Hace muchos años, de noche, en la aldea carmesí...

Se veía una especie de santuario, el lugar en donde se encontraba sellada Wolbach, la diosa malvada de la desidia y la violencia, una general del Rey Demonio que había sido derrotada por el clan de magos hace varias décadas. Una pequeña Megumin se encontraba jugando junto con su gato cerca del lugar del sello...

En ese momento, Chomusuke empezó a morder un pergamino que se encontraba sobre una lápida.

- Chomusuke, que estás haciendo?

En el momento que Megumin empezó a jalar a Chomusuke, el pergamino se rompió accidentalmente, liberando una niebla oscura que cubrió todo el lugar.

La niebla se concentró sobre la lápida, en un momento dado, la niebla tomo la forma de una mujer, una mujer con cuernos en la cabeza. Era Wolbach en persona! La demonio que tanto les había costado sellar a los ancestros del clan, ahora era libre gracias a la imprudencia de una niñita y su mascota...

- Q..quien eres tú?

- Que niña tan insolente, soy la diosa de la destrucción. Soy la gran Wolbach!!... Dime mortal, donde diablos me encuentro!?

-... E.. e.. estas en la aldea de los demonios carmesí, mi familia

-... Tu, tu que!?... Un momento... Esos ojos carmesí... Ya los he visto antes. Eres como los malditos que me sellaron aquella vez!...

- N.. no, solo soy una turista que pasaba por aquí, no sé de ningunos magos

- Estás tratando de engañarme chiquilla, pero si acabas de decir que esta aldea es de tu familia, ahora verás!

- Finger Lightning!

Un rayo golpeó a Wolbach, incapacitandola temporalmente.

- Yunyun!

- Que pasó Megumin, estás bien!

Megumin había sido rescatada por su amiga Yunyun quien a pesar de tener los mismos seis años de edad que Megumin, era toda una prodigio en las artes mágicas.

- Ahh, maldita mocosa, ahora verás, Explosion!

Un sinnúmero de explosiones sacudieron al pueblo, despertando a la aldea entera y causando algunos daños materiales.

Megumin y Yunyun con Chomusuke en los brazos de esta, salieron corriendo del lugar, tratando de buscar ayuda. Un grupo de magos carmesí apareció en el lugar de la lápida, para encontrarse con Wolbach, quien rápidamente evadia todos los hechizos y conjuros que me lanzaban, por alguna razón, su objetivo era encontrar al gato que rompió el pergamino que la sellaba. Por lo que ignoró a los magos y se dirigió siguiendo la presencia de las niñas carmesí con las que se había enfrentado inicialmente.

Yunyun jalaba a Megumin del brazo, está aún estaba embelesada, al ver la majestuosidad de la magia explosiva, sin percatarse de que estás explosiones cada vez se acercaban más a la choza donde vivían sus padres y su hermana recién nacida Komekko. Era casi como si nada le importará a Megumin en ese momento, ni su familia ni el clan, como si en su mente no hubiera nada más que una obsesión por las explosiones.

Pero Yunyun era consciente del peligro, a pesar de ser una niña, se enfrentó con valentía contra la demonio y en determinado momento, Chomusuke mordió a Wolbach. Por alguna razón que hasta el día de hoy es inexplicable, los poderes de la demonio fueron transferidos a la criatura; esto obligó a Wolbach a huir.

Tiempo después, los líderes del clan iniciaron una investigación para saber qué es lo que había ocurrido esa noche.

- Como es que Wolbach pudo escapar, la seguridad del clan es "infalible", no hay forma de que los esbirros del Rey Demonio hayan podido entrar.

- Yunyun, Megumin, tienen algo que decir?

-...

-...

- Fue Yunyun, ella empezó todo, yo le dije que no debíamos jugar cerca del la lápida en el santuario, pero no me escuchó

- P.. Pe.. Pe.. Pero Megumin! Eso no fue lo que pasó, di la verdad

- Ya basta Yunyun, no mientas, acepta tu responsabilidad. Incluso tuve que ir a salvarte...

- P.. Pero Megumin, si eras tú la que estaba jugando, tú fuiste quién liberarste a Wolbach!

- Ya basta Yunyun - Dijo el jefe del clan, quien dirigía el interrogatorio.

Los del clan carmesí, tienen la superstición de que por su magia superior, pueden detectar las mentiras sin usar esas campanas u objetos detectores de mentiras baratos.

- P.. Pero Papá, estoy diciendo la verdad - Contestó Yunyun a su padre.

- No más mentiras Yunyun, disculpate con Megumin ahora mismo y dale las gracias por salvarte

- P.. Pero

- Estás castigada jovencita! Vete a pensar en lo que haz hecho, espero que para mañana le tengas una disculpa a Megumin y al clan por los destrozos que causó tu travesura

Yunyun salió corriendo y llorando, Megumin frunció un poco el labio, haciendo una sonrisa pícara.

Cuando Yunyun volteó a mirar a Megumin, está le hizo esta expresión.

Con una total satisfacción, ya que no sería castigada.

Con los años, todos eventualmente se olvidaron de estos hechos, todos, excepto Yunyun. Este es un recuerdo que quedaría latente en su mente. Yunyun lo tendría en mente, aún en el momento en que Kazuma y su equipo finalmente se encontraron con Wolbach, sin embargo, Yunyun mantuvo la compostura y su cara de chica tímida y frágil, ya que aún no había llegado el momento, todo para proteger los planes del único amigo verdadero para ella, el Rey Demonio.