[10]
Min Yoongi se bajó de su carruaje, después de tres horas de regreso, ida y vuelta, era demasiado cansado.
—Bienvenido de regreso, joven Min—habló aquel mayordomo con una noble sonrisa.
—Muchas gracias, iré a descansar—sonrió: ¡¿Por qué todo quedaba lejos?! ¡Si quiero ir a una tienda, no aguantaré a estas alturas! ¡Incluso este palacio es grande! ¡Mi cuerpo no soportará tanto a esta altura, mi alma ya es vieja!
Ingresó con suma tranquilidad, al estar adentro, pudo ver a Sejeong que caminaba de un aldo a otro desesperada, parecía preocupada y no paraba de dar zapatasos, el omega contempló al mayordomo en búsqueda de respuestas.
—Ha estado así desde que fue al té, veo que se preocupa mucho por usted.
Sejeong al sentir el olor caracteristico de su amo, se giró y al verlo, sonrió espléndida, levantó la esquina de su traje de doncella y corrió al joven.
—¡Mi señor, ha regresado! ¿Cómo le fue en la fiesta de té? ¿logró hacer amigos? ¡Claramente que si, nadie puede resistirse a su bondad y belleza!—dijo orgullosa poniendo su manos sobre la cintura.
—Me fue bien—mintió, no quería decepcionar a Sejeong y decirle que todo fue un rotundo fracaso, esa chica la trataba como si fuera una hermana mayor, aunque le ganara por cinco años en esa vida. Según sus memorias, desde el principio ella estuvo allí a su lado.
Cuando apenas le daban un pan duro, ella a escondidas ingresaba ofreciendo comida en buen estado que logró robar de la cocina, aunque muchas veces salió perjudicada y le golpearon las manos con latigo, por eso tenía cicatrices en ellas; pero siempre le sonreiría y le diría: "Todo está bien, mi señor".
Ambos empezaron a subir las escaleras para dirigirse al cuarto. Yoongi logró ver por el pasillo al Duque, el cual conversaba con la ama de llaves y la vigilante Mijoo, saludó con respeto al vampiro.
—Joven Min. Debe estar cansado, ha sido un largo dia.
—Si, Duque—Yoongi contempló al tipo de pie a cabeza, notando lo elegante que se veía, sonrió por sus adentros: "Quiero trabajar en una empresa de tela para bajar-tela, sacar-tela y tocar-tela, amor mío... grrr~"—, con permiso.
Jungkook sintió un escalofrio por todo su cuerpo que lo hizo estremecerse, miró a los lados desconcertados, viendo al joven Min alejarse en silencio: "¿Otra vez, fue su imaginación?"
Yoongi se tiró en la cama, ver a su hermana después de tanto tiempo cuando sus recuerdos despertaron sobre su vida anterior, le era un tanto nefasto. Su hermana siempre fue envidiosa con él, debido a que era el hijo heredero de la familia y querido, pero cuando enfermó y se descubrió que era su celo y un omega, lo hicieron a un lado y ella aprovechó esa oportunidad. Pero no se arrepentía vivir bajo el techo del Duque, estaba con su personaje favorito y ver aquel hermoso rostro, era como alimentarse de energía.
—Mi señor, el agua está lista para que se pueda dar un baño, prepararé su ropa de dormir.
—Pronto caerá la noche—comentó Yoongi viendo en dirección de la ventana, logrando ver a la lejanía las grandes montañas que tenían nieve encima y el bosque frondoso. El sol empezaba a ocultarse—. Tengo una hermosa vista desde aquí, hace mucho no podía imaginar con este paisaje.
Sejeong al escuchar aquellas palabras, ofreció una leve sonrisa. Es cierto, donde su señor se encontraba antes, apenas había una pequeña ventana donde se colaba el frio y no había mucho que ver más que ver, el lugar era oscuro. No entendía como unos padres podían ser tan crueles con su propio hijo, ella no podía hacerle tanto daño a sus hermanos que cuidaba, su señor le recordaba a ellos, por eso se decidió cuidarlo y no abandonarlo. Lo serviría hasta el dia que su corazón dejara de latir.
Yoongi se dirigió a darse un baño, mientras Sejeong se quedó para elegir la vestimenta de ese dia, en eso recordó algo importante de su amo: ¿Dónde estaba el celo de su señor?
Solía entrar en celo una vez al mes y duraba cuatro dias, esos dias su señor enfermaba de fiebre debido a que el Duque no lo visitaba y caía en cama, soportando el dolor, en ese tiempo ella se había quedado al lado del joven Min para asistirlo, por eso su cuerpo había sido débil en todo ese tiempo y enfermaba con frecuencia. Después de aquella caida en las escaleras, cayó dormido por una semana y pensó que esa vez lo perdería para siempre.
Han pasado más de un mes desde esa vez, si hacía cuentas ¿No debería haberle llegado pronto? miró en dirección de la cama pensativa, haciendo cuentas—. Tal vez se le atrasó—musitó soltando un leve suspiro. Debería preparar todo lo posible, ahora que el Duque ya había favorecido una vez a su señor, había oportunidad de que tuvieran sus dias juntos.
—Hola muñequita—escuchó una voz socarrona proveniente de la ventana. Sejeong suspiró de mal humor, poniendo la ropa de su amo sobre la cama—¿Quieres saber lo que pasó hoy en el té?
—Mijoo, no puedes salir y entrar en esta habitación como se te antoje, además hay una puerta para eso.
—No gastaré energía en bajar y dar una gran vuelta para ingresar por esa puerta y por si se te olvida, soy la vigilante del joven Min.
—¿Qué quieres? ve al punto.
—Bueno, escuché que llegó la hermana del joven Min, trató de humillarlo pero el fue más inteligente y embarró el pastel sobre esa sucia rata—dijo aquella vigilante con una gran sonrisa cínica en el rostro—, quise ir a pisotear su cabeza pero el Duque me ordenó que no hiciera nada—suspiró con pesadez—, aunque hubiera sido mejor romper cada hueso de su cuerpo.
—¿Qué dijiste...la hermana de mi señor estuvo en esa fiesta de té?—Sejeong contempló en dirección del baño con tristeza, ahora entendía porque su amo no se veía de muy bien humor, pensó que era por el cansancio, no era así—. Esa maldita mujer ¿Cómo se atreve? ¿No le bastó hacerle daño a mi joven señor?
—Tal vez necesita de tí—comentó aquella impura y le hizo un gesto para que fuera en dirección del baño—. Eso es todo.
Dicho eso la vampira desapareció, dejando en un profundo silencio aquel cuarto. Sejeong se acercó a la puerta de baño, viendo a su amo que se mantenía dentro de la tina en una pose de feto, abrazando sus piernas, se fue acercando notando unas pequeñas lágrimas en los ojos ajenos.
—Mi señor...ya me contaron de lo sucedido.
—Lo siento por mentirte...fracasé en la fiesta de té. En la verdad que nunca fui bueno para socializar, debes estar decepcionada de mí, pusiste tu mayor esfuerzo para hacerme ver bonito.
—Si tienes razón, estoy decepcionada...¡Pero por no haberle agarrado de los cabellos a esa maldita mujer! ¡Embarrar un pastle en la cara no basta, debe hacerla sufrir más!
Yoongi miró de un solo a su nana y al verla molesta y de brazos cruzados, sonrió un poco. Ella por igual.
—Mi señor, sabe que estoy de su lado y lo apoyaré de forma incondicional. Solo quiero verlo feliz, además, desde que vino aquí me siento más relajada, ya no le falta nada y ahora que lo veo feliz...puedo estar en paz.
—¿Por qué dices eso como si te fueras a morir? ¡Ya basta de tantas palabras bonitas o me harás llorar!—se quejó con un puchero y la mirada desviada.
—Está bien...dejaré que se relaje y baño, ya puse la pijama sobre la cama, si necesita algo me llama.
Sejeong salió de aquel cuarto, dejando que su amo pudiera darse su buen baño, desde el principio su señor fue tímido a que lo vieran desnudo, no sabía la razón; pero ella no preguntaría y dejaría que su amo fuera libre de hacer lo que quisiera y se sintiera cómodo consigo mismo.
Cuando cayó la noche, Yoongi leía una novela de romance y soltaba leves carcajadas divertido de la situación de algunas escenas, aunque en otras, cuando la rabia y la estupidez de algún personaje llegaba, tiraba el libro al suelo. Para luego recogerlo y volver a su lectura.
—Ah, en serio ¿Qué está mal con estos personajes, no se aburren de lo mismo? ¿¡Acaso no tienes amor propio, maldita mujer?! ¡Te vas con el hijo de puta que te hace sufrir!—gritó de la cólera y tocó su corazón—. Debes calmarte...respira profundo, solo es una historia y ya—se recordó a su mismo para seguir en su lectura.
La puerta de aquel cuarto fue tocada, Yoongi miró extrañado: "¿Quién podría ser a esas altas horas?" mientras más lo pensaba, soltó un suspiro, un vampiro, claro. El Duque ingresó, viendo al chico bajo la tenue luz de aquellas velas y leyendo un libro, contempló aquel cuarto, en la verdad que no era el más grande que había en ese salón, solo lo metió allí cuando llegó y después lo dejó solo.
—Escuché lo sucedido en el té—comentó el vampiro que se dirigió a la silla de la esquina y se sentó con las piernas cruzadas, mirando con profundidad a ese humano.
—Oh—Yoongi frunció el ceño: "¿¡Acaso todo mundo sabe lo que pasó?! ¡Ni en mi pueblo corrían así los chismes!"—, sucedió un imprevisto...supongo que dejé en vergüenza el honor del Duque ¿Cierto?—sonrió con pena.
—En la verdad que nunca me importó sobre lo que dijeran de mí en la alta sociedad, soy poderoso—exclamó con orgullo de último—, si alguien se atreve a tocarme, no vivirá para el día de mañana—sus ojos rojos resplandecieron.
Yoongi se quedó maravillado al escuchar aquellas palabras, sintiendo un cosquilleo en su vientre, rió divertido para volver su vista sobre el libro.
—Tiene razón, deben ser gente tonta para atreverse a provocarlo.
—Tú...¿No me tienes miedo?—Yoongi bajó el libro y negó con suma tranquilidad—. Soy un monstruo, si se me da la gana, puedo matarte.
—Morir por usted sería una bendición—espetó el mayor con diversión. Jungkook frunció el ceño: "¿Acaso ese humano era un masoquista?"—. Usted no es un monstruo, Duque. Hay peores cosas que eso, incluso entre los seres humanos, muchos de ellos pueden ser uno; pero el Duque trata bien a su gente e incluso en las tierras que posee, los pueblos que están bajo él, son prosperos ¿Porqué deberia tenerle miedo?.
Jungkook vio la dulce sonrisa salida de aquel rostro, desvió la mirada sin comprender porque su corazón estaba latiendo con fuerza, carraspeó, juntando sus manos. Es cierto, cuando ese chico llegó, tampoco le mostró miedo, incluso parecía que le agradecía por haberlo sacado de aquella casa del barón Min.
—Se que vino aquí como un intercambio, ha estado en esta casa hace dos años y nunca le tomé importancia, me quisiera disculpar por haber sido frio en ese tiempo con usted.
Yoongi se sorprendió al escuchar aquellas palabras: "¿Acaso escuché bien o estoy alucinando por el sueño?" se metió el dedo meñique en el oido izquierdo y rascó para desviar la mirada pensativo.
—Yo, no soy el Min Yoongi que usted conoció hace dos años, Duque—el omega depositó el libro que leía sobre la mesa de noche y se cubrió bien con la sabana de dormir.
—Creo que me agradas más así—comentó para sostener su cabeza con ayuda de su mano derecha.
—¿Yo...le agrado?
—No repetiré eso, sabes que no soy ese tipo de hombre. Respecto a lo sucedido en el té ¿Quieres qué haga algo con tu hermana? se atrevió a ofender a mi consorte...no puedo quedarme de brazos cruzados sin molestan a uno de los mios.
—No se preocupe por algo tan insignificante.
Jungkook se levantó y se acercó a la cama de aquel chico, quitó sus guantes y tomó de las mejillas ajenas, apretujando un poco: "¿Qué demonios estaba haciendo?" tenía la necesidad de tocar a ese chico sin importar el que, es como si algo lo atrajera a él, suspiró tratando de controlarse, bueno, ya que estaba allí, era mejor hacer su trabajo.
Yoongi abrió los ojos en par cuando aquel vampiro lo acostó y puso boca arriba. Yoongi juntó sus manos, apretando en forma de puño para ponerlo sobre su pecho:
—¿Quiere que lo hagamos ahorita?—"¿Sería esta la tercera vez que tendríamos sexo? ¡Si sigues así me haré un sátiro! ¡No puedo resistirme a tus encantos, me duele el corazón!"
—Solo si quieres—comentó algo avergonzado aquel vampiro.
—Si quiero—afirmó aquel humano ofreciendo una cálida sonrisa.
Jungkook miró con suma intensidad al omega y sin decir más bajó sus manos a la esquina de la camisa hasta quitarla, dejando el pecho desnudo. Recorrió sus labios desde el cuello hasta seguir bajando, haciendo un recorrido, el mayor se estremeció ante aquel roce sobre su desnuda piel, aún no se acostumbraba al tacto de alguien más. Soltó un suave gimoteo cuando las manos del Duque pasaron a su pantalón y fue desprendido de su cuerpo, al sentirse un poco vulnerable, no pudo evitar sonrojarse.
Jeon Jungkook empezó a desprender su ropa; pero antes se acercó a los muslos del humano y succionó con cuidado, hasta pasar su lengua húmeda. Yoongi frunció el ceño, cuando un pensamiento se le vino a la mente.
—Duque.
—¿Hmm?—preguntó aún concentrado aquel vampiro para seguir desvistiendose.
—¿Es bisexual?—interrogó para mirar al tipo. El vampiro le miró extrañado—. Es decir ¿Le gustan los hombres y las mujeres? soy su único amante hombre.
—No puedo considerarte un hombre o una mujer, eso da igual mientras me puedas dar un hijo—explicó para terminar de desvestirse y se acomodó entre las piernas de Yoongi, poniendolas alrededor de sus caderas. En eso el Duque se quedó pensativo mirando a ese humano, es cierto, nunca le tomó importancia y cuando aquel chico llegó y le dijeron que era un omega, le dio igual y solo lo dejó pasar.
Como sea, le restó importancia y humedeció su dedo indice para dilatar al mega, aunque no era del todo necesario debido a que ese chico ya lubricaba al estar en un estado de excitación sexual, bajó su mirada a la entrepierna, notando la erección del chico: " Era normal que reaccionara así, no era porque ese chico sintiera alguna atracción sexual a él, solo estaba cumpliendo su rol". Pensó que era así.
Al terminar de dilatar la entrada del joven Min tomó su dura erección para frotarla, se acomodó mejor y empezó e ingresar con cuidado. Yoongi soltó un suave gemido por la intromisión, no sabía si se terminaría acostumbrando a algo así, se aferró al cuello ajeno y respiró con profundidad para calmar su agitado corazón.
Cuando despertó, soltó un quejido y miró a su lado de la cama, el Duque Jeon Jungkook ya no estaba a su lado, se sentó con cuidado, ya había amanecido; pero se seguía sintiendo cansado. Ese hombre no parecía tener llenadera, siguió muchas veces.
—¡Si sigue así moriré a estas alturas por sexo y seré el hazme reir... ya me imagino los titulares: "Joven muere de un paro al corazón mientras follaba". Sería una vergüenza.
La puerta del cuarto se abrió, ingresando Sejeong que al ver las marcas sobre el pecho desnudo de su amo, sonrió con orgullo, a esas alturas su señor ya podría quedar embarazado y ella cuidaría feliz a esos pequeños Duques.
—¿Cómo se siente, le preparó un baño con agua caliente?
—Si y rápido que no aguanto el dolor de mi cuerpo ¡No soy como una peluche soy frágil!—soltó un quejido cuando una punzada se hizo presente—¿Ese hombre quiere matarme?...aahhhh—soltó otro largo suspiro y se acostó.Se bajó con cuidado y se dirigió al baño, en eso se dio cuenta de algo, su pijama no era la misma que la noche anterior y se sentía limpio, su ceño se frunció extrañado.—Sejeong ¿Acaso viniste en la noche a bañarme?
—No, mi señor...¡Oh! ¿Habrá sido el Duque?—ella sonrió plenamente—. Es un hombre romántico.
—¿Cómo es que no me percaté? pero eso no es lo importante aquí...¡Ni siquiera me di cuenta! ¡Si me secuestran como demonios me defenderé!
—¿Quién lo va a querer secuestrar en este lugar? hay como 100 vigilantes que viven escondidas en el cuarto piso de esta mansión y Mijoo es muy fuerte. Alguien debe estar loco para hacer algo así—rió divertida.
—Bueno, como ya estoy bañado y fresco como una lechuga ¡Hoy pasaré mi tiempo en la biblioteca! hace mucho tiempo que no voy allí—en eso recordó el libro de Saudé, se había memorizado detalles importantes sobre los nombres de personajes, aunque muchos de ellos no tenían información, solo que pertenecían a cierta familia y ya—, el de arriba no se ha olvidado de mí—dijo feliz y empezó a mover sus caderas de lado a lado, haciendo un raro baile.
Sejeong dejó caer la toalla de baño, pensando que esa vez, su señor si se había vuelto loco. Pegó un chillido preocupada ¿Debía llamar al médico Paul ahn?
Min Yoongi abrió la puerta de la biblioteca con suma alegría, en eso vio una cama redonda en medio, una mesa de té a un lado, sus ojos brillaron.
—¡Mira Sejeong, justo lo que quería, ya nunca saldré de este lugar!—chilló emocionado dando brincos y se tiró sobre la cama, soltando suaves ronroneos.
—Dormir con tanto libros no es tan bueno para su salud por el polvo que se acumula. Por cierto, mi señor. Bajaré esta tarde al pueblo, mi última hermana entrará pronto a secundaria y quiero ordenar unos trajes para ella.
—¡Claro, puedes ir, yo estaré aquí todo el día!
—Si necesita algo, he dejado a dos doncellas a su merced.
Yoongi sonrió y corrió rápido a buscar otro libro para ser devorado. Sejegon sonrió y salió de aquella biblioteca, guardando su bolsa de monedas, Mijoo que estaba contemplando a la humana desde el techo, frunció el ceño y empezó arrastrarse para seguirla en secreto, había dejado a la segunda más poderosa en cuidado de aquel humano, de todas maneras, nadie se atrevería a tocarlo.
Sabía lo importante que era esa sirvienta para su joven señor, por lo que la vigilaría en secreto.
En el primer pueblo del ducado de Santé, una joven de cabellos castaños y ojos lila, sonrió mientras compraba unas flores, aquella humana pagó por ellas.
—Señorita Taeyeon, ha venido de nuevo.
—Hoy es el cumpleaños de mi madre—comentó la joven con una noble sonrisa.
—Tenga cuidado de no salir tan tarde, han habido rumores de ataques de vampiros en algunos pueblos. De seguro ya sabe que el jefe de estas tierras es un monstruo ¿no?—el hombre escupió a un lado—, habrá algún día en que esos seres sin corazón se extinguirán. Escuché que Soo hyuk se ha unido a la federación de cazadores, mandale mis felicitaciones.
—Lo haré.
Aquella joven siguió caminando con una sonrisa y olfateó las flores, logró ver a su amado a lo lejos, que se encontraba esperándola, ella sonrió y alzó la mano para saludarlo, corrió en su dirección hasta que unos gritos se empezaron hacer presente y cuando se giró, una horda de vampiros impuros habían llegado al pueblo.
Min Yoongi se encontraba acostado boca abajo, pasando la páginas del libro que leía, moviendo con suma felicidad sus piernas sin saber que la historia en la que ahora vivía, había llegado a las escenas principales.
Lun-17-octubre-2022:
[Cualquier error de ortografía o redacción, serán corregidos cuando este fanfic pase a edición]
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!
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