16- CONFESIONES
-Lo siento Alfred.
-No te preocupes, Luna. Cometí un error -Alfred estaba sentado en la cama donde Luna aún se reponía. Estaban solos los dos. Le tomó la mano a la niña y bajo la cabeza -Debería haberte contado que sabía quién asesinó a tus padres...
-Casi te mato...No podía detenerme.
-La visión te altero, no tienes que pensarlo más, gracias a Billy no sucedió nada.
-Billy es un buen chico ¿verdad? -dijo Luna.
-Sí...y tú también...
-Yo he matado gente.
-Tú no, el poder que te posee el que causa las muertes. Tenemos que enseñarte a controlarlo.
-Cuándo Billy me tenía cogida de la mano vi todo lo que él veía. El teniente Willis dijo que era mi tío Ben... ¿Es verdad?
-Sí, él es tú tío, el hermano de tu padre. Su nombre en realidad es Benjamin Evans.
-¿Y mató a mis padres...mató a su propio hermano?
-Tus padres trabajaban para Orpheus. Pero eso fue antes de que Orpheus se convirtiera en lo que es hoy. Tus padres eran científicos, Luna. Y muy buenos. Buscaban una cura para su hijita, tú estabas muy enferma, Luna y no había ninguna esperanza de que pudieras curarte, pero ellos no se dieron por vencidos.
Siempre habían creído que la mente podía sanar el cuerpo y su especialidad era el estudio de la mente. Habían conseguido diseñar una droga que activaba una parte dormida del cerebro. Habían logrado muy buenos resultados con los animales con los que experimentaban y estaban convencidos de que podía usarse en seres humanos. Probaron esa droga contigo y los resultados fueron fantásticos. Tu cuerpo se defendió de la enfermedad que amenazaba tu vida y sanaste...en solo tres días. Habían descubierto algo que cambiaría el mundo.
El ayudante de tus padres, un joven llamado Albert, celoso por el descubrimiento que habían realizado, les traicionó. Informo a los directivos de Orpheus del hallazgo, pensando que así alcanzaría el mérito que siempre había anhelado. El descubrimiento de tus padres era algo valiosísimo y eso mismo pensaron los directivos de Orpheus, sólo que su interés no era tan humanitario como el de tus padres. Ellos creían que todo el mundo debería de tener acceso a esa droga, por el bien de todas las personas. Orpheus se negó. Para ellos representaba una mina de oro. Una droga que curaba cualquier enfermedad era algo que no podía regalarse. Empezaron a buscar ganancias y se corrompieron. Tus padres se opusieron a ello y se enemistaron con tu tío Benjamin. Él también quería ser rico, trabajaba para Orpheus como jefe de seguridad, aunque en realidad no era más que un asesino a sueldo.
Tus padres representaban un peligro para la organización, por qué solo ellos conocían con detalle el compuesto de esa droga.
Orpheus te secuestro y te utilizo para que tus padres revelaran todos los datos acerca de la creación de su droga. Tu padre llegó a un acuerdo con ellos, les daría toda la información a cambio de que les dejaran marchar. Creyó que mantendrían su palabra y durante un tiempo así fue.
Mientras tanto, la niñita había empezado a desarrollar unas extrañas cualidades. Tú, Luna adquiriste unos poderes que nadie comprendía y mucho menos tus propios padres. Sabían que la droga era la causante de aquellas mutaciones en tu cerebro y pensaban que debería de haber alguna forma de revertirlas.
No tuvieron tiempo de hacerlo. Orpheus supo de tus habilidades y convenció a tu tío, que ya estaba totalmente corrompido, para que asesinara a tus padres y te llevara a ti con ellos...Y eso fue lo que pasó.
- ¿Y tú cómo sabes todas esas cosas? -preguntó Luna.
-Yo...Luna, tienes que comprender lo que te voy a decir y luego juzgarme. En aquella época no era el mismo que soy hoy...
- ¿Quién eres Alfred?
-Antes me llamaba Albert Newman. Yo era el ayudante de tus padres. Yo fui el que traicionó su confianza y el que hizo que tus padres murieran.
Y...sigo arrepintiéndome de ello todos los días desde el momento en que os traicione.
Sé que no podrás perdonarme, Alyssa y lo comprendo. Pero créeme, podría habértelo ocultado y tú nunca hubieras sabido la verdad.
Cuando tus padres murieron, me di cuenta de mi error. Entonces decidí velar por su hijita, atrapada en las redes de una organización que es el mal.
-Tú...-Luna apenas podía articular palabra después de escuchar aquella historia -ellos murieron por tu culpa. Tú los mataste Alfred o Albert...
-Sí, Luna. Yo fui el culpable y si me matases ahora mismo, no sería tan terrible como el remordimiento que me corroe todos los días.
-No, Albert...
-Llámame Alfred, te lo ruego. Albert murió hace mucho.
-Bien, entonces Alfred. No te mataré. Puedo leer tu mente y sé que has cambiado. Sería injusto hacerlo ahora, sobre todo sabiendo que me ayudaste a escapar de aquel laboratorio. La inyección que me pusieron, tú la habías cambiado por otra cosa ¿no?
-Cambié el Lazarus por un revitalizante, algo que te diera las fuerzas necesarias para poder escapar de allí.
-Gracias Alfred, por lo que hiciste. Pero no quiero que pienses mal de mí si no vuelvo a ser la misma contigo. Hay cosas que se pueden perdonar, pero no olvidar.
-Lo comprendo Luna y lo acepto. De todas formas, yo seguiré velando por ti. Ahora te dejo, creo que Billy está deseando hablar contigo. Estaba muy preocupado por si te había hecho daño. Es un buen chico.
-Sí, lo es...adiós Alfred.
-Adiós...Una sola cosa más, el nombre de Luna te lo puse yo. La luna siempre ilumina la oscuridad y eso eres tú, una luz en lo más oscuro. Adiós Luna.
Alfred se alejó.
Billy se acercó tímidamente hasta la cama de la niña.
- ¿Te encuentras bien?
-Sí Billy, ¿cómo lo hiciste?
-No lo sé, pensé que iba a morir y de pronto fue como si mi cuerpo absorbiera todo el calor...
-Eres muy poderoso.
-No más que tú. Intentaré no enfadarte por si acaso -dijo el chico con una sonrisa.
Luna también sonrió.
-No creo que tú puedas enfadarme nunca.
- ¿Por qué?
-Recuerda que puedo leer tu mente y sé que me quieres muchísimo ...casi tanto como yo a ti.
Billy se sonrojo, pero al mismo tiempo esbozó una sonrisa de felicidad. Era más feliz que nunca en su vida.
El mayor problema de la humanidad es y siempre sera el afán de poder. La gente es capaz de cualquier cosa por obtenerlo y, eso lo vemos a diario. Dinero y poder corrompen por igual y no creo que el ser humano pueda evolucionar hacia un futuro mejor hasta que ésto cambie.
Ha sido un capítulo lleno de confesiones y aunque pueda parecer un poco lento es muy importante para la trama de la historia.
Gracias por leer.
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