Petricor
El universo de Darling in The Franxx y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad del estudio Trigger y A-1 Pictures. Mi única intención al utilizarlos es la de entretener sin fines de lucro.
"Creo en correr a través de la lluvia y estrellarse contra la persona que amas"
—Billy Bob Thornton.
-O-
Petricor.
Cuando el cielo se oscurecía y las primeras gotas de lluvia golpeteaban el cristal de las ventanas, Zero Two podía ver que la silueta de su Darling desaparecía del salón perdiéndose entre los pasillos del hogar de los parásitos. Ella podía observar que este fenómeno se repetía siempre y cuando la lluvia hacía acto de presencia.
Nadie parecía darle especial importancia a este hecho salvo Zero Two. Ella se consideraba de naturaleza curiosa y como un plus, todo lo que involucrara a su Darling inmediatamente adquiría vital prioridad.
Caminó despreocupada por los pasillos de la mansión, buscando con la mirada la cabellera negra característica del chico. Afuera la lluvia seguía cayendo, siendo indiferente a la búsqueda de la muchacha de pelo rosa. Zero Two le dedicó unos pensamientos a las gotas de agua antes de llegar al pórtico, encontrando al chico que siendo desconocedor de la investigación de la cual era objetivo, yacía sentado en las pequeñas escaleras acariciando a un gato negro quien le hacía compañía ante la copiosa lluvia.
—¿Darling? —Llamó Zero Two al muchacho que ante el tono de su voz se giró un poco, lo suficiente como para que con una sonrisa la saludara.
—Oh, eres tú Zero Two —con una de sus manos señaló un espacio vacío al lado suyo, indicándole que se sentara—. Perdona si te he preocupado.
—No pasa nada —ella negó con la cabeza antes de acurrucarse gustosa al lado del chico—. Aunque tengo curiosidad Darling, ¿qué haces aquí?
El chico sonrió un poco, acariciando los dedos de Zero Two antes de responder.
—¿Recuerdas ese día que me pediste que hiciera que lloviera? —ella asintió, algo avergonzada, siguiendo el relato— Tu curiosidad hacia lo que era la lluvia, tengo que admitir, despertó la mía. Así que trato de comprender, desde ese entonces, lo especial que puede ser.
Zero Two sólo escuchaba algo emocionada, si tenía que confesar. Se sentía especial causar ese tipo de sensaciones en su chico, por lo que afianzó el agarre a su brazo mientras dejaba caer su cabeza en el hombro del muchacho. El minino, quien dormía entre los dos, se sobresaltó levemente antes de reacomodarse al ritmo de Zero Two. Ella sólo sonrió cómplice.
—Y he descubierto algunas cosas, ¿sabes? —Hiro prosiguió luego de una pausa, acariciando mechones del cabello de Zero Two mientras su vista se perdía en el horizonte— Muchas de ellas tienen que ver con las plantas, ya que la lluvia les ayuda a crecer fuertes. Pero hay más... —Hiro tenía un aspecto soñador, y a Zero Two le encantaba.
—¿Y qué es, Darling? —curiosa, Zero Two lanzó la interrogante sobre aquello que atrapaba a su amado. No obstante, Hiro tenía una sonrisa ladina en el rostro al momento de responder.
—Te lo mostraré otro día, ya te lo has perdido por hoy.
—¡Hey!
-O-
Finalmente, luego de unas semanas de intenso calor, las nubes negras que traían la lluvia hicieron acto de presencia una vez más. Hiro caminaba por los pasillos dirigiéndose como de costumbre al porche para observar la lluvia.
Grande fue su sorpresa, al ver a su chica sentada en su lugar con una sonrisa de victoria.
—"Te gané"
Hiro podía leer esa sonrisa perfectamente.
—Veo que te has adelantado esta vez.
Tomó su lugar a su lado, antes de abrazarla por detrás y apoyar su espalda en uno de los pilares de madera de la entrada. El aroma a fresas del hermoso cabello rosa de Zero Two inmediatamente empezó a circular en su sistema como un tranquilizante, casi durmiéndolo al cabo de unos minutos y siendo arrastrado del sueño por una inquieta chica de cabellos rosas quien esperaba curiosa el desenlace del misterioso hobby de su amado.
—Sólo espera un poco y verás —él volvió a cerrar los ojos disfrutando el momento.
Cuando las primeras gotas de lluvia empezaron a estrellarse contra el suelo, Zero Two tenía toda su atención puesta en las mismas como si de una batalla se tratase. Hiro, con un ojo abierto y el otro cerrado observó divertido la escena. Al cabo de unos segundos, pasó.
—¿Puedes sentir el aroma que desprende el suelo ante el contacto de la lluvia? Es una fragancia extraña, pero solo puedes hallarla durante los primeros minutos de la lluvia. El suelo seco, al llover desprende esta fragancia. Vamos, aspira un poco.
Ella le obedeció y, ciertamente era una fragancia extraña, pero exquisita. Nunca antes había sentido algo como esto. Se giró emocionada para encarar a su Darling y vio el rostro completamente relajado de éste, disfrutando el aroma que penetraba por sus fosas nasales.
—Desde la primera vez, aún no puedo cansarme de esto— Hiro afianzó el abrazo atrayéndola a su pecho—. Me alegra haberlo compartido contigo. Gracias, Zero Two, por estar aquí.
—Gracias a ti, Darling— ella se dejó abrazar completamente encantada, mientras la lluvia seguía cayendo imperturbable, hermosa y familiar.
-O-
—Darling —la lluvia ya había acabado y el frío característico empezaba a desprenderse, pronto tendrían que volver a sus habitaciones.
—¿Pasa algo? —la sonrisa traviesa de la chica despertó cosas en él difícil de controlar.
—Me pregunto si la piel de Darling también huele a lluvia.
—"Oh, por todos los dioses del mundo. Esta mujer..."—Hiro le devolvió la sonrisa, que de inocente no tenía nada.
—Podemos averiguarlo, ¿no crees?
-O-
Notas de Autor.
¡Hey! Aquí otro drabble.
El aroma que desprende el suelo del que habla Hiro es, como se darán cuenta, lo que se llama Petricor. Salió muy culto el muchacho *risas*.
Aunque el anime haya acabado, seguiré escribiendo de estos dos hasta que me sangren los dedos, well, así que tendrán Koi no Yokan para rato.
¡Gracias por leer! Nos vemos en el siguiente.
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