(IV) Legado

Po y Víbora esperaron al amanecer tranquilamente bajo la frescura del durazno. Pero cuando las campanas anunciaron el nuevo día en el Valle de la Paz, los sirvientes del palacio corrieron la voz por la ciudad. Los nuevos Cinco Furiosos iban a ser elegidos. No ha habido un evento tan importante para el Kung Fu desde que Po fue elegido como el Guerrero Dragón muchos años atrás.

La enorme ciudad se paralizó casi por completo. Los residentes de la urbe y de los pueblos cercanos dejaron sus labores y subieron los miles de escalones para poder ver tal acontecimiento. Pero el evento no tomaría lugar en la plaza ubicada frente al Salon de los Héroes.

Debido a que ahora más de mil estudiantes conformaban las filas de la escuela, se construyó un inmenso terrenos rectangular de 120 metros de largo por 90 de ancho (algo similar a los terrenos de fútbol [soccer] más grandes) y a sus dos costados, inmensas gradas para una capacidad de más de cuarenta mil espectadores, las cuales estaban abarrotadas.

Era un cálido día de verano. El sol ardía con fuerza y quemaba la arena bajo los pies de los más de mil estudiantes que estaban esperando desde temprano, nerviosos y ansiosos. Cualquiera de ellos podía ser elegido. Y cuando el sol alcanzó su máxima altura sobre los cielos, comenzó el evento.

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Tras la señal de Po, los cientos de tambores y otros instrumentos de percusión orquestados por los sirvientes del palacio comenzaron a resonar sobre el absoluto silencio. La multitud comenzó a emocionarse. El nerviosismo comenzó a hacer estragos entre los estudiantes, los cuales se mantenían inmóviles bajo el abrasador sol del mediodía. Y finalmente, los tambores hicieron una leve pausa cuando Po dió un paso al frente.

Po miró con cierto orgullo las filas de estudiantes. Como maestro, no podía estar más feliz. Pero esto era una decisión que no le correspondía. Po se dio vuelta y se dirigió a Víbora, la que estaba esperando a su lado pacientemente, pero ella no sabía la sorpresa que Po le tenía guardada.

Po: - Creo que esta decisión te corresponde a ti. -

Víbora no fue la única en quedar en shock. Los miles de estudiantes y espectadores quedaron atónitos ante la decisión de Po.

Víbora: - ¿Qué estás haciendo? Este es tu momento. - Le susurró levemente, pero Po le respondió con una sonrisa.

Po: - El tiempo siempre sigue su camino, pero las tradiciones siempre perduran. - Dijo en voz alta para que todos lo escucharan. - Y son las tradiciones lo que definen nuestras enseñanzas Tal cómo ocurrió en el pasado... el gran maestro Shifu, miembro de los primeros Cinco Furiosos, tuvo la misión de nombrar a los cinco furiosos que tanto lucharon por la paz en China. Y ahora una vez más le corresponde a un antiguo miembro de tal orden elegir a aquellos que seguirán su legado. -

Po dejó una fuerte impresión en el rostro de todos los presentes. Sus palabras, ahora un poco más graves producto a su edad, demostraban una sabiduría muy superior a cuando fue elegido cómo el Guerrero Dragón.

Po: - Maestra Víbora cómo antiguo miembro de los Cinco Furiosos... y al elegir continuar con el legado del Palacio de Jade, es a usted quién le corresponde elegir a sus sucesores. -

Víbora quedó impactada por las palabras de Po. Su decisión la emocionaba con júbilo. Nunca pensó que tendría la oportunidad de tener tal honor. Víbora no dijo una palabra, tan sólo bajó la cabeza y saludó en señal de respeto.

Po: - ¡Qué así sea! ¡Abrid el Círculo! -

Los estudiantes ubicados se movieron con prisa y dejaron libre un enorme círculo en medio del terreno. Víbora se arrastraba lentamente entre los estudiantes que se hacían a un lado para dejarla pasar mientras el retumbar de los tambores volvió a hacer eco junto al energizado público. Finalmente, Víbora se posicionó justo en medio, respirando profundamente mientras tomaba su decisión, y tras un gesto de Po, los tambores volvieron a detenerse y la muchedumbre guardó silencio.

Víbora: - Por las antiguas costumbre, declaró que los próximos Cinco Furiosos serán elegidos mediante la prueba de combate. -

Al oír las palabras el público gritó de emoción, cómo si se tratase de un coliseo romano. Sin embargo, los estudiantes estaban algo preocupados.

Víbora: - Aquellos cuyos nombre mencione darán un paso al frente y demostrarán su valía. Pero recuerden la decisión de pertenecer a los Cinco Furiosos es también de ustedes. -

Las palabras de la maestra calmaron un poco a los intranquilos estudiantes.

Víbora: - ¡Peng! -

La muchedumbre comenzó a gritar de emoción. Peng, el joven leopardo de las nieves sobrino de Tai Lung, había ganado fama en la ciudad. Hace años comenzó su propia escuela, pero decidió retirarse y fusionarse con la escuela del Palacio de Jade. Peng salió de entre los estudiantes y se posicionó al extremo del círculo. Miró a la maestra Víbora y la saludó con fuerza y orgullo.

Víbora: - ¡Lian! -

Lian, otra leopardo de las nieves, era la compañera de Peng y tan habilidosa cómo él mismo. Desde tiempo antaños, los dos leopardos de las nieves ligaron su destino. Cada uno por separado eran grandes guerreros, pero juntos, formaban una fuerza imparable. Lian se posicionó cercana a Peng, y se unió al saludo hacia su maestra.

Víbora: - ¡Bian Zao! -

El joven Bian Zao nunca mostró mucho interés por nada, pero los intentos de su padre Taotie de demostrar que sus máquinas eran capaces de derrotar al Kung Fu, despertaron una chispa en el joven jabalí. Cuando Taotie aceptó su derrota final, el joven Bian Zao se unió a la escuela de Po y demostró grandes habilidades y rápido aprendizaje. Ahora, Bian Zao con una altura de casi dos metros, pasaba al frente de sus compañeros y se unió al saludo de Peng y Lian.

Víbora: - ¡Jing Mai! -

Bajo la sombra de su tío, Temutai, el joven Jing Mai, intentaba buscar su lugar en este mundo. Pero su pensamiento no acompañaba las ideas de sus camaradas. Tras probar la derrota por parte del mismísimo Peng, Jing Mai se unió a las filas del Kung Fu y encontró un lugar donde se sentía como en casa. Jing Mai no era de los que aprendía rápido, pero su constancia podía superar a cualquier talento. Jing Mai, que incluso más alto que Bian Zao, dió un paso al frente y saludó a su maestra.

Víbora: ¡Y finalmente Jian! -

La muchedumbre se quedó en silencio. Ese era un nombre que nunca había escuchado. Por unos segundos esperaron en silencio, pero nadie se presentó. Finalmente, un ganso de mediana altura se acercó al círculo, pero al principio dudaba en entrar. Jian, hijo de Zeng, antiguo sirviente del palacio, fue unos de los primeros discípulos de la escuela del Palacio de Jade. En su niñez, Jian era uno de los pequeños que disfrutaba ver a los maestros entrenar. Con orgullo, el joven Jian acompañaba a su padre al trabajo, y lo ayudaba cada día. Pero el día que descubrió que el Kung Fu también podría darle una oportunidad. No dudó en comenzar a practicarlo.

El joven Jian compartía muchos rasgos con su padre. También era algo nervioso, y dudaba realmente si era digno de pertenecer a los Cinco Furiosos. Se quedó inmóvil a la orilla del círculo, nervioso y dudoso de sus propios pensamientos sin que nadie dijera una palabra. Pero finalmente tomó su decisión. Jian dió un paso al frente y se unió al saludo junto a los otros cuatro aspirantes al título.

Ahora, con los nuevos cinco aspirantes a apenas unos metros a su alrededor, Víbora se encontraba completamente rodeada. La prueba no tenía reglas complicadas. El único objetivo era combatir y demostrar que los aspirantes eran dignos de poder formar parte de los Cinco Furiosos. Pero enfrentar a la maestra de más de mil estudiantes no supondría un juego de niños. Aunque la superaban en número.

Los tambores volvieron a redoblar, la muchedumbre comenzó a gritar de la emoción, y tras la señal de Po. La prueba dió inicio.

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