Cuando la vampiresa familiar del Aquelarre Cullen se visualiza a sí misma como un cascarón vacío e imperfecto, llamada Kuarahy decide después de años visitarlos en su actual residencia en Forks, pero en su camino un metamorfo incompleto la juzga por su naturaleza antes de conocerla, sintiendo el duro rechazo de su compañero de vida. Una vez su convivencia sigue su ciclo en Forks, se ve envuelta en un juego de emociones y sentimientos en relación a: su estilo de vida familiar, discapacidad motora, vampírica y sexual, impulsada por lo desconocido a realizar acciones y actitudes extrañas, inmaduras e impredecibles debido al causante de todo este desastre el señor Billy Black el casi metamorfo quileute.

Kuarahy es obligada a visitar a quien la rechazó sin siquiera intentar conocerla, debido a que el consejo Quileute descubre que ella es una impronta mediante la repentina recaída de salud en Billy Black; por reflejo e instinto busca la manera de cuidar a su compañero, a pesar de todo. Trayendo con esto varias decisiones impulsivas que la llevan directo al caos, sin embargo; donde hay caos también hay sorpresas.