❛12❜

————-««

El amanecer había llegado rápidamente, en ese transcurso Kuarahy se había metido a su habitación nerviosa para arreglar todos los materiales que iba a necesitar en su primer día de clases. Estaba segura que se habría vuelto loca si no fuera por Jasper, al cual lo encontró observándole con una sonrisa suave, desde el marco de la habitación con la compañia de Alice quien ya tenía otras cosas que le faltaban.

—Tranquila, te irá bien Rahy. —dice Alice mientras la nota hiperventilando.

—Eso lo dices porque ya has repetido esto varias veces y décadas, ¡deberías probarlo en una ciudad Latina! Con otras costumbres y con el idioma español, vamos a ver si que te parece el no entender la historia de ese lugar, sus tradiciones, el círculo social. Ay Dios, mejor no voy —empieza a caminar de un lado a otro.

La ansiedad de no poder dormir, la ansiedad de ir a la Institución de Forks, la ansiedad de ser la nueva Cullen. Le estaba pasando factura tanto que ni siquiera sintió cuando se retiró hacia su cama, se quitó sus piernas ortopédicas y se dejó caer a la cama.

—Rahy...

—Ya sé, estoy exagerando. Pero... ¿Realmente me ves tan capaz de encajar como soy en un... Lugar repleto de humanos sociales, humanos que han aprendido toda su vida de esas cosas, sabido de las cuestiones históricas, crecido entre ellos.? Y yo que? Llego y no se nada.

Sus ojos se cristalizan de la impotencia, pero otra vez una ola de calma le inunda. Pero se ve incapaz de mirarlos.

—Kuarahy, sé que te abruma no hacer lo que estabas acostumbrada a realizar, pero... Debes aprovechar que ya puedes usar las piernas ortopédicas para acercarte a nuevas aventuras. Descubrir nuevas oportunidades, además, no estarás sola, estarás con Rosalie y Emmett en el último año, después irás a un ambiente más universitario —dice Carlisle con mucha paciencia y tranquilidad.

Hace a un lado la almohada con la que se cubría la cabeza la mujer albina.

—¿Y si no logro pasar, te decepciono y te hago pagar la cuota en vano...?

—Estoy seguro que puedes hacer todo lo que te propongas. Si no confiara en ello, realmente no estarías caminando de aquí para allá en las nuevas adiciones de esta vida. —dice confiado.

Kuarahy se repasa la lengua húmeda por sus labios y suspira.

—Esta bien, iré pero con la condición de que luego Emmett me lleve al límite, me toca la tarde con el Señor Black.

—Para que su fetiche y descargue sexual será potente cuando dejen de ser orgullosos, porque el llamarse por sus apellidos no es un acto normal, solcito.

—Emmett.—dice Carlisle serio pero negando con la cabeza.

—Mamá Rose, Emmett me esta molestando~

—Osito venga aquí.

Emmett la mira indignado pero con una sonrisa divertida. Si lo llamaba así era para otra cosa por lo que solo le quitó la lengua en burla.

—¡Gracias Rahy!

Al escuchar aquello, ella misma había sentenciado su día.

[... ]

Al llegar cada uno en sus respectivos autos, la albina tan solo se disponía a colocarse su mochila pequeña en la espalda, suspirar con que solo tenía algunos libros y luego un solo cuaderno anotador. Debía calmarse, Jasper no estaría toda vida para calmarla.

La vestimenta se sentía distinta, el ambiente lo sentía distintos, las personas y la sociedad. Realmente era estos momentos cuando más extraña los abrazos de sus padres, el apoyo que tenía no era el mismo que ahora. La nostalgia estaba puesta en su ser. Por lo que con su mejor cara, se enfrentó ante la situación.

No podía ser tan malo como se lo pensaba, aquí no se burlarían por no conocer nada, acá no pasaría mucho de los traspiés a propósito, estaban sus hermanos, no estaba sola. Una vez mentalizada, bajó del auto con la compañía de Alice y Jasper, Emmett había raptado a Rosalie para sus eventos sexuales.

La había abandonado en pleno primer día de clases, realmente detestaba la situación pero ella era de adaptarse y lo haría. Siempre lo había hecho, solo que, eran a distancia prudente. La ropa tal vez le ayudaría a no ver esas miradas inquietantes a su persona, porque gracias a Alice estas estaban cubiertas por un pantalón holgado y las mangas largas con el cuello de tortuga junto a la bufanda de color lavanda realmente le hacían aparentar hermosa y normalita. Realmente extrañaba sus muletas pero esto le habría generado más líos que quietud.

—Tranquila, estamos contigo.

La voz de Edward con aquella sonrisa torcida llegó, y solo hizo que su caminar sea más pasable. Parecía que todas las miradas caían en ellos, pero era el karma de ser vampiros, la belleza sobrehumana no pasaba por alto ante los ojos humanos.

—Lo intentaré. Espero tengas buen día, señorito Edward.

Siempre estaba su educación por encima de todo, y aquello realmente le daba gracia a Edward, por alguna razón siempre a los hombres y mujeres ella se dirigía formal, pero a los que se ganaba el Real lugar de su corazón los llamaba por su apodo o nombre, pero solo con su madre adoptiva Kate Denali podías notar la amabilidad y carisma que esta poseía porque cuando Kuarahy te amaba empezaba a colocar apodos muy significativos y creativos.

Carlisle decía que antes en la vida humana se dedicaba a ponerles nombre de comida a todos sus amigos, habían ocasiones que la misma recordaba a sus amigos Galleta, patata o bien durazno. Pero tal parece que ese punto había sido censurado por ella misma al estar como vampiro ya que por algún motivo no podía recordar los sabores y decirles le sabía a amargura.

Kuarahy al ingresar al lugar pudo escuchar varios comentarios mientras se dirigía en compañía de Edward a la Dirección, ya que le quedaba cerca de la clase que le tocaba.

—Es Kuaray... Cullen—susurra una voz masculina en un tono bastante jocoso.

—No sonso, es Kuarahy Cullen, al parecer es de nacionalidad Latina por su nombre. —dice una voz femenina.

—Es la hermana menor del Doctor Carlisle Cullen, así dicen mis fuentes —dice otra voz.

Aquellos chismes de cierta forma relajaban a Kuarahy pero al escuchar su intento de pronunciación de su nombre, que era bastante rasgado le ocasionaba curvar sus labios en una sonrisa burlona.

—Como se nota que nombres extraños les cuesta la debida y correcta pronunciación. —se burla mirando divertida a Edward, quien niega divertido.

—No deberías alegrarte con eso, ¿ya te pasó el nerviosismo? —pregunta curioso ya que por algún motivo no escuchaba ningún pensamiento acerca de ello. Como la crisis de nervios que tuvo en casa.

—Pues, me relaja el hecho que no sepan aún lo de ya sabes. Me tranquiliza un poco la paz que aún puedo disfrutar —se relaja moviendo los hombros.

—Te alegras por pequeñas cosas y tan sencillas.

—Corrección, me alegro por cosas efímeras pero que tienes que valorar cuando suceden. Porque nunca sabes cuando volverás a disfrutarlos nuevamente, Señorito Edward. —le empuja levemente con el hombro juguetona.

—Aún con los años, ni siquiera llegó a conocerte del todo —susurra divertido.

—Recuerda hasta de tu habilidad me zafo. Gracias Edward, puedo desde aquí. Ve a tu clase, ya puedo sola a partir de aquí —se despide con un beso en la frente.

Claramente poniéndose de puntillas para hacerlo, porque alta de estatura no era demasiado, antes media en su vida pasada 1,66 y actualmente por las piernas podía medir 1,70 pero no es tan gran cambio pero es el justo para la situación.

—Nos vemos en el almuerzo.

—Cuenta con ello.

Ambos se despiden, y Kuarahy decide utilizar sus dotes carismáticos para conseguir el plano de guía, como de sus horarios pero sin querer había logrado caerle bien a la Secretaría tanto que la misma le había acercado a su clase.

—Buenas tardes, es usted la alumna nueva, ¿no? —pregunta el profesor de Ciencias.

—Perdone la demora, profesor Chapman, la señorita Cullen se ha demorado por mi culpa. —Se excusa amablemente la secretaria, Shelly Coop.

—Solo por esta vez, pase adelante y presentese, esta de suerte que aún no hayamos comenzado la clase. Señorita Cullen  —añade seriamente el profesor.

—Realmente perdone la demora, no se volverá a repetir. Muchas gracias y perdone las molestias Madam Coop —dice Kuarahy sonriendo amablemente.

—Ha sido un placer guiarla, que tengan buen día, adiós.

Se retiró la Secretaría y el hombre mayor de unos cuarenta y picos la dejó pasar.

—Buenos días futuros compañeros, Soy Kuarahy Cullen Denali, podéis dirigirse a mi solo por Kua, por si les cuesta mi nombre. Será un placer conocerlos. Pero me gustaría ponerme al tanto de la clase que nos corresponde. —dice honestamente y bastante pasible, intentando no pararse tan derecha pero se le es imposible.

—Es un placer, primera alumna que me empieza a caer bien, espero que no lo arruine. Puede sentarse a lado del Joven Sawyer. —indica a un joven de cabello castaño y pecas en las mejillas.

Quien se exalta un poco ante su nombre, pero se nota a metros que al dirigir la mirada en ella, este se incorpora mejor y sonríe como si fuera el niño bueno, y muy buen portado. Aquello le da cierta gracia a Kuarahy pero solo se lo reserva para ella, sentándose junto a él.

La clase pasó regular, de vez en cuando se pasaba levantando la mano y preguntando sobre sus dudas, cooperando con el maestro, siendo así más ameno las clases de Ciencias. No recordaba lo emocionante que era tener al fin un laboratorio en el cual hacer los experimentos correspondientes de los libros. Estaba cuidadosa y precavida, por lo que iba guiando y experimentando con su compañero Rod, quien por casualidades de la vida era buen chico y amable, se había quedado como idiota temeroso los primeros segundos pero ante un pequeño pellizco en la oreja por parte de la mujer albina este parecía haberle cojido un poco de amistad repentina.

No era asfixiante pero era una interesante. Ambos hacían competencias para contestar a las preguntas con anticipación, al menos las que se sabía o había aprendido. Los otros alumnos de la clase se pusieron algo envidiosos y también se habían Unido a la competencia sana en responder a las preguntas del profesor. Quien por un momento estaba bastante concentrado y alegre de ver el entusiasmo nacer en sus alumnos.

Sin saber muy bien, Kuarahy había iluminado la clase con su buen humor y contagiado su sol para todo el día.

[... ]

Después de las tres clases que había tenido en el día al fin le tocaba el encontrarse con su familia, aunque en la última clase se había juntado con Jasper quien no dudó en aceptar hacer una dupla que los benefició en la materia de Español. Debido a los dotes latinos la materia fue más amena para Jasper quien había dejado tonta y riendo d eres en cuando a su hermana mayor con sus acentos sureños ante el palafraseo de las palabras en ese idioma. Pero al conversas y notar el horario se dio cuenta que no iba a llegar como sus planes habían sido hechos el día anterior, llegaría un poco pasado las 3pm, porque recién a esa hora se terminaba las clases, con razón había la hora del almuerzo incluído. Aunque este almuerzo no era ni un poco parecido a los que tenía en su tierra natal, Paraguay.

Los almuerzos en aquel lugar eran justamente, aislar las sillas a cada lado del aula del curso, luego traer un mesa rectangular y alargada acompañadas de sillas de madera, todo muy humilde. Y bueno, los padres sabían en que hora venir con sus almuerzos o bien vos mismo traías el almuerzo en un topper.

Y la reunión entre compañeros era graciosa ver quienes comían bien agradecidos, claramente antes de comer se le agradecía a diosito y luego a la carga para comer todo, siendo como un punto final, ir a jugar partidito o tomar helado de la cantina.

Sin duda, esos momentos eran los que más extrañaba, estos países no poseían esas cuestiones, generalizaban demasiado. Una vez Jasper finalizó su selección de comidas, ella saludó a la cocinera y despues pidió el almuerzo correspondiente que era básicamente: puré de papá con un gran filete de carne.

Se llevó un jugo de naranja natural y listo. Directo a la mesa que parecía ser la familiar.

—Buenas querida familia —tarareando llegó.

—Al parecer alguien está de muy buen humor. —se ríe levemente Edward al verla así.

—Y eso que no sabes la amargura que se sintió cuando leyó el horario de clases. —dijo Jasper al sentarse cerca de su novia, y besarla suavemente. —Hola.

—Awww yo también te extrañé Jazz —sonríe divertida con amor Alice al ver a su rubio sureño.

—Yo no me amargo tan rápido. ¿no ven que hasta elegí bien el almuerzo? —pregunta en un tono de chiste negro.

—Como se nota que te frustraron tus planes con el Chucho, princesa —se ríe levemente Rosalie mientras toma ligeramente con una pajita el refresco light zero.

—Menos mal y que le dije de tarde, y no fue estipulado a una hora ya dicha. —hace un puchero frustrado mientras se dedica a comer, como normalmente los humanos lo harían.

Solo que por dentro estaba que sacaba arcadas ante el sabor a tierra que poseía la comida. Si tan solo pudieran comer los vampiros todas las chucherías humanas, la vida sería más llevadera.

—No la sería, muchos engordarían Kuarahy—contesta Edward bastante divertido.

—Shhh, son mis ilusiones frustradas, sigue con tu propio almuerzo —le quita la lengua la albina al cobrizo.

Siendo así como pasaban la media hora del almuerzo. Con suerte, Kuarahy podría sobrevivir a las clases últimas de: Matematica, Inglés y por último Educación especial. Lo cual ni idea tenía de lo que podría tratarse lo último.

Solo deseaba terminar ya con las clases para llegar y tirarse a la cama de su Tua Cantante y olvidarse de esta amargura.

¿Qué estarás haciendo, Señor Black? Fueron sus últimos pensamientos antes de involucrarse a las horas de tortura en las últimas tres horas de su vida de alumna nueva.






■□■□■□■□■
Heeeyaa, aquí está la maratón 1/3 espero que disfruten un poco de lo que se viene. Pobre Rahy , nadie le avisó de que se trataba esas clases. Y solo ha de haber una persona de toda la familia que ha de estar esperando verla al final del día para atacarla con bromas pesadas al respecto, ¿quien será?

¿que tal les pareció?

¿que creen que Billy estaba haciendo en la mañana mientras Kuarahy sufría en la institución de forks?

Saludos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top