Especial: El último deseo de Elisa.
//Sí, bueno, este capítulo será Lemmon, así que, disfruten, eso creo xD//
Últimamente todo ha sido bastante pacifico, incluso después del horrible incidente con aquellas asquerosas y espantosas criaturas.
Realmente me alegraba haber salido vivo de algo como eso, pero no podía estar tranquilo ya que el padre de Eris podría hacer alguna otra de sus locuras para matarme y alejarme de Eris.
Elisa por otro lado se nota bastante tranquila y alegre, a pesar de que gran parte de lo que ha sucedido es culpa suya.
Pará mi suerte Eris y yo hemos podido pasar más tiempo juntos sin que ninguna de las molestias se interponga, parece que gracias a su madre ella ha tenido una agenda mucho menos apretada, cosa que agradezco profundamente.
Claro que una molestia parecía aún estar presente, observandonos a lo lejos, con una mirada llena de sed de sangre y lujuria, además de unos celos que incluso "Enemy Detector" lo percibe como una amenaza.
Me gustaría decir que se trata de Darkness o Megumin, pero milagrosamente ellas no han hecho nada para fastidiarme, no, la chica a la que me refiero es Elisa, y aquellos celos no van totalmente dirigidos hacia Eris, van dirigidos hacia mi.
Desde que Elisa y Eris se reconciliaron, Elisa ha querido pasar más tiempo con su querida hermana menor, pero claro que había un inconveniente, y ese era yo, ya que como dije, pasó la mayor parte de mi tiempo con Eris y ella pasa todo su tiempo en la tierra conmigo.
Casi todas las citas que hemos tenido la sensación de que alguien va a matarme esta presente, cosa que hace que la cita no sea tan amena.
Pero en esta ocasión, en una cita como cualquier otra, aquella sensación no estuvo presente, por lo que supuse que Elisa se había dado por vencida.
–Hmm, que raro –dijo Chris de repente.
–¿Qué pasa? –pregunté confundido.
–No veo a Elisa por ningún lado, por lo usual siempre nos sigue cuando tenemos una cita.
–Sí… oye, ¿te habías dado cuenta?
–Algo así, sucede que mi "Enemy Detector" se activo un par de veces cuando estábamos en una cita, por lo que supuse que se trataba de mi hermana.
Chris comenzó a reír de forma incomoda a la vez que algo fastidiada, continuo riendo por unos segundos hasta que se detuvo para soltar un largo suspiro y después sonreír como si nada.
–Bueno, me alegra de que no sea el caso esta vez.
–Hola chico, que coincidencia encontrarlos por aquí.
Y como si de un cliché se tratara, Elisa apareció enfrente nuestro, saludandonos como si nada haciendo que el suspiro de alivio de Chris no valiera para nada.
–Hola Elisa –dijo Chris sin mucho ánimo.
–¿Qué sucede hermanita, no te alegras de verme?
Elisa pregunto con aquella típica sonrisa suya que parecía burlarse de nosotros.
–No es eso, es solo que no has dejado de acosarnos en nuestras citas –refunfuño Chris molesta.
–Jejeje, sí, me sentía algo celosa de que ustedes tuvieran citas mientras que yo estoy despechada. ¡Pero hey, nunca interrumpí ninguna de sus citas, eso es un gran avance!
Elisa grito con suma satisfacción, dejando nuevamente de lado el hecho de que nos ha estado acosando. Además, ¿dijo que estaba despechada? Si ella quisiera podría salir con cualquier hombre de este pueblo, todo el mundo está embobado por aquellos pechos suyos.
–Hmm, bien, tienes razón en que has actuado más recatada últimamente –correspondió Chris.
–¡Exacto! De hecho haberlos encontrado hoy fue pura coincidencia, en realidad estaba de compras, mira este lindo collar que compré.
Elisa mostró un collar que rodeaba su cuello de forma algo apretada, por alguna razón aquel collar se me hacía bastante familiar, pero no recuerdo de dónde exactamente.
–Vaya, se ve muy lindo, y queda perfectamente con tu estilo –continuo correspondiendo Chris.
–¿Verdad? De hecho, ¿que tal si te compro uno igual para que parezcamos más como gemelas? –dijo Elisa con una sonrisa en su rostro.
–Jeje, me parece una buena idea.
Elisa tomo de la mano a Chris y comenzó a caminar al lado de ella mientras la llevaba a la tienda en donde conseguir ese extraño collar… mientras ambas me dejan atrás y olvidado…
–¡Oigan, por lo menos esperenme! –grite mientras las comenzaba a seguir.
El camino que seguíamos, claro que me era conocido, y aquel extraño sentimiento de que conocía aquel collar se hizo nuevamente presentente.
Estando frente de la tienda finalmente supe de que se trataba.
–Y aquí estamos, una de las tiendas más conocidas en todo Axel –dijo Elisa scon alegría.
–Hmm, que raro, llevo años en este pueblo y jamás había visto esta tienda.
Claro que Chris nunca ha venido a esta tienda, en especial porque la dueña de este lugar era una comandante del rey demonio y una Lych, además de que otro comandante del Rey Demonio, y un archiduque del inframundo, trabajaba en este lugar.
Tome del brazo molesto a Elisa y la aleje para que Chris no me escuchara regañar a su torpe hermana.
–Oí, ¿estas demente? Si Chris llega a entrar a ese lugar entonces atacara a Wiz y a Vanir sin pensarlo.
–¿Ah sí? ¿Acaso mi hermana no ha dejado de lado su odio por los demonios?
–… tu eres una diosa, tu deberías saberlo.
Elisa soltó una carcajada que intentaba sonar tierna, pero en su lugar fue algo tétrico de ver.
Di media vuelta para volver a donde estaba Chris, pero cuando me di cuenta ella estaba entrando a la tienda.
Salí corriendo a toda prisa para detenerla, pero llegué demasiado tarde, Chris entró al establecimiento.
Nervioso por si debia entrar, me quedé esperando afuera un momento esperando que el primer golpe fuera lanzado, pero hubo un silencio profundo así que me decidí por entrar.
Cuando abrí la puerta vi a Chris viendo los diferentes productos en la tienda mientras que Wiz, un poco aterrada, estaba detrás del mostrador.
–Bi-Bienvenido –dijo Wiz cuando entre a la tienda.
Camine hacia el mostrado, pasando al lado de Chris la cual me sonrió felizmente, y llegué con Wiz la cual parecía algo pálida.
–Wiz, ¿estas bien?
–¿Eh? S-sí Kazuma-san, solo un poco cansada, eso es todo.
–… ya veo… realmente lo lamento Wiz, creo que esto es parcialmente culpa de mi novia.
–Re-realmente no sé a qué se refiere Kazuma-San –decía Wiz mientras su voz continuaba temblando.
De alguna forma sentía que el aura divina de Chris estaba afectando a la pobre Wiz, pero aún no sabía porqué Chris no había descubierto la identidad de Wiz.
–Mira Kazuma, aquí hay muchas cosas muy interesantes –decía Chris como si nada.
Pocos segundos después Elisa finalmente se decidió a entrar a la tienda, ella mostraba una especie de sonrisa burlona, de nuevo… bueno, creo entender lo que está sucediendo aquí.
–Elisa, no puedo encontrar el collar, ¿segura que lo compraste aquí?
Chris dijo aquello que me hizo prestarle atención al collar de Elisa, ahora lo recuerdo.
–… oí Wiz, ¿ese collar no es?
–¡Uahhh, ¿de donde consiguió eso Elisa-Sama?! –grito Wiz preocupada.
–¿Hmm? Jejeje, perdón Wiz, pensaba pagar por el después –no, no planeaba pagarlo.
–¡Elisa, ¿no me digas que lo robaste?! –grito Chris molesta.
Era extraño ver a una ladrona regañar a alguien por robar algo, pero también era bastante cómico.
–No tanto como robar, si no como tomar prestado. Pero ya que Wiz parece molesta, será mejor que se lo regrese… ¿eh, por que no puedo quitarlo?
Elisa comenzó a batallar con el collar el cual era imposible de quitar, al menos hasta que cumplieras algo que tanto anhelas.
–Bueno Chris, creo que tendremos que planear el funeral de Elisa.
–¡¿Ehh?!x3
Vaya, incluso Wiz reacciono ante mi comentario.
Las tres parecían bastante sorprendidas por lo que dije, pero Wiz debería saber el porqué dije aquello.
–¡Oye Kazuma, no juegues con esa clase de cosas, para empezar, ¿por qué me estas deseando la muerte?!
Elisa comenzó a atacarme mientras parecía querer comenzar a llorar, desde aquel intento de asesinato de parte de su padre parece haberse traumado con la muerte más de lo usual, hasta el punto en el que actúa como Aqua cuando se hace mención de ello.
–No te deseo la muerte ni nada por el estilo, solo que por tu actitud tan descuidada te pusiste en un aprieto, literalmente.
Apunte al collar para dar a entender a que me refería.
Elisa trato de mirar su cuello, pero claro que era imposible, aunque es un extraño que en muchas series traten de ver lo que traen en su cuello cuando es imposible verlo sin ayuda de un espejo.
Tomó el collar entre sus manos y comenzó a jalarlo con más fuerza, pero al igual que antes nada sucedía.
–Oye Kazuma, ¿qué tiene que ver ese collar con lo que dijiste?
Chris me pregunto después de salir de. Su propio transe, algo preocupado voltee a ver a Wiz, la cual estaba a punto de desmayarse detrás del mostrador.
"De nuevo lo lamento Wiz."
–Ese collar es mágico, solo se puede quitar después de que cumplas tu más grande deseo, y si no lo haces entonces te apretara el cuello hasta matarte.
Conocía a la perfección los peligros de ese collar, después de todo fui una de sus víctimas ya que Wiz ni siquiera se molesto en explicar como funcionaba hasta que me lo había colocado, pero eso es otra historia, la cual parece estarse repitiendo.
Elisa seguía tratando de librarse de aquel collar, incluso utilizo algo de su magia, pero ni siquiera eso le ayudó.
Cuando finalmente se rindió, camino deprimida a nuestro lado y nos suplico que le ayudaramos a quitárselo.
–¡Por favor ayúdenme, si muero entonces iré donde mi padre y no quiero pensar en lo que me hará!
Voltee a ver a Chris, la cual se notaba ligeramente molesta por alguna razón conmigo, para evitar que ese ceño fruncido termine en un golpe acepte ayudar a Elisa.
–Bien, ¿dime que debemos hacer para cumplir tu deseo?
–Bueno, la verdad…
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Primer pedido de Elisa, tener una cita con su querida hermana, creo que es algo bastante normal, querer pasar tiempo con su hermana después de todo lo que han pasado, es lógico hasta cierto punto… lo único que no me queda claro es…
–¡¿Por qué diablos debo ir con ustedes usando una correa?!
–Los perros acostumbran a llevarla, ¿no es así? –dijo Elisa en forma de burla.
–… muy bien Chris, creo que un funeral pequeño será apropiado.
–¡Espera! Bi-bien, te lo diré, siempre he querido participar en la clase de juegos sadomasoquistas.
–Bien, eso no me sorprende demasiado, ¡pero esas cosas se hacen usualmente de noche cuando nadie más te ve, y es medio día a la mitad del pueblo!
Grite molesto mientras me quitaba el collar que Elisa me había colocado, ella soltó un ligero suspiro de burla y siguió caminando tomada de la mano de Chris.
Yo tan solo las seguí sin decir nada, buscaba el momento perfecto para poder vengarme ante la vergüenza que me hizo pasar, incluso si hacíamos esto para ayudarla.
Chris volteaba a verme ocasionalmente, soltando una corta, pero tierna, risita que hacía que mi enojo se fuera.
La cita duró hasta que la noche cayó, Elisa había ido a cientos de lugares con Chris como si fueran una pareja, ella parecía sumamente contenta, pero el collar no parecía haber soltado a Elisa.
–¡Uahhh, ¿que voy a hacer?! ¡No puedo quitarme esta cosa!
–Haa, ¿quieres por favor no lloriquear? Vas a llenar de mocos el sillón.
Estábamos en la mansion viendo como Elisa no paraba de llorar, parece que aquella cita con su hermana no fue suficiente para llenar su oscura y pervertida alma.
–Aún quedan dos días, ¿no? Debe de haber algo más que quieras.
–… Bueno, hay un par de cosas, pero dudo que te vaya a agradar.
Chris se quedó plasmada cuando escucho a su hermana, imagino lo peor que le podría pedir, y cuando se armo de valor le respondió.
–N-no hay problema, además, ¿qué tan malo podría ser?
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Bueno, lo que Elisa pidió no fue algo tan malo, pero si algo que molestaría a Chris sin duda, después de todo.
–Bien, ahora besame.
Pidio ser mi pareja hasta que logremos quitarle el collar.
–Oí, acepte tener una cita normal, no dijimos nada de besar ni cosas por el estilo.
–Bueno, para mí una cita normal incluye besos y un final feliz, y eres mi novio en estos momentos, así que quiero que me concientas como lo hacías con mi hermanita.
Elisa abrazo mi brazo pegando su pecho contra mi, ya había sido abrazado de esta forma miles de veces por Chris, pero en esta ocasión había dos cosas muy claras que diferenciaban a las dos hermanas.
–Además, solo será por hoy, y si no llega a funcionar, bueno, al menos sabré que tuve un romance tan lindo como el de mi hermana.
Su voz se hacía cada vez más dócil hasta el punto en el que me hizo sentirme culpable.
–Bien, pero hay que tener ciertos límites.
–Hmm, esta bien, ahora disfrutemos de esta cita.
Elisa no lo sabía, pero Chris nos seguía desde lo lejos mientras nos miraba con una ira que hacía activar detectar enemigo de una forma que jamás había sentido.
Sabia que ella no estaría tranquila sabiendo que yo tendría una cita con su hermana, en especial conociendo a su hermana y lo atrevida que era.
Pero hasta ahora ha estado actuando bastante normal, muy recatada y actuando como Chris usualmente actúa. Realmente era muy difícil diferenciarlas últimamente, a excepción de su cuerpo, claro.
La cita que tuvimos la verdad no fue nada del otro mundo, si tuviera que decirlo, es la misma cita que tuvo ayer con Chris, pero conmigo actuó un poco más afectuosa que con Chris.
A cada momento me pedía que la abrazara, en algunas ocasiones que besara sus mejillas y una vez pidió que la viera con ropa interior que me hizo comprarle.
Era una típica cita, la cual no mentiré, disfrute bastante, podría decir que está entre las mejores citas que he tenido.
Al llegar la noche volvimos a la mansión, en donde Chris fingió estar todo el día.
–¿Y que tal estuvo su cita? –dijo con un ligero tono molesto.
–Fue bastante linda, es la primera vez que tengo una cita en la que el chico no me trata como un objeto sexual –dijo Elisa con un tono de voz alegre y al mismo tiempo con cierta nostalgia.
Ese comentario hizo que la ira de Chris desapareciera por completo, mostrando una suave sonrisa de simpatía ante su hermana.
–Me alegra que se hayan divertido –dijo sinceramente.
–Bueno, pero aún no puedo quitarme esta cosa –dijo Elisa apuntando al collar.
–Solo queda mañana, debe de haber algo que realmente quieras –dijo Chris preocupada.
–Bueno, hay muchas cosas que quiero, pero dudo que podamos hacerlas todas antes de mañana –replicó Elisa triste.
–¡Vamos, debe de haber algo que podamos hacer, algo que realmente quieras que te quite ese collar! –grito Chris desesperada.
–… Bueno, hay una cosa, pero dudo que te vaya a gustar.
–¡Haré lo que sea si es para ayudarte!
–Bien, entonces...
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–¡N-no puedo hacer esto!
–Vamos, es lo último, estoy segura de que esto funcionara.
–¡Eso es lo que me preocupa, ¿que tan pervertida eres como para querer ver mientras Kazuma y yo tenemos relaciones?!
Sí, aquello que Elisa nos había pedido había escalado de esa forma tan exagerada, aunque me sorprende de que Chris haya decidido quejarse hasta que llegamos a un cuarto de hotel.
Claro que podríamos hacerlo en la mansión, pero estoy seguro que el trío de idiotas querría ser expectadoras también, y eso es algo que yo no soportaría.
–Bu-bueno, desde que supe que lo hicieron en tu verdadero cuerpo siempre tuve interés en su relación de esa forma. Sé que es raro, ¡pero te prometo que realmente es lo último!
–N-no lo sé, estoy segura de que debe haber otra forma, ¡a-además, estoy segura de que Kazuma tampoco estaria cómodo con eso, ¿verdad?!
Chris volteo a verme en busca de ayuda, pero por mi parte eso era algo que no me molestaba tanto.
–Yo no tengo realmente un problema, digo, no sería la primera vez que Elisa me ve en situaciones incómodas.
–¡Kazuma!
–Ves, él dijo que no le molestaba, además, no se me ocurre nada más para quitarme esto.
Elisa dijo con un tono de voz que buscaba compasión de parte de su hermana, y como ella era bastante débil con respecto a eso, pues:
–¡Bien, pero solo puedes ver! –dijo fastidiada.
Chris me tomó del brazo molesta y me jalo hasta la cama, hizo que me sentará y ella se sentó enfrente mío, todo mientras me veía con un rostro entre molesto y apenado.
Elisa tan solo se sentó sobre un sillón que estaba dentro del hotel y nos miró con sus penetrantes ojos.
–Bu-bueno, creo que será mejor que empecemos.
–Sí… que extraño, ¿no lo crees?
Comencé a ponerme nervioso al ver el rostro de Chris, el que se vea tan apenada la hacia verse tan linda, no quería compartir ese rostro con nadie más.
–Kazuma.
La voz de Chris se escuchaba cada vez más suave mientras ella se acercaba a mi, coloco sus manos sobre mis hombros y cerró sus ojos mientras comenzaba a besarme.
A comparación de antes, esta vez eran besos torpes y nerviosos, pero eran bastante tiernos ya que Chris soltaba pequeños quejidos cada vez que respiraba.
Sabía que su nerviosismo no la dejaría avanzar, por lo que comencé a actuar un poco más pervertido.
Coloque mis manos sobre sus cintura y la acaricie suavemente provocando que el cuerpo de Chris se relajará.
Poco a poco sus besos dejaron de ser torpes y comenzaron a ser más adultos, movía su lengua dentro de mi boca, masajeando mi lengua con la suya y creando un sonido tan erotico que acompañaba a lo que ahora eran ligeros gemidos.
Subí lentamente mis manos por su abdomen, sintiendo la suave piel de esta hermosa chica, llegando hasta una tela que comenzó a cubrir mi mano mientras comenzaba a acariciar el pecho de Chris.
En el momento en el que sintió mi tacto, todo su pequeño cuerpo se estremeció ligeramente mientras bajaba sus manos cediendome el control.
El principio de su pecho era suave y lizo, pero pronto algo pequeño y duro comenzó a mostrarse incluso atraves de la tela. Con mi mano rodee el pezon de Chris y lo apretaba suavemente junto a su pecho, tan solo para poder oír la voz extasiada de Chris.
Cada segundo que pasaba podía escuchar como la respiración de Chris se hacía más brusca, su cuerpo comenzó a calentarse y a estremecerse hasta el punto en el que sus besos volvieron a ser torpes.
En un intento desesperado por seguir, Chris coloco sus manos sobre mí entrepierna, jugando con ella por encima de mi ropa, haciéndolo de una forma torpe, pero tan placentera.
Despegue el beso por un segundo ya que sentía que estaba por explotar, dos respiraciones pesadas fueron todo lo que se podía escuchar en este cuarto, opacado incluso el fuerte latir de nuestros corazones.
Chris me miraba con sus ojos perdidos, mostrando sus deliciosos labios que brillaban por la saliva de nuestro beso.
Baje mi mirada un segundo, notando que el pecho de Chris estaba completamente expuesto, por lo que tomé la tela y se la quite a Chris para exponerlo el resto.
Ella hizo lo mismo con mi camiseta, dejándonos cada vez más desnudos uno enfrente del otro.
–Kazuma, has lo que me gusta –pidió Chris con una voz perdida.
Sin decir nada, me acerque al cuello de Chris y comencé a besarlo lentamente.
Chris soltó un fuerte gemido que intento cubrir con su mano, pero poco a poco sus gemidos inundaron cada vez más la habitación.
Lamia su cuello mientras bajaba lentamente hasta su collar, tocando los suaves pechos de Chris tan solo para poder escucharla gemir sin control.
–Haa, Kazuma, sigue, sigue.
A Chris le faltaba el aliento, cada que trataba de hablar un sentimiento despertaba en mi que me obligaba a querer escuchar esa voz una y otra vez.
Mi boca finalmente había llegado hasta su pecho, lamiendo el suave monte hasta que finalmente lleve la cima a mi boca. Mordí ligeramente el pezon de Chris mientras lo chupaba.
–¡Kazuma, así no!
Gritaba ella mientras sostenía mi cabeza para que no me alejara.
Chris abrazaba mi cabeza cada vez con menos fuerza y su cuerpo comenzó a caer hasta terminar acostado en la cama.
Ahí seguí lamiendo los pechos de Chris mientras que bajaba una de mis manos hasta la entrepierna de Chris. Incluso a través de sus shorts podía sentir lo húmeda que estaba.
Deslice mi mano por los shorts de Chris hasta tocar su vagina directamente, en el momento en el que lo hice Chris soltó un fuerte gemido a la vez que arqueaba su espalda.
–¡Haaaa! Haa, haa.
Chris cayó sobre la cama y comenzó a respirar bruscamente, pero yo no me quedé quieto y le quite el short junto a sus bragas para dejar completamente expuesta su vagina.
Un dulce néctar caí de su entrepierna empapando la cama poco a poco, sin pensarlo comencé a lamer la fuente de ese néctar, provocando que una agotada Chris siguiera gimiendo excitada.
–¡Haa, e-espera Kazuma, dejame descansar!
Gritaba Chris agotada, y nuevamente sus palabras y acciones se contradecian entre ellas, ya que Chris sostenía mi cabeza nuevamente para que siguiera lamiendo su entrepierna.
Yo sentía que me ahogaba por el erotico aroma y sabor que provenía de la vagina de Chris. Metí mi lengua en las apretadas paredes de su vagina y lentamente podía sentir como su interior se convulsionaba.
Al perder todas sus fuerzas soltó mi cabeza y finalmente me dejó respirar.
–Haa, haa, realmente extrañaba eso.
Dijo Chris con dificultad mientras se levantaba de la cama para acostarse sobre mí pecho.
Puso sus manos sobre mi y comenzó a empujarme lentamente mientras me miraba con unos ojos llenos de lujuria.
Bajó mi pantalón hasta dejar mi pene completamente expuesto, ella comenzó a lamerlo torpemente con su lengua, acariciando la punta con su húmeda lengua mientras me masturbaba con sus manos.
Podía sentir su aliento sobre la punta de mi pene, era tan cálido que no pude soportar terminar.
–¡Kyaa! Moh, podrías avisarme la próxima vez.
–Lo siento, es solo que, se sintió muy bien.
Voltee a ver a Chris, su rostro estaba cubierto de mi esperma, el cual caí lentamente hasta su boca y el cual ella lamío interesada.
–Moh, limpiar mi cabello será una tortura… La próxima vez que lo hagas por lo menos asegúrate de que caiga en mi boca –dijo aquello último con una mirada pervertida mientras comenzaba a lamer mi pene de nuevo.
Lentamente lo metió dentro de su boca y comenzó a succionar fuertemente, haciendo sonidos eroticos que cubrían mis oídos.
Podía ver perfectamente como mi pene entraba en la boca de Chris cuando ella recogía su cabello, el ver escenario tan erotico hizo que terminará nuevamente, esta vez dentro de su boca.
Solo vi a Chris levantándose mientras sus mejillas estaban hinchadas, ella parecía algo molesta mientras comenzaba a beber lo que llenaba su boca.
–Cough haa haa, vaya, y pensar que es la segunda vez –dijo con una sonrisa.
Por un momento me perdí en la mirada de Chris, aquellos ojos hipnotizantes suyos hicieron que no prestara atención a nada más dentro de la habitación, ni siquiera a sus movimientos, cuando reaccione la vi a ella encima mío mientras comenzaba a insertar mi pene lentamente en su vagina.
Su apretado cuerpo y calidez me envolvieron mientras Chris movía sus caderas de arriba hacia abajo.
Yo la veía acostado en la cama mientras sus pechos eran acariciados por unas manos que salían de su espalda.
–¡Ahh, e-espera, n-no hagas eso, Elisa!
–Haa, haa, l-lo siento, pero no podía soportarlo después de verlos, ya me cansé de masturbarme mientras solo los veía.
Había olvidado completamente que Elisa estaba en la habitación, recordarlo hizo que me sintiera apenado al recordar todo lo que habíamos hecho y lo que estábamos haciendo.
Mire detenidamente a Chris, Elisa acariciaba sus pechos mientras pellizacaba sus pezones y a la vez besaba el cuello de su hermana. Chris tan solo podía gemir mientras su vagina apretaba cada vez con más fuerza.
Coloque mis manos sobre la cintura de Chris y empujaba con fuerza dentro de ella provocando que su cuerpo se moviera bruscamente.
Elisa cada vez más atrevida comenzó a acariciar la vagina de Chris, justo en el lugar en donde estaba entrando en ella.
Sentir la vagina de Chris y los dedos de Elisa al mismo tiempo hizo que empujará mis caderas una última vez mientras terminaba dentro de Chris.
–¡Ahhh, e-estas llenándome!
Chris grito para después caer rendida sobre mi pecho.
Abrace a Chris mientras respirabamos agotados, pero en el fondo Elisa nos veía a ambos con sus brillantes ojos míentras se quitaba su ropa lentamente.
Expuso su abundante pecho mientras lo pegaba sobre la espalda de Chris, me miraba directamente a los ojos mientras respiraba de forma ansiosa.
Su rostro estaba enfrente del mío, parecía querer besarme, pero apenas y lograba detenerse ya que Chris estaba entre nosotros.
–Elisa, po-por favor, deja de tocar mi trasero de esa forma.
Chris se quejaba entre gemidos ya que parecía que Elisa estaba apretando el trasero de Chris. Hizo que soltara el abrazo y Chris intento levantarse mientras Elisa continuaba presionando sus pechos sobre ella.
Cuando Chris finalmente logró levantarse volteó a ver a su hermana para regañarla molesta, pero antes de que Chris pudiera decir algo, Elisa la beso cubriendo su boca por completo.
Elisa abrazo el cuerpo de Chris mientras seguía besándola, podía ver a la perfección como Elisa apretaba los pechos de Chris y como metía sus dedos dentro de la húmeda vagina de Chris.
Era un espectáculo magnífico para mis ojos, incluso agotado logré conseguir una nueva ereccion mientras las veía a ambas.
Chris no podía hacer nada mientras Elisa jugaba con ella, volteo a verme en busca de ayuda, y la ayude para que se sintiera mejor.
Comencé a besar el cuello de Chris mientras acariciaba junto a Elisa su pecho, pegue mi ereccion a su abdomen y comencé a frotarme contra ella.
Elisa soltó el beso dejando que Chris finalmente hablara, lo único que lograba decir era:
–Haa haa, Kazuma, pervertido.
Fueron sus palabras antes de comenzar a besarme. Elisa al ver que Chris aceptaba que ella se uniera se coloco detrás mío, pegando su enorme pecho contra mí espalda mientras comenzaba a masturbarme con su mano junto a Chris.
Elisa movía sus caderas empujando las mías hacia Chris, era un movimiento extraño que no parecía tener mucho sentido, pero escuchando los gemidos de Elisa podía saber de que se trataban.
Elisa comenzó a besar mi cuello y a morderlo con fuerza, dolía bastante pero se sentía mucho mejor. También lamia mi cuello y subía lentamente hasta mi rostro, llegando hasta mi boca para robar mi beso de Chris.
Era la primera vez que besaba a Elisa, al contrario de Chris ella lo hacía con tal brusquedad que te hacía querer más.
Estaba preocupado de que Chris estuviera molesta, pero comencé a sentir como ella lamia mis peones mientras acariciaba mi pecho.
Me había convertido en el juguete de estas dos chicas, pero no me molestaba.
El sentir tanto placer no pude evitar terminar una vez más.
Caí rendido sobre la cama, no creía poder seguir con esto, pero las dos chicas no parecían satisfechas aún. En un intento desesperado de darme una ereccion, ambas comenzaron a lamer mi pene.
Ambas parecían pelear por ver quien lo tendría dentro de su boca, lo que provocó que ambas lamieran y chuparan con fuerza hasta darme de nuevo una ereccion. Pero aún así no se detuvieron, mientras Chris seguía lamiendo mi pene, Elisa subió lentamente hasta comenzar a besarme nuevamente.
Ese beso no duró mucho, se levantó y se sentó sobre mi pecho y bajo su cuerpo hasta que su vagina se encontró con mi pene.
Podía ver la sonrisa en su rostro, ella ha estado esperando por esto por mucho tiempo, y mientras bajaba sus caderas y comenzaba a penetrarla, su sonrisa se hizo más clara y tan sola fue ahogada por sus propios gemidos.
Podía ver a la perfección como mi pene entraba en Elisa, no tardó en mover sus caderas lo que provocó que sus pechos saltaran sin control alguno.
Yo no podía dejar de verlos, eran tan hipnotizantes que me molesto un poco cuando Chris cubrió mi vista.
Pero claro que algo igual se hermoso ahora cubría mi vista, el trasero de Chris era lo que estaba sobre mi rostro.
Ella se sentó sobre mí mientras frotaba su húmeda vagina contra mis labios, obligándome a comenzar a lamerla.
En cuanto comencé a usar mi lengua los gemidos de Chris se unieron a los de Elisa. Podía sentir a ambas moviendo sus caderas extadias, el erotico aroma de la vagina de Chris me hacía sentir algo mareado y parecía poder sentir a la perfección todo lo que ellas hacian.
La vagina de Elisa me apretaba cada vez con más fuerza, no sabía porque exactamente, pero por el movimiento tan brusco se ambas y el que sus gemidos se hayan detenido me daba una idea.
Cuando estuve apunto de terminar de nuevo comencé a mover más rápido mis caderas y chupaba con más fuerza la vagina de Chris, eso provocó que ambas soltaran el beso que ocultaban de mi y comenzarán a gemir nuevamente y a gritar de placer.
Una vez más los tres terminamos cansado, Elisa estaba sobre la cama respirando bruscamente, parecía que había llegado a su límite.
–Haa haa, nu-nunca había tenido un orgasmo como ese.
Decía con una voz entrecortada por el cansancio.
Elisa parecía estar completamente satisfecha con lo que había hecho, pero Chris parecía algo molesta.
Sin decir nada Chris se subió en Elisa y comenzó a besarla de forma brusca, parecía querer demostrarle como era un verdadero beso.
Claro que estaba asombrado por ese espectáculo, pero había algo más jugoso que llamaba mi atención.
Enfrente mío se encontraban los traseros de ambas chicas, ambos con sus vaginas expuestas y húmedas que pedían a gritos ser llenadas aún más.
Sin pensarlo metí mi pene en medio de mabas vaginas, lo que sorprendió a las hermanas, pero no hizo que detuvieran el beso.
Veía como Chris apretaba el pecho de Elisa con fuerza, se notaba algo molesta al hacerlo, pero Elisa parecía disfrutarlo ya que no paraba de gemir junto a Chris.
Yo metía mi pene en ambas, eran tan calidas y apretadas que no podía creer en la clase de evento en el que me encontraba.
Veía como al penetrar a una de las chicas ella gritaba de placer, lo que me hacía que siguiera moviendo mis caderas a pesar de que ya estaba agotado.
También había algo que agradecía de este momento, enfrente de mi estaba el jugoso trasero de Chris, lo tomé entre mis manos y comencé a jugar con él mientras lo separaba y veía el ano de Chris.
Llevábamos saliendo mucho tiempo y era la primera vez que lo veía de esta forma tan clara, usualmente Chris está muy apenada y me evita verlo. Pero estaba vez ella incluso parecía querer que lo viera, podía ver como este se abría y se cerraba cada vez que metía mi pene en ella.
Con mis dedos moldeaba su ano mientras ella parecía haber perdido sus fuerzas, ya que finalmente había soltado los pechos de Elisa.
Metí lentamente mis dedos dentro de aquel apretado lugar, este apretaba mi dedo con fuerza y no podía sacarlo con facilidad.
–Haa, e-espera Kazuma, ahí no.
Decía Chris con su cansada voz, pero al hacerlo le reveló un punto debil no solo a mi, si no también a Elisa.
Tanto mis dedos como los de Elisa se insertaban dentro del ano de Chris, ella gemia con más fuerza hasta el punto en el que se recostó sobre el pecho de Elisa agotada.
Ambos nos detuvimos, pero no porque fuéramos a parar.
Elisa abrió el ano de Chris, invitándome a penetrarla, y claro que no rechace una invitación como esa.
Al principio fue algo difícil, pero ya que mi pene estaba lleno de los jugos eroticos de Chris y Elisa no me costó mucho trabajo meterlo.
Chris alzó su cuerpo mientras gemia sin parar, parecía disfrutar de la primera vez que teníamos sexo anal.
Elisa abrazaba a Chris, besándola eroticamente mientras que la mente de Chris parecía estar perdida en su excitación.
Era tan apretado que no tarde mucho en terminar una vez más, por una última vez antes de que los tres cayeramos rendidos sobre la cama.
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Cuando desperté al siguiente día lo hice bastante agotado y algo adolorido, miré a mi alrededor y lo primero que vi fue a Chris molesta y apenada.
–Ho-hola Chris.
–¡Moh, no puedo creer que lo hayas metido en mi trasero, ahora me duele! –se quejo Chris mientras sobaba su trasero.
–L-lo siento, es solo que lo vi y no pude resistirme… por cierto, ¿donde esta Elisa?
Busque a la que había provocado todo esto, pero no estaba en ningún lugar, al igual que su ropa.
Un poco preocupados los dos nos cambiamos rápidamente y salimos a buscarla, aunque tuve que cargar a Chris en mi espalda ya que parecía no poder caminar después de lo de anoche.
Al final logramos encontrar a Elisa en el gremio, la cual estaba bebiendo deprimida en una mesa.
–¡Elisa, te hemos estado buscando por todos lados! –grito Chris molesta en mi espalda.
–Oh, sí, lamento haber desaparecido tan repentinamente… es solo que no quería despertarlos, después de todo lo que hicieron por mi creí que debía dejarlos descansar antes de…
Elisa dijo con una voz entrecortada mientras sostenía su cuello en el que aún estaba el collar.
–E-espera, ¿no lo pudiste quitar?
–Parece que no, tal vez para cumplir mi más grande deseo tenga que ir a otro mundo para hacerlo, como por ejemplo disculparme de todos a los que he lastimado… como ustedes, así que, lo lamento por haberlos hecho pasar todo eso tan vergonzoso, pero también se los agradezco, por que por primera vez me he sentido querida y amada, en lugar de solo ser usada como un objeto.
–Elisa, yo, de-debe de haber algo que pueda hacer para ayudarte, tal vez algo que realmente quieras con todo el corazón.
Chris comenzaba decir de forma desesperada, estaba al borde de las lágrimas y era algo difícil de escuchar.
–Hay una cosa, pero esa ya se cumplió hace mucho.
–¿De que hablas?
–Bueno, mi más grande deseo es que mi pequeña hermana al fin pueda sonreír de forma sincera, y Kazuma ya cumplió ese deseo.
Chris miró a Elisa mientras ambas comenzaba a llorar, me hizo que la bajara de mi espalda para poder abrazar a su hermana una última vez antes de que muriera.
Era en verdad emotivo, pero siento que ambas olvidaron que son diosas y que aún van a verse en el otro mundo, claro que aún falta saber el castigo que le dará su padre a Elisa.
No faltaba mucho para que el collar se activará, asi que decidimos ir a un lugar tranquilo en el que nadie nos molestara, ahí los tres nos quedamos en silencio hasta que llegara la hora.
–Bueno, si mal no recuerdo fue cerca de esta hora en la que me coloque el collar… gracias por todo, nos vemos en el otro mundo.
Elisa se despidió mientras cerraba sus ojos, Chris comenzó a llorar desconsoladamente mientras me abrazaba agobiada…, pero al final no sucedió nada.
–¿Eh? ¿Que sucede? ¿Acaso me equivoque de hora? –decía Elisa confundida.
Esperamos un tiempo más, pero nada sucedía aún.
Tras unos minutos lo único que se escuchaba era el grito de cierta Lych que parecía haber corrido por varios días.
–¡Elisa-Sama, que bien que al fin la encuentro!
–¿Eh? Wiz, ¿que haces aquí? –preguntó Elisa.
–Bu-bueno, aquel día olvidé decirle ya que me sentía un poco agotada, pero ese collar es un nuevo producto que adquirí hace un par de días, es un collar que solo se puede quitar usando la frase secreta, la cual es "Tengo picazón en el calzón". Lamentablemente por esa contraseña tan ridícula es que no sé vendía.
–Oi Wiz, espera un minuto –interrumpí a Wiz.
–Oh, no lo había visto ahí Kazuma-san, ¿que sucede?
–¿Ese collar no era el que te mata si no cumples tu más grande anhelo en tres días?
–Hmm, ahora que lo menciona, tiene un enorme parecido, pero hace varias semanas que dejé de vender esos collares.
Todos estábamos sorprendidos.
–Bueno, dicho eso, me retiro que aún tengo que cuidar mi tienda.
Wiz se despidió dejándonos plasmados a los tres, tanto Chris como yo volteamos a ver a Elisa, la cual dudando dijo:
–Tengo picazón en el calzón.
Tras decir esa ridícula frase el collar soltó a Elisa y cayo al suelo.
Tras ese momento los tres decidimos que no hablaríamos de lo que sucedió por culpa de ese collar, no culpamos a nadie más que a Wiz por ser una pecima compradora y vendedora.
Aunque, creo que será difícil olvidar todo lo que pasamos estos días, en especial la noche anterior.
//Bien, al final fueron más de 6000 palabras!! Y más de 2000 de solo Lemmon!!
Bueno, al menos terminé este "especial", el cual no diré si es Canon o no en la historia principal, pero eso sí… suscribanse a este canal y a mi canal de Youtube, por lo menos como agradecimiento por este capítulo tan extenso.
Busquenme como IvánCarmesi en Youtube o usen el Link de mi perfil.
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