❝15❞

Una vez que Rahy pudo conseguir que el corazón acelerado e irascible de su pequeña conciliara la paz, empezó a dejarle varios besitos en las mejillas y pequeño cuello, encantada de la suavidad de la suave piel temblada de su hija, no era ni muy cálida como la de su señor Black. Pero pareció ser que con solo la mención de sus pensamientos, lo había invocado debido a que percibió perfectamente un beso en la marca de su cuello, la cual había hecho que se estremeciera de gusto.

—Hola, Cariño.

—Mía. —emergiendo un gruñido ronco del pecho del Quileute Mayor, un acto muy posesivo, y matador por la mirada que le había lanzado al vampiro tras suyo.

—¿Ah?

El desconcierto fue primeramente la reacción pero luego recordó lo dicho por los viejos del consejo tanto: Harry y Quil, que una vez la marca se consolidara Billy estaría un poco más difícil de ceder en paz si un macho se acercara mucho a ella. Suspiró resignada por lo bajo, esto iba a ser muy complicado de manejar.

—Dame un motivo por el cual no deba matarlo Rahy. —advirtió Rosalie y Kate, ambas madres protectoras.

Rahy no iba a callarse, ni siquiera era de las personas que no fueran sinceras. Sino que todo lo contrario, tenía buenos principios.

—No podéis matarlo. Ya está muerto. —bromeó un poco para aligerar la tensión del ambiente.

Si bien, parecía que Carlisle se había marchado nuevamente, abandonando el territorio por sabe quien o qué razón. Pero realmente, aquella ausencia no le afectaría mucho ahora, uno porque tenía mucho que pensar, dos porque tenía que decir la verdad por parte, y três hacer funcionar la relación de dos hombres importantes en su vida inmortal. Por lo que, actualmente en el patio trasero de la casa de la familia de Rahy, solo se encontraban las tres hermanas Denali, Eleazar y Carmen, junto al compañero de Irina, como también el infaltable de Emmett.

Por alguna razón, Jacob se encontraba distraído mirando más un celular y tecleando algo con una sonrisa tonta que el estar interesado en el caos que se armaba en el patio.

—No es momento para el humor negro. Queremos una explicación. —exigió Kate.

—¿Qué tanto ha ocurrido, Rahy? —pregunta Rosalie, qué era abrazada y detenida por Emmett.

—Ambas tranquilas, se nota claramente el estrés personal, pero no es por incomodar pero... ¿TU...? —Eleazar empezaba a decir para tratar de calmar el ambiente y ayudarla pero tal parece ya lo había reconocido por lo que, no hizo falta decir que se arrodilló en muestra de respeto junto a una sonrisa de alivio al conectar la mirada ante el vampiro pelinegro—Mi Rey está vivo.

Rahy pudo ver como de la mirada rojiza-miel un brillo de añoranza y nostalgia cruzó con emoción por la mirada de su compañero vampiro.

—Míster Eleazar, Miss Carmen... Es muy grato volver a verlos. —dijo Walterkius emocionado por no haber sido olvidado.

—Uhum! —carraspea Kuarahy para que el vampiro recupera-se su compostura de sério.

—¡Oh! Eh... Yo... Lo siento. —bajó la mirada avergonzado el vampiro de varios milenios mayor que Rahy.

Lo cual hizo dejar sin crédito a la pareja y a las hermanas del Clan Denali. Pero si no era más de sorpresa para los metamorfos presentes que el vampiro llamado "rey" había cedido a sólo una intervención de la albina. Aquello no había pasado desapercibido, Billy Black no se quedó atrás :

—¿Que es lo que quieres maldito chupasangres con mi impronta, MI COMPROMETIDA? —recalcó posesivo y celoso Billy.

El vampiro levantó la mirada y de sus labios y pecho emergió un gruñido muy significante para la mayoría de los vampiros, siendo así como Tânia fue la primera bocina del momento.

—No te lo puedo creer. ¡ELLA ES TU COMPAÑERA! —exclamó conectando hilos ante lo visto.

Todos miraron a Rahy quien, por un momento quedó sin siquiera ganas de contradecir o decir algo al respecto, solo se obligó a decir algo, al sentir que el agarre de Billy era mucho más fuerte a tal punto que ya soltó un crujido su cintura. Alertando a la pequeña, que hizo automaticamente que su padre se despegara de su madre con un gritito que le causó dolor a Billy.

—N-nala... S-soy yo... P-papá.

—Malo, papá.

La niña pequeña híbrida de ambos seres sobrenaturales protegía muy bien a su madre. Mientras que, Walterkius esperaba señales de acercarse aunque le mataba no reaccionar y haber hecho algo al respecto ante lo que él chucho había hecho a su pequeña sol.

—Número uno: mi niña, no ataques a papi, ha sido sin querer. Mamá está bien. —Rahy calmó con una suave caricia y beso a su pequeña, calmando al instante, pudiendo ver como el dolor en su lobito cesaba— Número dos: Billy es mi pareja y prometido, si. Pero también Walterkius es mi compañero eterno. Y la explicación viene de antaño y no tengo la menor gana de explicarlo ahora. —admitió.

Todos quedaron curiosos por la forma tan tranquila que parecía estar reaccionando Rahy, pero era verdad, se la notaba cansada.

—Hace bastantes años que no veo la rareza de que un vampiro pueda contar con una pareja de bandos enemigos. Pero supongo que es entendible, al lobo lo conociste durante la vida vampirico. Y...

—Y a mi, me conoció desde renacuaja. —completó Walterkius —la conocí mucho antes que el chucho.

Rosalie por un momento se sintió identificada por el término, pero aún seguía sin reconocer al supuesto Rey, tal vez no era tan conocido como se veía o bien ella ni había nacido aún cuando este estaba en el trono.

—Exacto. Pero no puedo estar sin Billy ni Walter, así que, por el momento no quiero ver peleas. No habrán extinciones ni matanzas, necesito alimentarme y recuperar cordura. —añade mientras deja a su pequeña en brazos de Rosalie, quien sin problemas la toma y mima.

La pequeña Ta'arõ Nala, se queda curiosa en como su madre reacciona ante el hombre malo que la había apartado bruscamente de ella. La pequeña ya mas o menos poseía una apariencia de 1 año de edad. El crecimiento al parecer era debido a la necesidad del ambiente.

—¿Mamá? —balbuseó la niña.

Rahy levantó su rostro y beso la pequeña frente de su hija.

—Bebê, tenes dos papis. Eso pasa. —la suavidad y dulzura con la que habló Rahy a su pequeña fue un detonante loco en todos.

Un vampiro sintió desfallecer al ver como su compañera le reclamaba frente a su pequeña hija, y al lobo, como frente a todos. Mientras que Billy se encontraba enojado, confundido y amenazado.

—¿Que soy yo para ti, señorita Kuarahy? —pregunta entre dolido y amenazado, totalmente celoso.

—Mi Tua Cantante.

—¿Y que diferencia hay entre el y yo? —pregunta con un puño en su garganta el señor Black.

Rahy siente la ponzoña más ardiente en su garganta y sus ojos mieles se tornan más oscuros poco a poco. Pero aún hay emociones dulces de amor entre el hambre.

—Pará los demás podrías ser un saco de sangre, el alimento. Pero yo me enamoré de ti, Señor Black, y soy tu impronta. Solo que, yo sin Walter me muero, es mi compañero desde pequeña aunque... No lo supiera. Amo a ambos por igual, y no quiero perderlos a ninguno. Son importantes para mí. —afirma con total seguridad y sinceridad capaz de decir en su situación de hambre.

Walterkius se sentía dolido por escuchar que por culpa del maldito impostor se había perdido la oportunidad de que su compañera se hubiera enamorado de otro que o fuera él. Mientras que, Billy no sabía cómo reaccionar, ella es su impronta su vida, sin ella no podría vivir.

—Necesitamos... Tiempo. —con voz ronca y dificultad dijo Billy, siendo así como se levantó para luego retirarse del hogar.

La pequeña ya había sido sacada del lugar mucho antes de la escena de sus padres ante la difícil situacion. Rahy se mantuvo imperturbable, como si no le doliese y sin pensarlo dos veces, salió lejos de la casa también pero para otro rumbo.

Los Denali, como los compañeros de Irini y Rosie, se habían quedado confundidos, pero Walterkius pidió disculpas y fue tras ella. No iba dejarla sola, ella siempre huía cuando quería llorar y no estaba tan equivocado al pensar que ella iría a subirse a un árbol, intentando consolarse a sí misma como lo hacía de pequeña.

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