Capítulo 5

Capítulo 5: Probando, probando, ¿de verdad funciona?



Megumin: ¿Por qué cambiaste de opinión de repente? —me preguntó Megumin.

Kazuma: Simplemente me apeteció tomar un poco de aire fresco —mentí. En realidad, quería verificar si esta cosa funcionaba de verdad.

Cierto era que, a pesar de la actitud de Darkness, no me fiaba por completo. Podría ser que Darkness simplemente hubiera decidido fingir que no recordaba debido a la vergüenza y a la culpa. Ella tendía a ser así de simple la mayoría del tiempo.

Megumin: Hmmp, me gustaría ir antes del mediodía. —Sin siquiera mirarme, cerró los ojos mientras acariciaba a Chomosuke y me dijo eso.

¿Por qué actúa así de repente?

Solo pude suspirar ante su "indiferencia". Por unos momentos consideré no llevarla a liberar su Explosión matutina, pero luego tomé el collar circular en mi mano y lo observé.

Kazuma: Sí... creo que está bien.

Aqua: Oye, Kazuma, hoy iré a tomar té a la tienda de Wiz y causar daños económicos a ese diablo de pacotilla.

Guardé el objeto tras mi camisa y esperé.

***

Luego de desayunar, ambos nos vestimos con nuestros atuendos que usábamos para ir de aventuras y fuimos hasta ese antiguo y casi destrozado castillo. Era un día soleado, con nubes blancas y el brillante cielo azul.

Kazuma: ¿Estás lista? —pregunté mientras observaba el castillo desde lejos. Megumin, desde detrás de mí, agarraba fuertemente su báculo y se concentraba antes de lanzar su magia devastadora.

Megumin: ¿A qué viene esa pregunta? ¡Yo siempre estoy lista! Este es el momento más ansiado del día para mí. El momento en el que puedo liberar mi magia y mostrar al mundo su poder; no lo cambiaría por nada en el mundo.

Sí... ella sigue con un tornillo suelto y también sigue siendo una loli con gran trasero.

Y en el momento en que ella empezaba a entonar su cántico para lanzar su Explosión, en medio de toda esa luz mágica y esos destellos alrededor, me puse a recordar: "Ya no soy virgen".

En el momento en que me di cuenta, ya tenía una sonrisa en mi rostro.

Era cierto, el amable Satou Kazuma-san ahora era todo un hombre. Aunque era una pena que no pudiera recordar cómo lo perdí gracias a cierta loca de cabello rubio, lo que importaba era que ahora podía ir con Dust y presumirle que ahora soy un hombre hecho y derecho.

Kazuma: Je... jejeje. Ya me imagino su cara cuando se entere.

También podía imaginar el rostro de Keith. Podía incluso celebrar esto con unas cervezas en el gremio.

Y cuando finalmente el último círculo mágico apareció encima de ese enorme castillo en ruinas, Megumin gritó:

Megumin: ¡¡Explosión!!

Y en ese instante, toda su magia fue liberada. Primero hubo un temblor sin sonido, la explosión con forma de hongo se elevó desde el castillo hacia el cielo, y poco después, finalmente llegó la onda de choque junto con su ruidoso estruendo.

Megumin: Haaa~, es tan satisfactorio~... Urgh.

Y para el momento en que me volteé, ella ya estaba tirada en el suelo, con una sonrisa satisfecha y consumida en su rostro.

Esto era tan normal para mí, y por supuesto, sabía qué era lo que tenía que decir a continuación.

Kazuma: 90 puntos. Lo sentí como si te hubieras contenido. El temblor inicial apenas me hizo temblar las plantillas de los pies, además, los círculos mágicos que hiciste no fueron tan admirables como ayer.

Creo que era momento de poner a prueba este collar.

Megumin: ¡Espera! ¿En serio 90 puntos? Urgh... ¡Mañana lo superaré, ya verás! —ella pataleó en el suelo con las pocas fuerzas que le quedaban.

Mientras tanto, yo me había acercado lo suficiente a ella para estar frente a su gran sombrero de bruja. Me quité el collar de mi cuello y lo sostuve frente a ella, aunque ella no pudiera verme, ya sabía que estaba en su frente, tal vez pensando que era momento de cargarla y llevarla de vuelta a casa.

No sabía si tenía que ponerlo frente a ella o si podía usarlo normal mientras lo llevaba puesto. Ayer, cuando lo usé con Darkness, lo tenía en mi mano.

Megumin: Kazuma, ¿qué sucede? ¿Por qué tardas tanto? No sé si sepas, pero el suelo está frío y creo que vi un gusano moviéndose cerca de mí.

Kazuma: ¡Borrar!

Cerré los ojos cuando grité eso. Y justo cuando estaba esperando las demás quejas de Megumin, todo se calmó.

El único sonido que podía escuchar era el del viento que movía los árboles y alguns aves alrededor.

Abrí un ojo para verificar, pensando: ¿funcionó, de verdad?

Kazuma: ¿Megumin?

Ella seguía en el suelo en el momento en que abrí los ojos, totalmente callada y sin movimiento alguno, pero podía escuchar su suave respirar.

Otra vez, sentí como las manos me temblaban, esto era nuevo y emocionante para mí. Creo que sabía que tenía una sonrisa curvilínea cuando me acerqué y vi que Megumin tenía los ojos sin emoción alguna. Con una mirada igual de perdida.

Sin quererlo, dejé escapar una risita de emoción. Pero todavía faltaba comprobar. Me calmé y le pregunté a ella, aún viendo que estaba en ese estado.

Kazuma: Oye, Megumin... ¿recuerdas sobre lo que dije acerca de los 90 puntos? Pues mentí, en realidad sacaste 105 puntos.

Esperé una respuesta de su parte, la cual nunca llegó.

Ella siguió tirada ahí en el suelo, sin moverse, sin parpadear y con esos ojos sin vida. Recuerdo que Darkness también estuvo así, pero en su caso el brillo de sus ojos se fue desvaneciendo lentamente.

Kazuma: ¿Será porque ella tiene una defensa absurdamente alta?

Creo que en realidad era así, tanto su defensa mágica como física era de un nivel tan alto que hacía atraer a esas aves corredoras del desierto de camino a Alcanretia.

Pero volviendo al tema. ¿Cuánto tiempo tarda en que el efecto de pérdida de emociones y eso desaparezca?

Kazuma: Oye, Megumin, ¿me puedes escuchar? —pregunté aún dudoso, realmente no esperaba ninguna respuesta.

Pero lo que vi me sorprendió.

Cuando le pregunté, vi cómo ella movió su cabeza asintiendo desde el suelo, con dificultad debido a la posición en la que estaba.

No pude evitar tragar duro cuando la vi. Ella todavía tenía los ojos sin color, y la mirada perdida.

Me posicioné detrás de ella, me limpié la frente de un poco de sudor e hice otra pregunta.

Kazuma: Megumin, oye, ¿puedes recordar el puntaje que te di el día de hoy?

Esperé emocionado, pero no hubo respuesta. Ninguna palabra salió de su pequeña boca. Ella siguió en esa posición, tirada en el suelo.

Kazuma: ¿Huh? ¿No funciona con ese tipo de preguntas?

Hombre... realmente me había emocionado. Pero, aun así, ella estaba en una posición realmente peligrosa, y no lo digo en cuanto a peligro real, sino que...

Podía ver sus bragas.

Kazuma: Son negras...

Sentí que mis mejillas se calentaban y mis fosas nasales se dilataban para obtener más aire.

No quería perderme ningún detalle.











~***~

Casi no tengo mucho que decir, solo espero que hayan disfrutado la historia. Me tomé el tiempo en planear al completo la historia de este fic, espero sea de su agrado. La censura fue porque la imágen mostraba un camel toe.

Agradecimientos especiales a estas personas. Su Servidor les agradece su pratrocinio.


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