Año 745

Todo se perdió... Esparta hundida tras la muerte de Poseidon, Helios quien tras perecer dejó una lluvia torrencial y nubes oscuras que tosen truenos interminables sin dejar de ver la luz del sol jamás, todas las almas reclamadas por el dios del inframundo, Hades, estaban sueltas por todos lados.... no había nadie en este lugar... excepto por 2 personas que estaban frente donde murió el rey de los dioses: Kratos y el espíritu de Atenea. El espartano estaba de rodillas ante el arma que había creado Zeus y Atenea reprochandole al Fantasma de Esparta para devolverle el poder que le concedió

Atenea: me lo debes, Kratos *replicó con molestia*

Kratos: ¡No te debo nada!

Dijo con cierta molesta poniéndose de pié sujetando el arma que tenía el poder del espíritu del frente suyo clavando su vista en ella

El espíritu de Atenea le respondió

Atenea: Yo te convertí en dios. Yo te protegí de la cólera del Olimpo. Yo permití que te vengaras de Zeus

Le dijo con firmeza afirmando los echos pasados que había echo o experimentado el espartano

Kratos: se acabó, Atenea

Le dijo decidido a hacer lo que pensaba

Atenea: ¿acaso osas oponerte a mí, de nuevo?

Le preguntó recordando eventos pasados

Kratos: .... ¡El fin de.... mi venganza!

Dijo levantando su mirada a Atenea para verla dispuesto a realizar su último movimiento

En ese entonces la Hoja del Olimpo brilló en un fuerte celeste agua. Atenea dio un grito suplicante. En ese momento.... el espartano levantó la espada celestial cargandola con el poder de Atenea y la bajó con todo cerca de ella. No la cortó o le hizo daño. En un movimiento rápido, rozando a su ex-consejera dejo la espada rozando su panza y se la ensartó a sí mismo y entera, dejando una enorme herida en su cuerpo. Atenea quien se encontraba estupefacta sobre la acción del ex-dios de la guerra, le dijo con un severo tono de enojo

Atenea: ¡Necio! ¿Pero que has hecho?

Es entonces, que la afilada hoja, la cual bañó el cuerpo del Fantasma de Esparta con sangre, se elevó poco mas de un metro del suelo liberando toda la energía y poder de Atenea, que esta misma contenía, lo cual causó una enorme explosión en el cielo esparciendo todo el poder del espíritu en lo que solía llamarse Esparta.
El espartano cayó de rodillas al suelo con la espada aún clavada en su cuerpo.

La diosa caída le dijo

Atenea: ¡Se supone que era para mí! Ellos no sabrán que hacer con ella

Críticó la acción que el espartano había echo con enojo por el poder que ella había perdido por responsabilidad del espartano. Lo cual, se quedó callada por unos pocos segundos, pero se acercó a Kratos tomándolo de la calva y el mago de la hoja que lo traspasaba. Con un tono de decepción le dijo

Atenea: Me decepcionas, espartano

Tras decir esas palabras, el espartano sólo hizo una mueca mientras el espíritu de Atenea le retiraba la espada del pecho y se iba con ella mientras sólo dejaba atrás, un cadáver de quien una vez, fue la persona a quien había protegido en vano

Atenea: voy a darte una segunda oportunidad, Kratos, y veré tu progreso... Fantasma de Esparta

Dichas esas palabras en un tono firme ella desapareció como una lágrima en el océano

[...]

Pasaron aproximadamente 5 meses desde la muerte de nuestro calvo albino, pero este.... no sentía que la muerte estaba sobre él, más bien... sintió... tranquilidad.
Este empezó a abrir los ojos de a poco, viendo que no estaba en Esparta, estaba en un prado grande y a lo lejos se veía un pequeño poblado, pero lo que le más le sorprendió al espartano, fue ver una gigantesca muralla de más de 40 metros de alto

Kratos: ¿Dónde estoy? ¿Qué es este sitio?

Se preguntó a sí mismo mirando sus manos, aún tenía las cadenas, lo que significaba que aún conservó las espadas, pero estas no eran las del Exilio, sino las que les dio Ares y regresaron varios recuerdos a su cabeza calva.
Trató de ignorar eso y se levantó del suelo, tenía su misma ropa de siempre

Kratos: ¿Qué fue lo que me pasó?

Se preguntó a sí mismo, aun tenía muchas preguntas sobre lo que le pasó.
Este para despejar las incógnitas que tenía en la mente caminó hasta el poblado chico que estaba en frente de la gigantesca muralla. Llegó sin problemas.
Todos los pobladores del sitio estaban mirando a Kratos de forma rara, pero a Kratos eso no le importó, solo sintió ligera incomodidad por todos los ojos que estaban clavados en él. Le preguntó a alguien.

Kratos: Disculpe... ¿donde estamos?

Le preguntó el Fantasma de Esparta con una mirada neutral

???: ¿Hm?

El comerciante lo miró raro y le respondió

???: Estamos en el Distrito de Shiganshina de la muralla Maria, la diosa que nos protege de los Titanes,  ¿acaso lo olvidó?

Le dijo el anciano barba blanca con tono raspado

El espartano se quedó callado por unos segundos hasta preguntar

Kratos: ... ¿Qué año es este?

Le preguntó con cierta impresión por la respuesta cual era el lugar donde estaban

Anciano: *dio un suspiro* Llevar tanto tiempo dentro de estos muros gigantes, te hace preguntar si el tiempo en realidad avanza.... pero creo que este era... el año.... 745

Kratos se sobresaltó un poco por la respuesta del anciano, realmente estaba sorprendido en estos momentos, no tenía idea de como es que el tiempo avanzó de la noche a la mañana.
Le preguntó en qué lugar estaban exactamente, a lo que el comerciante le respondió que estaban en un lugar llamado Japón. Se sorprendió más aún.
Se dio cuenta en ese entonces que quizás estaba muy lejos de su preciada Esparta, y también de su gente. Este sólo dio las gracias y se fue del sitio. No sin antes llevarse algo de pan por intercambio. Cambió su Vellocino de Oro por un poco de pan y carne

[...]

Pasaron 5 horas, y ya era de tarde, el espartano se encontraba en el bosque buscando un sitio para dormir. Encontró un lugar para dormir. Era una cabaña con un cultivo, parece que era nueva y con una pequeña cosecha. Parecía que estaba abandonada

Kratos: Hmm... parece un buen sitio para poder vivir

Se dijo a sí mismo, entró a la casa y vio un charco de sangre. Este se alarmó un poco. Sacó sus espadas y se armó entrando más a la casa. No encontró a nadie, solo estaba esa mancha de sangre en la puerta y unas tijeras en la sala con una mancha de sangre (si los que vieron Attack on Titan reconocen esta escena, no hagan espoilers). El espartano guardó sus armas.

Kratos: El sitio... no está mal, me quedaré aquí

Se dijo a sí mismo por encontrar su nuevo hogar

[...]

Han pasado 3 meses desde que Kratos se instaló en la cabaña en el bosque, ahora estaba un poco mas "modernizado". La primera vez que entró al distrito de Shiganshina, estaba petrificado de la sorpresa de lo grande que era, algunas veces, le recordó a Esparta.
Era una tarde tranquila, el Espartano con ropa cubriendo su torso y sus piernas, con la barba un poco mas blanca y sus armas que ahora, en ves de matar, las utilizaba para cortar leña para el fuego, se encontraba en frente de un gran río, tranquilo y mirando el cielo.

Este soltó un suspiro

Kratos: Como me gustaría que mi hija Calliope y esposa Faye estuvieran aquí... las extraño mucho

Se dijo a sí mismo en un tono triste, realmente se empezó a sentir sólo. Se levantó

Kratos: Es momento de volver a casa

Dijo levantándose y acomodando su sobrero de paja regresando a su casa.

El camino estaba tranquilo, la luz naranja del sol escondiéndose en el horizonte, los pájaros cantando, los niños riendo y jugando, todo estaba bastante tranquilo y ni un solo signo de molestia. Pero la tranquilidad, como todos lo saben, tiene su límite.
El espartano tenía la mirada al frente dispuesto a regresar a su nuevo hogar. Pero se escuchó un enorme estruendo que hizo retumbar todo, un gigantesco trueno dorado cayó en frente del muro. El Fantasma se sobresaltó. Miró hacia el muro y lo que vio... lo dejó estupefacto. Una mano gigantesca de puro músculo, sin carné,  se había posado sobre lo más alto del muro. ¿Cómo era posible?  Ningún ser vivo puede llegar allí más que los encargados de mantenimiento del muro. Pero algo... dio la respuesta a todos los presentes que habían visto la monstruosidad que se posó en el muro. Una cabeza gigante se asomó por el muro. Era probablemente de lo que había causado la percusión. Todos los presentes estaban petrificados ¿Qué diablos era ese gigante? ¿Acaso es un Titan?.
La bestia, levantó su pié derecho, tirando su enorme cabeza hacia adelante.  Y se pudo presenciar como es que lo bajó con toda su fuerza destrozando el muro dejando una enorme brecha. El movimiento que realizó, hizo volar cientos de piedras del muro y hacer volar a varias personas por la fuerza del aire, nuestro espartano por fortuna no salió volando y se quedó en posición en el lugar, pero cuando se descubrió sacando sus 2 espadas, una enorme piedra lo golpeó haciendo que él quedara debajo de la misma al estrellarse con una casa. Alejando una de sus espadas. Este apenas tenía el conocimiento en alto, pero cuando vio mejor... pudo ver la grieta... Los vio por primera vez, el espartano vio por primera vez...

                        TITANES

Continuará....

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