Capiulo 6: La révolutión d'Elroad (La revolución de Elroad)


En otro lugar, totalmente aparte de los hechos de Kazuma y el clan de la magia carmesí, en el que alguna vez fue conocido como el reino de los casinos, y que ahora se encontraba en la crisis económica más terrible de su historia; se encontraban un grupo de jóvenes debatiendo en una pequeña taberna, debatiendo cuál sería su siguiente golpe.


- Esta situación es un asco, el pueblo pasa hambre, sin embargo, Lord Rossingol, no ha hecho más que subir más y más los impuestos, estos nobles desgraciados necesitan una lección, esto tiene que cambiar


Lord Rossingol, era el gobernador que administraba el pequeño pueblo de Prees, ubicado en una de las zonas más pobres de Elroad, un pueblo alejado de la capital.


Durante años, la frágil economía de Elroad se había mantenido a flote gracias a los esfuerzos del primer ministro, quien era el que gobernaba, ya que el príncipe real aún era un recién nacido en aquel entonces. Sin embargo, después de que cierto cuartedo de aventureros (un ladrón de bragas, una diosa ''inútil'', una paladín masoquista y una Loli terrorista obsesionada con las explosiones), descubrieran que el ministro era en realidad un demonio y lo derrotaron, el reino quedó en manos del joven príncipe de 12 años.

Si la historia nos ha enseñado algo, es que poner a alguien tan joven e inexperto a dirigir un reino no termina bien, y Elroad no es la excepción. Todo se fue al carajo, no había dinero, ni siquiera para pagarle a los guardias del palacio, los casinos habían caído en bancarrota después de que un castaño de ojos verdes con una gran suerte los dejara sin nada, combinado con una mala cosecha y la actitud déspota de los nobles, solo hizo que las cosas empeoraran.

En ese momento, una figura con capucha entra a la taberna y pide una cerveza, mientras tanto, escucha la conversación de los jóvenes.


- Ese maldito, hace unos días, sus hombres llegaron al rancho a cobrar los impuestos, mientras me escondí entre la paja, vi como amenazaron a mi madre y a mi hermanito, ¡se van a arrepentir!

__Flashback__

- Señora, venimos en nombre del gobernador y de su majestad, el joven príncipe de Elroad, será mejor que tenga lista su paga


- P.. pero, por favor, tengan piedad de nosotros, el invierno fue duro esta temporada, no hemos podido vender nuestra cosecha, por favor, dénos un poco más de tiempo


- ¿Tiempo? Sus necesidades no son problema mío, pero las de su majestad si, ¡paguen! La próxima vez no lo preguntaré amablemente - Decia el hombre, mientras los guardias registraban la choza en busca de alguna pieza de oro o algo de valor que compensara el impuesto por el momento


Aaron, aún oculto entre el pajar, miraba con impotencia, si salía a luchar contra aquellos cobradores, sería arrestado en el acto, además de que era un fugitivo, tanto él como sus amigos, por ser unos revoltosos y de vez en cuando asaltar la casa del gobernador y de los aristocratas de la región para darle a los pobres.

__Fin Flashback__

- ¡Ha llegado el momento camaradas, el fin de los nobles y de su majestad está cerca, ahora que el ministro ya no está, es el momento perfecto para dar nuestro golpe!


- Pero Aaron, ¿cómo vamos a hacer eso? Solo tenemos un montón de armas oxidadas y viejas, ni siquiera tenemos magos o curanderos en nuestro equípo...

- Tal vez pueda hacer algo al respecto...

- ¿Eh? ¿Q.. Quién...? - Dijo el grupo de jóvenes.

- Si les interesa algo de ayuda, a media noche, en la entrada de la aldea... - Dijo el encapuchado, mientras termina su cerveza de un trago y se levanta, saliendo de la taberna.

- ¿Quién era ese? ¿Ayudarnos? ¿¡Pero qué diab...!?


Los muchachos estaban sorprendidos, a pesar de que estaban hablando en voz baja, y el sujeto se encontraba al otro lado de la taberna... de cualquier manera, ya que ahora el encapuchado sabe sobre sus planes, no pueden dejarlo pasar.

...

...

...

Varias horas después, Aaron y los muchachos se presentaron en el lugar.

Ante ellos, estaba el encapuchado, el cual retiró su capucha, dejando ver su cabeza.


- ¡Es un demonio! ¿¡Qué hace un demonio aquí!? - Exclamó el grupo.

- No se asusten humanos, no he venido aquí a pelear, he venido a negociar en nombre de mi señor el Rey Demonio, mi nombre es Max


Max, era el mismo demonio que alguna vez estuvo bajo el control de un noble en Belzerg, un noble llamado Aldarp. Ahora que era libre, tenía trabajo que hacer en nombre de su legítimo señor, el rey de los demonios.


- ¿Negociar? ¿¡Qué querría negociar el mismísimo Rey Demonio con nosotros!? ¡Solo somos una banda de jóvenes que están cansados de la opresión de los nobles!

- Precisamente, los reyes, nobles y miembros del clero de la diosa Eris, se han estado aprovechado del pueblo durante siglos, comiendo y disfrutando, mientras que el pueblo debe lidiar con monstruos, no-muertos, ogros, hambrunas y enfermedades, ¿no les gustaría que eso cambiara?

- ¿¡Y porqué al el Rey Demonio le interesaría ayudar al pueblo!? ¡No! ¿A la humanidad?

- Mi señor tiene sus razones, pero lo que importa es que tenemos un objetivo en común, la caída de los nobles y los reyes

- ... Esto no me da buena espina - Dijo uno de los jóvenes.

- Bueno, como gesto de buena voluntad, he traído esto, ustedes y sus familias y los demás campesinos ya no tendrán que pagar más impuestos, llegó el momento de contra atacar - Dijo el demonio, invocando varias armas en el suelo.


Había de todo, lanzas, espadas, arcos, armaduras, bastones mágicos, libros de hechizos, armas suficientes para equipar a todo un ejército.

- ¿¡Eh!? Pero... - Dijo uno de los muchachos.


En ese momento, el demonio desapareció, los jóvenes no sabían que hacer, no sabían que hacer, no obstante, no podían ignorar esta ayuda.


Fue así como la milicia de Prees, finalmente tenía los medios para luchar, para resistir, para revelarse contra el gobernador, los nobles y sus caballeros.

Este es solo el comienzo, el comienzo del cambio...

Imagen tomada de internet, créditos a su respectivo autor. Picture taken from the internet, credits to the respective owner.


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