Con la derrota del general bajo el mando colectivo de Kazuma y Aqua, la presión que había sentido originalmente por la deuda que había acumulado no se sentía tan mal. Afortunadamente, Aqua había dirigido el diluvio de agua lejos de la ciudad para que no se les cobrara por los daños, y la recompensa se dividió entre el grupo.

Esto todavía dejaba la deuda de Kazuma en varios miles de millones de Eris, para su disgusto.

Kazuma estaba sentado en su escritorio en la mansión, casi arrancándose el pelo mientras revisaba sus balances. "Joder. A este ritmo no saldré de deudas hasta que tenga cuarenta", se lamentó en voz baja.

"Bien, ¿por qué no hacemos algunas misiones más? Seguro que hay algunas misiones importantes que podemos hacer, ¿no?" preguntó Aqua, que estaba acostada en la cama dibujando.

"Pensé en eso, pero no se han publicado muchas desde que nos ocupamos de ese general," respondió Kazuma, recostándose en su silla y observándola dibujar un poco. "Huh. Eres muy buena dibujando, ¿lo sabías? Algunos de esos son lo suficientemente buenos como para estar en tarjetas coleccionables en casa."

"¡Gracias! Me encantan las manualidades. Son una parte menor de mis dominios," explicó, terminando una pieza de una princesa guerrera que había estado dibujando.

Kazuma se quedó en silencio por un momento, pensando para sí mismo: "Oigan, esta obra aún no tiene imprenta, ¿verdad?"

"Mmm, no, no creo que así sea, ¿por qué?" preguntó Aqua, tomando otro trozo de papel y comenzando a dibujar.

Kazuma, emocionado, acariciándose la perilla inexistente. "Creo que tengo una idea. Aqua, ¿puedes ir a buscar ese libro de runas que estaba usando abajo?"

"¡No te lo pierdas!"

-Un mes de trabajo agotador después-

Kazuma se paró orgulloso de su creación, tan satisfecho como podía estarlo. Darkness y Megumin solo podían mirar confundidas mientras Aqua saltaba de emoción. Frente a ellas había una mesa de alrededor de dos pies de largo y un pie de ancho con seis zonas distintas en los lados más alejados y siete en las dos filas del medio.

Megumin decidió romper el silencio. "Está bien, ¿entonces querías mostrarnos una mesa?"

"¡Esto no es una simple mesa! ¡Es una plataforma de duelo!" explicó, agarrando un puñado de cartas mientras Aqua barajaba su propio mazo.

"Entonces, ¿luchas por honor?" preguntó Darkness, aunque su explicación no ayudó mucho.

Aqua intervino esta vez, colocando su mazo en el lugar correspondiente. "¡No! Es para un juego. Mira." Luego colocó una carta sobre la mesa. Toda la carta estaba cubierta con ilustraciones de un pícaro masculino de aspecto sombrío, con espada corta y máscara. Luego la tocó dos veces con su dedo, lo que hizo que se iluminara y un pequeño simulacro de la criatura representada apareciera sobre ella.

Los ojos de Megumin se iluminaron al ver al pequeño guerrero mirar alrededor de la habitación con sospecha. "¡Eso es genial! ¿Cómo hiciste eso?"

Kazuma se sentó, colocó una carta con la imagen de un lobo frente a él e invocó a la criatura. "Es un montón de magia de ilusión complicada y no está ni cerca de estar completa, pero es un comienzo. La idea es que dos jugadores tengan cada uno un mazo de monstruos y hechizos, cada uno con la intención de usarlos para vencer al oponente." Tocó un espacio en blanco que parecía que debía ser algo, pero estaba en blanco por ahora. "Cuando esté listo, esos tendrán los puntos de vida del jugador y mostrarán en tiempo real quién está ganando y cosas así. Hacer las ilusiones fue honestamente la parte fácil. Mira, la carta actúa como una línea de base, y luego cuando tocas el tablero le estás dando una pizca de maná para que manifieste la imagen según cómo la imagines. Ahora solo necesito averiguar las reglas y asegurarme de que la mesa las cumpla." La parte que Kazuma no les estaba diciendo era que en realidad estaba copiando una versión temprana de Yu-Gi-Oh con la intención de venderla a los nobles para hacer una fortuna. "¿Esto parece algo que los nobles comprarían, Darkness?"

Darkness se acercó y miró pensativamente la mesa. "Me parece que se está poniendo de moda. El problema es que sería bastante difícil difundirlo, creo."

En ese momento, Kazuma sonrió, tocando las cartas. "Bueno, es por eso que le daré al salón del gremio algunas mesas gratis cuando esté listo. Las cartas se venderán por separado en pequeños paquetes aleatorios. De esa manera, si tienes acceso a una mesa, teóricamente aún puedes jugar sin comprar una."

"Entonces, ¿no será solo para los ricos?" preguntó Megumin, pareciendo aún más interesada ahora.

"¡No! Solo espero que sea algo que cualquiera pueda jugar," y, lo que es más importante, que sea de pago, no se dijo nada.

"¡Mhm! ¡Y yo hago todo el arte! ¡Kazzy incluso dijo que donaría el 5% de todas las ganancias a la iglesia de Axis como agradecimiento!" dijo Aqua entusiasmada, sus ojos prácticamente eran pequeños corazones por lo "amable" que estaba siendo Kazuma.

"¿Cuánto tiempo crees que pasará hasta que esté completamente funcional, Kazuma?" preguntó Megumin, después de haber tomado la pila de cartas y haber visto algunas de las ilustraciones. Inmediatamente quedó cautivada por un mago que tenía rojos y negros arremolinados alrededor de su bastón.