(III) Pesadillas
La repentina decisión de Sun Wukong provocó un fuerte estruendo en el flujo del universo. Una perturbación que no pasaría desapercibida por Po.
La noche se extendía por el Valle de la Paz y un profundo silencio reinaba en los alrededores. Los habitantes de la ciudad y del Palacio de Jade dormían profundamente después de un largo y ajetreado día. Pero había alguien cuyos sueños lo estaban perturbando.
Po se movía ligeramente sobre su cama, y parecía estar teniendo una pesadilla, o una visión. En su sueño se encontraba flotando por el tranquilo flujo del universo que corría en el reino espiritual, pero algo no estaba bien. El color dorado que caracterizaba la paz del reino espiritual había desaparecido. En cambio, un tenebroso color carmesí teñía las mareas junto a unas masas viscosas negras que se pegaban a las rocas flotantes. Po podía ver a cientos de cuerpos descompuestos por el pasar de los años y un desagradable olor sofocaba su nariz.
Po corría con todas sus fuerzas para dejar todo atrás, pero el horrendo panorama parecía no tener final. Finalmente, Po se detiene al ver a un ser encapuchado que le da la espalda. El ser estaba mirando una de las rocas flotantes con fijación, pero desde donde Po estaba no podía saber de qué se trataba. Po intentó llamarlo, pero las palabras no salían de su boca. Po se acercó lentamente y pudo ver un horrendo monstruo petrificado con la piel desfigurada embullido en la sólida roca. Po se quedó perplejo al reconocer tal forma, pero más se sorprendió cuando el misterioso ser encapuchado le dirigió la palabra.
????: - Ha pasado un tiempo, panda. -
Po miró atónito cómo el ser removía su capucha y dejaba ver su rostro. Se trataba de nada más y nada menos que de Kai.
Kai: - Estoy aquí para advertirte, Po. Algo está pasando. Algo que no podemos prever. Pero hay más en riego de lo que puedes imaginar. -
Po se quedaba mirando al toro, intentando preguntarle qué ocurría, pero no podía decir una palabra. De hecho en su sueño, Po no tenía boca.
Kai: - Se que tienes preguntas. Pero aún no estás listo para hablar. Tienes mucho que madurar todavía. -
????: - ¿Y crees qué tenga tiempo para eso? -
Po y Kai se dieron vuelta y vieron a otros dos seres encapuchados que ocultaban su rostro.
Kai: - Bueno... no hay mucho que nosotros podamos hacer. -
Uno de los seres dió un paso al frente y removió su capucha. Era Shen en persona. Po retrocedió lentamente, temiendo estar rodeado por formidables enemigos, pero no había a donde correr. Cuando Po se dió vuelta, el tercer ser estaba parado justo detrás de él. Po se sorprendió al verlo. No podía comprender cómo se había movido tan rápido, pero su voz dejó al panda en shock.
Tai Lung: - Tiempo sin verte. Po. - El leopardo de las nieves removió su capucha y dejó ver su rostro, el cual dejaba escapar una leve sonrisa hacia Po. - Se que estas preocupado. Se que tienes preguntas. Pero no tenemos tiempo. -
Shen: - ¡No está listo! - Gritó enojado.
Kai: - Pues tendrá que estarlo. El tiempo se está acabando. -
Po no podía entender una palabra de lo que sus antiguos enemigos decían, y mucho menos entender por qué quería ayudarlo. ¿Qué había cambiado en ellos? Sin previo aviso, los tres espíritus se miraron por unos segundos preocupados, pero luego asentaron con la cabeza.
Shen: - Sólo espero que estés listo para lo que viene. - Le dijo a Po algo enojado.
Tai Lung: - Lo esta. - Le dijo mientras ponía su manos sobre el hombro de Po.
Los tres espíritus se acercaron a Po y apuntaron las palmas de sus manos derechas hacia él. Sus manos comenzaron a brillar y Po comenzó a recibir una enorme cantidad de Chi que comenzó a acumularse en su cuerpo, pero había algo más. Dentro del propio sueño de Po, su mente comenzó a saturarse de pensamientos negativos. Sentía como una profunda ira lo consumía desde adentro, y su cuerpo comenzaba a desfigurarse.
Kai: - Debes combatirlo, Po. Debes vencerlo. No dejes que te domine. -
Shen: - ¡Debemos parar! ¡Aún no está listo! -
Tai Lung: - ¡No! No podemos parar ahora o sólo será peor. -
A pesar de sus palabras, Po no parecía poder controlar su propia ira. Finalmente, su cuerpo se desfiguró completamente y se convirtió en una grotesca bola deforme de carne y hueso. Una tenebrosa aura oscura comenzó a rodearlo mientras su cuerpo se inflaba cada vez más y más. Y finalmente, al llegar al límite, el cuerpo de Po estalló en miles de pedazos.
La impactante imagen provocó que Po se despertara de un brinco. Abrió los ojos con miedo, pero se fue calmando poco a poco cuando vió el interior de su habitación. Su corazón parecía que se le iba a salir del pecho, su respiración estaba completamente descontrolada, su pelaje estaba erizado, y le sedaba todo el cuerpo.
Po se levantó lentamente y se sentó en el borde de la cama mientras apoyaba su rostro sobre sus manos. Se estaba preguntando qué había sido todo eso. ¿Acaso fue una horrible pesadilla? ¿O fue algo más? Po se dió vuelta y se calmó un poco al ver que Víbora, quién dormía a su lado parecía no haberse despertado.
En la condición actual de Po, era imposible que pudiera dormirse otra vez. Tenía que calmar su cuerpo y su mente. Así que muy lentamente salió de la habitación haciendo el menor ruido posible para no despertar a Víbora. Po salió de su cuarto y salió al exterior del palacio. La luna llena brillaba con fuerza sobre los cielos, una leve brisa del norte refrescaba su sudoroso cuerpo, y una profunda paz calmaba de corazón.
Po caminó lentamente hacia su santuario de paz. Aquella alejada formación rocosa donde se alzaba el solitario durazno. Se sentó allí e intentó calmar su mente por un tiempo. Lo que había experimentado aún lo estaba perturbando. Tenía miedo. ¿Qué quería decirle el universo? Po permaneció sentado por al menos un minuto tratando de calmarse, pero:
Víbora: - ¿Po? ¿Está todo bien? - Po se da vuelta y ve la cara de preocupación de Víbora. - ¿Qué ocurre? -
Po: - No es nada... solo una terrible pesadilla. Perdón por despertarte. -
Víbora: - Esta bien. ¿Tu estas bien? -
Po: - Bueno. No se que decir. -
Víbora: - Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa. - Le decía mientras se apoyaba sobre la nuca de Po. - Dime. ¿Qué pasa? - Po suspira profundamente.
Po: - Algo se acerca. Algo terrible. Mis pesadillas me muestran una horror que nunca había visto antes... y... tengo miedo. Tengo mucho miedo. - Las manos de Po comenzaron a temblar.
Víbora: - Cariño. Ven. Apóyate. -
Víbora se bajó de Po y enrolló la mayor parte de su cuerpo para que Po apoyara su cabeza sobre ella. Po se acostó suavemente para no dejar caer todo su peso sobre ella y enfocó su vista sobre el cielo estrellado, sólo interrumpido por el rostro de Víbora, quién lo miraba con una triste sonrisa. Ambos permanecieron en silencio por varios minutos mientras Víbora usaba su cola para acariciar la cabeza de Po, justo entre sus orejas, algo que a él le relajaba. Y tras varios minutos.
Po: - Creo que llegó el momento. - Dijo mientras se levantaba suavemente.
Víbora: - ¿El momento? ¿El momento de qué? -
Po: - Debemos elegir a los nuevos Cinco Furiosos. -
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top