56. Preparativos para la Boda.
En las calles de Axel se estaba anunciando la boda del Gobernador Alderp Alexei Barnes y Lalatina Dustiness Ford, que se realizaría en tres días. Mientras se repartían los panfletos de la boda, los pobladores y los aventureros no podían creer que Darkness se casara con el Gobernador, sabiendo de su personalidad.
La noticia de la boda llegó a todo el Reino; en la Capital, la Princesa Iris quedó anonadada al saberlo, sentía pena por ella. Aunque tuviera la intención de intervenir para cancelar dicho evento, no podía, ya que ambas partes estaban de acuerdo.
Solo había una persona que podía interponerse a dicha boda: Kazuma, pero que lastimosamente no había vuelto. La Princesa estaba enterada de todo con respecto al matrimonio de Lalatina y el repentino alejamiento de Kazuma de su grupo, momentáneamente, semanas atrás.
Mientras tanto, dicho Noble estaba disconforme con que la boda no se realizaría en la Iglesia de Axel, ya que estaban realizando los preparativos para la festividad de Acción de Gracias de la Diosa Eris. Por tal motivo, el único lugar sería la Capilla, pero por la noche, ya que dicho lugar estaba abandonado y hecho un desastre. Por ese motivo, Alderp tuvo que aceptar a regañadientes.
En la Capital.
Mansión de Alderp.
Alderp: ¡Maldita sea! Todas en esta ciudad son unos ineptos e incapaces, soy el Gobernador y aún así no pudieron aceptar que el matrimonio se realizará por la tarde.
Walter: Padre, debes entender que no se podía, además la festividad de Acción de Gracias de la Diosa Eris está próximo a realizarse y eso tú lo sabes que cada año se realiza en estas fechas.
Alderp: Yo, como Gobernador, debería tener más poder que una simple Diosa, y además...
Walter: ¿Cómo puedes decir esa barbaridad? Si alguien de la Religión de Eris te escuchara, te acusarían de blasfemo por tal ofensa, ni siquiera tu título de Noble te salvaría de una condena, y eso tú lo sabes, Padre.
Alderp: Eso lo sé muy bien, no tienes que hacerme recordar.
Walter: A todo esto, ¿cómo hiciste que Lalatina aceptara casarse contigo?
Alderp: Eso a ti no te incumbe, pero lo que sí te voy a decir es que debí ser yo quien le hubiera propuesto matrimonio a ella, y no enviarte a ti para que lo arruinaras.
Walter: Pero ya te lo dije miles de veces, ella no estaba de acuerdo con la propuesta de matrimonio, es más, el mismo Lord Ignis insistió, pero se negaba, ¿qué más podía hacer?
Alderp: Seguir insistiendo, pero tú tuviste que respetar su decisión como todo un idiota, años preparándote desperdiciados. Por último, las invitaciones fueron repartidas, ¡no es así!
Walter: Así es, Padre, fueron repartidas.
Alderp: ¡Excelente! Me iré a descansar a mi habitación, no quiero ninguna interrupción mientras estoy descansando, ¡quedó claro!
Walter: Les haré saber a la servidumbre.
Una vez dentro en su habitación, él se acerca a una estante de libros, al sacar uno de los libros se abre una entrada que conduce al sótano de su Mansión. Él comienza a bajar, una vez llega al sótano, había alguien esperándolo.
Era nada menos que Maxwell, un Duque del Infierno, al igual que Vanir, fue invocado por Alderp al azar usando una Reliquia Divina que posee. Además, ese Demonio le falla la memoria.
Esto hizo que Alderp sacara provecho de Maxwell y así nunca pagarle cuando realizaba una orden, en este caso, lanzarle una maldición al Padre de Darkness, de tal manera que su salud empeore lentamente.
En el Sótano.
Alderp: Y bien, ¿alguna novedad sobre la salud de Lord Ignis?
Maxwell: Sigue empeorando, las mejores Sacerdotisas no han podido detectar la maldición que le lancé.
Maxwell - El Demonio que Distorsiona.
Alderp: ¡Excelente! Hiciste un estupendo trabajo al lanzarle ese maleficio, gracias a esta Reliquia Divina que tengo pude invocarte. Además, he podido tener tanto poder que fui nombrado Gobernador de esta ciudad de pueblerinos idiotas.
Maxwell: Eso me hace recordar que me tienes que pagar, por lo que hice.
Alderp: ¿Cuántas veces tengo que decirte que ya te he pagado? Cambiando de tema, ¿sabes algo sobre la ubicación del malnacido Gato Negro?
Maxwell: No puedo decírtelo.
Alderp: ¿No puedes o no quieres decírmelo?
Maxwell: No puedo.
Alderp: ¿Cómo te atreves a desobedecerme? ¿Quién te has creído? Yo te invoqué, así que tienes que hacerme caso, eso lo estipula. Tengo entendido que ustedes los Demonios son fieles a sus pactos, ¿o me equivoco?
Maxwell: Muy bien, te lo diré, Alderp Sama. Satou Kazuma está en el Inframundo.
Alderp: ¿Qué acabas de decir?
Maxwell: Lo que oíste. Eso debería alegrarte, ¿no es así?
Alderp: ¡Por supuesto! Pero me sorprende que ese miserable esté allí, me pregunto, ¿cómo o quién lo pudo mandar a ese lugar?
Maxwell: Él fue voluntariamente.
Alderp: ¿Cómo es eso posible?
Maxwell: Eso es todo lo que te puedo decir.
Alderp: Te ordeno que digas más, soy tu amo y debes obedecerme.
Mientras Alderp lo golpeaba y pateaba para sacarle más información, aparece una luz que comenzó a brillar a tal punto lo cegó momentáneamente. Al poder recuperar la visión, quedó perplejo al ver a un Demonio alado con armadura, o eso es lo que él creía.
Alderp: Esta sensación siniestra, ¿acaso eres como Maxwell?
???: ¡Estás correcto! Mi nombre es Minos de Griffo, soy uno de los 108 Espectros de Hades Sama, uno de los tres Jueces del Infierno y de la Estrella Celestial de la Nobleza.
Minos de Griffo - Estrella Celestial de la Nobleza
Maxwell: ¿Dónde he escuchado ese nombre? Me suena.
Minos: Típico de ti, olvidar las cosas. En cuanto a ti, asqueroso humano -señalando a Alderp-, deja de insistir, sé muy bien que él tiene un pacto contigo al invocarlo. Esta es una advertencia, si sigues insistiendo, serás arrastrado al Inframundo y torturado por toda la eternidad.
Alderp: De acuer, acuerdo.
Minos: Te ves patético, jajajaja. ¿Quién diría que tus planes están saliendo tan bien, Alderp?
Alderp: No sé a qué te refieres.
Minos: Me crees idiota, humano, sé muy bien exactamente lo que has estado haciendo. Sobre el matrimonio arreglado, por esa razón, esa chica lo hace para pagar la deuda y no olvidar la maldición que afecta a Lord Dustiness.
Alderp: ¿Cómo lo sabes?
Minos: Nosotros lo vemos todo con respecto al Mundo Humano. Tanto el Reino Divino como el Inframundo nos dedicamos a observar sus acciones, mas no intervenir.
Alderp: Eso significa que puedo seguir con mis planes.
Minos: Por supuesto, me da igual lo que le pase a esa chica, total es una humana más, aunque debo admitir que es hermosa.
Alderp: Tienes un buen gusto con respecto a Lalatina.
Minos: Siento pena por esa chica al casarse con alguien como tú.
Alderp: (Maldito) Minos: Será mejor que me retire, solo para que te quede claro.
"¡Marioneta Cósmica!"
Alderp: Mis brazos, ¿por qué se mueven por sí solos? ¿Qué es lo que me has hecho?
Minos: Estás bajo mi control, en otras palabras, los hilos invisibles se adhirieron a tus brazos, siente mi poder, humano. Ahora, si me retiro, ya sabes lo que te pasará si sigues insistiendo, ¡no es así!
Alderp: Me quedó cla... claro.
Minos desaparece del lugar, dejando a Alderp con miedo, sudando por lo que le acaba de suceder, pero lo que no se había dado cuenta es que su hijo Walter escuchó y presenció lo ocurrido.
¡Eres un maldito!
Alderp pudo reconocer aquel grito, se quedó perplejo al ver a su hijo, con una mirada de seria y de repugnancia hacia su Padre adoptivo.
Walter: Siempre supe la basura de persona que eras, Padre, ahora entiendo por qué Lalatina se casará contigo.
Alderp: Maldito mocoso, me has estado siguiendo.
Walter: Así es, tuve dudas de tu compromiso con Lalatina. Ahora todo tiene sentido, eres un desgraciado, lo de la deuda lo puedo entender, pero lanzarle una maldición a su Padre, eso es una bajeza de parte tuya.
Alderp: Y eso qué importa, lo que más deseo es que Lalatina sea mía y de nadie más, haré cualquier cosa por tenerla.
Walter: Tu obsesión por ella pasó límites. No me queda de otra que detenerte aquí y ahora.
Alderp: Crees que vas a poder conmigo, será mejor deshacerme de ti de una vez por todas. Maxwell, hazlo ahora.
Maxwell le lanzó un maleficio a Walter que lo estaba debilitando poco a poco, era cuestión de que muriera, pero Alderp no iba a esperar a que muriera, es así que saca una daga y lo incrusta en su pecho, no sin antes revelarle sus fechorías.
Alderp: Antes que te mueras, te diré la verdad del porqué te adopté. Quería apoderarme de tu cuerpo con la Reliquia Divina que cambia cuerpos que tenía, pero tú, al haber aceptado la negación de Lalatina. Me tomé la obligación de obsequiarlo al Príncipe Jatis para que en algún futuro poseyera su cuerpo al hacer el intercambio, así poder casarme con ella.
Walter: Maldito... puaj... siempre ese era tu objetivo... puaj... pero te salió mal, esos ladrones... puaj... se robaron... jajaja.
Alderp: Esos malditos se lo robaron a la Princesa y no solo eso, la sellaron. Así que tuve que tomar esa medida drástica, siempre me saldré con la mía, así he sido yo, haré cualquier cosa con tal de obtener lo que quiero. Como lo hice al matar a tus verdaderos padres apenas eras un recién nacido.
Walter: ¿¡Qué?!
Alderp: Como lo escuchas, yo maté a tus padres, tu madre era una mujer hermosa, una Noble de menor rango, yo la quería, pero se enamoró de un simple Aventurero. Yo solo quise matar a tu padre, pero ella se interpuso, es así que aproveché la oportunidad para matarlo, ya que estaba abrazándola. Y lo demás ya lo sabes.
Walter: Eres un... puaj.
Alderp: Adiós.
Una vez Alderp sacó la daga que estaba incrustada en el pecho de Walter, él muere al instante, llevándose toda la verdad de los crímenes cometidos por él. Alderp ordena a Maxwell que se lleve el cuerpo de Walter y que lo desaparezca, mientras él inventará alguna historia creíble de la muerte de su hijo y así librarse de cualquier cargo que lo incrimine.
Mientras tanto.
En otro lugar de la Capital.
???: Ya estamos aquí.
???: No lo entiendo, ¿por qué venir aquí y no en Axel?
???: Debo buscar más información y aquí es el lugar perfecto.
???: ¿Cómo lo harás?
???: Simple, tengo ex compañeros que me deben favores y es el momento llegó, ¡andando!
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Aquí termina el capítulo 56 de está historia, espero que les haya gustado. Sigan votando, comenten que les pareció el episodio. Acepto cualquier crítica, ya sea positiva o negativa.
Siguiente Episodio: He vuelto.
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