(VII) Alter Ego
Po se despertó con un profundo dolor de cabeza, sus párpados se sentían pesados y su visión era bastante borrosa. Se sentía algo mareado debido al fuerte olor que podía sentir, aunque no podía definir qué era exactamente. El panda se trató de poner de pie lentamente pero notó algo extraño. No se encontraba en su cama, ni Víbora estaba junto a él. ¿Dónde estaba? Aunque difícil de aceptar, Po se encontraba una vez más en el mundo espiritual.
El panorama era bastante oscuro, y una densa niebla apenas dejaba ver un par de metros a su alrededor. Las enormes piedras flotantes estaban estáticas, y el río que antes recorría el lugar se había detenido, cómo si estuviera congelado.
Po miró a todos lados, pero nada concreto llamaba su atención. Estaba nervioso y sentía un escalofrío recorrer su espalda. Permaneció inmóvil por unos segundos, hasta que un extraño ruido captó su atención.
El ruido provenía de la distancia, justo del otro lado del río que representaba el flujo del universo cuyas aguas estaban congeladas. Po decidió ir a investigar, y se acercó cuidadosamente al borde de la roca en la que estaba. Con cautela, apoyó el pie sobre el agua y se percató que no se hundía. De hecho, era tan sólida como la roca.
Po caminó lentamente sobre el flujo siguiendo el ruido que cada vez se hacía más y más fuerte. Era cómo si un martillo golpeara una pieza de metal, un sonido seco que causaba un irritante pitido en las orejas de Po con cada golpe. PAM. PAM. PAM.
Po se acercó lo suficiente cómo para poder notar una extraña silueta entre la densa niebla. Una silueta que parecía estar de espalda a Po, y golpeando algo con un martillo. PAM. PAM. PAM. Po siguió avanzando y consiguió ver a ser con más detalle. Pero era algo que ya él había visto.
Cuando Po se posicionó a su lado pudo verlo detalladamente. Una extraña figura con forma de oso. Su cuerpo estaba formado por una especie de masa viscosa que goteaba una secreción similar a la brea, aún así, lograba mantener su figura. En su mano derecha portaba un enorme martillo, similar al martillo de Li Chan, el padre biológico de Po, y lo usaba para golpear con fuerza una pequeña piedra de jade que descansaba sobre un yunque.
Po intentó dirigirle la palabra, pero su voz era opacada por el inmenso ruido producido por el impacto entre el enorme martillo y el yunque. PAM. PAM. PAM. Finalmente, la pequeña piedra de jade se rompió en pedazos, y la extraña criatura inclinó su cabeza hacia el frente en un estado frenético y comenzó a devorar los fragmentos, a pesar de carecer de boca, ojos o nariz.
Po quedó en shock ante tal acto de salvajismo. Estaba impactado y algo temeroso ante la brutalidad de esa entidad. Pero cuando los fragmentos de jade se disolvieron dentro de su cuerpo, la silueta retrocedió lentamente, tomó otro pedazo de jade que tenía a su lado y lo colocó sobre el yunque.
Po: - Disculpe. - Intentó llamar su atención, pero esta parecía no prestarle atención. - ¿Quién es...? - BAM. BAM. BAM. La voz de Po se vió aplacada por el fuerte sonido del martillo.
Po retrocedió al ver que era una pérdida de tiempo, pero al intentar retirarse, el extraño entre le dirigió la palabra.
Ente: - Ha pasado tiempo. Dime. ¿Acaso te has olvidado de mí? - Po podía escuchar la voz, aunque el ente no tenía boca.
Po: - ¿Quién eres? - BAM. BAM. BAM. El ente golpeó el yunque con rabia.
Ente: - ¿¡Qué quién soy!? - Dijo algo alterado, con una fría y terrorífica voz. - ¡Yo soy todo! Y tu eres nada -
Po: - ¿De qué estás hablando? - BAM. BAM. BAM. Volvió a martillar.
Ente: - Tu... tu solo eres una cáscara vacía. Una mentira. -
Po: - No sé de qué estás hablando. Yo soy Po. Yo soy el Guerrero Dra... -
Po dejó de hablar de repente cuando la silueta giró su cabeza súbitamente hacia Po, el cual quedó impactado al ver lo que supuestamente sería el rostro del ente. Po sólo había sido capaz de ver la mitad de su rostro, la silueta de un oso que carecía de ojos, boca o nariz, pero el otro lado era completamente diferente.
El otro lado del rostro del ente, separado exactamente por la mitad, era Po. O al menos una versión más escalofriante. Compartían muchas similitudes: como la forma redondeada de su cabeza, su boca, barbilla, nariz, la forma del pelaje color negro que rodeaba su rosto. La diferencia más escalofriante, era que carecía de ojo, en su lugar, sólo se podía ver el desagradable interior de la órbita del ojo, y las decenas de músculos que la componen.
Po dió varios pasos atrás al ver tan desagradable reflejo de sí mismo. El bizarro espectáculo era impactante, y aún más para el mismo Po, quién sentía un profundo miedo paralizar su cuerpo.
Ente: - Tu... no eres nada. Yo lo... soy. -
Po: - ¡Calumnias! No se que eres pero si he de derrotarte, lo haré ahora mismo. -
Ente: - ¿Tu... derrotarme a mi? No seas ridículo. ¿Quién crees que derrotó a Tai Lung? ¿Quién crees que fue el que aplastó a Shen? ¿Quién crees que contuvo la ira de Kai? ¿Acaso crees que fuiste tú? -
Po quedó paralizado ante las palabras del ente, las cuales, para sorpresa del panda, no carecía de razón. Po recordó brevemente los combates contra dichos oponentes, y para su temor, era posible que el ente tuviera razón. Ese ente era:
Ente: - Yo soy... tu. Tu... fuerza. Tu... coraje. -
Po: - ¡NO! NO LO ERES. - Po trató de imponerse ante su Alter Ego. - Tu no eres más que una masa grotesca de ira y odio. Mis miedos, temores y rencores. Y hace ya mucho me libré de ti. Ahora no eres más que una estúpida pesadilla. -
Ente: - Oh... ¿Eso cree? - El ente estiró su cuello cómo si se tratara de una serpiente y comenzó a mirar a Po desde todos los ángulos posible. - Yo no veo más que un cascarón vacío. Que cree que puede escapar de sí mismo. Iluso. Estúpido. ¡No puedes escapar de ti mismo! No importa cuánta Paz Interior busques, no importa cuanto Chi quieras dar. Eso no cambia lo que realmente eres. Un monstruo. -
Po: - ¡NO! - Gritaba con fuerza mientras apoyaba sus manos sobre su cabeza.
Ente: - ¿Crees que puedes huir de mí? ¿Crees que puedes evitar la que se avecina? -
Po: - ¿De qué estás hablando? -
Ente: - No actúes cómo si no lo supieras. Sabes que algo se aproxima. Algo siniestro como nunca antes habías experimentado. Algo que te hará recurrir a mí como un perro con la cola entre las piernas. -
Po: - ¿De qué estás hablando? ¿Qué es lo que aproxima? -
La siniestra figura retrocedió y comenzó a modificar su forma. La grotesca masa comenzó a expandirse y a contraerse, y poco a poco adquirió la forma de una peculiar criatura. Al principio Po pensó que se trataba del maestro Mono, su fiel amigo, y eso le extrañó. Pero algunas de sus características no encajaban.
La silueta del mono permanecía paciente frente a Po, el cuál miraba con sorpresa y confusión. Sus brillantes ojos amarillos carente de pupilas parecían poder ver el interior de Po. Portaba una extraña y prominente armadura que sobresalía de la masa viscosa que lo rodeaba, de una tonalidad dorada con algunos detalles en carmesí. Sobre su cabeza portaba un tocado dorado del cual sobresalían dos enormes plumas de casi metro y medio de largo.
Ente: - Así que tu eres el famoso Guerrero Dragón. -
Po: - ¿Quién eres? -
Ente: - Creo que los mortales deben aprender cierto respeto. -
Tras finalizar de hablar, Po sintió una enorme presión sobre sus hombros, tan fuerte que lo obligó a arrodillarse. Poco a poco, el panda fue cediendo ante la misteriosa fuerza que lo empujó hasta someterlo contra el suelo.
Ente: - Así está mejor. -
Po: - ¿Quién eres? - Po volvió a preguntar usando todas sus fuerzas para soportar aquella fuerza que lo empujaba contra el suelo. El ente miró con cierto asombro al panda que se aferraba con todas sus fuerzas, y dejó escapar una leve sonrisa.
Ente: - Mmm. Puede que esto no sea tan aburrido cómo esperaba. Muy bien, panda, creo que podré divertirme contigo un poco. Nos veremos en diez lunas. Espero que estés preparado. -
Po: - ¿Q... Quién eres? - Po dijo ya casi sin fuerzas.
Ente: - Oh, perdona mi falta de educación. - Dijo mientras se acercaba lentamente, luego, agarró a Po de la cabeza y lo levantó completamente con una sola mano y sin apenas esfuerzo. - Ustedes los mortales me suelen llamar Sun Wukong, y vengo a por ti. -
Po: - ¿Qué qué quieres de mi? -
Sun Wukong: - Oh, no mucho la verdad. - Decía cínicamente mientras lo miraba directamente a los ojos. - Tan solo necesito tu sangre. -
Cuando Sun Wukong dejó de hablar, abrió su mandíbula a más no poder y Po se sintió arrastrado al interior de sus fauces. La sensación que dejó en el panda fue tan traumática, que lo obligó a despertarse de golpe.
Po abrió los ojos aterrado, levantando su cuerpo súbitamente desde la cama. Sus manos temblaban y su corazón parecía que se le escaparía del pecho, pero cuando vió que estaba en su habitación pudo calmarse un poco. Po se movió y se sentó en la punta de la cama, aterrado. Se dió vuelta y sintió cierto alivio al ver que Víbora aún dormía del otro lado.
Po se levantó, aún mareado, y se dispuso a abandonar el local. Pero sus pasos eran pesados, y sin querer desgarró el tapiz de papel que decoraba la puerta de la habitación. Po se dió vuelta temiendo haber despertado a Víbora, pero ella aún seguía dormida. Po abrió la puerta y se fue ahora con más cuidado. Lo que no sabía, era que Víbora si estaba despierta, con los ojos llorosos ante el estado en que se encontraba su compañero, el cuál, sin saberlo, llevaba gritando y moviéndose bruscamente hacía casi una hora.
Cuando Víbora se percató que Po ya no estaba cerca, no pudo contener su dolor y comenzó a llorar al sentirse preocupada e impotente al no poder ayudar a su amado Po.
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