❝O6❞
Tema O6: La infancia de Rahy. Remordientos y culpa.
La joven de cabello negro con toques azules oscuros cual el cielo nocturno había quedado observando los detalles de aquella casa en la cual alguna vez tuvieron vida, podía notar aún en la pared frente a los sillones de piedra con los desgastados cojines grises opacos y antiguos, aquel mural que había pertenecido a la familia de la ahora joven albina, ya siendo un borrón de las torres gemelas antes de los eventos ocurridos del ataque de bomba los derrumbase; la madre de Rahy lo había dibujado a base de tiza pastel en colores claros, negros y opacos sobre la pared amarilla pálida, al final de la pintura en el lado izquierdo inferior lucía la borrosa firma de la difunta.
Dejó salir un suspiro al sentir la mirada pesada e intrigado del joven de piel roja con aquel extraño tatoo, no era parecido a los suyos, sintió la piel cálida del joven sobre sus manos temblorosas y se mordió los labios.
-Confía en mí... Quiero entender la situación sino... No podré ayudarte.
Las palabras de Jacob sonaron tan firmes, tanto que parecían implorar con mucha cautela.
-Rahy había llegado a mi escuela en aquel entonces a cursar el cuarto grado, una niña delgada de cabello largo y negro, piel pálida y ojos castaños color miel opaco. Era tan rectangular, sin forma aún, en ese entonces sólo éramos unas niñas. La maestra había pedido que fuéramos buenas con la nueva, que era la hija de la famosa doctora Myriam, la mejor de la vecindad.
-¿Doctora? ¿Cómo así? -preguntó curioso Jacob.
Pensando que en ese caso la vida a Rahy era igual a la que tenía con Carlisle, su padre y hermano adoptivo. Quedó intrigado por ello.
-Era la mejor Dentista de la zona, junto a su marido, ambos ejercían el oficio con mucha pasión, el vecindario siempre iba a parar a esta casa para tener un buen mantenimiento bucal de la sonrisa perfecta, cual colgate. -comentó sonriendo con cierta nostalgia ante aquello, suspira-, al principio me emocioné por creer que éramos parientes lejanas, una confusión de niñas pequeñas el creer que el apellido Riveros y Rivero tuvieran conexión entre familia. Pero de igual manera, juré ser su mejor amiga, Rahy siempre había sido solitaria y bastante tímida con lo que se pudiera relacionar con chicas pero en cuanto a chicos se tratarán pues en ello siempre le iba bien, aunque había llegado con una chica no muy linda como ella y mucho más débil, muy debilucha, ambas parecían muy cercanas. Envidiaba esa conexión de miradas y sonrisas que poseían, lo quería también para mí. Debido a que mi vida siempre se basaba en amistades por interés y no de la verdadera. -admite Andrea.
Jacob lleva sus manos a tomar ligeramente la de ella como signo de apoyo y escucha.
-Al pasar un año, nos hacíamos llamar socias por nuestros apellidos, nos llevamos bien por un gran tiempo hasta que mis amigas que se consideraban las populares terminaron por menospreciarla, intenté no hacer caos y apoyarla pero también temía quedarme sola. No hice mucho por evitar que se quedase más sola. Rahy siempre fue justa, ingenua e ignorante a todo lo que pasaba a su alrededor, parecía envuelta en una burbuja, pero esta terminó explotando mucho antes de que pudiera yo entender el motivo de aquel perfil bajo. Selena Kurth, su mejor amiga había sido trasladada de un día para otro lejos, abandonado su hogar y dejándola más sola en un círculo que no la ayudaba a encajar por ninguna forma. Ella era muy distinta a nosotros, tenía todo lo que varios deseaban tener: una familia que se preocupara por uno, que velara por tener comida a cada instante y esas muestras de afecto al público sin importar la vergüenza que pudiera causar. Tenía una familia fácil de envidiar, una casa que irradiaba fácilmente que eran de la clase media alta, adinerada y que por sobre todo, ella buscaba compartir aquello cual si fuera agua pero solo conseguía lo contrario debido a que nadie entendía como una persona como Rahy quería encajar con... Nosotros... La clase baja. Éramos unos pobretones de mierda, ladrones y algunos drogadictos desde pequeños, no entendíamos porque alguien como ella nos seguía tratando como un igual, como si ella fuera tan igual a nosotros. Parecía no darse cuenta que si bajaba la cabeza por mucho tiempo, todos aprovecharían de su nobleza. -sonríe amargamente y niega-, un tiempo hizo sus mañas para entrar en el grupo de mis amigas, hizo de todo menos darnos las respuestas del examen.
-¿Qué?... Desde pequeña era tan correcta, vaya. Literalmente es de admirar aún más. ¿Falta más verdad? -pregunta sonriendo incomodo al haber interrumpido.
-Si. -traga saliva y se muerde el labio inferior-, hizo muchas cosas por nosotros pero siempre fue justa con sus ideales, le hacían daño. Le hacíamos daño emocionalmente y ella a pesar de llorar todos los días, e igualmente ella seguía viniendo con una sonrisa débil e intentaba seguir ayudándonos a pesar de las malas personas que éramos. Hasta que el karma nos llegó, recuerdo el primero de tanto aunque este fuera claro en que me hubiera enterado de ello muchos años después... Un día en octavo grado de la escuela básica, un armario de libros casi se nos cae encima a mi junto a dos amigas, pero nuestros compañeros habían logrado detenerlo a tiempo. Nadie supo que había ocurrido, pero al parecer había sido un accidente por parte de ella, Rahy había tocado el dichoso armario que no poseía mucho soporte delantero y este como consecuencia tembló cayendo para delante donde nos encontrábamos sentadas en nuestras sillas con pupitre. Realmente se la tuvo muy guardado por años. -sonríe divertida al sentir el miedo de aquel entonces.
Jacob se abstiene de abrazarla, parecía que su impronta tenía mucho por que contar, mas aún se sorprendía del cariño con el que hablaba de su madre albina.
-¿Y entonces... Dónde es cuando ambas se pelean? -pregunta inquieto y necesitado de información.
-No nos peleamos como tal, éramos simples humanas y con debida idiotez nos peleábamos con tonterías supongo, pero esta vez la sentí menos tonta que la mayoría de las veces, la sentí mucho más injusta... -traga saliva y remoja sus labios, pasando un poco y ordenando sus recuerdos, perdiéndose en algún punto de aquel mural- Justo para cuando terminamos el estudio en esa escuela, todas mis compañeras habían hecho trampa en el examen de matemáticas y varias materias, más ella no. Justamente en matemáticas ella intentó copiar de mi hoja por no entender nada por nervios supongo. El profesor al instante la tachó y reprobó el examen, era suerte nuestra que no había pillado que teníamos el cuaderno abierto con las respuestas del examen. Aquello no terminó bien, ella le suplicó una oportunidad nueva al maestro Gustavo, pero este le negó. Entonces por coraje tal vez, nos delató con lo de la trampa de los cuadernos, pero como ante los ojos de ese maestro nos comportabamos como santas, este terminó diciendo que decía mentiras para excusarse y que la vería en el examen recuperatorio. Con una mirada había buscado mi apoyo, pero le negué con mi silencio y desinterés, enfocando mi vista solo en mis compañeras pero no en ella, justo cuando más necesitaba apoyo. En ese instante ella me odio más que nunca. La traicioné para mi bienestar por encima de la amistad verdadera que tuviéramos.
Las lágrimas caen tras un odio hacia sí misma, recorrer su cuerpo, empuñando sus manos pero el agarre y mirada preocupada de la piel rojiza la trajo de nuevo al presente.
-Vaya... En verdad, que no fueron tan buenos momentos...
-Aunque poco después de aquello, escuché que pudo retomar el examen y pasar de grado. Pero en cuanto terminamos la escuela tuve que marcharme sin explicación alguna, ni siquiera le pedí perdón por darle la espalda, solo en mi cumpleaños con mi hermano gemelo nos dimos cuenta que las cosas en casa no iban bien, ni siquiera para ella. Las ojeras se notaban, y las ganas de huir estaban escritas en sus ojos. Y no me quedé para apoyarla porque... -su voz se rompió al sentir el miedo e impotencia.
-Tranquila... No te fuerces... Yo... Puedo esperar... -dijo Jacob.
-Había quedado embarazada justo después de esa última vez, un amigo borracho me había violado, mi papá lo dejó medio muerto y salimos de la ciudad para no quedarme sin familia por la demanda. La abandoné de nuevo como todos sus amigos, como todos parecían hacerle daño sin apreciar todo lo que ella siempre nos dio sin esperar mucho de nosotros. -se voz se rompió cada vez más, enfadada y dolida con el recuerdo-, poco después escuché que sus padres fallecieron, ella quedó a manos de un primo lejano y poco después desapareció de la faz de la tierra. Nadie más supo de la vida de esta familia. Yo me quedé con el sabor amargo de nunca haberla protegido y cuidado como merecía.-terminó contando sin revelar lo que había pasado en realidad con su propia vida.
Jacob decidió que aquello fuera lo último en enterarse, debido a que parecía ser algo de gran dolor y molestia para su impronta.
Ambos quedaron en silencio, pero no duró mucho ya que esta joven se derrumbó en sus brazos, intentando calmar lo que sus recuerdos la ahogaba en culpa y arrepentimiento. Jacob sabía que era una misión nueva el ayudar a su impronta en busca del perdón y reencuentro con su madrastra pero, sabía que sería complicado dada la situación.
✦ ° • ✦ ° • ✦
Al día siguiente, Jacob había quedado pegado y muy curioso preguntando de todo a su impronta, que con cierta gracia lo hacía. Aunque de vez cuando la mirada taciturna y neutral de la mujer mayor y vampiro embarazada se quedaba pensando en un punto fijo detrás de ellos. Como si su mente se trasladara a otra época.
Billy Black había logrado escuchar junto a su mujer lo que esta extraña e impronta de Jake le decía. Siendo o no consciente de sus oídos agudos, pero Rahy solo había mantenido distante acariciando su barriga, pensando en todo y nada a la vez. Pero el hombre mayor y moreno se había arrodillado frente a ella notando como su mirada contenía las lágrimas que nunca caían. Quedando tan perdido, roto igual que aquellos ojos tan expresivos y a la vez muertos.
-Cariño, sé que será duro nuestro camino de ahora en adelante. Pero si esa mujer te lastima, deberé tomar cartas en el asunto con Jacob y... -fue interrumpido por las delicadas y fríos dedos de su impronta amada.
-Descuida lo solucionaremos. Jacob tiene la oportunidad de ser más feliz de lo que yo fui a su edad. Siempre intentaré dar lo mejor de mi para el bien común del resto, cariño. -susurró dulcemente mientras se dejaba caer en la cama.
Billy con cuidado se dispuso a quitarle las piernas ortopédicas y dejarlas a un lado de la cama para luego acostarse juntos, ambos disfrutaban de la compañía del uno con el otro, junto al próximo pequeño integrante de la familia con sus latidos entre ellos. Disfrutando de la calidez de la gran mano de su padre y la voz de su madre.
El próximo hijo o hija de Billy Black sería lo mejor para el futuro, y por sobre todo para que la albina viera de nuevo más luz tras tanta oscuridad de la que poseía en sus recuerdos.
....
Holi, perdón por la ausencia con todas mis historias, estoy intentando terminar la tesis, pero hoy se é dio por escribir y hay que aprovechar cuando hay ganas.
¿Qué tal están?
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Qué piensan que pasará con el tiempo ante la presencia de la impronta de Jake?
¿Podrá Kuarahy perdonar a la impronta de Jake?
Todo esto y más en el próximo cap. ¡Saludos y cuídense!
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