- ✰ Los mataré a todos ✯
Mi visión fue renovada por lo que fue un instante, mi atención totalme puesta en Iris cuyo ojos azules tenían una renovada convicción.
¿Me detendrá?..
La idea de que Iris me capture y entregué a lo que sería una cámara de tortura me hizo sentir un escalofrío.
O quizás fue la pérdida de sangre. Probablemente solo contribuyo.
Iris: ¡No puedes irte!, .. porfavor
Su voz paso de un lado a otro, de entre la confianza absolut a la de una casi súplica.
Ah.. no puedo quedarme a hablar.
La única razón por la que nadie se abalanzaba en mi contra era el completó terror que seguro sentían los guardias y nobles.
Los Aclamados héroes inconcientes o muertos, el Rey desangrándose para lo que seguro sería una muerte lenta y dolorosa. Y el príncipe bañando el suelo con su sangre.
El anterior piso blanco de mármol se encontraba pintado de rojo, como si de una alfombra se tratara.
Y a solo unos metros de la princesa, ninguno se arriesgaría a algo que la pusiera en peligro.
Con solo Rain y Claire para detenerme, pero nadie confiaba en que pudieran.
Kazuma: hablaremos otro día. lo prometo
Bajando mi voz lo más posible, le dedicó la mejor sonrisa que podía a Iris.
Iris: ..quedatelo, Claire.
Y ante la mirada de todos, Claire recibió la ordene de que me diera el anillo.
Kazuma: Princesa porfavor quédese con él.
No recibí el anillo y terminó con
Kazuma: no podría casarse sin él
Como si esas palabras significarán algo, iris deja esa orden. Y ella misma toma el anillo, ofreciéndomelo
Iris: Al menos, podrías ponermeló tu.
Ya cansado por todo, lo tomo. Aún de rodillas, con cuidado devolviendo el anillo a su dedo anular.
Los espectadores quedaron atónitos sin enteder nada, de lo que debió ser una visión totalmente bizarra. Una pesadilla donde la élite humana fue derrotada o eliminada.
Kazuma: Aegis porfavor.. podrías?
Aegis: ¡¿Ya terminamos?! Perfecto ♪
De esa forma, mi cuerpo volvió a moverse. Dejando que Aegis me llevará
Subiéndose encima del trono del Rey, usándolo como un símbolo, dejo que las palabras salgan. Algo que llevaba tiempo guardando
Mi opinión de los nobles nunca fue buena, exceptuando Iris que era una niña inocente, y Darkenss una rareza. todos me daban asco, Claire siendo un ejemplo de su clasismo y desprecio por los plebeyos.
Los débiles como yo, mis amigos de bar. Mis compañeros aventureros
Kazuma: ¡Escuchen! Todos los presentes.
Mis palabras salieron fuertes, dejando todo lo que podía en ello. Mi brazo se levantó en un puño, no por Aegis, si no por mi mismo.
Kazuma: ¡Me dan asco! !TODOS USTEDES! los desprecio más que nada. Me hicieron vivir un infierno por una maldita deuda, y su asqueroso egoísmo se quiso llevar a una importante amiga.
Quizás solo me están desahogando, pero mis palabras siguieron. Como un grifo del cual se abrió la llave
Kazuma: ¡Los mataré a Todos!, ¡Si es que escucho alguna noticia!, sepan que de mi no podrán ocultarse. ¡Nadie los salvaría de mi mano!
Señalando a todos los inconcientes o muertos, mi nublada visión logro ver las expresiones de miedo y sobre todo preocupación.
En mi interior alegrandome de al menos intentar hacer algo bueno por esté mundo.
Que ésto no sea envano, si no Eris me daría una buena charla.
Ante la vistas de todos, infunde la espada negra que seguía manchada con la sangre de dos personas de la realeza.
Dejando que Aegis me llevará, sentí como corría.
Kazuma: F-fire..
Mi voz me traicionó, pero encendí la segunda dinamita.
BUMMM!!!*
Nuevamente los oídos de todos retumbaron para lo que fue la caída de gran parte del muro. Esos muros que habían resistimos asedios de ejércitos cayeron tan fácil como ese enmascarado se Hiba.
Dejando un miedo que perseguirán a los corruptos y transgresores que disfrutaban abusar de su autoridad y estatus.
Que para sorpresa a nadie, fueron la mayoría.
Esto marcaría un ante y después en Belzerg, esto era un mensaje de advertencia.
Con gran impacto social, donde los plebeyos que vivieron en esas regiones donde sufrían de abusos de sus gobernantes. Impuestos muy altos con la excusa de la guerra, o violaciones de cada doncella que un noble viera linda. No importando la edad.
La ciudad de Axel era una demasiada pacíficos, lejos de la oscuridad de esté mundo.
El símbolo del Enmascarado bañado en sangre significaba un mensaje. Y sus palabras llegarían a todos, por los sirvientes que compartirían la noticia, ignorando las órdenes de sus patrones.
Ahora tenían un defensor. No uno de esos héroes que solo respondía al Oro y la fama. Una imagen que escudería un coraje, uno que probablemente nadie esperaba.
Mucho se habla que el Ser humano busca siempre un enemigo, y si no lo encuentra. Buscará uno entre ellos mismos
Y ahora sín Rey demonio, todas las miradas se voltearon a la Nobleza.
Ciertamente existían los buenos nobles, pero eran una minoria.
¡LOS MALDITOS ESCAPABAN!
Cada vez, de los impuestos. Esos mismos nobles se iban del país a algún Hotel del extranjero super lujoso.
¡¿Donde quedó ese honor?! ¡Donde quedó su nobleza?!
Quizás sus antepasados hayan sido dignos de esos títulos, pero sus descendientes no lo eran.
Fue el pensamiento que surgió y solo se extendería
Los pasos del enmascarado resonaron a la distancia, pasando por lo fueron los guardias de la puerta. Usando la propia entrada del castillo para salir, delante de todos.
Su antigua hazaña de robarle a la familia real y abatir a una gran cantidad de guardias Palideció con está nueva azaña.
Y el conocimiento de que la Armadura que canta y baila era un amigo suyo. Solo agrego más leña al fuego.
Era un cuento de adas, un libertador en armadura que apareció para limpiar el último atisbo de maldad de la humanidad.
Siendo en ella misma. Rumores empezaron a surgir de sus palabras.
Sobre cómo el enmascarado probablemente de joven sufrió a manos de un noble y vio a una importante amiga suya ser ultrajada por uno de esos nobles.
Y que de ahí nació su fortaleza.
O de qué es el Verdadero elegido de Eris, El verdadero héroe que no respondía sólo a quien pudiera pagar sus servicios.
Estos y más rumores surgirían en la población, como la misma pólvora que uso. Esta información llegaría en pocos dias a la totalidad del mundo.
Generando el mismo sentimiento en diferentes naciones y países. Siendo algo preocupante
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