09


Para: María, alias Eme; 

Oppa: Jungkook (BTS)

"Cuarentena"


Los habitantes de Busan comenzaban a entrar en pánico. Y mi madre no era la excepción. Teníamos la alacena llena de provisiones, mayormente Ramen empaquetado y enlatados. Tenía prohibido poner un pie fuera de casa.  Dentro, limpiaba frenéticamente con Cloro y Lysol. El olor comenzaba a ser algo fastidioso. En Corea las cosas estaban un poco calmadas con la pandemia del Corona Virus; gracias a que los habitantes seguíamos bien las reglas y precauciones sanitarias. Hace poco nos había visitado un doctor para realizarnos los análisis, y había dado negativo. Lo cual calmó un poco los nervios de mi madre. 

Lamentablemente no podía decir lo mismo de mi natal España. El virus se había propagado con gran rapidez. Apenas tocaba mi celular era inevitable ver en las noticias la cantidad de víctimas que había tomado la enfermedad. No podía dejar de pensar en mis abuelos, quienes eran más propensos a contagiarse. 

Observaba la acera desierta a través de la ventana de mi casa mientras comía un bocado de mi cereal con leche en mi Bol favorito de Mickey Mouse. Solté un largo suspiro. Eran apenas las 7 am, mi madre dormía plácidamente y yo ya estaba hastiada de aquel encierro. 

No me malinterpreten, no es que fuese una persona muy activa, sólo nunca he sido mañanera y no se me ocurría qué hacer a aquellas horas.

De pronto, escuché un golpeteo en la ventana del otro extremo. Caminé sigilosamente, procurando no ser vista. ¿Quién sería a estas horas? ¿Correspondencia? ¿La vecina pidiendo salsa de soya?

Incliné con cuidado la cabeza y mi corazón dio un vuelco hasta mi estómago y de regreso hacia mi garganta. 

"¡Jungkook! ¡El mismísimo Jeon Jungkook!"

Jungkook era mi crush, es decir, mi amor platónico, de la secundaria. Cuando recién llegué a Busan, lo conocí gracias a que su amable madre nos mostró el vecindario y organizó una fiesta de bienvenida para nosotros en su casa. 

Fue amor a primera vista, aún recordaba su pequeña nariz, su corte de hongo, y su tierna sonrisa. Era un chico muy amable y educado. Aunque cuando recién lo conocí sólo hablaba de su debut en un grupo de K-Pop. Sólo pude conocerlo unos cuantos meses, y fueron los mejores de mi vida, se volvió un increíble amigo. Pero nunca pude decirle lo que sentía, él nunca mostró ningún interés e incluso una vez me contó acerca de una chica que le gustaba. Así que sólo me resigné a quedar en la típica "friendzone" aunque en este caso podría llamarlo "fanzone", ya que luego de su debut me dediqué a seguir a su grupo BTS como toda una Army fiel. Tenía todos sus álbumes, asistía a todos sus eventos dentro de Corea. Mi madre se enojaba conmigo por gastar todo lo que ganaba en mi trabajo de medio tiempo en ellos. No me entendía.

Claro que yo no contaba con que el grupo ganara tanta popularidad. Aunque no me sorprendía tampoco, su talento era excepcional. Pronto ganaron fama por sobre todo el género musical, conquistando el mundo entero, sobretodo en Estados Unidos y Europa. Mis probabilidades se nublaban aún más y lo veía con menos frecuencia en Corea. Sin embargo, estaba muy feliz por él. Estaba cumpliendo su sueño. Y cuando lo extrañaba podía ver su rostro en la V App, repitiendo una y otra vez esos "live" que me volvían loca. 

Y ahora él estaba ahí parado frente a mi puerta. O tal vez estaba alucinando, sí tal vez era eso. ¿Tendría fiebre? ¡Pero el médico dijo que no estaba contagiada! ¿El Corona Virus causa alucinaciones?

- ¡Hola María! - su tierna voz atravesó las paredes de mi casa.

"Es real. Maldita sea ando en pijama y mi cabello es un asco. No me da tiempo de bañarme. ¿Qué hago? ¿Qué hace aquí? No es que no esté feliz, es sólo que..."

-¿Podría pasar? - Interrumpió mi charla conmigo misma.- No estoy contagiado ¡Mira! Traigo mis estudios médicos. Me recuerdas, ¿cierto?


¡Claro que lo recordaba! Podía reconocerlo aunque llevara un cubrebocas negro y un gorrito sobre su cabeza. Nunca olvidaría esos ojos almendrados color avellana. 

Acomodé lo mejor que pude mi cabello, y le abrí la puerta con cierto nerviosismo.

-¡Hola! -sonreí de oreja a oreja. 

Rogaba internamente que mi cara no pareciera un tomate. 

Pasó con rapidez y cerró la puerta, quedando justo delante mío. Sus ojos se encontraron con los míos y mis manos y piernas se tornaron flácidas como gelatina. Era real, tan real. Y había crecido tanto desde la última vez que estuvo tan cerca de mí. Tuve que inclinar mi cabeza hacia atrás para admirar la única parte visible de su rostro.

Sin decir nada, tomó un paso más cerrando la distancia entre nosotros. Me rodeó con sus fuertes brazos y en ese momento mi corazón cabalgó a velocidades galopantes. Era tan cálido y protector.

-Gracias al Cielo estás bien. -Dijo entre murmullos, más para sí mismo a mi parecer.

-Así que me recuerdas. -fue lo único que alcancé a decir, luego de aquella tormenta emocional.

-Claro que te recuerdo tontita. -sacudió mi cabello gentilmente y se descubrió el rostro.

-Ahora eres muy famoso, y debes estar extremadamente ocupado. No pensé que te acordaras de mí en estos momentos. 

Bajé el rostro al suelo. No podía ni verlo a los ojos. Había un remolino incontrolable dentro de todo mi ser.

-Eres la primera persona en la que pensé apenas anunciaron la enfermedad, Eme. Estaba muy preocupado para ser sincero. Todos entraban en pánico. Me escapé de la empresa y luego avisé que estaba en casa, para ver a mis padres. Ellos están bien, pero no dejaba de pensar en ti. 

Ahora era él quien desviaba la mirada hacia un costado y movía sus pies con cierto nerviosismo. ¿Por qué me decía esto ahora? ¿Era acaso eso una confesión? O sólo estaba jugando conmigo y realmente vino a ver a su familia. Había pasado mucho tiempo. Las personas cambian, incluso Jeon Jungkook podría convertirse en un playboy.

-No entiendo JK, ¿por qué me dices esto ahora?

-Yo tampoco entiendo Eme, creo el miedo a que muera sin decirte. - se encogió de hombros. 

Mi mirada se llenó de ternura ante aquel gesto. Desbordaba felicidad. No importaba qué era lo que había pasado. Sólo quería abrazarlo y decirle lo mucho que lo había extrañado. Lo orgullosa que estaba de lo mucho que él había logrado. Que lo quería tanto, tanto como la primera vez que charlamos en su patio trasero en la pequeña fiesta. O incluso más.

Pero me quedé ahí inmóvil, sin poder reaccionar antes de escuchar cerrarse la puerta del baño de la planta alta.

-¡Mi madre! Si te ve aquí entrará en pánico y te sacará.

-Pero, somos amigos de la infancia. -ladeó su cabeza cual cachorro inocente.

"¡Qué adorable! No, basta. No es momento de entrar en trance romántico. Si mamá lo ve, todo se acabará. No volveré a verlo"

-Parece que no la conoces. Está más que paranoica. No le importarán tus papeles para comprobar tu sanidad-repliqué. - ¡Ya sé! Puedes esconderte en mi habitación. Vamos, rápido.

Lo tomé del brazo con cierta brusquedad debido a la urgencia, y lo arrastré escaleras arriba conmigo. Cerré la puerta con seguro y resoplé con alivio.

Al voltear me encontré con un Jungkook sonriendo de oreja a oreja con cierta picardía y emoción. Observando detalladamente la decoración de mi habitación con los pósteres de BTS y una imagen tamaño real de él en vinil. 

-Así que te volviste mi fan, Eme. Estoy orgulloso. - soltó una risilla.

Cualquier otra persona se sentiría avergonzada, pero no era mi caso. Estaba orgullosa de él como profesional. De todo su talento. Era un chico de oro. Y no me cansaba de presumir a todos cada una de sus magníficas habilidades en todos los aspectos artísticos. Lo admiraba mucho; sobretodo por su perseverancia, algo de lo que yo carecía.

-Yo también estoy orgullosa de ti. 

-Entonces, ¿el plan es esconderme en tu habitación durante toda la cuarentena?

-¿Hablas en serio? -mi voz se quebró un poco.

-No pienso irme. Ya me he expuesto demasiado al virus al viajar hasta aquí. Me he expuesto más con decir todo eso que no pienso repetir. Estoy agradecido de que no me hayas sacado; emocionado de que seas mi fan. Y no pienso mover un pie de tu lado. Tenemos mucho que ponernos al corriente.

-Jungkook...

¿Es real? ¿No será que el que tiene fiebre es él? Mi respiración se acortaba y sentía que me iba a desmayar por la hiperventilación. No podía creer lo que acababa de escuchar. 

-Dormiré en el suelo, si es lo que te preocupa. Sabes que soy respetuoso. Y, me esconderé en el armario cuando entre tu madre. 

-Es que no entiendo nada. Nunca me diste ninguna señal de tus sentimientos. Incluso me dijiste que te gustaba Sunmi. Y, después de tanto tiempo, vienes aquí, a querer pasar la cuarentena conmigo. 

-No tenía permitido estar en una relación. Tenía que evitar mis sentimientos, a toda costa. Sé Eme, sé que debí luchar por nosotros. Pero tenía trece años, no pensaba claramente. Sólo quería debutar. Y sí, soy egoísta tal vez, porque ahora que lo tengo todo, me he dado cuenta que no importa lo que haga, siempre pensaré en ti. Y por lo visto, tú tampoco has dejado de pensar en mí. 

-Esto es tan extraño. ¿Acaso hay una cámara oculta? ¿Es esto una mala broma o un reto que estás haciendo con tus amigos? Porque tú siempre supiste lo que sentía pero nunca hiciste nada al respecto. Y jugar con los sentimientos de los demás no está bien Jeon Jungkook. - cubrí mi rostro con mis manos y las lágrimas fluyeron con facilidad.

Tenía miedo, no podía negarlo. Tener a Jungkook ahí, diciendo que me quería me aterraba mucho más que la idea de sólo ser su fan a lo lejos. Porque tendría que irse, luego de un mes, ¿qué pasaría? No es como si pudiésemos estar juntos. No era como si el destino nos estuviese dando una oportunidad. La realidad era dura y cruel. Y no cambiaría nada ahí afuera de nuestras cuatro paredes. 

-Perdona, he sido muy directo y debí esperar a decirte. No era mi intención herirte. No es ninguna broma. Estoy siendo más sincero que nunca. Es sólo que había sido tanto tiempo guardando todo. Tenía tanto miedo de perderte para siempre. Si tú no quieres aceptarme lo entenderé. Seré tu amigo, lo que quieras. Sólo no quiero separarme de ti de nuevo. Pero, si no quieres, también lo aceptaré.

-JK. Aunque quiera alejarte, no puedo. Siempre estás aquí. Aunque duela tanto, no puedo borrarte.

Jungkook me abrazó fuertemente mientras lloraba. Era difícil admitirlo. Dolía mucho amarlo tanto, y que estuviera tan lejos. Y que ahora que estaba cerca, sólo sería por un momento. Pero no podía hacer más que quererlo con todas mis fuerzas. Apoyarlo, en las buenas y en las malas.

-En verdad perdóname. Nunca pensé que te hubiese lastimado tanto. Lo lamento. -Susurró en mi oído mientras me acariciaba el cabello para tranquilizarme.

Tomó mi rostro entre sus manos y limpió mis lágrimas de mis mejillas con sus pulgares.

-Traje chocolates suizos. Tus favoritos. 

-¿Intentas tranquilizarme con comida? Ya no soy una niña pequeña, ¿sabes? -sorbí mi nariz y rei por lo bajo.

-Pensé que sería una buena idea comer tus chocolates favoritos mientras vemos películas juntos. 

Sí, pospondríamos "la charla" para luego. Era muy bueno evadiendo aquel tema. Y sinceramente yo tampoco quería entrar de lleno a eso. Prefería disfrutar de su compañía, cada segundo con él.

-Está bien. ¿Cuál quisieras ver? 

Me senté sobre mi cama y encendí mi laptop para abrir la página de Netflix (R) 

-¡Spiderman! Maratón. -brincó a mi lado con chocolates en sus manos. 

Su cercanía me ponía nerviosa. Pero me las arreglé para actuar lo más normal que pude.

-Has visto esas películas miles de veces. No has cambiado nada. 

-Sólo un poco. -sonrió.

Cuando comenzó la película se emocionó cual niño pequeño. Luego recostó su cabeza sobre mi hombro. Mi corazón dio un vuelco. No me acostumbraba a ello.

-Quisiera que conocieras a los chicos. -rompió el silencio luego de unos minutos. 

Tomó mi mano con la suya y comenzó a jugar con mis dedos. Su reciente tatuaje llamó mi atención. "ARMY" Amaba a sus fans. Y eso me hacía sentir tan feliz.

-Yo también quiero conocerlos. Soy fan de todos, no sólo tuya ¿recuerdas? 

-Me da miedo que lo tomen a mal. Nadie de ellos tiene novia. Nuestro trabajo es demasiado demandante. Sobretodo últimamente. Aunque ellos sí de repente salen casualmente con alguien nunca es nada serio.

-Y tú no lo haces, ¿no? - le cuestioné incrédula.

-Tal vez no me creas, pero he esperado por ti. 

-No, no te creo. -rodé mis ojos. La película ahora sólo era sonido de fondo.

-Soy apasionado, en todo lo que hago. Lo sabes. No le veía el caso salir con alguien si no iba a ser formal, si no iba a dar todo de mí y recibir lo mismo. 

Sonaba lógico, para Jeon Jungkook y su perfeccionismo. Pero no quería hacerme ilusiones. 

-Y tú, ¿esperaste por mí? - Su mirada derretía todo pensamiento racional dentro de mí. Como si no me pusiese lo suficientemente nerviosa, entrelazó sus dedos con los míos.

-Me ofende tu pregunta, ¿qué no ves mi habitación llena de tu cara?

-Eme, tengo muchas fans que tienen novio. - rodó los ojos.

-Y muchas otras que están obsesionadas contigo que se olvidan de vivir como personas normales.

-¡No me digas que eres Sassaeng! -río con picardía. 

"Detente por favor, mi corazón no soporta esa sonrisa tan perfecta"

-¡Claro que no! - golpeé suavemente su hombro de forma juguetona.

Jungkook tomó mi mano en el aire antes que la retirara completamente y la puso alrededor de su cuello. Hizo lo mismo con mi otra mano. Sin apartar su mirada de mis ojos. Abrí un poco los labios para tomar aire. Mis dedos lentamente navegaron por sus cabellos castaños debajo de su gorro tejido. Sus manos rodearon mis caderas acercándome cada vez más a él. Sus ojos lentamente bajando hacia mis labios. Mi respiración jadeante con mi corazón a punto de explotar. 

Sus labios se encontraron con los míos, presionando con torpes movimientos. Tanto él como yo parecíamos no saber qué hacer con la situación. Comenzaba a creer que había esperado por mí. Mi estómago daba vuelcos mientras que sentía un hormigueo recorrer todo mi cuerpo. 

Pronto sus besos se volvieron más rápidos y con cierta urgencia su lengua buscaba abrir paso dentro de mi boca. Ninguno de los dos se movía con destreza pero nuestras respiraciones jadeaban con cariño hacia ambos. Él acariciaba mi cabello con delicadeza mientras me besaba. Mi cuerpo cedía como si no tuviese peso.

Pronto se separó de mis labios y recorrió mi rostro hasta el lóbulo de mi oreja. 

-Te quiero, te quiero mucho. - susurró a mi oído.

Sus fuertes brazos rotaron mi cuerpo sobre el suyo, sentándome sobre sus piernas. Me elevó con tanta facilidad y me llevó sobre el escritorio. Mis manos se aferraban a acariciar su ahora despeinado cabello sin su gorro. Era tan suave y a la vez desaliñado. Lucía como si no se lo hubiese cortado hace tiempo. Examinó mi rostro con una sonrisa en el suyo. Su mirada era intensa y absorbente. Sentía mis piernas como gelatina. 

Posó sus labios sobre mi frente en un tierno beso y luego repitió el gesto sobre mi nariz, hasta llegar lentamente a mis labios de nuevo. Esta vez sus movimientos adquirieron mayor seguridad y fuerza. Yo sólo me dejaba llevar por el momento. Inclinando mi cuerpo hacia atrás, dejándolo tomar control de todo. Su lengua recorriendo con pasión cada espacio de mi boca, separándose únicamente para tomar aire y continuando de nuevo. Sonriendo sobre mis labios. Acariciando con suavidad mi espalda. Mis piernas rodeando su cuerpo.

-Valió la pena la espera. - acarició mi barbilla con su dedo índice. -Creo que es tiempo de esconderme en el armario. Tu madre llegará pronto para ver cómo estás de seguro. 

-Cierto. 

-Entonces, ¿puedo quedarme? No sólo por hoy. - colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-Te mato si te vas. - respondí con voz ronca. Aún no lograba recuperarme.

-De todos modos si me voy moriré por el Virus. - rió.

-Oye, eso no es gracioso. -fruncí mis cejas.

-Que sí lo es. -me dio un pequeño beso y se fue a esconder al armario. 

Mi sonrisa de estúpida delataba lo loca que me traía. Sacó su cabeza del armario una última vez.

-Tendremos que ver la película desde el principio de nuevo. Espero esta vez no distraerme tanto. -Sonrió.

Rodé los ojos con una sonrisa. Sería el encierro más fascinante de mi vida ¿Podría durar la cuarentena un poco más?

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¡Hola María! Tiene como siglos que pediste este Imagina pero literal hasta ahora tengo tiempo jaja y decidí era un buena idea fantasear un poco pese a la situación. Espero te haya gustado. 

Espero te encuentres bien y saludable y cuidándote mucho. Saludos desde México :D

Atte

Yendi_Heart.



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