Escena 1:

Matsui y la niña de las gafas miraron al sujeto que estaba detrás de ellas.

- Rina, te he buscado por todas partes.- Dijo el sujeto con voz preocupada, mas Matsui no se lo tragaba del todo.

La niña asustada, estaba a punto de echarse a correr pero la brujita la detuvo. Acto seguido, tomó su varita y miró al hombre de pies a cabeza.

- ¿Quién eres?- Dijo Matsui.

- Soy el papá de Rina ¿eres una amiga suya?- Dijo el hombre.

La niña, de nombre Rina, quiso gritar "¡MENTIRA!" pero la suave mano de la pelimorada apretando la suya la tranquilizó. El hombre empezó a acercarse a ambas, pero Matsui hizo un conjuro en voz muy baja, y una mariposa violeta se posó frente al rostro de aquel sujeto. Él al ver al supuesto bicho, dio un aplauso para aplastarlo, pero al hacer siquiera contacto, la mariposa estalló en una pequeña explosión que hizo al hombre caer de espaldas. Justo llegó el tren subterráneo y las niñas entraron antes de que el tipo se levantara de nuevo.

Se sentaron en uno de los asientos y después de un rato, lograron relajarse.

- ¡Eso fue asombroso!- Exclamó Rina.- ¿Como lo hiciste?-

- Soy una bruja.- Dijo Matsui orgullosa.

- Cielos, y yo creía que esa ropa era sólo un disfraz.- Comentó Rina riendo.

Fue agradable que Rina no se asustara o algo parecido por la identidad de Matsui, incluso le gustaba. La brujita extendió su mano a unos pocos centímetros de su rostro e hizo que una mariposa apareciera en su dedo indice, dejando asombrada a su nueva amiga. Desde que nació, había tenido la habilidad de crear mariposas violetas con magia y estas, la mayoría de las veces explotaban, o en pocas ocasiones tenían otras funciones. La que usó con aquel sujeto fue una pequeña y de poca cantidad de magia, pues de ser más, habría lastimado al hombre. Fue entonces que se acordó de él.

- Aquel tipo, ¿quien era?- Preguntó la brujita.

- No era mi padre en realidad... Es del hogar de menores, de ahí vengo yo también. Ese hombre es malo y siempre está abusando de todos, en especial de las niñas como yo. Por él fue que me escapé.-

- ¿No fuiste con la policía?-

- Él dijo que nadie le creería a unos niños de un orfanato.-

- Yo te puedo ayudar.-

Al escuchar eso, Rina miró a Matsui con escepticismo, mas la brujita sólo sonrió y desapareció la mariposa en su mano.

...

Escena 2:

Tuvieron que tomar otro tren para regresar donde estaban al inicio, menos mal que Matsui se había ganado un buen sueldo ayudando a su tío Kenji y a los vecinos con tareas cotidianas. Fueron hacia el hogar de menores, ahí se encontraron con algunos amigos de Rina y también, para terror de la niña, aquel hombre abusador de niños. Matsui se paró a unos metros del tipo, cubriendo a su amiga.

- Ya le conté a la policía lo que usted hace y me han creído todo. Vienen para acá.- Dijo Matsui seria y calmada.

La primera reacción del hombre fue retroceder un paso y ver a la niña pelimorada con rabia, luego cambió ligeramente su semblante.

- ¿Te has creído tú lo que dice esta mentirosa?- Preguntó él, refiriéndose a Rina.

Matsui vio de reojo a todas las niñas que estaban alrededor, encontrando las expresiones que buscaba, pues todas estaban iguales a su amiga.

- La policía dirá si es mentira o no.-

Desde lejos se escuchó el sonido de una patrulla en camino. El hombre entró en pánico y agarró a una de las niñas del brazo, seguramente la usaría de rehén. La brujita aprovechó la distracción del sujeto y se acercó un par de pasos, extendió su mano derecha, y ante todo el público, de su palma brotaron mariposas violetas que rodearon al hombre. Al principio fue sólo la sorpresa, pero él no soltó a la niña. haciendo un movimiento con la mano, Matsui manipuló a una de las mariposas para que se posara en el dorso de la mano del sujeto, chasqueó sus dedos y la mariposa explotó en la mano del hombre, haciéndolo soltar a la niña que corrió y se escapó de su alcance. El iba a ir por otro niño, pero de repente todas las mariposas a su alrededor explotaron muy cerca de él, no cómo para lastimarlo, pero si para aturdirlo.

En cuanto la última mariposa desapareció, el hombre se reincorporó y salió corriendo, sin media idea de que pudieron ser esos bichos explosivos que lo atacaron, sin mencionar que la sirena de policía ya se escuchaba muy cerca.

- ¡Ja ja ja! ¡Ya no va a volver!- Dijo Matsui, movió su varita y el sonido de la patrulla se detuvo inmediatamente.- Adoro la magia de ilusión, hasta se puede crear un sonido en el aire.-

...

Escena 3:

Rina y los demás niños confesaron las atrocidades de aquel guardián a los demás cuidadores, estos le dijeron a la policía, la policía encontró al hombre y este fue arrestado. Matsui y Rina se hicieron grandes amigas, pero ya era hora de que Matsui volviera donde su hermana y su tío.

- Muchas gracias por ayudarme y darme valor, amiga.- Dijo Rina.

- No fue nada, Rina, espero que podamos vernos algún día.- Dijo Matsui con una sonrisa.

- Es cierto, nunca te pregunté tu nombre...-

- Soy Matsui Kohana.-

La niña de las gafas abrazó a su nueva amiga.

- ¿Te acompaño hasta el metro?-

- Nah, iré en mi escoba. Aproveché el mapa del metro para saber donde estoy y a donde debo ir.- Respondió la brujita soltando una pequeña risa.

...

Escena 4:

Monogatari decidió quedarse a dormir en casa de Eri. Ambos eran tan buenos amigos, pues el niño siempre estuvo al lado de ella a pesar de ser diferente, así, amando esa diferencia. Los dos se encontraban en una pequeña "carpa" armada con las sabanas de la cama, junto a varias almohadas y con dos linternas, una cada uno.

- ¿Ningún otro secreto para contarme?- Dijo Eri con sonrisa picara.

- Nope, ya te he contado todos los que puedo contar.- Dijo Monogatari.- ¡Te toca contarme los tuyos!-

- Okey... Tengo uno que contarte, pero debes jurar no decir nada.-

- ¡Lo juro por la madre santa de Steven!-

- Vale... Creo que me gusta Matsui.-

-..... ¡¿QUÉ?!-

- ¡Shhh! No puedes decirle, lo has jurado.-

- Vale, no lo haré.-

Ambos se acostaron sobre las almohadas y quedaron de lado, mirándose el uno al otro.

- ¿Tú... Crees que yo tenga la culpa sobre lo que pasó con Lia?-

- No lo fue, Ai, no te atormentes con eso.- Consoló Eri a su amiga, acariciando la cabeza de ella.- Lia era muy mala contigo siempre y tú nunca le hiciste nada.-

- .... ¿Todo el mundo me odia? Sólo soy un poco diferente...- Comenzó a sollozar Monogatari.

- ¡Oye! Yo no te odio, tu tío no te odia, mi mamá te adora, Suzume y Jun también te quieren. Además, tu hermana también te quiere mucho, demasiado. Me dijiste que ibas a conocer a tu mamá pronto, ¿cierto? ¡Pues seguro que ella también te va a querer!-

Eso generó una sonrisa en el rostro de la hada, pero al mismo tiempo una preocupación, ¿y si le caía mal su madre? Poco le costaba admitir que ella daría su vida por recibir el amor de una mamá y un papá, aún si este último era imposible. Sin darse cuenta, Monogatari fue atrapada por el sueño y se quedó dormida junto a Eri, quien rió en silencio al notar que su amiga no le tenía mucha resistencia a dormir.

...

Escena 5:

Llegó sana y salva hasta la consulta, se puso su pijama y se tumbó en su cama. Sin darse cuenta de haber dejado la ventana abierta, sin darse cuenta de haber sido observada por una sombra en los tejados.

- Es un alma muy poderosa, no va con el resto de los mundanos, maestro.- Dijo la silueta antes de desaparecer en una niebla oscura.

...

Escena 6:

Cubrió a su niña con las mantas cuidadosamente para que no se resfríe, y salió de su casa. Se sentó en el rociado pasto junto al lago, sintiendo como pétalos de algunas flores de los árboles caían sobre su sedoso cabello morado y sus delicados hombros. Observando el maravilloso paisaje de luna llena sobre las cristalinas aguas del lago, como adoraba esa imagen. En seguida su parte favorita fue presenciada, cuando las mariposas nocturnas revoloteaban en medio de su vista y la luna, creando animadas sombras y un paisaje aún mas bello. Alzó ligeramente su mano, una de las mariposas se posó en su dedo indice. Esos bichitos tan encantadores siempre le hacían acordar a su pequeña Matsui. de repente se le cruzó un pensamiento: ¿Se llevarán bien sus hijas? Era demasiado probable que su niña brujita no reaccionara al instante por enterarse del retorno de su "hermana mayor", al igual que dudaba demasiado de la reacción de Kea. Pero, había una reacción que de verdad no podía predecir, y era la suya propia. No respecto a sus dos hijas mayores, sino a la niña de la que por tanto tiempo estuvo rezando por ver, aquella pequeña criatura fantástica que no pudo criar cómo lo hubiese deseado, cómo tanto lo hubiese anhelado... ¿Cómo sería aquella niña? ¿querría ella verla, o sólo la vería como a una extraña? ¿Le gustará a Matsui? ¿Le gustará a Kea? ¿Se querrán las tres entre si? No estaba segura de nada, pero daría todo su esfuerzo para tener feliz a su familia.

- Así que a pesar de todo, elegiste esto.- Dijo una voz a su espalda.

Alice sonrió sin voltearse, ya sabía quien le hablaba.