Sebastian POV

Esos dos estupidos por suerte no volvieron a molestar. Comence a empacar las cosas que mi joven amo llevaria a Londres mañana para asi poder cumplir con el recado de Su Majestad. En si se prodria decir que el dia transcurrio de lo mas normal, limpiando y cocinando para mi joven amo, la verdad es que me sorprendio que los dos demonios no salieran de la habitacion hasta la hora de la cena "Con que... El no se acuesta con su ama..." Ese demonio mayordomo era un estupido, desearia que desaparecieran de esta mansion en este instante, el y su maldita ama ¿Por que ella tenia que ser la princesa? ¿Por que de todos los demonios tuvo que aparecer ella? "Aunque... Sin ella quizas no hubiera hecho nada de lo que llevo haciendo con el joven amo..." No sabia cuales eran las intenciones de la niña esa ¿Eran buenas? ¿Eran malas? No lo sabia, solo sabia que era insoportable.

Ambos cruzaron la puerta del comedor, ella corriendo despavoridamente y el con tranquiidad. Ashley se sento en la otra punta de la mesa -¿Has pensado en mi a la hora de cocinar, Sebastian?- Maldita idiota, yo soy el mayordomo del joven amo, no el suyo.

-Por su puesto Ashley-sama- Hice una reverencia y acerque algunos platos de comida a ella, los cuales comenzo a deborar.

-Oh, Ciel, descubri algunas cosas cuando estuve en Londres sobre el caso de las desapariciones.- Dijo ella, mi amo se limpio un poco la boca con una servilleta y la miro expectante

-¿Que averiguaste?- La niña termino de tragar lo que tenia en la boca y hablo

-Pues... Un niño me dijo que a los demas niños se los lleva una brillante figura.- Mi amo la miro extrañado.

-¿Una brillante figura?- Aquello me daba una idea, pero no era algo necesario de informar.

-Asi es.- Mi joven amo parecio pensar.

-¿Viste a alguien sospechoso?- La niña solo nego. El resto de la cena siguio en silencio, por excepcion de cuando mi amo informo que mañana saldriamos a primera hora. Lleve los platos a labar y se los encargue a Christian, para despues acompañar a mi joven amo a su habitacion...

Quite su saco y lo guarde en su guardarropas para despues sentarlo en la cama y comenzar a desatar los cordones de sus botas. Se las quite con cuidado y luego retire sus botas. Lo mire a los ojos, parecia estar intentando matenerse serio, pero habia algo en su mirada. Desabotone uno a uno los botones e su camisa, pero cuando se la saque senti como sus pequeñas manos tomaban el borde de mi saco y me jalaban hacia el, juntando nuestros labios "Ya veo..." Lo recoste sobre la cama como la vez anterior y me subi sobre el. -Joven amo, que inesperado- Dije separando nuestros labios

-Callate- Djo el antes de volver a juntar nuestros labios, al parecer el joven amo disfrutaba de esto tanto como yo, cosa que me encantaba, hacia mi diversion mucho mas facil de obtener. Comence de a poco a besar su cuello, dando lametones y leves mordidas.

-Hoy pienzo usar mi boca un poco mas, joven amo

----------------------Lemmon~-------------------

Descendi por el cuerpo de mi niño dando suaves besos hasta llegar a sus pezones, y sin pensarlo dos veces atrape el derecho con mi boca y el izquierdo con mi mano correspondiente, apretandolos y jugando con ellos escuchando los leves gemidos de mi amo. Una vez que estaban lo mas erectos posibles comencé a bajar por el cuerpo de mi amo dejando un rastro de besos y lamidas hasta llegar a su entrepierna, viendo el bulto que se alzaba en sus pantalones. -Usted nunca me decepciona.- Me relami los labios y quité el resto de la ropa de mi amo para poder observar su erección. Al principio la tome con mi mano izquierda y comencé a masturbarlo, pero termine rodeando su entrepierna con mi boca y bajando y subiendo por esta.
-Se-Sebastian...- Gimio mi joven amo cuando comencé a hacer circulos sobre su punta. El comenzó a gemir mas fuerte a medida que subía y bajaba la velocidad, pero realmente me disgusta la idea de que se corra tan pronto, el iba a experimentar todo lo que tenía para el. Levanté sus muslos dejándome un perfecto acceso a su entrada y comencé a lamerla y a introducir mi lengua en ella. Mi amo gemia mas y mas fuerte, debería de haberme preocupado por que nos escucharan, pero en ese entonces nisiquiera lo pensé. Relami mis dedos y sin previó aviso los meti lo mas profundo que pude, haciendo que mi amo se curbara y gimiera bastante alto. Comencé a meterlos y sacarlos moviendolos en su interior hasta que supuse que ya estaba preparado y comencé a quitarme la ropa velozmente. Tome a mi joven amo de su costado y bruscamente lo gire, haciendo que quedara boca abajo -Vamos a probar así- Dije una vez que me encontré sobre el, lo vi asentir y con cuidado metí la punta de mi miembro en su interior, viendo como arañaba las sabanas. Comencé a adentrarme en su interior con lentitud, y una vez que llegue al fondo me movi en su interior tocando aquel punto rico para mi amo en su interior. Mordi el lóbulo de su oreja izquierda con cuidado -No querrá que el resto de los sirvientes lo escuchen, ¿oh si?- El negó y comenzó a ahogar sus gemidos y jadeos en el colchón -Asi se hace- Acaricie su suave cabello y lentamente sali de su interior y volví a entrar, hasta que su cuerpo comenzó a acostumbrarse, entonces comencé a moverme mas rapido y con mas fuerza hasta hacerlo gritar de placer. Lami su mejilla -¿Ya casi?- Le pregunté con aquel tono seductor que era capaz de poner, el asintió y casi al instante se corrió sobre las sábanas. Sali de el con cuidado apreciando el cuerpo exhausto de mi amo.

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-¿Desea que me quede con usted?- Me miro de costado con aquéllos ojos cansados.
-Si- Fue lo único que dijo. Me acosté a su lado y nos cubri a ambos con las colchas. El joven amo se acomodó recostadose sobre mi pecho y yo acaricie su espalda.
-Esta sera la última noche en la mansión por unos dias, debemos aprovechar-