Capítulo 16: Un joven sin nada de suerte
La historia de Naofumi Iwatani, comienza con su madre, quien en su época fue una chica que murió en su tierra natal, Japón, y fue invocada en este mundo por la mismísima diosa Aqua.
A pesar de las malas cosas, la mujer siempre creyó en la diosa que la trajo a este mundo, a pesar de que fuera un mundo maldito, con suerte para unos y nada para otros. Su pareja, un chico aventurero, un chico que, a pesar de ser bueno, era de los que les gustaba arriesgar; así, cuando supo que su novia y compañera de equipo estaba embarazada, lo arriesgó todo en una misión, la cual aseguraría buen dinero y una buena vida para su amada y su hijo no nacido, vaya que equivocado estaba, la diosa de la suerte Eris no estuvo de su lado.
El muchacho fue devorado en su misión, los lobos y conejos de invierno no dejaron nada de su cuerpo. La mujer, al enterarse rompió en lágrimas, al saber que su amado nunca regresaría, al saber que nunca conocería a su hijo, imploró e imploró muchas veces a la diosa del agua pero, para su desdicha, quien está encargada de este mundo no es Aqua, sino la diosa de la suerte, la cual, a pesar del fondo de su bonita personalidad y de tener a muchos más seguidores, en realidad es tan despistada como su Sempai de cabello azul.
Fue así, como el pequeño Naofumi jamás pudo conocer a su padre, gracias a la falta de la diosa de pelo plateado que es adorada por mucha gente en el mundo.
La joven chica, ahora sin dinero y con un hijo, no tuvo más remedio que trabajar como Maid en la mansión del gobernador, su cabello y ojos negros, exóticos y considerados una belleza por el aristócrata, le dieron esa oportunidad.
Con los años, al pequeño Naofumi también le dieron la oportunidad de trabajar en dicha mansión al llegar a sus 10 años, ahí, conoció a la hija de aquel noble, la chica que sería la fuente de sus desgracias, Marie.
Marie, una chica peli roja y, aunque era sumamente hermosa, su personalidad y su forma de ser eran todo lo contrario, se aprovechaba del pequeño Naofumi, a pesar de tener su misma edad y de que era un buen chico.
Inclusive una vez...
- ¡Vamos lame! ¡Lame mis pies como si fueran una barra de dulce! ¡Eres mío y me perteneces! – Decía la peli roja engreída, haciendo que el chico de 12 años lamiera sus piernas.
- C-Como desee Marie-sama.
El joven Naofumi, en aquel entonces era alguien con corazón noble y no notaba la maldad de la chica, tal vez por lealtad, tal vez por no meter a su madre en problemas con el señor de la mansión, incluso, dejaba que la chica de cabello rojo lo golpeara con un látigo, y, a pesar de ser el único con el que ella satisfacía esos fetiches, él no decía nada, tal vez por ser un tonto, tal vez...
Pero todo cambió un fatídico día, la noche anterior, Marie le ordenó a él dormir en su habitación, el joven no notó la malicia o temió desobedecer las órdenes y quedarse sin empleo, por lo que accedió y aunque, simplemente se quedó toda la noche en la puerta como guardia dentro de la habitación.
A la mañana siguiente, los gritos de la despertaron a toda la mansión, el señor y sus mayordomos entraron con prisa a la habitación.
- ¡Ahora que hiciste maldito mocoso!... ¡Te ofrecí mi hogar y un trabajo y me escupiste a la cara!
- ¡P-P-Pero señor Rossingol! ¡Yo no he hecho nada! ¡Yo no he hecho nada! ¡Lo juro!
- ¡No te creo ni una palabra pequeño bribón! ¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS!
- E-El *snif* *snif* Él se aprovechó y... y... - Dice Marie con lágrimas.
- ¿Si señor gobernador? – Dicen los guardias de la mansión llegando al sitio.
- ¡Llévense a este bribón hijo de...! ¡SÁQUENLO DE MI VISTA!
El joven Naofumi fue arrestado por los guardias y llevado a prisión para ser ejecutado por la violación de la chica noble y, a pesar de que era inocente, era su palabra contra la de una noble, la hija del gobernador, así que no había mucho que hacer.
Gracias a la ayuda del que había sido su amigo de la infancia, Motoyasu, Naofumi logró escapar antes de su ejecución. Al enterarse de que su madre enfermó gravemente y, ante las falsas acusaciones lamentablemente falleció, Naofumi no tuvo más destino que el destierro.
Así, años más tarde, Naofumi, ya con 16 años, se enlistó en el ejército real en la capital de Elroad y, aunque solo logró llegar a ser un soldado raso y sin más, la paga era lo suficiente como para vivir de manera honorable.
A pesar de que el joven Naofumi era talentoso y sus tácticas lograron sacar a su equipo de problemas más de una vez, como cuando se les asignó cazar goblins o defender a su batallón de un ataque de forajidos rebeldes; su origen plebeyo no le permitió ascender de rango, ya que los rangos de mando, están reservados solo para aquellos con sangre noble y de origen ''puro''.
...
Tiempo más tarde, a Naofumi le llegó una carta de su pueblo natal de su viejo amigo, informándole de la muerte de su madre de hace varios años. ¿¡Que como supo que Naofumi estaba en la capital y en el ejército!? No lo sé, solo sé que el joven, que ahora tenía 18 años, empezó a llorar, sintiéndose triste por la muerte de su mamá, y peor aún, al saber posteriormente que la enfermedad que ella le ocultó, esa enfermedad en realidad tenía cura.
De haber, de haber vivido unos años más, la mujer podría haber recibido tratamiento mágico y haberse salvado, pero, la noticia de que su hijo sería ejecutado por un crimen que no cometió, agravó su salud y le produjo la muerte, mientras que, al mismo tiempo, fue rechazada por el pueblo y personas de la mansión, ya que era la madre de un supuesto violador.
...
- ¿Usted es Iwatani Naofumi?
- Si soy yo.
Naofumi fue interceptado por dos hombres en la taberna, era su día libre del servicio como soldado.
- ¿Puede acompañarnos?
- ¿Por qué o qué?
- No se resista, sabemos quién es.
- ¡Maldición! – Naofumi les arrojó a la cara la sopa que se estaba comiendo.
- ¡No corras desgraciado, te llegó la ley!
Naofumi estaba a punto de ser atrapado de nuevo, pero gracias a su agilidad logró escapar de nuevo.
- ¡Maldición, no de nuevo!
Nuevamente, Naofumi se convirtió en un prófugo de la justicia, ya no solo acusado de violación, sino también por ser un desertor del ejército.
Para alguien con su prontuario, la única opción fue escapar de la civilización y esconderse en las montañas, vivir como los hombres antiguos en las cuevas, sin contacto con ningún otro ser humano, solamente los monstruos y criaturas para su alimento.
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--Varios meses después--
Así, Naofumi se convirtió lo que algunos llamarían como salvaje, sobreviviendo hasta el día en que la muerte viniera a rescatar su alma y lo liberara de aquel sufrimiento. No obstante, un día una figura encapuchada apareció ante él, y no era la calaca.
- Levantate Mocoso
(¿Eh?) Se pregunta el joven de 20 años, el cual no ha hablado con otra persona durante meses.
- Ya no tienes por qué seguir oculto, el mundo que te ha despreciado y acusado injustamente está a punto de cambiar.
- ¿Q-Quíen eres tú? ¿P-Porqué debería creerte?
- No tienes porqué creerme, lo verás por ti mismo.
El encapuchado invocó unas ropas, para cambiar el traje roto y desgastado de Naofumi y un escudo.
- ¿Eh? ¿Qué es esto?
- Este escudo es una reliquia muy especial que me costó conseguir, se dice que puede incluso reflejar los ataques más poderosos, incluso una explosión.
- ¿Y por qué me daría usted algo tan importante?
- Porque eres el más indicado para usarlo, reflejar toda la injusticia que este mundo ha tirado en tu contra.
- ....
- Bueno, por ahora te llevaré a tu antiguo hogar...
Antes de que el joven pudiera oponerse o algo, la figura encapuchada puso la mano en su hombro y conjuró 'teleport'. En un abrir y cerrar de ojos, Naofumi estaba de vuelta en su pueblo natal, aquel pueblo que lo acusó injustamente, sin embargo, el panorama había cambiado desde aquel entonces.
Ahora, los edificos estaban en llamas y las calles llenas de escombros y cuerpos, como si una batalla calle por calle hubiera sucedido.
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Al llegar a la plaza, los ciudadanos estaban reunidos alrededor de una tarima, y ahí, ahí vio nuevamente a aquella chica peli roja, aquella que se burló de él y arruinó su vida, al igual que al señor gobernador que no lo escuchó y lo acusó. Ahora, ella y su despreciable padre, se encontraban en la tarima bajo lo que parece ser una guillotina.
- ¡Ciudadanos de Elroad! El día de hoy estamos aquí para presenciar el juicio contra estas dos personas, las cuales han atentado contra el pueblo durante años. Lo que pueden ver aquí, es un nuevo invento que nos llegó de una fuente confidencial, un dispositivo mágico llamado guillotina, si el juzgado es inocente, la cuchilla no caerá, de caso contrario, el peso de la misma aumentará dependiendo de sus crímenes. ¡Es el fin perfecto para los opresores de este pueblo¡ ¡Contemplen!
La multitud estaba ansiosa, ya que el señor gobernador y su hija, eran de las personas más odiadas en el pueblo, pero debido a la orden de caballeros que lo protegía, nadie se atrevía a cuestionar su autoridad, nadie... Hasta que un grupo de jóvenes armados atacaron a los caballeros y el cuartel de policía. Pronto, los campesinos y el pueblo se unió a ellos y, aunque la batalla fue sangrienta, la voluntad del pueblo se mantuvo por sobre la opresión.
Naofumi vió, como Marie le dio una última mirada pidiendo clemencia por su vida, a lo cual él respondió con una sonrisa de satisfacción.
En cuanto a Naofumi, la revolución de la cual hará parte, finalmente le dio la oportunidad que tal vez jamás habría obtenido en este mundo, ver a aquella desgraciada y a su padre perder la cabeza mientras la cuchilla de la guillotina cae con fuerza sobre sus cuellos.
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Eventualmente, la nueva justicia republicana declaró la inocencia del joven y le restauró su puesto en el ejército. Es así, como Naofumi juró defender a la revolución, la misma que le dio la justicia que la suerte le negó en este mundo.
Continuará...
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