❝13❞

Ya nada es como el ayer. Esa chamaca, esa niña que con la primera mirada iluminó mi vida. Esa pequeña luz que llegó para poner mi vida pendiendo de un hilo muy fino, que desde cría he protegido había desaparecido de mis brazos, al principio el temor que recorrió mi cuerpo fue enorme debido a que el aislamiento pareció enloquecer mi sentido común confundiendola por una Tua Cantante; grave error, descubrí con el tiempo, que cada lagrima, cada raspón equivalía a un dolor y no a una ansia por su aroma o sangre. Sino que de mi cuerpo muerto existía un latente y fuerte lazo con lo que le pasara a aquella pequeña niña que amaba estar sencilla y sin pañales, simple y sin peinarse, libre y siempre risueña de risas maquiavélicas.

Mi compañera, la que todo vampiro buscaba y pocos encontraban, al fin había iluminado mi eterno camino de vida; el único dilema era... Tenía 7 años, y solo me consideraba un amigo imaginario. Era obvio que los mayores no debieran saber de mi, un vampiro nunca es bienvenido, sin embargo, ella me aceptaba. Me buscaba, y lloraba por su protector.

Era feliz en aquel tiempo, la protegía de lo que podía, la amé cada segundo que pasé a su lado. El colmo fue la presencia de aquel desgraciado humano, avaro y que llevó a la quiebra a la familia de mi princesa.

Dieber, ese chiquillo había llegado a la vida de mi princesa, volviéndose un hermano mayor para ella. Dándose a conocer a su familia, como un primo lejano, pero al final del día, sabía sus intenciones, solo era un humano que necesitaba soldar sus deudas através de un cuidado/secuestro de la pequeña hija de la familia Riveros. La cuestión fue, que nunca lo logró ante la familia no la dejaba sola, o puede que se haya encariñado de mi niña.

Lo último que supe, fue que la mandó lejos del Paraguay, pensé que la secuestraron por mucho tiempo pero la alejo de mi protección. Hoy, se acabará la mentira. Hoy le diré la verdad a mi compañera.

Porque sus palabras, sus palabras me dieron esperanzas. Mi pequeña Kuarahy me había dado el zape que nunca esperé sentir, nunca nadie me había tomado por sorpresa. Esta vez seré sincero y se lo diré, ya no seré temeroso. Ya no tendría la dicha de verla en su juventud con el latido nervioso de su corazón al sonrojarse por timidez, ahora era un vampiro como él, desde que supo que los monstruos mitológicos la custodiaban supo que ya no podía seguir alimentarse de sangre humana, por lo que trataba de alimentarse de animal que encontrara por allí. Aunque no lo saciara como la sangre humana, le servía para aguantar el ardor. Aunque con los años de convivencia, ya no era complicado estar en este país. Había descubierto que sus dones podían ser muy útiles, pero muy tardíamente lo había descubierto.

Walterkius salió de sus pensamientos al observar que su princesa salía sola al patio, a lo lejos se encontraba la bebita jugando con algunos juguetes de su silletita para niños pequeños, su hermano cerca. Por suerte ningún mito al asecho, era su oportunidad.

Saltó de la rama de uno de los árboles del patio trasero hasta quedar frente a la mujer, escuchó rápidamente como los lobos se acercaban pero no perdió tiempo solo miró a la niña por un instante antes de tomar en un agarre de princesa en apuros a su compañera en brazos, diciendo:

—Lo siento. —para luego saltar, y desaparecer entre varias casas, saltando de techo en techo.

Y sin mas, rapta a Rahy, colocando de nervios a todos, la pequeña Naya con morritos en sus labios y ojitos cristalizados al ver a su madre descolocado al ser tomada por desprevenida por alguien que no vio venir. Chilló un balbuseo de "ma...", Jacob no entendió tan rápido lo ocurrido su padre había pasado muy rápido por cerca suyo, sólo notó el enojo en su pequeña hermanita que había agarrado su dedo como si se aferraba a ello pero lo moviera con inquietud.

Ya tarde, comprendió que su madrastra había sido raptada por la persona mencionada hace dos noches atrás. Aunque era raro que su pequeña hermanita no estuviera llorando por su madre, sólo demostrará inquietud o enojo.

Todos se extrañaban al no verla llorar los primeros días, pero al pasar una... casi dos semanas de desaparición de su madre, Ta'arõ Naya, empezó a llorar tan fuerte que hasta Sam pudo sentirlo en su pecho.

Jacob había recibido un mensaje de Sam, diciendo: “¿Está todo bien con ustedes? Hace unos minutos he sentido un dolor tan agudo como si un grito desgarrador se plasmara en la fuerza de mis piernas, caí al suelo ante la impotencia y desesperación. ¿Hay algo que no nos estas contando, Jacob?” , aquel mensaje había sido bastante sorprendente para el Moreno, inclusive para Billy.

«¿que tan fuerte era su hija, como para llegar a afectar a todos de esa manera? , hasta siendo su propio padre, había caído de piernas al suelo» se preguntó Billy Black, al intentar calmar a su pequeña hija.

Carlisle había dicho que podría ser el posible don de la niña, aunque en cuanto lo había dicho, la niña lo observó aún enojada y llorando, logrando también caer al suelo pero con las venas y cuello cristalizados. Alarmando a más de una familia.

El Clan Denali, junto con los pocos Cullen se habían quedado absortos pero no tardaron mucho en recobrar la postura, por algún motivo ellos no sentían ningún dolor como lo padecían los cercanos a la niña.

Tan solo esperaban que pronto la madre, y querida Rahy volviera a salvo, aunque los mitos se encontraban buscándola tan rápido como pudieran. Temían que algo malo le ocurriera tras esta forma de actuar del vampiro enemigo.

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Hola hola! ¿Que creen que pase con Rahy? ¿Volverá con el enemigo? ¿Que es lo que la pequeña Naya está haciendo a los mayores, tanto a Billy como a Carlisle?? A que se deberá?

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