❝O8❞

Tema O8: "Recuerdo del ángel oscuro guardián. Y el Reencuentro Familiar."

Una pequeña niña de unos aproximados ocho o nueve años, cabello negro corto hasta el cuello y grandes ojazos vacíos pero que a la vez estaban tristes, se encuentra mirando perdidamente la escena frente a sus ojos, las lágrimas no tardan en caer al ver como sus padres se desmoronan. Sale de aquella sala sin querer comprender lo que ocurre, quedando fuera en el patio delantero, con un pequeño impulso de piernas escala la muralla baja y pasa por encima de las verjas grises, para luego saltar al otro lado.

Se limpia bruscamente las lágrimas en sus ojos y sube a su árbol preferido frente a las murallas de su casa, a aquel hermoso árbol de guayaba de tronco grisáceo pero con tonos marrones verdosos por doquier descascarandose. Una vez cómoda en su lugar, abraza su árbol en busca de calma el horrible vacío que parecía arder en su garganta.

—¿Kua?

Se niega a abrir los ojos, no quiere que sus ojos ardan más de lo que ya sentía, por lo que niega con la cabeza muda de palabras.

—Ay, pequeña. Ven aquí... —dice la voz ronca, aterciopelada cómo la de un arcángel, mientras intenta con delicadeza que suelte al árbol, pero apenas lo intenta la niña hace pataletas.

—¡Déjame! ¡D-dejame sola, Walt!

Ahora no quería sentir esos brazos fuertes y fríos cuál pared, no quería más brazos que le mintieran.

—Kuarahy mírame, mírame y dime que me aleje de frente.

La voz había sonado dolida, logrando estruja su corazón inocente y sus labios temblaron incapaces de demostrar algo que no fuera la necesidad de llorar, soltando a su árbol para luego dejarse ahupar por el mayor, por su ángel oscuro protector.

—¿P-porque..? ¿Poke... Duele mucho?

La pregunta pareció tomarle por sorpresa al mayor que sin dudar la abraza mejor, intento calmar los hipos del llanto.

—Sus tiempos en la tierra se agotaron, los humanos viven muy poco tiempo, mi pequeña luz—dice con voz dura el mayor tras unos minutos.

Las pequeñas anos de niña se aferran fuertemente al saco de cuero del mayor, llorando y dejándose llevar por el dolor, cuando estaba con él parecía ser bueno llorar, dejarse mostrar débil y todo lo que realmente ocurría con ella. Dejar de ser indiferente ante lo que sus papis dias trás días notaban en el hogar, pero que creían que como era pequeña no entendía lo que significaba ver postrados a sus abuelos en esas camas. En el cuál ya no se movían, ni sus estómagos ni sus rostros para verla y sonreírle.

—Mis a-abuelitos... Ha-hacen que me duela... Snif... el corazón... ¿Poke... Poke justamente ellos? Devuélvemelos... Trae de nuevo a mis tatos Walt... Traélos... P-por favor... —solloza suplicando la mas pequeña, intentando calmarse y ver a la persona que siempre había sido su mejor amigo imaginario.

—Ojalá pudiera y fuera fácil la vida mi pequeña, pero no puedo hacerlo... Sólo soy un monstruo más, encargado de cuidarte mi pequeña luz... —dice el hombre de cabellos negros y ojos rojos, piel pálida y con barba incipiente.

La niña sólo se queda llorando hasta terminar dormida, pero el mayor besa la cabeza de la menor con dolor y tristeza. No quería ver a su pequeño ser de luz sufrir, pero el ciclo de la vida era así: nacer, crecer, reproducirse y morir... El ciclo humano era tan corto y doloroso. Y la pequeña sólo sentía que su familia extensa cada día se reducía hasta pronto dejarla sola.

—Prometo que no me iré, ni te abandonaré, siempre te protegeré. Lucharé por nunca lastimarte como ellos lo hacen. Lo juro, mi pequeña luz —dijo el hombre llevando sigilosamente a la pequeña a su cuarto, vigilando hasta que sus padres se recordarás de la menor que también sufría por la pérdida.

[...]

Billy black estaba con la expresión casi cadavérica al sentir sumamente nervioso y preocupado, su lobo estaba inquieto, temía por su impronta y cachorro. En cuanto sintió el aroma a muerto, supo que los vampiros habían llegado pero no creyó que sería grande la familia adoptiva de su impronta, la madre Kate estaba de nervios, tras sus hermanas también rubias, al verlo fruncieron con asco la nariz.

—Si me llego a enterar que le haz hecho daño a mi hija, no habrá sol que te oculte de mis garras, chucho —había gruñido Kate Denali.

Pero el gruñido de Billy fue más fuerte mientras protegía a su impronta, que parecía más muerta que viva que de no ser porque aún escuchaba los latidos de su cachorro juraría que hubiera muerto de paro cardíaco al mismo momento. Carlisle Cullen posa la mano en el hombro de la rubia, con calma.

—Tranquila, el nos ha llamado, no creo que el señor Billy fuera a dañarla—dice Carlisle con suma paciencia, mientras sigue observando bastante sorprendido la pequeña panza notoria que su hermanita tenía en el cuerpo, escuchaba los latidos provenir de allí lo cual era raro sabiendo que Kuarahy estaba muerta, bueno su cuerpo en sí. O eso creía hasta unos meses atrás. —Sería de gran ayuda saber que ocurrió para que Rahy terminara en este estado, si no es mucha molestia, claro.

Jacob miraba incomodo y molesto al Cullen frente a él, pero su impronta al sentir la incomodidad solo se mantenía abrazándola cuál niño desamparado sin su madre.

—Hoy se cumplen cuatro meses de embarazo, y Rahy no dijo nada al respecto por motivos que creo que no sería correcto hablar ahora. Pero se desplomó debido a una noticia fuerte o bueno por culpa de las víbora esas —dice con resentimiento Billy, al dirigir el enfoque de atención a las criaturas que se encontraban en el patio delantero, reunidos a la espera de noticias nuevas.

—¿Qué motivos? ¿Acaso tu hijo mayor ha vuelto a dañar a mi hija, Carlisle? —sale al acecho Kate, mientras que Tânia la abraza intentando calmarla.

—Tranquila, estoy segura que Carlisle luego nos lo aclarará, lo importante ahora es nuestra hermana. —dice Tanya

Irina y Laurent(el Moreno de rastras, que ya poseía ojos ambarinos) ambos se quedan tensos igualmente, pero más el último al notar al líder del Clan Cullen, pero Irina se acerca y lo abraza preocupada, mirando con cierta incomodidad todo a su alrededor. No iba a admitir abiertamente que se preocupaba por la mocosa.

Carlisle asiente, sabe que Billy sólo ha sido considerado por su impronta pero después deberá hacerse cargo de lo que hizo tiempo atrás. Por lo que sólo hace el registro casual de una embarazada normal, encontrándose rasgos distintos a los que ya sabía, algo estaba creciendo en la placenta, y muy rápido ya que no parecía el tamaño de un feto de cuatro meses, pero basados en los estudios médicos de embarazos y abortos precoz, sacó a conclusión el posible motivo de por qué, ella se encontraba en ese estado.

—Su cuerpo no pudo ante la noticia. Si bien se recomienda que en estos meses a las madres embarazadas no la alteren con noticias fuertes por la gran posibilidad de perder al bebé, pero para fortuna no ha sucedido ningún aborto natural, están bien ambos... —dice Carlisle tras quedar bastante interesado y asombrado de aquella barriga viviente.

Billy se permite besar la mano fría de su impronta, aliviado de que ambos estén aún con ellos, Jacob abraza feliz a su impronta, quien no sabe cómo interactuar ante la mirada extraña de las rubias de piel pálida.

—¿Entonces porque aún no despierta? —pregunta tímidamente la peliazul, Andrea.

—No lo sé...

En cuanto se escucha esa frase, todo el mundo está apunto de atacarlo, «¿como que no lo va a saber, es médico, ¿no?» pensaron todos en la sala, al mismo tiempo.

Pero en cuanto lo iban amedrentar con preguntar las expresiones faciales de Kuarahy se contraen en tristeza y jadea errática despertando de la nada. Buscando rápidamente con la mirada a su compañero.

—B-billy?

—Cariño, aquí estoy... Estamos todos bien, si... Tranquila—enseguida reacciona Billy abrazándola y se relaja considerablemente al sentir la correspondencia, pero tensa al escuchar los pequeños sollozos.

Kate se acerca preocupada a su hija, y el resto los deja solos, muy a su pesar Jacob también los deja, siendo arrastrado por su impronta a dejar un momento de privacidad íntima.

—Mamá... Yo, perdón por el susto yo... Ay mamá —solloza sin poder evitarlo, estaba muy sensible por el embarazo y los recuerdos revividos.

Kate le acaricia la melena dulcemente, sin respirar para no decir nada en presencia de su pequeña por el horrible aroma del chucho que le quemaba las fosas nasales.

—Tranquila, ya tendrás tiempo para decírmelo todo, pero me alegra que estés bien... —Kate besa la mano de su pequeña niña que sin duda se siente tan querida.

Aunque se sorprende cuando está toma la mano con la que su madre se aferraba a ella, y en manos del mismo Billy, con delicadeza deja posada la mano de la rubia en su vientre, haciendola estremecer debido a que esa zona estaba muy sensible. Kate jadea de sorpresa al sentir un pequeño pero casi poco notorio movimiento y los latidos del bebé.

—Mamá, familia... bienvenida/os a mi casa, mi país y... Pues... ¿Felicidades? Vas a ser abuela. —sonríe ligeramente la albina.

Sin duda alguna si ambas estuvieran vivas, estaba segura que todas las mujeres a la redonda estarían llorando del momento tan emotivo que estaban escuchando y viviendo.

Siendo como comienza otro nuevo ciclo, teniendo a su familia cerca junto a los calambres en los muslos y uno que otra molestia en la espalda. Carlisle aún tendría tiempo para salvarse de los reclamos de todas las mujeres del Clan Denali.













✦  °  •

Heyyyaaa! Que tal les pareció?
Creo que me puse algo emotiva, perdón por las pequeñas lágrimas o tal vez confusiones. Pero aquí les muestro otra pequeña parte de la vida pasada de Rahy y con el "villano" de la historia o es eso lo que quieren hacer creer los mitos y leyendas.

¿Creen que Walterkius es el malo de la historia? ¿Quien creen que sea?

¿Les gustó el pequeño reencuentro?

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