12) Molestia
-Entonces... Dejame poner las ideas claras...- Hablo la peliblanca mientras encendía otro cigarrillo en la parte trasera del deportivo -Un amigo de ustedes estuvo en la fiesta ayer... Y fue a devolver algunas cosas a la agencia de... acompañantes... por llamarla de alguna forma.- Solto lentamente el humo a través de la ventana -El dice que vio a otro amigo de ustedes... Y vamos a ir a verlo... Creo que estoy en lo cierto- Ciel la miro de reojo y asintió.
El deportivo se detuvo frente a la funeraria, y la confusion de Amy no pudo ser mayor, aunque cuando fueron a entrar a la tienda, el demonio mayor detuvo a la chica
-Tu no puedes entrar.- La miro con seriedad, y Ciel estuvo de acuerdo con aquella idea
-¿¡Por que no!?- La peliblanca se veia claramente molesta
-Porque el hombre que trabaja en esta tienda es un tanto... Raro. Y no le gustan los extraños...- Aquello pareció engañar a Amy, pero no demasiado
-Nosotros le preguntaremos por tu hermana, quédate tranquila...- Le coloco una mano en el hombro para intentar convencerla, y luego ambos demonios ingresaron a la tienda.
Undertaker no tardo en salir de su escondite, y no pudo evitar reírse al verlos a ambos -Jijiji, la pasamos bien anoche, ¿verdad?- Ciel y Sebastian se miraron de reojo, y eso le basto a Undertaker para comprender lo que pasaba -No recuerdan nada por las drogas y el alcohol, ¿no es así?- Los demonios miraron al shinigami con molestia
-Llevaste alcohol del inframundo...-La risa del sepultero fue suficiente para comprobarlo. -Ashley desaparecio, la estamos buscando.
-Ohh... Jijiji... Asi que es eso... Lamentablemente no tengo respuestas para ustedes...- "Otra perdida de tiempo" Pero al menos sabían el motivo de que no pudieran recordar nada... Salieron de la tienda y la peliblanca los estaba esperando matando el tiempo fumando un cigarrillo.
-¿Y bien?- Ciel y Sebastian volvieron a cruzar miradas por un segundo -¿Nada?- Ambos negaron. -Genial... ¿Ahora qué?
-Ahora subiremos al auto y te llevaremos hasta tu casa porque esta anocheciendo.- Le contesto el demonio mayor con indiferencia sentándose frente al volante del auto
-No, me quedare en su casa.- Ella fue la segunda en subir, seguida por Ciel en el asiento del copiloto. Los demonios no comprendían a que se debía aquella petición, pero al notar como ella desviaba la mirada cuando ellos la miraban les dio a entender lo que sucedía. Quizas ella no tenia donde volver.
-De acuerdo... Hasta que encontremos a Ashley- Por supuesto que ninguno de los dos estaba de acuerdo con aquello, pero si podían terminar con todo aquello antes, mejor.
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-Wau... Ustedes tienen mas dinero del que gano Walt Disney antes de que lo congelaran...- Hablo la peliblanca recorriendo la suit del hotel. Miro a Sebastian fijamente durante algunos segundos, para luego decirle -¿Y la comida?
-¿Esperas que te alimente?- El demonio mayor enarco una ceja
-Bueno, mi idea era que alimentaras al uke y luego yo como lo que sobra... No soy exigente.-
-Si vuelves a llamarme uke, vas a dormir en el maletero del auto- Aunque Amy no le dio mucha importancia.
-¿Puedo sacar comida de las tiendas gratis o hay que pagar? Este hotel tiene que ser All Inclusive...- Ambos demonios se miraron con fastidio, y se estaban arrepintiendo de haber traído a la chica.
-¿Por que no te vas, te comes todo lo que haya, y luego vuelves y te duermes en el sofa?- Le propuso Ciel.
-Bueno, me conformo con eso.- Pero antes de que el peliazul reaccionara, ella ya lo tenia sujetado de la muñeca y lo arrastraba por los pasillos del hotel
-¿¡Cual es tu problema?!- Se quejo, aunque ella se introdujo junto con el en el ascensor y presiono el botón para ir a la planta baja. Ella suspiro y lo miro de una forma extraña, no habia una forma de definirlo, solo era extraña. O quizas le parecía extraña por el hecho de que sabia que había sido un ángel que había intentado asesinarlo y ahora lo miraba con un brillo de tristeza
-¿Donde estan tus padres, Ciel?- Se sorprendió ligeramente por la pregunta, pero no demasiado
-¿Por que te importa?- Le cuestiono con un tono de desprecio hacia su pregunta-
-Solo preguntaba... No necesitas responderme asi...- Las puertas del ascensor se abrieron y ambos salieron y caminaron hacia la zona del buffet.
-Mis padres fueron asesinados hace años...- Respondió, supuso que de esa forma podria sacarle algo de informacion.
-Ya veo...- Parecía mostrar pena en su mirada, pero él ya estaba acostumbrado a que las personas le tuvieran pena por aquello.
-¿Y tus padres?- Entraron a la zona de los restaurantes, los cuales se dividian en comida de diferentes países. Ella se dirigió al de comida italiana y el menor la siguio detras
-Nunca los conocí... Aveces creo que no existieron...- Se sentaron en una de las pocas mesas vacías. Durante la hora de la cena, no hay muchas disponibles
-¿Y de donde naciste si no existieron?- Sus ojos rosas se clavaron en los suyos intensamente. Ella lo miraba seria y fría.
-No sabes lo que soy capaz de hacer... Y mejor que no lo sepas.
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Después de que la peliblanca arrasara con toda la comida posible y tratara a Ciel de anorexico (Ciel le dijo que con lo que comía ella era bulimica, pero se salteaba el paso de devolver.) Subieron de nuevo a la habitación
-No se preocupen por mi, tengan sexo tranquilos- Y se cubrió hasta la cabeza con una manta en el sofa.
-Idiota... ¿Por que de las dos tuvo que desaparecer la que buscamos?- Le dijo el peliazul a Sebastian una vez que estaban dentro de la habitación con la puerta cerrada -¿Y si le decimos a Christian que ella es Ashley pero que el cabello salio de otro color?- Se recosto en la cama y Sebastian se recostó a su lado
-No le de tanta importancia...- Tomo la mano del niño y la apreto -Ya le dije que cuando todo esto acabe vamos a poder ir a donde usted quiera... Y nos vamos a casar y
-Sebastian, ya hablamos sobre eso.
-De acuerdo, de acuerdo... Podrá usar traje usted tambien... Aunque me gustaba mas la idea del vestido blanco.
-¡Sebastian!
-¿Que? ¿No le parecería gracioso que nos casáramos por iglesia?
-Entramos a una iglesia y se empieza a quemar
-La unica iglesia que ilumina es la que arde...
-Si, deja tus estupideces de lado...
-¿Que le parece si nos compramos la pulsera del orgullo?
-...¿La pulsera de que? Tengo suficiente orgullo sin una pulsera
-No sea idiota, hablo de la del orgullo gay
-Yo no soy gay.
-¿Entonces yo soy mujer? Porque usted conoce bastante mi anatomia y...
-No soy gay, mi orientacion sexual es solo hacia demonios idiotas con nombre de perro.
-Entonces espero que nunca conozca a ningun demonio llamado Firulais, se enamore de él y me deje solo sin hijos...
-¿Ese no es el nombre de un perro de un dibujito?
-Por eso mismo...- Ciel solto un gruñido
-Estaba intentando decirte algo lindo encubierto y tu lo arruinas.- Sus mejillas se colorearon de un tono carmesí. Sebastian rio y acaricio su lindo rostro con su mano
-Lo se, y lo apresio...- Se acerco para besarlo y el corrió el rostro, logrando darle un beso en la mejilla.
-Vete a mirar animes yaoi.- Y entonces Sebastian se subio sobre él sosteniendose en sus rodillas y apretando ambas muñecas del peliazul
-No se haga el dificil, tsundere
-¡No uses tus denominaciones otakus conmigo!
-Tenia pensado utilizar otra cosa mas larga con usted...
-¡Sebastian!
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