A Kuro no le gusta para nada ir a la escuela, aún cuando lo único que tiene que hacer es quedarse en la mochila de Mahiru como una linda y obediente mascota. Pero hay ocasiones en las que no le molesta tanto, esta es una de ellas.

La clase de Mahiru esta inusualmente animada y las chicas no han hecho más que llenarlo de golosinas y comida.

Lo cierto es que solo esta justificándose.

No es la clase, ni el día, ni las personas las que están inusualmente agradables. Es él.

Kuro está aliviado y contento. Ha descubierto algo valioso, resuelto un gran misterio. Uno que le había estado quitando su valioso sueño y provocado dolores de estómago por la frustración.

Y se lo debe todo al sádico hermano mayor de Kisama-chan. Alicein Mikuni, el Eve de Envidia y un gran voca-floja.

Se lo toparon hace unas noches, persiguiendo a un subclase junto Doubt Doubt -ahora llamado Jeje- y, como era de esperarse, el buen corazón de Shirota comenzó una discusión sobre lo malo que es matar a personas bajo cualquier motivo -así fueran vampiros asesinos- . Al final su Eve se maravillo con el poder del rubio suplicando que el amo de envidia le ayudara con el manejo de su Lead.

La noche no comenzó de buena manera para Kuro, ya que el mayor de los Alicein informó a Mahiru sobre muchas cosas sobre su vida. Cosas que ni él mismo se había atrevido a confesarle al castaño.

Sleepy Ash, hermano mayor de los Vampiros representativos de los siete pecados capitales. El Servamp de la Pereza. El más fuerte e importante. Aquél con el rango más alto.

Todo se vino a bajo cuando hizo mención del C3, organización que se cree con el derecho a meterse en las vidas de los Vampiros como si les pertenecieran. Los detesta. Son una maldita molestia.

Era por una orden de ellos que él tuvo que tomar la decisión sobre que era mejor. Que era lo correcto y que no. La decisión que lo arruinó y lo hundió en un lugar oscuro y solitario. Lugar en el que se encontraba hasta que la luz en la sonrisa de su Eve hizo que deseara, por primera vez en años, salir a la superficie.

Escapó del lugar con el pretexto de salir a fumar y le causó un poco de gracia el hecho de que a Mahiru le sorprendiera tanto tal declaración. No es como si no fumara -lleva mucho tiempo en este mundo y se ha dado el gusto de probar tantas experiencias y placeres como su pereza se lo permitiera- es sólo que su amo es demasiado bueno. Si fuma frente a Shirota quizá lo corrompa y le gusta demasiado la inocencia de Mahiru tal y como esta.

Y ese es el punto clave de su felicidad.

Después de que se topara con uno de los agentes de C3 y éste le entregará un sobre con información para una reunión -que Kuro denegará tanto como pueda- y posteriormente se encontrara con su hermano All of love, regresaron juntos al interior del restaurante.

Y lo que Kuro escuchó lo convirtió en el sujeto más feliz, al menos por esa noche.

"—...¡Y Kuro y yo nos convertiremos en compañeros de verdad!" Exclamó Mahiru.

El vampiro pudo sentir como el aire abandonaba de golpe sus pulmones al tiempo que su corazón se saltaba dos latidos sólo para reanudar su marcha de manera alocada, casi tan demente como se sentiría él si esa situación fuera solo una ilusión de su mente.
Vió de reojo a Lilly sólo para cerciorarse de que su hermano no estuviera empleando sus poderes en él.

Lleva mucho, muchísimo tiempo en este mundo de mierda. Siempre solo para evitar responsabilidades innecesarias. Desconfiado al hecho de estrechar relaciones por miedo a que le exijan más de lo que el puede o está dispuesto a dar.

El resto de la noche se basó en pensar y pensar, llegando a la conclusión ya mencionada.

A Kuro le gusta Mahiru.

No sabe cómo exactamente. No sabe desde cuándo y mucho menos sabe que hacer con eso.
Pero no se pregunta el por qué. Eso es obvio.

Shirota Mahiru es el encantador de Tsunderes. El chico dulce y amable con una sonrisa tan cálida como el sol. Corazón puro, mirada brillante y alma por la que cualquier demonio mataría hasta conseguirla -Kuro quizá se incluya-. MahiMahi es la clase de chico inocente con cara de angel y alma pura por la que cualquier psicópata -como Sakuya- se encargaría de atrapar en sus redes, secuestrar y encerrarlo bajo llave en algún sotano. Sólo por el simple capricho de tenerlo única y exclusivamente, para que esa pureza no se pierda y sus sonrisas no se desperdicien con cualquier persona mundana.
Pero el departamento que comparte con Mahiru no tiene un sótano. Sin mencionar las molestias que eso ocasionaría.

El castaño de mirada color ámbar es único y especial. Sin mencionar que es completamente y absolutamente opuesto a todo lo que es Kuro. Pero eso es algo de lo que ya no se preocupa. Como que le se siente a gusto con todas las diferencias.

Entonces este especial y nuevo sentimiento vivirá en Sleepy Ash por mucho tiempo. Hasta que sepa que hacer con el, al menos.

Ese es el por qué todo se ve mejor ese día.

Incluso la cara de fastidio de Mahiru lo hace sonreír mientras arrastra a Kuro a los baños del Instituto.

"—Por Dios... No te pongas celoso sólo porque soy popular con las chicas, Mahiru"

"—¡No estoy celoso!" Fue la respuesta del castaño, pero aún así agregó: "—¿No te compre pan? Te dije que te lo comieras en silencio en mi mochila."

Puede que el buen humor lo pusiera de un modo altamente optimista, pero a oídos de Kuro esa respuesta se escucho más como: "Yo te compre algo primero. Cállate y quedate donde nadie, a demás de mi, te vea."

Se mordió el labio en un intento porque la risa no saliera mientras su amo gritaba, y se limitó a volver a su forma gatuna para saltar a los brazos de Mahiru.

"—Vamos, vamos... Estas demasiado irritado. Como sea, solo sostenme y relajante."

Dijo eso en broma, pero lo único real es que el que más se relaja en compañía del otro, es el Servamp. La calidez de la piel de Mahiru junto al ligero aroma a vainilla que desprende son un bonus extra para motivarlo a acurrucarse y ronronear un poco.