❝18❞

El sonido de la canción, 'Dream is posible' se repetía una y otra vez en la estancia de aquella mansión de los Riveros, los vampiros que estaban a su alrededor no querían contestarlo, y la dueña aún menos.

—Kate, despertará a la pequeña.

Irina se encontraba mirando reprobatoriamente a su hermana, mientras que Laurent se encontraba acariciando el cuello de su pareja. En aquellos pocos meses de estancia la rubia de carácter difícil de tratar se había ablandado con la esencia y vida de la pequeña hija de aquella mocosa que alguna vez la encontró tirada en la nieve y sin sentido aparente.

—Es Carlisle. —contesta desinteresada.

—Si lo sabes contesta, y detenlo ya.

—¿Y que le digo? Hace bastante tiempo que ella no regresa, y no tengo ganas de lidiar con él. —farfulla.

Eleazar y Carmen no se encontraban en la misma sala, sino que sentados un poco más lejos, más específicamente en el patio trasero, observando un lugar desolado y con árboles descuidados. El viento soplaba agradablemente moviendo sus cabellos en aquella noche de invierno. Igualmente iban escuchando todo, pero preferian no intervenir, tampoco sabían cómo ayudar en aquel ambiente tenso.

Billy Black había vuelto hace dos horas en compañía de Rosalie, ambos ya mas calmados, el mayor quileute no compartió muchas palabras luego de haber pasado el portal de la casa, tan solo subió las escaleras y se dejó caer agotado a la cama. Poco después Jacob subió con su hermanita en brazos totalmente dormida, siendo así como los únicos humanos se encontraban descansando en aquella extraña noche. Rahy no había regresado aún, no sabían dónde había ido a parar y el supuesto ex-rey tampoco daba señales de presencia.

Emmett al ver a su esposa, se la llevó en brazos como una novia recién casada lejos del lugar, ya aburrido de la situación, entonces aprovecharía la noche para estar en Buenos términos relajados y llenos de necesidad. Rosalie sólo por esa ocasión cedió, también se encontraba preocupada por que su hermanita aún no diera signos de presencia en la casa, pero ya había puesto en su lugar al chucho.

Kate suspira cansada de la situación, descolgando la llamada.

—¿Diga?

—Buenas noches, Kate. Perdona la molestia tan tarde.

—Descuida Carlisle, ¿necesitas algo?

—Quisiera poder tratar con Kuarahy. Alice ha tenido una visión.

—¿Ah si? ¿Y de qué se trata si se puede saber? —dijo inquisitora.

Irina y Laurent, Tanya se quedaron mirando a Kate con intriga ante la situación, sin tener idea de lo que pudo haber visto la vidente Cullen.

—No están muy seguros de lo que vieron, pero todo indica que Kuarahy podría ir por mal camino. —comenta con discreción.

Los labios de la figura maternal de la mencionada se hicieron una fina línea, disgustada por dicha posible acusación ante su pequeña.

—¿A qué te refieres, exactamente Carlisle? —tratando de permanecer con la mente fría.

—Alice tuvo dos futuros alternativos. Una luz radiante cubría el rostro de un hombre que derrocaba a los reyes. Y la otra visión, que nuevos subían al poder. En ambas visiones, una luz casi como el fuego los envolvía. —explicó con suma delicadeza.

Parecía como si Carlisle no quisiera siquiera dar crédito a ambas visiones. No deseaba que fueran ciertos, por ello era su motivo más explícito de saber la ubicación exacta de la que alguna vez fue prácticamente una hija más en su Clan.

—Se ve claramente que en ninguno se sabe que es mi hija, así que, perdona Carlisle, pero esta sugestiva visión me parece un poco desubicado de parte de vosotros. Bien sea cierto o no, no nos confiere intervenir, después de todo, los Volturi ya tienen tiempo de estar en la cabeza. —comenta sin preocupación alguna, defendiendo a su pequeño sol. —Todo anda bien por aquí, así que te recomiendo que si solo desean culpabilizar a Rahy por cuestiones inciertas, no la busques más. Ella nunca actuaría rebelde sin motivo lógico.

Carlisle contrajo su rostro al otro lado de la llamada, dolido porque ya su otra familia estaba políticamente unidos por su alimentación nada más, pero por sentimientos de relación comunicativas no eran más las mismas. Por lo que, con una mirada triste, bajó la mira cerrando sus ojos.

—Comprendo, muchas gracias por contestar, Kate.

Kate sin esperar ni un minuto más, cuelga la llamada, y gruñe entre dientes sin poder ahogar del todo su instinto maternal de protección.

—Ya no soporto la sarta de idioteces que los Cullen buscan involucrarnos.

—Pareciera como si no tuvieran otra cosa más interesante que hacer en su tiempo libre. —bufa Irina mientras se levanta del sillón de piedras de la sala.

—Concuerdo con ello. —asiente Tanya aún sentada en el sillón cómodo de piedras que es parte de la construcción de la sala.

Laurent la sigue automáticamente, mientras le masajea los hombros tratando de reconfortar y calmar la molestia en su compañera.

—No entiendo la manía e incordia necesidad de involucrarnos. Menos mal, Kuarahy recapacitó y ya no se junta con aquella chusma. —espeta Irina por primera vez alagando la astúcia de la albina.

Kate y Tanya levantan la ceja totalmente asombrada por tal momento, aún más cuando Kuarahy aparece por la puerta con las manos entrelazadas con el supuesto Ex-Rey vampiro, de las tierras de Volterra.

—Gracias por tu amor, hermana. Realmente lo aprecio en estos momentos tan tensos. —alaga Kuarahy, las palabras dichas por Irina.

Irina cierra los ojos con cierta molestia por haber sido escuchada por la mencionada, sin embargo pasa por su lado y toma el rostro de la pequeña Denali con una mano.

—Escucha bien, Mocosa. Sea lo que sea que vayas a hacer, no expongas tu identidad. Y nunca, por lo que más quieras, te dejes doblegar ante el enemigo, la víctima siempre tiene el veredicto final. —aconseja con aires de hermana mayor.

Kuarahy la mira a los ojos y sacia su cansancio emocional en esa fuerte declaración de apoyo moral por su hermana más reacia al cariño.

—Si. Lo prometo.

Irina al escuchar y verla tan fuerte como siempre, pudo sentir que sus hombros se relajaban por completo. Dichosa de saber que la hermanita a quien siempre la llamaba mocosa, estaba en sus cabales como siempre.

—Bien. —acepta y dirige la mirada hacia el hombre tras suyo—Cuídala.

Walterkius tan sólo asintió, las palabras sobraban para decir algo al respecto, sabían que estaba demás sus palabras si aquello siempre lo haría, ya no la soltaría jamás.

—Aún no te retires, hermana. Les quiero anunciar una idea para calmar aguas en este momento. —añade Rahy, rápidamente antes que Irina y Laurent se retiren.

Carmen y Eleazar llegan enseguida a reunirse al escuchar aquello. Cuando Kuarahy hablaba en plural era signo de querer hablar a todo el Clan, y parecía que para los chuchos por el momento no eran necesarios de que fueran a escuchar. Sin embargo, Tanya podía ver como los bichos raros que siempre estaban protegiendolos, los esperaban fuera de la casa.

—Hablemos fuera, no quiero despertar a los únicos que descansan.

Kuarahy salió seguida de Walterkius, junto a los demás, al patio delantero. Los mitos paraguayos: el luisón(el perro negro), el jasy Jatere(el niño rubio), el teju jagua(el perro con 5 cabeza y cuerpo de lagarto), el kurupi(el hombre de piel negra con aquel extraño taparrabo abultado entre sus piernas), el mboi tu'i (el tucan con cuerpo de víbora), el ao ao(el lobo con cuerpo de oveja) y la mala visión(la figura fantasmagórico oscura en forma de árbol) se encontraban alertas ante la presencia del vampiro de ojos extraños.

—Calmaos todos. No necesito una discusión más en mi hogar. —exclamó con total frialdad y prepotencia, pero lo suficiente calmo para hacer que el resto se quede paralizado ante la situación. —Necesito explicar lo que ha ocurrido y lo que haré a continuación, ya no quiero un malentendido más a todo esto.

El Clan Denali entendía que ya la albina no deseaba más problemas, ya parecía estar lo suficiente dolida con varios temas personales, que aún faltaban resolver pero otras parecía empezar a resolverlos.

—Dinos que acontece, pequeña. —dijo maternal ente Carmen.

Kate, Irina y Tanya la observaban orgullosas por cómo había logrado la calma entre tantas bestias. Eleazar sin duda a cada instante estaba más que orgulloso y sorprendido de la capacidad de armonizar con solo palabras y presencia hecha por Rahy.

—Dieber era un estafador, tengo pruebas escritas y más que suficientes para comprender lo que ha sido real y verdadero como ficticio en mi vida pasada. Walterkius si es un demonio, como los paraguayos vemos a los seres sobrenaturales pero es un vampiro y por más que vosotros hayan cuidado de mi, este vampiro que todos ven es y siempre ha sido mi protector, mi amigo y más que nada es mi compañero de vida eterna. Así que no espero que comprendan la situación que lo enlaza a mi vida, pero quiero que terminen la guerra ridícula sin motivo que tienen en su contra. Walter no es un homicida, Dieber no era quien decía ser, nunca tuvo buenas... Intenciones. Y tal vez no merecía dicha muerte, pero tampoco merecía una salvación. Pero no somos quiénes para seguir viviendo en el pasado, las cosas ya han pasado y no hay nada que hacer. Y si realmente confiara en mí, sabrían perfectamente que ningún ser, humano o no, es capaz de pasar por encima de mi juicio y moral, porque yo soy la única dueña de mi vida, cuerpo y mente. Odio que me quieran utilizar, así que, me marcharé con mi familia a las tierras de mi lobo, mi hija necesita tocar suelo quileute. —sentencia tan firme que apenas una mosca logra escucharse revolotear por el lugar.

Todos los que podían respirar se habían quedado con el corazón en la garganta ante tal sublime determinación en aquella mujer.

Los mitos no podían comprender que había pasado para que el vampiro la contaminara tanto.

—No puedes abandonar tus tierras... —empezó a decir reacio Rodolfo, el Tejujagua.

—No voy a abandonarla. Siempre que pueda se vendrá de visita, es parte de mi y no los abandonaré. Pero en estos momentos, no deseo estar en este ambiente que solo me hace tener deseos asesinos. ¿Qué tan incrédula e ingenua me creen cómo para dejarme ser manipulada por cualquier ser sobrenatural que se me cruce en el camino? Ya no soy una niña de cinco años, yo defino mi camino no ustedes. —gruñe Rahy totalmente enojada.

—Nosotros nunca dijimos... —intentó decir Andrea, la mala visión.

—No, pero me lo expresan y echan en cara al no ser los bastantes astutos como para buscar la verdadera verdad de los hechos y sólo guiarse por los chismes. Está visto que aveces hasta los mitos son influenciados por los chismes que tantos años, tras años los han dañado. —espera totalmente decepcionada de aquellos seres.

Odiaba que se hablase de ella, más odiaba que los chismes tuvieran más fuerza de palabra que la verdad.

—¿Y cómo pretendes gua'u solucionar este dilema, Kuñata'í? —pregunta el rubio niño de ojos celestes.

—Viviendo un tiempo en tierras del padre de mi hija, y arreglar el terreno para vivir al menos cómodamente cinco años durante el crecimiento de mi vida, mi bebé y mi familia. No voy a dejar que el humo tóxico que todo problema acarrea me detenga de tener motivos para seguir viva, tengo... Tenemos una eternidad larga, ¿para qué seguir desperdiciando en un pasado que ya dejó de importarme? —pregunta retórica.

El jasy Jatere al verla tan hecha fiera, tan justa y firme en sus decisiones sonríe totalmente satisfecho. Al parecer la mujer que tanto habían mezquinado del mal, tenía buen carácter para evitar caer en el mal y en la manipulación.

—Perfecto, voy contigo. Quiero salir de este terreno tóxico también. —admite libremente el rubio.

El resto de mitos restantes lo miran como si al Tejujagua le hubieran nacido otra cabeza más, pero esta vez en el rubio petizo.

—¿¡Que qué ...?! —exclaman conmocionados.

—La iré a supervisar. A mala visión de nada nos sirve confiar en ella, está en relación personal con la cría adoptiva de lobo, así que... ¿Qué mejor que yo, un chico radiante para ir a un lugar para supervisarla? Volveré con las pruebas de que las palabras son certeras y tengo vacaciones, doble premio para todos. —se encoge de hombros despreocupado el Jasy Jatere.

Siendo así como los mitos empiezan a debatir los detalles con el rubio, además de decir que aquello era una total ridícules, «¿qué haría un mito paraguayo en tierras estadounidenses?» se preguntaban los demás aún incrédulos.

Por otro lado, el Clan Denali se encontraba bastantes relajados, aunque algo tensos por pensar en lo que la vidente Cullen habían dicho de ella. No quería arruinar su determinación, sin embargo, el consejo de Irina ayudaba más que suficiente, siendo así como Kate dejó en claro tras una charla más hasta el amanecer que la visite cada vez que pueda que no sea cada año, que quería ver a su nieta y malcriarla. Siendo así como los Denali partieron nuevamente a Alaska, Canadá sin más que añadir y necesidad de estar allí.

Quedando la casa solo los chuchos, Emmett y Rosalie en un motel a unas cuadras, perdidos en una noche de pasión. No querían traumar a la pequeña hija de Rahy. Mientras que por el lado de Rahy se mantenía recostada desde las 5am en el regazo del vampiro mayor, con los ojos cerrados y pensando en todo el plan totalmente organizado. Mientras que Walterkius la acariciaba el cabello, admirando los detalles de su compañera, tal vez aún no habían consumado, pero no se sentía tan desesperado con tenerla cerca aún le satisfacía lo suficiente, mientras que por el lado de la Mala visión y demás mitos estaban haciendo los papeleos correspondientes para el viaje de ambos, siendo así como la ausencia de todos eran la calma en el mar loco.

Llegados las 8 en punto de la mañana, los lobos protectores Quileutes fueron bajando por las escaleras totalmente somnolientos, pero la pequeña Nala se contentó inmediatamente al ver a su madre en la sala, balbuceando por su atención. Walterkius al ver aquello le dio golpecitos pequeños en la frente a su compañera quien al abrir sus ojos y voltear la mirada hacia la puerta del lado izquierdo que daba hacia las escaleras, viendo como su pequeña la llamaba con una luz de alegría tan grande que iluminaba su día.

En un parpadeo ya estaba a centímetros de Jacob quien parecía más dormido que vivo:

—Mamá, tengo hambre y creo que mi hermanita también apoya la moción. —murmura totalmente adormilado y alargando algunas palabras.

Con delicadeza Rahy toma en brazos a su pequeña, y besa la frente de su pequeño Jacob. Quién abre los ojos, parpadea unas cuántas veces, hasta caer en cuenta que lo había dicho por reflejo de aquellos meses y que al fin su madre había regresado al hogar.

—Hay yogurt con cereal en la heladera, ya me encargo yo de tu hermanita —comenta mientras con una ligera audacia se dirige al cuarto inferior donde alguna vez fue un consultorio odontológico pero ahora solo se encontraba una cama pequeña, destapando su seno izquierdo para dar de comer a su pequeña.

—Gra-gracias mamá. —murmura aturdido Jacob, yendo hacia la cocina en busca de lo mencionado.

Por mucho que tuviera ciertos meses casi por cumplir 8 meses de nacida. Casi su primer año de nacida. Por lo que creía que lo más correcto sería festejarlo en familia, tal vez conocer a las demás hijas de Billy. Sin embargo, tras estar dando de amamantar a su pequeña el chucho se acercó al marco de la puerta avergonzado.

—¿Dígame Señor Black? ¿Desea algo? —pregunta Rahy.

—Yo... Quisiera pedirte perdón, Rahy.

—¿Exactamente porqué? —pregunta indiferente. Quierase o no, Rahy se encontraba dolida ante la desconfianza de Billy.

El moreno rojizo se encuentra dolido al no recibir la mirada de su impronta y madre de su pequeña hija.

—Por haberte dejado, por haberme dejado llevar por mis impulsos y por los celos. Yo... Realmente me comporté como un imbecil cuando no lo necesitabas. —explica totalmente arrepentido, buscando por todos los medios no tener un rechazo por parte de la albina.

—¿Sabes que es lo que más me duele de todo esto, Señor Black? —comenta levantando la mirada ámbar para observarlo y notar las ojeras.

—¿Q-que? —pregunta algo inseguro.

—Qué por más que perjuré haberme enamorado de ti ante todo, usted me dejara sola y me dejara notar que solo un verdadero compañero hace frente a sus propias inseguridades y no huye ante todo lo que le duele. Ya maduré, dejé de huir pero tu... Tu está vez haz superado mis expectativas, entiendo que saber que tengo compañero duela más, pero no por ello estoy a favor de dejar lo que ya tenemos desarrollado. Tenemos toda una vida a crecer y vivir, tenemos una hija juntos... ¿Por quién me tomas, Billy?

El mencionado al escuchar aquello se sentía cada vez más idiota, se había comportado como un adolescente ante una noticia que no quisiera afrontar, como un cobarde. Se acercó cautelosamente a ella, tras la mirada fijas mutuamente y se arrodilló ante ella y su hija.

—No he actuado de acuerdo a mi edad, mis peores temores se hicieron real... Yo... Se que he sido un cobarde pero prometo que intentaré llevar por la paz esta situación, no te quiero perder, no quiero que nuestros hijos se queden sin su madre. Ni yo sin mi futura esposa. —súplica con los ojos totalmente arrepentido.

Kuarahy al escuchar aquello lo acepta, sabe que tiene razón. Pero le costaría perdonarlo del todo, quería que todo funcionara y sabía que nada sería del todo correcto al funcionar públicamente. No todos los días se veía una pareja tan disfuncional como lo tenía ella. UN LOBO, un tua cantante. Y UN VAMPIRO, como compañero eterno. Una relación poliamorosa que nunca antes se hubiera planteado vivir.

Pero estaba totalmente unida en sentimientos fuertes con ambos. Y no podía dejarlos de tener en su vida. Por ello los tendría juntos. Porque separados nunca podrían ser el doble de fuertes.

La familia unida era mucho mejor.

—Me costará olvidar el dolor, pero te vuelvo a aceptar por una vida juntos. Aunque quiero comentar que volveremos a la Reserva Quileute... —comenta sobre la marcha del perdón.

—¿Por qué? —pregunta Billy.

—Porque Nala necesita tener contacto con tus tierras, además necesito tocar suelo tranquilo. Aquí ya no hay eso.

Desconcertado Billy, frunce el ceño. Aquello era un cambio de tema radical. Por lo que acariciando el cabello de su pequeña hija, busca explicación de forma muda pero su celular suena estruendosamente.

—¿Diga?

—Necesitamos a Jacob, ¿cuando regresarán Billy? —pregunta Sam mientras se recupera jadeando del otro lado.

—Tal vez el otro mes o a final de este mes. ¿Qué acontece, Sam? —pregunta algo preocupado por el tono jadeante de Sam.

—Emily se encuentra embarazada, necesito de otro Alfa a cargo. Hay más cachorros en la manada. —comenta Sam, totalmente feliz por la noticia, pero aún así tratando de recomponer su postura seria.

—Enhorabuena Sam, felicidades. También tenemos buenas noticias, pronto nos pondremos al tanto. —corresponde con alegría Billy.

Era buena noticia como todo seguía en buen estado en la reserva, aunque algo estaba pasando para que hubieran tantas transformaciones.

—Entonces los estaré esperando. Perdona Billy, me llama mi esposa. —se excusa Sam con cortesia.

—Adelante. Muchas gracias por tenerme en cuenta Sam. Hasta pronto—contesta, colgando seguidamente la llamada Billy.

Ya estaba decidido pronto irían de visita al terreno de Forks.

━━━━━━hellou~
Después de tanto tiempo ya puedo actualizar esta historia. Aunque les he de decir que ya estamos muy próximos a que la historia termine. Dos capítulos más, y ya viene el epílogo. ¿Que tal les pareció el capitulo?

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