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Narrador omnisciente

- Kuroo, es enserio - Kenma hablaba con su amigo en el recreo, estaban entrando al pabellón - Cuando se ha quitado la chaqueta he visto sus brazos...
- Probablemente haga algún deporte - Kuroo no lo decía, pero si que le preocupaba un poco- no creo que pase algo en su casa, además...¿No vives en su misma calle?
- Bueno, tampoco es que se oiga mucho ruido en su casa- señaló el chico - aún así me preocupa.
- Tranquilo Kenma- Kuroo estaba cambiándose para entrenar un poco - luego a la salida hablo con ella, ¿Así estás más tranquilo?
Este asintió y comenzó a entrenar con su amigo.

Mientras tanto con Akane.

La chica huía de la gente en el recreo, no había lugar donde no murmuran algo sobre ella.
- Estoy harta - dijo una vez encontiuna máquina expendedora, se sentó tras está e intentó centrarse en su dibujo, pero sus pensamientos no la dejaban.
Iba a levantarse e irse, pero las piernas la fallaron.
Decidió que debía comer algo.
Tenía algo de dinero guardado, compró un bocata y caminó mientras se lo comía. Volvió a pasar- sorpresivamente - cerca de el pabellón donde estaban jugando voleibol. Se asomó y vio como saltaban para bloquear o rematar la bola.
Fue en eso que se fijó en los bloqueos, la pose que hacían para que la pelota chocará y fuera bloqueada... Era simplemente fascinante.
Ella se sentó cerca y comenzó a dibujar a uno de esos bloqueadores, captando casi a la perfección la esencia de el bloqueo.
Cerró el cuaderno, satisfecha por haber roto su bloqueo artístico al fin.
Miró dentro otra vez y sonrió. Pensó algo para sus adentros, pero decidió no hacerlo...
Ella quería entrar, hablar con ellos. Esos chicos habían captado su atención (aunque uno de ellos la golpeara con un balón al punto de casi dejarla inconsciente) quería conocerlos, hacer amigos.
Pero dos miedos muy grandes la detenían; ya no era el ser introvertida, eso no importaba. Sin embargo el que podrían pensar de ella por lo del móvil o cualquier otra cosa, mezclada con las limitaciones extremas de su madre la ponían un muro imposible de superar. Al menos sola.
Se dió la vuelta, y no, no ocurrió una de esas típicas escenas de un manga shuojo, simplemente volvió a su clase.
En clase vio como Kenma entraba y la saludaba. Para este momento ella ya llevaba la chaqueta, pero el miró sus brazos un segundo.Empezó una clase de arte bastante relajada para Akane, el profesor miro su cuaderno de dibujo personal felicitó. A su lado, Kenma estaba intentando dibujar a un personaje de su videojuego favorito, ella vio esto como una oportunidad para hablar y hacerse su amigo... Pero seguía con ese miedo.
Dejo si cuaderno de dibujo abierto mientras dibujaba algo. El profesor pareció notar que Akane quería socializar, como que Kenma era incapaz de hacer su trabajo, así que les dió una ayuda.

Se acercó a la chica y la habló en bajo - ya que sabía que ella era tímida - para que fuera a la mesa del chico.

Movió su silla a la mesa del chico y le explicó.
- El profesor me mandó aquí - dijo en bajito - A ver, ¿Cual es el problema con el dibujo?
- Hola Shiro- saludó - No me sale la pose...
A la chica le brillaron los ojos; unos ojos entre grisáceos y verdes que, si se te quedaban mirando, te dejarían maravillado. Cogió su cuaderno y pasó algunas hojas, le fue preguntado al chico si habia una qie le sirviera y le explico como hacerlo.
No salió igual, pero el resultado contento al pelo flan, que agradeció a la chica mientras iba a enseñarle el dibujo al profesor.
Akane volvió a su sitio una vez Kenma entregó el trabajo, Kenma la llamó ya que se había dejado el cuaderno abierto en su mesa.
Abierto por la página con el dibujo de Kuroo.

Akane

Y las clases volvieron a terminar, era martes si no me equivoco, estaba saliendo de clases cuando oí que alguien me llamaba en el pasillo...
- ¡Akane!- Nada más ni nada menos que Kuroo-, estaba corriendo hacia mi - ¿Tienes un momento?
- Ehh...- estaba preocupada por lo de mi madre, pero dije que si - si, claro ¿Ocurre algo?
- ¿Estás bien?- esa pregunta, esa pregunta solo me la había hecho una persona en toda mi vida, mi hermano mayor. Ahora alguien totalmente desconocido para mí me volvía a decir eso- Quiero decir, ¿Todo te va bien, no? Kenma se preocupaba por tí hoy, en educación física...
- Ah, eso no es nada- dije intentando parecer calmada, con una sonrisa incómoda - es solo que hago... ¡Boxeo!
Eso último lo dije un poco más alto ya que fue lo único que se me ocurrió.

- De acuerdo - el seguía con la misma cara que había puesto Kenma en educación física - bueno, ten un buen día.

Me despedí con la mano y caminé apresuradamente, mientras pensaba una excusa para mí madre.
Llegué a casa y entré, mi madre y padre estaban de pie en la puerta.
- Da explicaciones ahora mismo jovencita - dijo mi madre

- El profesor de arte me ha dicho que me quedara un poco después de clase-  hablé - me ha felicitado por mi talento artístico y ... Me ha dicho que hay un concurso nacional de pintura.
- Eso... Está bastante bien- mi madre accedió a creerse la excusa- pero que no vuelva a pasar, ¿De acuerdo?
Asentí, me mandaron a estudiar.
Estuve un rato hasta que miré por la ventana y vi a alguien saliendo de la casa de enfrente, la casa de los Kozume.
Kuroo Tetsuro, estaba saliendo de la casa de los Kozume.
Kenma Kozume, recién ahora me acordaba de su apellido.
¿Que problemas me traería eso?
Quién sabe

Holaaa, aquí Estrellacometacos ( me puse ese nombre por mi difunta mascota). Estoy pensando en cambiar mi nombre de usuario...
¿Lo hago? Tengo k ver si hay alguno mejor, por ahora me lo dejo
Bueno, espero que les guste la historia y k tengan un buen día.

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