corri y me sente en la cama 

-¡Ciel! ¿¡Estas bien!? ¿¡El angel te ha hecho mucho daño?!- Pregunte a gran velocidad, ellos me miraron extrañados.

-¿Como sabes eso?- Pregunto el niño, yo solo me tranquilice un poco

-Porque ella aparecio en mis sueños y me dijo que habia terminado contigo...- Sebastian me miro molesto, pero despues suspiro

-¿Sabes como evitar que eso pase?- Negue lentamente, lamentablemente no lo sabia... -Entonces tenemos que apurarnos a matarla-  Susurro el demonio. Mire al niño, el cual parecia preocupado.

-Asi es...

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PERDONEN LAS HORRIBLES FALTAS DE ORTOGRAFIA QUE TENGO!